Cap12:«UNA BELLA PARA BESTIA»

Mientras Jellal y Erza habían liberado todas sus emociones fuertes dos de sus compañeros se encontraban en una situación similar. Un Gajeel siendo totalmente una bestia para sacar a su Bella de adentro de esas frías paredes que cada vez más se hacían oscuras con el paso de la noche. Golpeaba las rocas con gran fuerza, su respiración entrecortada y su piel llena de sudor hacía babear a Levy, había leído demasiados libros y en estos momentos esas escenas eróticas que tanto había leído no la dejaban en paz.

-Levy parece que estamos atrapados-dijo Gajeel suspirando.

Levy no contestó seguía mirando ese cuerpo apetecible,en su mente deseaba que nunca salieran de esa cueva y que la tomara contra esa roca y que con los ecos de ese espacio reducido se escucharan todos los gemidos y gritos de placer que quería dar mientras se corría para él. Resulta que esta Bella no era nada comparado con las otras, no era inocente como aparentaba ser, aunque creo que ninguna Bella lo es.

-Levy, Oye Levy-dijo el dragón intentando captar su atención.
-Si?-la maga salía de su trance para recoger su saliva.
-Te estaba diciendo que no podremos salir de aquí-cruzados de brazos suspiraba.
-Gracias dios-dijo en un susurro.
-Que dijiste?-preguntó Gajeel curioso.
-No nada-riendo nerviosamente arrascaba su nuca.

El plan de nuestros tres chicos estaba funcionando a la perfección pero algo estaba ocurriendo en las afueras de esa cueva, un Natsu culpable se dirigía hacia las cabañas para encontrarse con sus amigos sonrientes de aquella broma pesada que estaban gastando pero no había señales de la rubia. Sin saludar a nadie subió las escaleras con miedo de que Lucy le dijera que ya no podría ser su amigo.

-Luce?-llamó con cuidado.

Nadie contestó, estaba en silencio como si nunca hubiera estado alguien allí. Con valentía se adentró en la cabaña para encontrar que Lucy ya no estaba y el olor de un desconocido se encontraba por todas partes. La ropa de la rubia aun seguía en donde mismo, entonces el mayor temor de Natsu se cumplió, algo le había pasado a Lucy. Corriendo desesperado llegó hacia sus amigos que ahora lo miraban sin saber que ocurría.

-Natsu pasa algo?-preguntó Gray mientras abrazaba a Juvia.
-No esta-dijo en voz baja.
-Que?-dijo Sting sin comprender.
-Lucy no esta!-gritó desesperado.

Todos abrieron sus ojos completamente y entendieron que no era un juego de sus compañeros, algo estaba pasando y no era nada bueno. Ahora no tenían tiempo que perder, tendrían que buscar a Lucy y para eso deberían sacar a sus amigos para que los ayudasen. Pero Gajeel y Levy estaban decididos a no salir de allí sin antes probar la fruta prohibida.

-Mierda estamos atrapados!-dijo desesperado el dragón.
-Relajate seguramente alguien vendrá a buscarnos-dijo sentándose en el suelo frío.

El dragón miró a Levy de reojo, al hacerlo echó un vistazo rápido a sus bragas que se ocultaban debajo de la pequeña salla que tenía un poco levantada por sus muslos.

-Gajeel, Gajeel!!!!-gritó de repente Levy.
-Que?-dijo desconcentrado.
-Tenemos que salir de aquí antes de que yo...-dijo sin terminar la frase.
-Que tu que?-curioso por lo que diría la de cabellos azules.
-Nada-dijo rápidamente mientras se sonrojaba.

El dragón de metal no entendió muy bien lo que había sucedido así que continuó abrir un agujero para poder salir de allí. La maga suspiraba de poder salir de aquella situación incómoda, pero lo peor de todo es que comenzaba a caer la lluvia, pero no cualquier lluvia, una tormenta se avecinaba. Natsu quería continuar la búsqueda pero fue inútil nadie podría contra este clima, así que resignado volvió a su cabaña esperando que pasara por completo, al igual que otras parejas. Entre los orificios de la cueva entraba un aire frío y el sudor de sus cuerpos comenzaban a enfriarse. Levy tenía su cuerpo temblando y Gajeel intentaba cubrirla con sus toscas manos.

-Que pasa con esta maldita lluvia?-molesto con el clima refunfuñaba Gajeel.
-Se de un modo para entrar en calor-dijo la maga dispuesta.
-Cual?-preguntó curioso.
-Es mejor que nos desnudemos y abrazemos así mantenemos nuestra temperatura corporal-Levy intentaba darle una clase de ciencia al dragón.

El mago suspiró y los dos se distanciaron para quitarse su ropa, Levy estaba lista simplemente en bragas y sostén, pero al voltearse se encontró con un Gajeel completamente desnudo, esta dio un grito asustando al dragón mientras se cubría con sus manos el rostro.

-Q...que h...haces?-Levy tartamudeaba al contemplar el cuerpo desnudo del dragón.
-Lo que me dijiste que hiciera-Gajeel no entendía la reacción de la pequeña maga.
-Estúpido no me refería a quitarte completamente la ropa!-la pobre quería que se la tragara la tierra.

El dragón suspiró y comenzó nuevamente a vestirse, pero Levy no quería que lo hiciera, deseaba que su miembro se enterrara en su piel con dureza como había leído en esos libros. Donde la mujer se siente tan deseosa y no paraba de pedir más, su curiosidad acompañada por esos fuertes pensamientos quitó cualquier gota de orgullo, vergüenza y miedo. La maga corrió hacia la dirección de él para caer encima de su gran bulto y antes de que Gajeel pudiera decir algo fue ahogado por un beso de la de cabellos azules, su legua intrépida se movía buscando la suya. El dragón sin rechistar siguió ese beso apasionado, sus manos buscaban el broche del sostén para sacarlo sin más.

-Levy-susurraba en su boca como una advertencia.
-Quiero saber que es lo que se siente-dijo ayudándole a sacar su sostén.

Gajeel admiraba sus formados pechos, tomando uno en su boca para lamerlo, Levy comenzaba a sentir un ardor en su parte íntima, y pensó que esto era lo que se sentía como describían en esas novelas. Gajeel saboreaba toda su piel dejándole la piel tan sensible por cualquier tacto de parte de este, una de sus manos traviesa bajó por su abdomen hasta encontrar lo que buscaba, su piel estaba tan húmeda allí que deseaba probarla con muchas ganas. Introdujo dos dedos que fueron bienvenidos, moviéndolos de forma circular adentro de su vagina.

-Gajeel-decía sin vergüenza por esos gemidos escándalosos.

Había tenido razón cuando pensó que este lugar seria perfecto para gritar. Se escuchaban por toda la cueva y sin nadie alrededor era perfecto, como música pero ahora estaba más concentrada en los juguetones dedos de Gajeel que habían salido dejandola más frenética.

-Pídemelo-dijo Gajeel por primera vez haciéndola sonrojar.
-Que cosa?-dijo ocultando su temblor de voz.
-Que te haga mía, aquí en este cueva-advirtió el mago.

Levy se acercó hacia su oído, su respiración era agitada y entrecortada, el miembro de Gajeel rozaba la entrada de ella, haciéndola tocar el cielo y las estrellas.

-Por favor hazme tuya en esta cueva-una sonrisa triunfante se mostró en los labios de Levy.

Gajeel perdió por completo el juicio, agarrando sus muslos, y ella agarrándose de su cuello mientras se besaban se levantó del suelo, Levy cruzaba sus pies alrededor de él sintiendo con más presión el amigote de su futuro novio. Chocando contra una pared para dejarla en el suelo, soltándola para besar su cuello hasta bajar a su vagina y rasgar sus bragas dejándola a la vista. La maga pensó que era el momento de que la penetrara, sin embargo Gajeel estaba decidido a jugar un poco más, volteó a Levy poniéndola de espalda a su cuerpo, dándole nargadas en su trasero haciendo poner a Levy más deseosa, quería más. Su mano fue introducida por completo en ella, encontrando su punto haciéndola dar grandes bocanadas de aire.

-Por favor-dijo nuevamente.

Era una rica tortura para ella, pero él quería penetrarla con fuerza abriendo sus pies un poco, colocando su trasero a la altura de su pene, fue entrando lentamente en su vagina, un pequeño dolor fue concedido para después agarrar la fruta prohibida, entrando y saliendo llenándose de fluidos de los dos, hasta que al fin lograron llegar a su punto, el ambiente olía a sudor y mucha tensión sexual que acababan de soltar por completo.

-Me amas?-preguntó ella un poco asustada.
-Lo dudas?-gajeel admiró su belleza.

Sonriendo continuaron besándose, explorando cada parte de su cuerpo, Gajeel masajeaba sus pechos mientras Levy intentaba agarrase de la fría pared para no caer del placer que ahora sentía. Después de todo una bestia encontró a su bella.


Espero y les gustepronto sabrán quien es la desconocida. Besos

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