Cap5: «LÁGRIMAS DE UN TIGRE»
El rubio besaba con ganas desconocidas los labios de la inexperta chica que luchaba con mantener el ritmo para después bajar y darle pequeñas mordidas en el cuello. La agarró del brazo llevándola a un lugar más lejos todavía, una cueva recubierta en el interior de intensas piedras color que variaban desde el azul más tenue al rojo escarlata, el suelo cubierto de musgo y plantas suaves que se acomodaban bajo el cuerpo de estos dos. Sting todavía estaba de pie besando, explorando todos los rincones, entrelazando sus lenguas para retirarse por un minuto para observarla y tomar aire.
-Sting crees que esto este bien?-dijo Yukino nerviosa.
-Yukino yo nunca te haría algo que no estuviera bien-dijo agarrándola entre sus brazos.
Yukino sonrió más confiada y entonces esta comenzó a besarlo lentamente para ir quitando con sumo cuidado su vestido color blanco y retirarle la camisa de Sting mientras besaba su pecho, pero algo le estaba sucediendo al rubio, estaba recordando la vez en que degradaron totalmente a Yukino y él no hizo nada por ayudarla. Recordaba esos momentos cada vez que ella recorría con sus dedos el dorso desnudo de él y daba uno que otro beso suave en su pecho, admiraba la piel desnuda de esta y las maravillosas curvas que contenía, el recuerdo le perseguía como un recordatorio del mal que había hecho.
-Yukino detente-dijo en un susurro.
Pero la maga celestial continuaba con su rutina, besaba su dorso y admiraba la belleza del rubio que se había quedado inmóvil como señal de culpa que estaba en su mente.
-Yukino para!-gritó esta vez con fuerza.
La albina se asustó por la actitud que estaba teniendo el dragón de luz en estos instantes, le dolía como la estaba tratando pero más que lo que ella estaba sintiendo fuera un error.
-Sting lo estaba haciendo mal?-pregunta asustada.
-No-dijo seco y duro.
-Entonces no te gusto?-prreguntó con dolor en su rostro.
-Que? No, claro que no, tu-dijo ahora admirando su rostro con dolor.
Sting estaba perdiendo los estribos, se estaba volviendo loco por ella, pero se sentía demasiado culpable y no podía lastimarla de nuevo. Se estaba dando cuenta que Yukino lo único que quería era hacerlo feliz, el problema para él era podía hacerle feliz a ella?
-Yukino sientate conmigo-dijo Sting suspirando.
Yukino vestida solamente en ropa interior mientras Sting vestía simplemente los pantalones desabrochados dejando entrever la piel desnuda que le seguía abajo. Los dos se sentaron en el suelo frío y Sting sabía que tenía que hablar sobre el tema.
-Yukino yo te amo-dijo rebelando algo sorprendente.
-Que?-dijo sin saber que decir.
-Yo, tengo miedo-dijo agarrándose a si mismo.
-De que?-dijo Yukino sin entender.
-De mi, de que te lastime, tengo miedo de que sufras igual que aquella vez-dijo lo último en un susurro.
-Tienes miedo de ser como él?-dijo Yukino casi sin voz.
-Si-dijo con lágrimas en sus ojos.
El silencio en ese momento llenó la cueva y el espacio entre ellos, para ser detenido abruptamente por el abrazo fuerte de Yukino a Sting, rodeando con sus manos su cabeza enterrándola entre sus senos. El dragón sorprendido por lo que acababa de pasar, no podía dejar de llorar y entonces ver que también lo estaba haciendo la maga celestial.
-Tu nunca seras como él, así que no te preocupes-dijo sonriendo mientras lloraba.
-Yukino-dijo sorprendido.
-Te mostraré el porqué-dijo mostrando su perfecta sonrisa.
Colocó un poco más alejado a Sting para sentarse encima de él a horcajadas, besaba con delicadeza sus labios, saboreando todo de él. Sting desabrochaba la parte superior liberando sus senos para besarlos y morderlos con cuidado,acto seguido la levantó todavía sujetada mientras ella rodeaba con sus piernas el dorso de él, lentamente fue colocándola encima del suelo para esta vez él quedar arriba observándola.
-Por que eres tan hermosa?-dijo embobado.
-Y tu por que siempre piensas que eres malo, cuando no es así-dijo reclamándole.
Yukino pidió más de él, quería sentirlo adentro de ella, pertencerle al chico que le brindó una nueva oportunidad en el gremio con el que ella soñaba. Lo amaba y quería hacérselo saber. Sting comenzó a besar sus pechos mientras esta intentaba contener los gemidos que le estaba provocando, el tigre no se quedó quieto e introdujo dos dedos adentro de ella.
-Por que eres tan deliciosa?-preguntó nuevamente Sting.
-Por que me haces sentir así?-dijo Yukino embelesada.
Se seguían haciendo este juego de preguntas tan elaboradas, que ninguno tenía tiempo para responder. Sting sin aguantar un minuto más, se detuvo un momento para retirar completamente el pantalón dejando ver su erección, Yukino dudaba del espacio que contenía pero el deseo desesperado que sentía no podía con el miedo que tenía.
-Por que nunca me dices que me amas?-dijo antes de entrar en ella
-Porque ya lo sabes-dijo totalmente excitada.
Sting sin más, aguantó sus manos hacia atrás para ver como arqueaba su espalda deseando que entrara en ella, era como una invitación que aceptó totalmente. Sting suavemente se adentró en ella y pudo ver la expresión adolorida de Yukino.
-Estas bien?-habló preocupado.
-Te amo-dijo en forma de respuesta.
El dragón entendió que ella siempre confiaría en él, así que sin más comenzó con penetraciones duras y fuertes, pero que alternaba con caricias ingenuas y dulces,besos fugaces o deseosos. Yukino estaba alcanzando su punto clave al igual que nuestro amigo. Juntos llegaron al clímax, corriéndose los dos al mismo tiempo para quedarse dormidos entrelazados y abrazados, fortaleciendo el vínculo entre ellos.
Esperó que les allá gustado, este es el primer Lemon y muy pronto habrá otro.
Nos vemos y dejen sus estrellitas⭐⭐
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