Camie sorbió lánguidamente de su mocaccino sin lactosa para evitar responder de inmediato. La acción puso de nervios a Katsuki, ella hacía eso cuando se quería burlar de él, pero para mala suerte de ella, Katsuki era un hombre muy paciente ahora.

Paciencia que le duró un instante cuando la vio tragar la bebida con lentitud para luego limpiarse la boca con una servilleta como en cámara lenta. Ahí fue cuando él empezó a zapatear debajo de la mesa como un conejo gruñón.

Camie abanicó las pestañas y luego dejó delicadamente la servilleta en su lugar.

—¿Ya se te dio la gana?

—Espera un momento —Ella se acomodó en la silla y se afirmó se espalda, sonrió con suavidad—. Ahora si, ¿Qué decías, querido?

Bakugou crujió sus dientes y empujó más cerca de Camie la invitación decorativa con simulación de piel de serpiente en el papel.

"¡Nos casamos! Tsunagu y Naga. ¡Te invitamos a celebrar este día especial con nosotros!".

Camie parpadeó viendo la invitación que rezaba "Katsuki Bakugou y un invitado".

—¿Y eso? —ella respondió con una risita.

—¿Te encanta burlarte de mí, verdad?

—Por supuesto que sí, bebé —Bufó, riendo con la nariz antes de ladear la cabeza manteniendo su sonrisa—, pero realmente, ¿qué sucede? ¿No esperas que lo entienda sino no me dices que quieres?

Bakugou refunfuñó. No estaba seguro si Camie estaba diciéndolo seriamente o en verdad no entendía la invitación implícita. La miró de arriba abajo, ella mantenía su expresión tranquila y daba la impresión que su mente estaba un poco distante, a veces era demasiado tonta. Aspiró profundo.

—Jeanist va a casarse con la bruja de la isla. Y yo tengo esta invitación con la opción de llevar un acompañante.

—Ya veo.

—¿Eres estúpida? Te estoy diciendo que seas mi acompañante.

—Oh.

—¡¿Eso es todo lo que dirás?!

Como si hubiera estado aguantándose la risa, Camie explotó en una carcajada, retrocediendo un poco la silla hacia atrás, Katsuki volvió a mover la pierna con impaciencia.

—Estoy metiéndome contigo, Katsu querido.

—Puedo verlo... —contestó presionando los dientes y con una vena resaltando en su cuello. A veces se preguntaba si debía de torcer el bonito cuello de Camie.

—Aunque estoy sorprendida, la verdad.

Llevaban un tiempo en esto. Esas visitas casuales cuando se encontraban (algunas incluso intencionadas, pero no tan planeadas) y las veces que se iban juntos a su departamento cuando las patrullas terminaban tarde. Camie no lo llamaría como algo formal cuando no habían hablado de ello, y había tenido demasiadas relaciones casuales para saber que lo que tenía con Katsuki no era pasajero, pero si él destinaba que ya no quería estar con ella pues lo aceptaría. Después de todo, aceptar lo que sea que viniera era la forma en que había vivido hasta ahora. Estaba consciente que su personalidad distaba mucho de la de Katsuki así que no pensó que alguna vez él quisiera pasar más allá de un buen rato con ella, sobretodo cuando todo el tiempo ella lo hacía enojar. Tenía pensando disfrutar de ello mientras duraba y nunca se había hecho ideas profundas y románticas.

Contemplo la invitación, pestañeando cómicamente varias veces. ¿Esto significaba que la tomaba en serio? No invitas a una cita casual a un evento tan importante y significativo como la boda de tu mentor. Sintió un cosquilleo en los ojos que solo podía disimular al cerrar y abrir los párpados de manera voluntaria. Los vellos de los brazos se le erizaron. Tal vez no debería hacerse ilusiones, ella sabía de eso. Podía crear cosas hermosas y escenas de ensueño, pero no podía tocarlo porque se desvanecían, no eran reales, no eran duraderas. La esencia de su propia existencia y sus relaciones.

Ante su silencio, Katsuki dejó de zapatear y puso más atención a sus gestos. Era difícil interpretar a Camie, su mente parecía siempre desconectada y sus gestos corporales raras veces indicaban lo que estaba pensando. Ahora solo se veía como un gatito desconcentrado en medio de la pasada que había perdido el rumbo a casa y se había dado por vencida en volver. Ella siempre había sido indirecta cada vez que él quería dar un paso más adelante en su relación, y la evasión de ella había dado indicios de que en realidad quería rechazarlo, eso lo había mantenido a ralla. Pero ya llevaban varios meses en esto, ¿no era señal que era bastante mutuo? No le gustaban las indirectas, pero también le costaba decir que era lo que sentía cuando tenía la posibilidad de ser rechazado. De entre todas las personas, ser rechazado por Camie se sentía bastante humillante. ¿Cómo se supone que debería sentirse cuando supuestamente había estado saliendo con alguien de forma mutua y al final resultaba que solo estaba en su cabeza?

Como odiaba el mal de amores.

Jeanist le había dado esta oportunidad, había sido la apuesta de su mentor y el impulso para Katsuki. Si ella no estaba dispuesta a ir con él para hacer pública su relación era porque si había estado sucediendo algo entre ellos los últimos meses, solamente había estado en su cabeza. Ya había pasado la etapa en la que no quería hacerle saber a la gente que estaba en una relación, aunque sus cosas solo le competían a ellos, si una persona no estaba dispuesta a mostrarte como tal frente a los demás era porque deseaba seguir pareciendo disponible, faltándole el respeto al compromiso implícito que tenían.

—¿Y bien? —musitó él de forma más suave.

Estaba preparándose para cualquier respuesta. Los latidos de su corazón volviéndose cada vez más frenéticos mediante el silencio se alargaba. Se mordió la mejilla interior, ¿ella realmente estaba pensando en rechazarlo? ¿Después de todo? ¿Qué demonios? Estaba al tanto que tenía un carácter difícil, pero pensó que Camie había encontrado la manera de sobrellevarlo. ¿Tal vez había sido demasiado odioso? Él podría intentar ser más suave, tan solo-

—No sé que vestido llevar —musitó ella con un suspiro, apoyando la mejilla en su palma.

Katsuki la miró perplejo.

—¿Cómo?

—¿Debería ser algo discreto? Realmente no quiero que Uwabami-san haga una escena si alguien llega a eclipsarla en su día especial —Camie tocó la tarjeta y la arrastró por la mesa—. Deberías venir conmigo a escoger un vestido, bebé.

—¿Significa... —Katsuki tragó saliva, como si fuera la primera vez que le pidiera una cita a una chica y dudaba de cada paso que daba— qué irás conmigo?

—¿Ya no quieres?

—Maldita sea, Camie, ¿podrías por una vez en tu vida dejar de ser tan indirecta y decirme que es lo que quieres? ¡Claro que quiero, idiota!

Ella presionó la nariz de Katsuki como si fuera un timbre, su rostro decorado con un apenas leve ceño fruncido.

—No me grites cuando eres el chico más tímido que conozco. Te pones todo tenso cuando te tomo de la mano en público, ¿Cómo esperabas que supiera que estabas tomándome en serio?

—¡Estoy tomándote en serio!

Lo grito como si fuera lo más obvio del mundo, Camie podía hacer que explotara con confesiones sin siquiera intentarlo. Reflexionó lo que dijo cuando un brillo carmín brillaba en las mejillas femeninas, con ella sacando sus labios gruesos en un puchero. Su propio rostro empezó a quemar. El silencio se volvió demasiado tenso.

—¿Ah, si? —Camie se rascó la mejilla, mirando hacia otro lado, por el rabillo de su ojo notó a Bakugou asintió de forma agresiva—. ¿Eso significa que iré como tu novia? —Katsuki repitió el gesto, la idea hizo sonreír dulcemente a Camie, ella estiró su mano y entrelazó los dedos con su chico—. Vaya, esto es inesperado, no era tan difícil, ¿verdad?

Katsuki le respondió con un gruñido, pero terminó mostrando los dientes afilados en una sonrisa.

—¿Será que puedes escoger uno discreto? Realmente no quiero más emociones fuertes en el día —Y disgustar a Uwabami exactamente ese día sonaba a emociones demasiado fuertes. Las mujeres histéricas daban mucho miedo, no es como si alguna vez lo admitiera en su cara.

—¡Es una boda! ¡Tienes que hacerlo memorable!

—Camie, por favor, no más. Yo también quiero mantenerme en una pieza para mi maestro.

—Él ya sabe como eres —ella movió su mano libre, quitándole importancia.

Katsuki la miró con ojos entrecerrados.

—Camie —advirtió.

—No eres divertido, bebé.

[***]

Estuve pensándomelo mucho antes de dividir este capítulo en dos. Porque si bien tenía una idea para la segunda parte desde hace un tiempo, también me había dado cuenta que ya pasó su rato de esto, así que estuve tentada a terminarlo aquí. Sin embargo, encontré un pequeño trozo del borrador que había empezado para la segunda parte y pues sajsgjhfasjfgakjfs

También tuve mis dudas sobre este capítulo porque sentía que quedaba un poco OOC, pero después de varias sesiones introspectivas con respecto al contenido, hice las pases con ello, todavía creo que está un poco fuera de personaje, pero estoy conforme.

De todas formas, nunca tuve la intención de escribir el séptimo día porque iba a ser otra cosa diferente, pero al final ya no lo hice así que está es mi forma de compensar eso. Je. ¡Oh! Y por si no te diste cuenta, Naga es el nombre de civil de Uwabami aquí, este nombre no es canon sino de mi invención huhuhu~

¡Muchas gracias si has seguido por aquí esperando actualización! ¡Ya estamos muy cerca de terminar! ¡Muchas gracias por tu paciencia! ✨✨✨