XVI
JongIn había decidido comprar pizza para la cena.
Él y ChanYeol se habían reunido después del trabajo y acordaron llevar a cabo una pequeña cena familiar como no lo habían hecho desde hace dos semanas.
El trabajo había estado presionando sus pelotas durante los últimos meses. Tenían un gran proyecto en manos que requería toda la atención de JongIn y su equipo de diseñadores y arquitectos; además, había estado haciendo algunos viajes por motivos profesionales. Consiguió el pedido para la construcción de una concha acústica en Ámsterdam, un contrato para diseñar propagandas para una marca importante durante un año, una línea hotelera en Japón y un par de centros comerciales en solo dos meses.
También había cerrado algunos contratos y movido las piezas para una nueva sucursal en los Estados Unidos y, en general, creía que podría morir a causa del trabajo. Fue gracias a ChanYeol, y a su incansable preocupación por su trasero que JongIn pudo alejarse de la laptop, los documentos que atiborraban su escritorio y, además, redescubrió el sentimiento aliviador de salir de la oficina al finalizar su jornada laboral a la hora adecuada.
Entonces, sintiéndose un poco más liviano, JongIn había sugerido la idea de reunirse todos para cenar y su amigo no había tardado en asentir y estar de acuerdo.
Él había llamado a BaekHyun y le había dicho que no era necesario que preparara comida; hablaron un poco más, exponiendo algunas cursilerías, y al otro lado de la línea pudieron escuchar una exclamación y unas cuantas risas en algún punto. ChanYeol colgó la llamada no mucho después y guardó el teléfono en el bolsillo de su saco con una sonrisa tonta.
JongIn lo miró de reojo y no pudo evitar sonreír también, más suave y también más anhelante. ChanYeol brillaba; él parecía un hombre completamente diferente después de haber conocido a BaekHyun, y era un cambio realmente bueno.
El tipo siempre había sido un buen alfa, pero estos tres últimos años parecieron hacerle querer competir para ganarse toda la bondad, afecto y atención que había en el mundo para exponerlo únicamente a su familia. Trataba bien a BaekHyun, también a JiHyun y los consentía y cuidaba profundamente. JongIn estaba orgulloso.
También sentía un poco de envidia.
Yo también quiero hacer todas esas cosas por KyungSoo. Quisiera verme tan radiante como ChanYeol, quisiera que estuviera aquí y fuéramos felices.
Habían pasado tres años desde que KyungSoo se fue. Él no había regresado y tampoco se había comunicado con JongIn.
Enviaba algunas cartas y mensajes breves a través de MinSeok y JongDae. En ellos les informaba que estaba bien, que se encontraba saludable y que no debían preocuparse por él. Preguntaba por JiHyun, por sus estudios y BaekHyun y el trabajo.
Afortunadamente, no había nada más que buenas noticias que darle. JiHyun se había graduado recientemente con el promedio más alto de toda la escuela. Había decidido, además, hacer un curso de matemáticas y dibujo durante un año antes de presentar el examen de admisión a la universidad y, en general, le iba muy bien. JongIn estaba orgulloso de ella.
BaekHyun, por otro lado, se había convertido en el gerente de la nueva cafetería de Lu Han. Tres años de experiencia y siendo nada más que complaciente, listo y capaz había hecho eso. Ahora su sueldo era más elevado, tenía más responsabilidades y podía valerse por sí mismo con completa seguridad y determinación.
JongIn se sorprendía todos los días al verlo. Presenció su cambio personal y mental, lo vio pasar de un hombre tímido, silencioso y enfermizo a un hombre fuerte, guapo y completamente decidido y valiente.
Él esperaba, realmente esperaba, que KyungSoo se encontrara así de bien.
En su caso... bueno, él también había hecho algunos cambios en su vida.
Terminó su relación con SooJung públicamente. Fue un corte limpio, lo menos que merecían después de estar tanto tiempo juntos.
Ellos hablaron (mucho) dos días después de que KyungSoo se fuera. Hablaron del pasado, de sus vidas, de sus experiencias. Hablaron de sus compañeros, también. Amber parecía ser una buena chica, cuidaba y mimaba a SooJung y ella la hacía feliz.
Esa noche bebieron más cerveza de la que podían soportar y, al final, JongIn se había apoyado en sus muslos y había llorado durante una hora por KyungSoo. Ella no se quejó de las manchas húmedas sobre su pantalón, tampoco lo instó a reprimir sus gemidos y sollozos, simplemente lo mantuvo ahí, le acarició el pelo y se disculpó tantas veces que aquello parecía un mantra religioso sin fin.
Después de eso, ella también se marchó. Se fue a Londres para reunirse con Amber y no había vuelto para nada más que visitas ocasionales a sus padres y a JongIn, cuando no se sentía extremadamente avergonzada a causa de sus errores. Ella se casó, también, hace cinco meses, y estaba esperando a su primer hijo después de una inseminación artificial exitosa.
JongIn también había trabajado en su vida personal, en sus problemas y el lío en su mente. Fue a un terapeuta que le ayudó a sobrevivir al alejamiento de su omega, y aunque aún estaba asistiendo a sus consultas, él podría sobrellevar las cosas de mejor manera desde entonces.
Además, había decidido visitar con más frecuencia a sus padres. Les habló de KyungSoo y de todo lo que había ocurrido entre ellos, les dijo que era un buen hombre, una persona sumamente maravillosa y que lo amaba profundamente. Que esperaba que ellos lo aceptaran y recibieran cuando decidiera volver a su lado.
(Ellos lo habían hecho. Su padre, en especial, parecía especialmente conmovido y dispuesto a ello).
En general, JongIn estaba poniendo las piezas de su vida en su lugar. Solo necesitaba que KyungSoo regresara para que viera por su propia cuenta su progreso. Para que JongIn pudiera amarlo y hacerlo feliz completamente, esta vez sin peros ni reservas.
Se hicieron con una pizza hawaiana para BaekHyun y otras dos de tamaño familiar con extra queso para ellos. ChanYeol compró algunos refrescos también y, de esta forma, se subieron al auto de JongIn y fueron rumbo al departamento de JiHyun y BaekHyun.
Desde que KyungSoo se fue, ellos se quedaron ahí. BaekHyun no quería mudarse con ChanYeol antes de que KyungSoo regresara; creía que sería algo incómodo para JiHyun verlos siendo cariñosos y amorosos y no quería presionarla ni hundirla en una vida en la que no se sintiera plenamente cómoda. Entonces desistió de la idea de formar una familia o casarse con ChanYeol mientras tuviera que hacerse cargo de JiHyun.
Fue complicado para JongIn convencerlo de que no se fueran. ChanYeol tuvo que intervenir y echarle una mano porque BaekHyun estaba dispuesto a volver a su pequeña cajita de zapatos con JiHyun y SooBin y él no iba a permitirlo. Finalmente fue la seguridad y la comodidad de JiHyun y SooBin lo que lo convenció de quedarse y permitirles hacerse cargo, por lo menos de una mínima parte, de los gastos de los adolescentes.
Desde entonces no había vuelto a haber altercados por el tema, y JongIn lo agradecía.
Llegaron al departamento a buena hora. El tráfico no era tan catastrófico como normalmente ocurría en ese momento del día, además, la charla que había mantenido con ChanYeol en el camino fue suficiente para alejarlo de sus pensamientos inquietos.
Bajaron del auto cuando aparcó en el estacionamiento y se metieron en el ascensor con su carga en las manos. Rápidamente, y sin ningún llamado de otro piso, ellos llegaron al nivel indicado, se acercaron a la puerta, JongIn hizo malabares para introducir la contraseña y se adentraron en el aroma a hogar y comodidad.
JongIn suspiró y tomó una gran bocanada de aire. Esto era agradable: el olor de estar en casa, a flores y calidez. Le recordaba a KyungSoo, y eso hacía que su corazón se entibiara dulcemente.
BaekHyun los recibió con una sonrisa. Tenía el cabello desordenado y vestía con un pantalón de chándal y una sudadera del tiempo universitario de ChanYeol. Él se acercó a ellos de inmediato y no tardó en ayudarlos con una de las cajas y cerró la puerta detrás de ellos.
ㅡHola. Qué bueno que han llegado.
ㅡHola, BaekHyun, ¿cómo estás? ㅡpreguntó JongIn, no sin amabilidad, mientras se deshacía de los zapatosㅡ.
ㅡBien. El trabajo fue amable conmigo... ah, cariño, tienes unas ojeras terrible, ¿has dormido bien?
ChanYeol sonrió brillantemente cuando su pareja de dirigió a él y se acercó para dejar un beso sonoro en su mejilla.
ㅡEs imposible, teniendo en cuenta la temporada en la empresa. No tienes que preocuparte, de todas formas; mi aspecto no es tan malo como el de JongIn.
BaekHyun le echó un vistazo y un asentimiento confirmó sus palabras.
ㅡTienes razón. Deberías descansar un poco, JongIn; parece que acabas de ser atropellado cinco veces por un camión de carga.
JongIn ni siquiera hizo el intento de defenderse. Sabía que el mayor tenía razón.
Había demasiado trabajo, demasiada presión, y JongIn no encontraba el tiempo para distraerse por un momento, descansar con un té blanco entre las manos o dormir más de cuatro horas. Ciertamente, él parecía un zombie ejecutivo a punto de fallecer por segunda vez.
ㅡLo sé ㅡrespondió suavemente y se dirigió a la cocina para dejar la comida en la mesa del comedorㅡ. Trabajaré en ello, Baek.
ㅡNi siquiera deberías pensar en la palabra "trabajo". ¿Por qué no te tomas un par de días y descansas un poco? Puedes quedarte aquí si quieres; no creo que JiHyun tenga problemas con eso.
JongIn lo miró de reojo y luego observó atentamente a ChanYeol en busca de algún pero o una queja. Él no las formuló y, de hecho, parecía aprobar la idea de su compañero mientras lo abrazaba por la cintura con una mano y repartía caricias suaves y agradables con su pulgar.
ㅡBaek tiene razón. Quédate, hombre, duerme hasta las nueve de la mañana y deja de pensar por un momento en la estúpida concha acústica de Ámsterdam y todo lo demás.
ㅡPero, ChanYeol, los proyectos...
ㅡPuedo supervisarlos, ya sabes, soy el mejor hombre que podría seguirte en la escala corporativa de KADI Corp. El hecho de que yo sí duermo me suma puntos.
JongIn hizo el amago de poner una nueva excusa, pero ChanYeol lo detuvo de inmediato.
ㅡNo es como si tu jefe fuera a decirte algo, tampoco te estamos sugiriendo que te tomes unas vacaciones de tres años. Solo serán dos días, hombre, y si te necesito voy a pedirte ayuda. No tienes de qué preocuparte.
JongIn sonrió un poco y se deshizo de su saco para colocarlo en el respaldo de la silla que ocuparía.
ㅡEstá bien, prometo que lo pensaré.
ㅡ¡Ah! Sabía que habían llegado. Huele delicioso ㅡcomentó JiHyun con entusiasmo, asomándose en el marco de entrada al comedor con una sonrisaㅡ. Hola Chan, hola JongIn. Me alegra verlos.
ㅡHola, Hyunnie. ¿Cómo ha ido tu día?
La adolescente asintió y se acercó para abrazar a JongIn brevemente. Él le dio unas cuantas palmaditas suaves en el hombro y luego le besó la frente con suavidad.
ㅡNo puedo quejarme a pesar de la cantidad enorme de deberes que tengo que terminar. También parece que cualquiera de nosotros está mucho mejor que tú, JongIn. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste o te rasuraste? No pareces tú mismo.
ㅡ¿Lo ves? Incluso JiHyun lo nota. Debes descansar, de lo contrario tu elevada posición en la lista de los solteros más cotizados del mundo caerá hasta el fondo.
JongIn rodó los ojos, pero sonrió de todas formas. Le alborotó el cabello a JiHyun cariñosamente y luego fue en busca de algunos vasos para servir el refresco y comenzar a comer. JiHyun lo siguió. Ella se hizo con algunas servilletas y las colocó en la mesa antes de sentarse en su lugar.
Fueron un buen equipo mientras abrían las cajas y cortaban los trozos para repartir. BaekHyun se encontraba bastante perezoso, así que cortó el cartón de la caja y lo utilizaron como platos para no tener que lavar nada más que los vasos al acabar.
Así pues, con todo listo, se acomodaron en sus respectivos lugares y comenzaron la cena.
Ya que era una reunión familiar, ellos solían hablar de lo que ocurría en el día; no obstante, como JongIn tenía un tiempo sin participar en ellas, tuvieron que ponerlo al corriente de lo que había pasado en las últimas dos semanas.
Así, él se enteró de que Lu Han planeaba irse de viaje a las Bahamas próximamente, que JiHyun había disfrutado de un día agradable en el cine con algunos amigos y que ChanYeol había tenido un inconveniente con sus zapatos y su pantalón después de cruzarse con un cachorro desesperado por orinar (por supuesto, todos rieron al descubrirlo).
JongIn, siendo portador de una noticia importante, también colaboró con la recolección de información.
ㅡSooBin finalmente se ha mudado a un buen lugar con su padre. Los cargos presentados contra su madre fueron fijados por el juez y ella se encontrará en prisión durante un tiempo bastante largo. También decidí ayudarlo a pagar sus estudios universitarios; depositaré una bonificación extra en su salario para que pague la mensualidad y con eso él podrá seguir adelante con su carrera.
ㅡ¡¿De verdad?! ¡Por Dios, qué buena noticia! ㅡexclamó BaekHyun con entusiasmo y la mirada de JiHyun se iluminó inmediatamenteㅡ.
ㅡ¿Dónde están viviendo ahora? Me había extrañado de que no viniera estos días y que solo me escribiera esta para decirme que estaba muy bien y que hablaría personalmente conmigo para explicarme todo. Ahora quiero visitarlo y darle mis felicitaciones sin que tenga que venir. ¡Incluso podríamos hacer una pequeña fiesta para ambos!
ㅡLes encontré un departamento pequeño y económico cerca de la universidad, aquí en el centro de la ciudad. Está en un lugar seguro y el sueldo del padre de SooBin bastará para pagarlo a tiempo. Ellos estarán bien.
JongIn se encargaría de eso.
Jiang Cheng, su abogado indomable, consiguió salir vencedor en el caso de SooBin. Había estado impresionante: una derrota limpia y contundente que sacó al padre del niño de prisión y encerró a su madre abusiva no mucho después.
Fue algo realmente maravilloso. Tuvo que consolar a un SooBin extremadamente agradecido que lloraba a moco tendido en su pecho y luego soportar constantes agradecimientos y reverencias de su padre, pero JongIn no podía arrepentirse de nada. Ellos merecían mucha felicidad después de todo lo que les había ocurrido.
El toque ligero de la mano de BaekHyun sobre la suya lo sacó de su ensimismamiento y JongIn parpadeó en su dirección con curiosidad. Su corazón saltó en su pecho al notar la sonrisa dulce y extremadamente cálida del mayor y algo pareció removerse en su interior incómodamente.
ㅡGracias por todo, JongIn. Eres un hombre increíble y estoy seguro de que KyungSoo estará muy feliz y agradecido cuando se entere de esto.
JongIn le devolvió la sonrisa y le apretó la mano con suavidad, totalmente gentil y afectuoso.
ㅡNo tienes que agradecerme, BaekHyun. Jamás podría haberlos dejado solos.
Y sí, él estaba hablando de ellos también.
BaekHyun lo había entendido y por ello apretó su palma más grande en respuesta antes de dejarlo ir y volver a su comida.
Esta vez, el aura que los rodeó fue indudablemente mucho más llevadera, tranquila y feliz.
.
Cuando terminaron de comer, JiHyun y ChanYeol se ofrecieron a recoger las cajas vacías, los vasos y la botella del refresco y comenzaron a limpiar la cocina en medio de un excelente trabajo en equipo. BaekHyun le había sugerido entonces que fuera al cuarto de invitados y se diera una ducha, y porque JongIn estaba realmente agotado y se había dado por vencido con respecto a la idea de ir a trabajar al día siguiente, lo obedeció sin poner quejas.
Tomó el saco, y luego de compartir una sonrisa familiar, fue a la habitación que solía usar cuando se quedaba ahí. Como era de esperarse, todo se encontraba en perfectas condiciones: limpio, con un aroma suave y relajante y los objetos descansando en el mismo lugar en el que los había dejado la última vez.
JongIn suspiró. Cerró la puerta con seguro, se desvistió y luego echó la ropa del día en la cesta correspondiente. Después fue al cuarto de baño, se dirigió a la ducha y abrió la llave sin segundos miramientos; el agua tibia le golpeó el cuerpo de inmediato, llenándolo de una relajación que no sabía que había necesitado hasta que la experimentó en ese momento.
Cerró los ojos y suspiró larga y profundamente.
JongIn se lavó el pelo y frotó su cuerpo con una esponja de baño, acarició sus mechones con un poco de tratamiento capilar y, al pasar el tiempo indicado, lo lavó suavemente. Cuando estuvo listo, limpio y fresco, se cubrió la cadera con una toalla de algodón y se dirigió al lavabo.
Frente a él, un segundo JongIn lo miró; lucía agotado, realmente deshecho, con los ojos hundidos, pronunciadas ojeras, una barba nunca antes vista y el pelo demasiado largo. JongIn negó con desaprobación ante el reflejo del espejo y buscó en el gabinete más cercano una máquina nueva y su espuma de afeitar.
Haciéndose cargo de sí mismo como no lo había hecho en tanto tiempo, JongIn se rasuró la barba. Eliminó el nido de vellos que no había dejado de crecer y saludó nuevamente a su barbilla y mejillas agraciadas, a su piel suave y su rostro guapo. Del gabinete también extrajo su cepillo de dientes, pasta dental, un par de cremas faciales y un sérum para la noche; él se cepilló y luego procedió con su olvidada rutina de skincare.
Finalmente, cuando se sintió revitalizado y en mejores condiciones, JongIn se dio una palmadita en las mejillas y salió del baño. Se vistió con un pantalón de chándal y una sudadera vieja, luego fue en busca de su secador de pelo y con paciencia se dedicó a secar los mechones hasta que volvieron a su lugar original. Se peinó y luego se dirigió a la cama, se acostó en ella y cerró los ojos.
Estaba tan cansado, tanto que le costaba moverse (tampoco quería hacerlo). Su cuerpo parecía plomo contra el colchón suave y sus párpados estaban tan pesados, ellos estaban tan bien estando cerrados que no podía luchar contra su voluntad y abrirlos nuevamente.
Su respiración se acompasó imperceptiblemente y todos los músculos de su cuerpo se aflojaron.
Finalmente, después de numerosos días plagados de estrés, incertidumbre e insomnio, JongIn se quedó completamente dormido.
. . .
Se había vuelto algo extraño iniciar un día nuevo sin recibir ningún tipo de llamada o mensaje del trabajo.
JongIn no había tenido descanso este último tiempo; era un hombre activo que se había hundido en sus negocios y dejado de lado su vida personal por el bien de su inestable fuerza mental y la distracción de su alfa dolido y solitario.
Así que sí, era realmente raro despertar y vivir las primeras horas de la mañana sin absolutamente nada laboral que hacer. JongIn bebió su taza de té blanco frente al ventanal y miró a la ciudad con tranquilidad.
El departamento estaba en silencio. Aún era temprano, sábado, así que ambos omegas se encontraban descansando y él podía disfrutar de la paz y absoluta tranquilidad por su propia cuenta y sin ningún tipo de interrupción.
La bebida le calentó la garganta y se asentó en su estómago frío. Suspiró contra el borde de la taza y luego bebió un sorbo con absoluta parsimonia.
Una vez lo terminó, JongIn se acercó al asiento frente al piano solitario, dejó la taza a su lado en el suelo y acarició las teclas blancas con la punta de sus dedos. Él lo piensa y concluye, no sin cierta tristeza, que nunca había tocado el piano para KyungSoo.
El recuerdo le hizo mover los dedos, presionando y acariciando con melancolía. Hundió las teclas negras, las blancas y cerró los ojos.
Él recordó a KyungSoo entonces, como pocas veces se permitía para evitar flaquear tan dolorosamente. Recordó sus ojos oscuros y gentiles, su piel suave y cálida contra sus manos, sus risas graves y adorables, los lunares que le pintaban la piel y su aroma a jazmín. También pensó en las manos con callos provocados por el trabajo difícil, las cicatrices que lo llenaban junto a sus historias de fondo y toda su incertidumbre; y lo encontró hermoso, tan hermoso, valioso y fascinante como la primera vez que lo vio.
Hubo un tirón en su pecho, prolongado y doloroso, y su alfa se removió en su interior; exigente, taciturno y lastimado. JongIn se disculpó profundamente y aceptó el dolor, porque él había ignorado esta parte de sí mismo por sus conflictos morales y humanos y se habían sumido en todo ese lío por su culpa. Si lo hubiera escuchado desde el inicio, si hubiese tomado a KyungSoo como él quería, si le hubiera dado su lugar...
JongIn apretó los párpados y detuvo la melodía que componían sus dedos para poder concentrarse completamente en respirar, en calmar su agitación y su tensión.
En ese momento, una voz suave se escuchó en la estancia.
ㅡFue hermoso, JongIn. Triste, pero indudablemente maravilloso.
JongIn abrió los ojos y miró a BaekHyun, que se apoyaba en una pared con los brazos cruzados y una expresión calmada. Los rastros de sueño se habían borrado de su rostro bonito y JongIn compuso una sonrisa gentil para él.
ㅡTe lo agradezco. Ha pasado un tiempo desde la última vez que toqué, pero no ha sido tan terrible, ¿correcto?
ㅡPara nada. Fue precioso.
JongIn bajó la tapa del piano para cubrir las teclas, tomó su taza vacía y se puso de pie para llevarla a la cocina. BaekHyun lo siguió y acompañó mientras JongIn llenaba la misma taza con té y se lo tendía.
ㅡOh, te lo agradezco mucho; hace un poco de frío. ¿Estás despierto desde hace mucho?
ㅡNo tanto, realmente ㅡle tranquilizó mientras se cruzaba de brazos y apoyaba la cadera en el mesón limpio de la cocinaㅡ.
BaekHyun le dio un sorbo a su bebida y luego suspiró con satisfacción.
ㅡEstá bien; tienes mejor cara aunque te levantaste temprano. ¿Quieres comer ya? Puedo preparar el desayuno.
JongIn negó con una sonrisa.
ㅡNo te preocupes. Iré a comprar algo para desayunar.
ㅡ¿No te estás volviendo dependiente a la comida de la calle? Deberías comer algo casero, esa rutina de alimentación no puede ser saludable ㅡdijo BaekHyun con una de sus cejas alzadas. JongIn sonrió un poco más amplio y sincero y se acercó para removerle el cabello como si fuera un críoㅡ.
ㅡPodemos despreocuparnos de los alimentos balanceados y supersaludables los sábados, BaekHyun. No cocines hoy, solo descansa y a cambio prometo comprar algo decente.
BaekHyun lo golpeó en la mano y entrecerró los ojos con falsa advertencia.
ㅡCreo que tomaré tu palabra solo por hoy, así que no rompas mi confianza; ella es frágil.
ㅡNo te preocupes, seré cuidadoso. Iré a cambiarme.
BaekHyun alzó su pulgar y dio otro sorbo al té.
JongIn volvió no mucho después con una remera, gorra y vaqueros. Cogió las llaves del auto del llavero colocado en la pared de la sala de estar y se calzó con sus tenis más cómodos. BaekHyun ya se encontraba bebiendo su segunda taza de té mientras miraba un programa sobre libros de suspenso famosos en el canal educativo. Lo miró por encima de las pestañas y le sonrió cuando JongIn se despidió con un par de señas.
ㅡVuelvo en algunos minutos. Llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?
ㅡClaro. ¡Ten cuidado en el camino!
JongIn asintió y cerró la puerta con suavidad.
Se dirigió al elevador y se puso en marcha nuevamente cuando llegó al estacionamiento.
El Mercedes lo esperaba tranquilamente, tan impresionante y brillante como siempre, haciendo juego con otros autos caros pertenecientes a los demás inquilinos; JongIn subió los seguros, abrió la puerta del piloto, se aseguró con el cinturón y luego se puso en movimiento.
Eran las ocho de la mañana y los negocios de comida ya estaban abiertos para vender desayunos calientes a esa hora del día. JongIn deambuló por un rato en el auto, pensando en lo que debería llevar a casa para que BaekHyun no sufriera de un colapso nervioso a causa de una mala decisión de su parte (otra).
Él echó un ojo mientras manejaba a un ritmo suave, sin mucho tráfico que le provocara estrés. Había un Subway, una panadería, comida tradicional, desayunos mediterráneos en locales mucho más lujosos y mucho menos apetecibles... JongIn no sabía qué elegir.
De pronto sintió una enorme presión sobre sus hombros y el sudor se acumuló en su frente, sintiendo temor por la posibilidad de defraudar a BaekHyun. Esta era, sin duda alguna, una de las tareas más difíciles que JongIn había hecho en su vida.
Fue cuando estuvo a punto de entrar en una crisis existencial cuando captó por el rabillo del ojo un local en particular.
Era mediano, sencillo y había gente formándose para poder entrar. Las paredes eran blancas, había mesas de color negro mate afuera, protegidas con agradables sombrillas y un ventanal que dejaba ver el interior completamente lleno. La decoración del exterior era linda y había algunas plantas dejando un toque encantador.
Curioso, JongIn detuvo el coche en un lugar vacío y bajó para inspeccionar. Él dejó un par de toques a un señor mayor, el último en la fila, y cuando este giró para mirarlo, JongIn preguntó con amabilidad:
ㅡHola, buenos días. Disculpe, ¿qué es lo que venden aquí?
El señor aflojó inmediatamente su expresión al ver que solo era curiosidad lo que motivó a JongIn a acercarse y preguntar y respondió con tranquilidad:
ㅡEs un local de comida. Crean menús bastante variados y, honestamente, es el mejor en todo este lugar.
ㅡ¿De verdad? No recuerdo haberlo visto.
ㅡLo han abierto hace quince días, más o menos, pero la comida se ha vuelto bastante popular. El lugar también es bonito y el ambiente resulta agradable para la gente joven; por supuesto, es comprensible que resaltara entre los demás.
Entonces JongIn pudo entenderlo. Esta zona en especial era una sección de la ciudad que era conocida por la practicidad y seguridad de todo. Los restaurantes, tiendas y cafeterías eran sencillos y bonitos, la gente estaba acostumbrada a ellos, por lo tanto, cuando había algo nuevo que pudieran probar, este se volvía un sitio concurrido por un par de días.
No obstante, parecía que la popularidad de este local en especial se había mantenido a flote. Incluso pudo ver a un par de adolescentes grabando en vivo a través de Instagram para darlo a conocer.
Era publicidad gratis y honesta, y eso hablaba bien del servicio.
JongIn decidió quedarse en la fila, con la billetera en el bolsillo. Él volvió a dirigirse al señor con una sonrisa de disculpa.
ㅡPerdón si molesto, pero, ¿podría decirme qué están vendiendo a esta hora de la mañana?
ㅡBueno, a esta hora generalmente venden hotcakes, bollos y sándwiches, ya sabes, desayunos de ese estilo. Si bien todo es bastante bueno, te recomiendo los hotcakes hechos a base de plátano para desayunar; son deliciosos y la miel es de buena calidad. Ahora, si es para llevar, el sándwich de pollo definitivamente es el mejor.
JongIn escuchó con atención y finalmente sonrió con agradecimiento y una breve reverencia.
ㅡYa veo, gracias por la recomendación, señor.
JongIn miró hacia atrás cuando el mayor volvió a girarse y se sorprendió al ver que en ese corto periodo de tiempo la fila se había alargado aún más. Bueno, esperaba que BaekHyun estuviera de acuerdo con todas estas personas y le gustara el sándwich de pollo.
La cola avanzó a un ritmo constante, bastante impresionante tomando en cuenta la cantidad de personas que debían ser atendidas. También le resultó sorprendente que nadie se desesperara y abandonara la fila a favor de llevarse algo de allí.
Cuando por fin estuvo dentro, JongIn pudo comprender por qué era popular entre los jóvenes. El estilo era moderno, pero también bastante cálido; las plantas colgaban del techo, creando una lluvia preciosa y saludable en puntos específicos del lugar, y también descansaban tranquilamente en las mesas individuales. La barra color negro estaba ocupada; era amplia y había bancos a juego de aspecto cómodo.
En las paredes blancas había lámparas modernas y cuadros que combinaban entre sí. El techo era alto, con vigas de madera oscura de donde colgaban las plantas; el piso era de madera clara y había un lugar protegido por cuestiones de sanidad que permitía ver cómo trabajaban los empleados. Ese lugar en especial estaba lleno de personas y JongIn se sintió aún más curioso.
Era lindo, luminoso y olía muy bien. JongIn podría volver en algún momento.
Caminó aún más y le sonrió al beta que lo recibió con una sonrisa gentil, servicial. Él era guapo; muchos trabajadores lo eran y eso aumentaba la popularidad del local.
JongIn también había notado que la mayoría de ellos eran omegas.
Detrás del empleado había una lista con imágenes del menú de la mañana junto a sus respectivos precios; él se dio cuenta de que todo era bastante accesible a pesar de la ubicación del local.
En general, el sitio estaba lleno de factores que ayudaban a que fuera popular.
ㅡBuenos días, bienvenido al Abrazo del Pingüino, ¿en qué puedo ayudarle?
«Abrazo del Pingüino»
¿Había un nombre más adorable que ese?
JongIn sonrió un poco más.
ㅡHola, buenos días. ¿Podría darme nueve sándwiches de pollo para llevar, un café de chocolate mediano y dos tés blanco, por favor?
El beta anotó todo rápidamente en un pequeño papel a su disposición y luego le sonrió nuevamente.
ㅡEstá bien, ¿puede darme su nombre y los últimos dos dígitos de su identificación para llamarlo cuando el pedido esté listo?
JongIn asintió y le proporcionó lo que necesitaba. Al acabar, el beta formó una reverencia.
ㅡTodo está en orden, señor JongIn, puede esperar en aquella sección hasta que sea llamado para pagar.
ㅡEstá bien. Muchas gracias.
La sección señalada era el lugar donde los cocineros se encargaban de la preparación de los alimentos y las bebidas. Había gente, por supuesto, pero aún así, y gracias a su altura favorable, JongIn podía alcanzar a ver algo y distraerse mientras esperaba.
El lugar estaba dividido: estaba la zona donde se preparaban los hotcakes, otra donde se armaban los sándwiches, otro para los bollos y, finalmente, la zona de las bebidas calientes. La buena disposición del espacio permitía que todo esto entrara sin resultar incómodo o que entorpeciera el área de trabajo de los demás cocineros.
Siendo atraído por el aroma a hotcakes recién hechos, JongIn permaneció ahí por un tiempo, pensando profundamente en obtener un par de ellos en otra oportunidad. Entonces, cuando dio un paso hacia la sección de sándwiches, hubo un tirón en su pecho y una quemadura repentina en su marca.
JongIn se detuvo en seco y arrugó las cejas mientras su alfa taciturno salía de su estupor para rasguñar su interior e instarlo a caminar.
Con el corazón agitado y un dulce presentimiento en el paladar, JongIn lo obedeció y se abrió paso entre los demás clientes para acercarse a la zona de pago. Esquivó a algunas personas en el camino y dio largas zancadas, justo hacia el lugar con menos gente.
Su nariz captó el olor del jazmín, su pecho dolió aún más y su marca ardió dolorosamente en su piel como no lo había hecho en un tiempo. Todo él se calentó repentinamente mientras la respiración era un completo desastre agitado y sonoro.
Solo un poco más. Un poco más.
JongIn finalmente se detuvo al verlo. Él estaba a cargo de recibir el dinero y entregar los pedidos; al igual que el resto, vestía un uniforme de camisa blanca de botones remangada a la altura del codo, pantalones oscuros y zapatos negros.
Su cabello negro estaba oculto por una boina con la forma del rostro de un pingüino y su sonrisa era sincera y brillante, realmente resplandeciente, dulce y preciosa como nunca lo había sido antes. Su rostro estaba lleno de mejillas gruesas totalmente adorables, sonrojadas en los pómulos y brillando con salud. Y los ojos, oh, sus ojos eran un espectáculo: grandes, oscuros, llenos de vida y vitalidad.
De seguridad y de fortaleza.
Él había cambiado. Él era más precioso que nunca en este momento.
JongIn lo vio tomar el siguiente papel en la fila y notó fácilmente el cambio de su expresión. Su voz grave tembló ligeramente y su piel se erizó por completo cuando lo escuchó decir su nombre nuevamente.
—¿Kim JongIn, 84?
Entonces levantó la mirada y JongIn casi pudo ser capaz de escuchar la exhalación ligera que escapó de sus labios carnosos al verlo entre la multitud.
Ahí estaba.
Su KyungSoo.
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