V
BaekHyun y JiHyun lo recibieron con un gran y fuerte abrazo que fue capaz de robarle el aliento y hacerle trastabillar.
KyungSoo, sorprendido ante el repentino movimiento, tuvo que poner los pies firmemente en el suelo luego de tambalearse por la fuerza y la rapidez de ambos; luego, cuando finalmente logró reaccionar, sus brazos se movieron por su propia cuenta y no tardaron en devolverles el gesto con la misma fuerza con la cual lo recibía.
Cerró los ojos y suspiró, sintiendo el cálido aroma a hogar que desprendían para él; ellos eran su familia, su fortaleza, quienes lo motivaban a seguir de pie todos los días; por esa razón, ahí, entre las extremidades delgadas de BaekHyun y JiHyun, sintió como era reconstruido nuevamente, a pasos lentos pero seguros.
El mayor se alejó no mucho después, temblando ligeramente y con los ojos cristalizados por las lágrimas que intentaba retener, y lo tomó de las mejillas con cuidado, notando la hinchazón en ellas; JiHyun, por otra parte, se mantuvo aferrada a su costado a toda costa, como si temiera dejarlo ir, como si, al separarse, él desaparecería de su lado. Su corazón se quebró al notarlos así, tan preocupados y afectados por no haber aparecido antes en casa.
ㅡ¿Qué ha pasado, KyungSoo, qué sucedió? ¿Por qué no llegaste ayer? Dioses, estábamos tan preocupados por ti. Intentamos comunicarnos con el número de la empresa, pero nadie atendió, luego llamamos a ese muchacho, Mark, y nos dijo que lo habías acompañado a su parada de autobuses y luego no supo más de ti. Después nos llamó esa alfa, MoonByul, y nos dijo que estabas con tu jefe... KyungSoo, estábamos tan desesperados aquí ㅡexclamó, recorriendo todo su rostro con sus ojos rojos e hinchados y el sentimiento de culpa no tardó en instalarse en el pecho de KyungSooㅡ.
Debía suponer que ellos no se quedarían tan tranquilos. Seguramente fue una gran sorpresa e impacto saber que no pasaría la noche en casa y no tener los detalles del porqué. Había sido un insensato al no pensar en eso antes e ignorar la idea de pedirle una llamada telefónica a JongIn como favor para tranquilizar al par.
Era un completo tonto, pero en medio de su propio dolor y sufrimiento y toda la mezcla de sentimientos colapsando en su corazón y en su mente el día anterior, no tuvo cabeza para pensar en nada ni en nadie.
Acarició suavemente el cabello de JiHyun y suspiró al sentirla temblar contra su cuerpo, menuda y frágil; tan pequeña y temerosa. Seguramente había sufrido mucho y no había descansado esperando noticias suyas.
Demonios, ¿qué clase de hermano mayor era?
Bajó la mirada, notablemente avergonzado, y tomó una bocanada de aire para darse ánimos y contestar, sabiendo de antemano que ninguno lo dejaría salir de esa o pasar por alto el asunto. Se merecían la verdad, no argumentos disfrazados para que sonaran bonitos y doliera menos el golpe. En ese mundo ser realista era algo esencial.
ㅡSalí tarde del trabajo ayer porque me quedé en las oficinas ayudando a los niños con su parte. No me había dado cuenta de que había oscurecido cuando me disponía a tomar el subterráneo, tampoco me di cuenta de que estaba siendo seguido por un alfa. Él me interceptó y llevó a un callejón oscuro... iba a aprovecharse de mí, estaba a punto de hacerlo cuando el señor Kim apareció. Me ayudó a salir de ahí y curó mis heridas. Estaba en mal estado, con la ropa sucia y desordenado, además, me encontraba adolorido y no me sentía capaz de verlos de esa manera, de que ustedes me vieran así, tan destruido e inestable. Él me llevó a su hogar, me permitió descansar y me alimentó. Me trató bien y estuvo atento a mí en todo momento, así que, por favor, no se preocupen por mí. No me pasó nada más que unos simples golpes y ahora estoy aquí, en casa, sano y salvo, ¿bien? No ha pasado nada. Siento mucho no haber llamado antes, de verdad lamento hacerlos pasar un mal rato.
El par lo escuchó atentamente y pronto estaba siendo arrastrado al sofá pequeño y un poco incómodo para ser revisado, preocupación y temor flotando por todas partes mientras KyungSoo trataba de conservar la sudadera que JongIn le había prestado debido a los jaloneos desesperados de BaekHyun.
ㅡ¡¿Te tocaron, KyungSoo?! ¡¿Te hizo daño?! ¡Malditos sean todos los alfas de este jodido país! ¿Él... él realmente...?
Escucharlo gritar lo dejó descolocado, pues BaekHyun era más del estilo silencioso y resignado. JiHyun también se detuvo en seco, con las lágrimas deslizándose por sus mejillas aún gorditas por la niñez debido al temor que le había provocado escuchar a su hermano mayor decir todo aquello, y miró a quien consideraba su tío con sorpresa.
BaekHyun, sin embargo, no parecía reparar en nada de eso, pues se encontraba en tal estado de impotencia y devastación que realmente no le importaba gritar y ser ruidoso.
KyungSoo no recordaba haberlo visto así nunca, y por eso se levantó de nuevo del sofá y lo envolvió en un abrazo que sabía que necesitaba.
ㅡEstá bien, tranquilo, Baek, las cosas no han pasado a mayores, sólo recibí un par de bofetadas antes de que el señor Kim llegara.
ㅡ¿Y él, KyungSoo? ¿Él te ha tocado, se aprovechó de tu debilidad, te ha hecho algo? Porque si es así, créeme que yo mismo iré a buscarlo y le partiré un ladrillo en la cabeza sin importarme nada.
ㅡTío Baek ㅡsusurró JiHyun sin dejar de verlo con los ojos ampliados, pero BaekHyun negó y volvió a abrazar a KyungSoo con toda la fuerza que teníaㅡ.
ㅡNo podría quedarme de brazos cruzados si algo les pasara a ustedes dos. Son mi familia, mis hermanos menores, y yo siempre estaré aquí para velar por ustedes, para cuidarlos y protegerlos de cualquier cosa. Sólo... sólo se sincero conmigo, KyungSoo, ¿ese hombre, el señor Kim, te hizo algo?
Y KyungSoo negó, dándole con ello un poco de tranquilidad. Le acarició el cabello suavemente, con dulzura y cariño, y le sonrió de la forma más tranquilizadora que pudo ser capaz de demostrarle.
ㅡNo, Baek, no me ha hecho nada ni lo hará nunca, ¿bien? Él es un buen hombre, sólo me ayudó y me dio estancia en su hogar por una noche.
ㅡ¿Me lo prometes?
ㅡTe lo prometo.
Y aunque hubo dejado a BaekHyun más tranquilo con sus palabras, su corazón latió dolorosamente en su interior, porque KyungSoo sabía que lo que había dicho estaba cargado de veracidad. Jamás ocurriría nada entre JongIn y él, y ese conocimiento le dolía tremendamente.
.
Llegada la noche en ese mismo día, KyungSoo se había encargado de llamar a Mark y decirle que estaba bien, pues el chico se había quedado preocupado por su seguridad, también envió a JiHyun a descansar al verla dormitando en el sofá, recostada sobre su pecho y abrazándolo con fuerza y sin querer soltarlo.
Ella replicó un poco, pero finalmente accedió y se retiró refregando su ojito cerrado. Ahora se encontraba en la cocina con BaekHyun, lavando los platos sucios de la cena y envueltos en un silencio cómodo, ambos metidos en sus propios pensamientos.
KyungSoo realmente creyó que podía pasar su alteración sentimental desapercibida a los ojos de BaekHyun, pero, de nuevo, estaba siendo demasiado ingenuo porque el mayor había captado que no estaba en sus mejores momentos y había detenido repentinamente su tarea para pasar a mirarlo con fijeza, los labios un poco fruncidos y una mano en la cadera.
ㅡ¿Y bien? ¿No me lo dirás nunca? ㅡdijo él, directo y sin rodeos, y KyungSoo suspiró y dejó el plato que estaba enjabonando sobre la pila cubierta del espumoso jabón. Bajó la mirada a sus manos húmedas y apretó un poco los labiosㅡ.
Sabía que podía confiar en BaekHyun para decirle estas cosas, mierda, era su mejor amigo, casi un hermano, él lo escucharía y aconsejaría siempre, así que no tenía porqué dudarlo; sin embargo, no quería causarle lástima con su situación, no quería ver la compasión en sus ojos ni tampoco hacerlo cargar con el peso de sus problemas cuando él mismo tenía sus propios asuntos qué resolver. Además, KyungSoo no quería hacer más grande aquella situación porque lo veía como algo completamente innecesario.
Pero, se dijo sopesando sus opciones, eso disminuiría considerablemente su propio dolor, y eso era precisamente lo que necesitaba en ese momento. Desahogarse, exponer un poco su angustia y pesadez a alguien más, a alguien de su entera confianza como BaekHyun, que lo conocía y le recomendaría lo que era lo mejor para él. Sí, debería hacerlo.
Miró su marca con anhelo y un poco de nostalgia y luego de morderse el labio inferior por un momento, expulsó aquello que lo tenía pensativo y con el corazón pesado.
ㅡEl señor Kim... él es mi pareja destinada, Baek.
Como respuesta, BaekHyun se quedó helado en su lugar, con los ojos ampliados y la boca ligeramente abierta. KyungSoo se cruzó de brazos y apoyó la cadera en el mesón, conectando su mirada con la del mayor.
ㅡ¿Qué?
ㅡLo que has escuchado. Ayer vi su marca de pertenencia en su muñeca y es idéntica a la mía. También, antes de notarla, cuando lo veía en la empresa siempre estaba este sentimiento en mi interior que me decía que él era alguien muy especial, y no me refiero a un tipo de halago hacia su persona, era algo mucho más profundo que eso. Sentía mi marca arder con su presencia, su toque la hacía palpitar, y joder, ahora con todo esto sé por qué ha ocurrido. Él es mi pareja destinada, Baek, alguien a quien he esperado por casi toda mi vida pero que está prohibido para mí.
ㅡPero, Soo, tú eres su complemento, la mitad de su alma, ¿cómo no iba a estar contigo? ¡Es una tontería! Nadie en su sano juicio rechaza a su pareja destinada, ¿por qué lo hacen ustedes? ¡Lo has encontrado, KyungSoo, trabajan en el mismo lugar, lo verás todos los días, ¿y lo dejarás ir así?! ㅡexclamó con notable molestia e indignación y KyungSoo se mordió el labio inferior antes de removerse, inquieto e incómodoㅡ.
ㅡEs que esto no es fácil, BaekHyun, él está con alguien más, una buena mujer que lo ha acompañado por años, ¡años! ¿Cómo podría llegar entonces de la misma nada a romper con todo eso, a intervenir y desbaratar aquello que han formado juntos? No puedo, BaekHyun, no es justo para él, ni para ella ni para mí. Sé que si llega a ocurrir, la culpa me perseguirá día a día, me sentiré mal conmigo mismo y no deseo eso, tengo demasiados problemas como para sumarle esta situación también.
BaekHyun se pasó una mano por el pelo.
ㅡEntiendo, entiendo, odias intervenir y odias las traiciones, sin embargo, no me parece justo que para preservar la estabilidad de los demás tengas que traicionar a tu propio corazón en el camino. Nunca has sido una persona egoísta, KyungSoo, y eso lo admiro profundamente, pero por una vez debes pensar en ti mismo, en tu felicidad. Eso no es algo malo, nadie puede culparte por querer ser feliz luego de pasar por tanta mierda, joder, sé injusto y egoísta por una vez en tu vida, hombre.
Era de esperarse que sus lágrimas hicieran acto de presencia, porque sincerarse siempre traía un poco de dolor, de angustia o temor, y hacerlo especialmente con BaekHyun le provocaba mucho de aquello. Era imposible no llorar cuando había escuchado de los labios de su amigo lo que no hubiera querido oír jamás, porque él le estaba dando alas cuando él quería romperlas, porque, de cierta forma, estaba dándole cabida a la posibilidad de ser un tercero, de meterse entre SooJung y JongIn y luchar por su alfa, aún cuando fuera algo malo, aún cuando atentara con sus principios, con su moralidad y honestidad.
¿Podría hacerlo, realmente podía destruir una unión y ser capaz de ver el rostro de SooJung todos los días? No se creía capaz de hacerlo, KyungSoo era un cobarde viviendo entre educación y respeto, a pesar de vivir en un mundo donde no existía mucho de aquello; había sido bien educado y tenía un corazón puro, sabía distinguir perfectamente lo bueno de lo malo, y lo que él podría hacer estaba mal, muy mal, no sólo para sí mismo y su conciencia, también para el corazón de SooJung; porque ella también era una omega, alguien que día a día debía luchar sí o sí para romper barreras, paradigmas impuestos y conseguir la felicidad.
¿Cómo podía tirarle piedras a alguien de su misma raza? ¿Cómo romper su lealtad y ensuciar la amabilidad que había recibido de su parte, las oportunidades que le había dado, metiéndose con quien de cierta forma era su alfa?
No, no podría hacerlo, y BaekHyun vio eso en sus ojos, por lo que no tardó en abrazarlo con fuerza, soltando una larga exhalación. KyungSoo se dejó atrapar por los brazos delgados del mayor, se dejó reconfortar por las caricias suaves y delicadas en su cabello y simplemente se quedó ahí, quieto, sintiéndose mejor ahora que pudo sacar una gran parte de la pesadez en su interior.
ㅡOh, niño tonto, tú realmente eres tan bueno que no sé si eso puede llegar a ser algo malo. ¿Qué haré contigo, KyunSoo?
ㅡAbrazarme, Baek, eso es lo único que quiero que hagas conmigo. Abrázame y no me sueltes, por favor ㅡpidió de forma entrecortada, hundiendo su rostro en la curvatura de su cuello, y BaekHyun suspiró una vez más y lo apretó más en su contraㅡ.
ㅡJamás te soltaría. Eres mi apoyo y yo soy el tuyo, ¿recuerdas? Siempre estaré aquí para cuando necesites de mí.
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ㅡ¡Soo! ¡necesito ayuda con mi tarea!
Sonrió al escuchar a JiHyun desde la pequeña mesita de la sala de estar.
KyungSoo se encontraba lavando un poco de ropa ese domingo; necesitando distraerse, le pareció buena idea limpiar toda la casa, sacar la basura y hacer la colada.
Hacer los quehaceres siempre lo mantenía ocupado y con la mente ocupada, justo lo que necesitaba en esos momentos. Había llorado mucho ayer con BaekHyun, se tomaron un par de cervezas que tenían reservadas para casos de emergencia y se dedicaron a maldecir al destino y sus suertes en más de una ocasión, todo mientras su pequeña hermana era ajena a todo.
KyungSoo no podía decir que estaba al cien por ciento, pero al menos no se sentía tan miserable y desastroso como el día anterior. Algo es algo y él esperaba que aquél pesar pasara pronto para poder continuar con su vida como siempre lo había hecho en los momentos difíciles.
Sacudió un poco la sábana que había terminado de exprimir a mano para estirarla y luego la colgó con cuidado en el tendedero alojado en la parte trasera de la cajita de zapatos que tenía por apartamento. Al menos ahí el espacio era amplio y podía tender varias prendas de ropa cómodamente.
No miró demasiado las prendas nuevas que JongIn le había prestado y que se había tomado la tarea de lavar para entregarlas al día siguiente cuando lo viera en la oficina, y luego secó sus manos, finalizando a medias esa parte de sus labores del día.
ㅡ¡Voy!
Salió del cuarto de lavado, secando el poco sudor que se reunía en sus sienes, y se encontró con su pequeña hermana con las narices enterradas en los libros, un ceño fruncido bastante adorable y el lápiz golpeando repetidas veces la mesa, digno signo de su concentración. Toda una ternurita.
ㅡA ver, ¿con qué podría ayudarte si tú eres una minigenio? ㅡle preguntó con una sonrisa al llegar a su lado y JiHyun bufó, devolviéndole el gesto con buen humorㅡ.
ㅡNo exageres, Soo, tampoco te quites méritos, tú también eres muy listo y lo sabes.
ㅡHum, no tanto, en realidad. Sé unas pocas cosas, pero eso no es suficiente para decir que soy inteligente.
ㅡTsk, los genios son bobos que se creen superiores y que, en realidad, no saben nada. Podrán conocer de números, letras, historia y arte, pero aquí son unos idiotas retardados ㅡcomentó mientras se tocaba el pecho, justo en el lugar de su corazón, y KyungSoo sonrió más grande y le revolvió el pelo con cariñoㅡ. He conocido a unos cuantos y son completamente insoportables.
ㅡGrandes conclusiones, pero tal vez no son del todo certeras.
ㅡ¿Y por qué no?
ㅡPorque tú eres inteligente, tienes buen corazón y eres una persona maravillosa. No hay que encasillar a la gente en estereotipos, JiHyun. Ahora léeme lo que tienes ahí para ver si puedo ayudarte.
Un poco enfurruñada, JiHyun tomó su cuaderno, lo acercó a su rostro y leyó en voz alta y con el entrecejo fruncido. KyungSoo sólo sintió diversión.
ㅡExplique por qué no hay sonido en el espacio exterior.
ㅡOh, el espacio, tu debilidad ㅡse burló con mofa y JiHyun puso los ojos en blanco, hastiadaㅡ.
ㅡOdio eso. No sé qué necesidad hay de estudiarlo cuando no quiero ser astrónoma ni astronauta, es algo inservible para la carrera que he elegido. Es lo mismo que la biología.
ㅡ¡Ash! La biología es importante, y también la anatomía, así podrías saber el nombre de la vena que se te marca en el cuello cuando te enojas demasiado.
ㅡDe nuevo, es innecesario para mi carrera ㅡcontestó con contundencia y sinceridad y fue el turno de KyungSoo de rodar los ojos con buen humorㅡ.
Secretamente le gustaba esta personalidad de JiHyun, la parte donde ella era realmente una adolescente impaciente y con un descontrol constante de emociones y no la mujer temprana que había pasado por demasiadas cosas hasta el punto de madurar alarmantemente rápido. Siempre era gratificante verla así, tan sencilla, tan joven y terca.
ㅡDe acuerdo, de acuerdo, tú ganas... ahora, con tu pregunta... ya que no hay- ㅡel sonido de la puerta siendo golpeada con suavidad los interrumpió y ambos miraron en su dirección con sorpresaㅡ.
Normalmente no recibían visitas, solo la señora Suárez iba a verlos de vez en cuando y ella siempre llamaba para que le abrieran, por otro lado, BaekHyun se encontraba en el trabajo y cuando llegaba a casa no tenía la necesidad de tocar, pues él siempre tenía una copia de la llave consigo. KyungSoo se sintió extrañado y un poco ansioso, sin embargo, se puso lentamente de pie y le sonrió a JiHyun con calma para que no se preocupara.
ㅡTranquila, quédate aquí y yo iré a ver. Ya vuelvo.
JiHyun asintió en silencio y KyungSoo se acercó a la puerta con el corazón agitado. Cerró los ojos, y luego de dudarlo por un segundo, abrió la puerta con lentitud.
Por supuesto, se quedó con la respiración a medias y helado en su lugar al ver ahí a Kim JongIn, como siempre, perfecto e impecable.
Pasó saliva con fuerza y se sujetó a la puerta como si su vida dependiera de ello, siendo atrapado y abrumado por la intensidad de su mirada, por la fuerza de su presencia, por su olor a canela y todo lo que le provocaba a su necio e insensato corazón con solo la imagen de él en la entrada de su hogar.
¿Qué hacía ahí? ¿Cómo supo que ese era su apartamento entre todos? KyungSoo no entendía, estaba algo desesperado, también, porque BaekHyun no estaba ahí para acudir a su rescate y sacarlo de aquella incomodidad que lo ahogaba con el transcurrir de los segundos, para que lo hiciera ignorar el anhelo golpeando su pecho, el deseo ferviente que inundaba a su omega desesperado por un toque, por una caricia sutil de su parte.
KyungSoo no quería, pero lamentablemente lo poco que había conseguido ese día para sanar se estaba yendo directo a la mierda con sólo tenerlo ahí de pie.
JongIn carraspeó y con ello lo trajo a la realidad una vez más, le hizo formar un respingo y abrir un poco más la puerta.
ㅡHola, KyungSoo, buenas tardes. ¿Es un mal momento?
Dadas las circunstancias, KyungSoo creía que era un mal momento para verlo a partir de ayer.
No lo dijo, sin embargo.
ㅡAh, no, realmente no lo es. ¿Usted... va a pasar?
¡No, KyungSoo! ¿Qué demonios haces? ¡No tienes que dejarlo entrar a tu casa! Tan tonto. Sólo espero que diga que...
ㅡOh, claro, gracias.
Genial. Realmente genial.
KyungSoo lo dejó pasar sin decir nada y el alfa se abrió paso hasta entrar en la pequeña sala de estar (trató de no estremecerse o enrojecer cuando su brazo rozó el suyo al pasar a su lado).
Cerró la puerta y de pronto tenerlo ahí le pareció bastante increíble. JongIn era demasiado alto para estar en su cajita de apartamento demasiado pequeña. Necesitaba más espacio para estar cómodo y todo parecía reducirse a su lado.
Juntó sus manos frente a su cuerpo y luego de apretar sus labios, sintiendo la mirada del menor sobre él, le susurró:
ㅡLamento el espacio tan pequeño.
ㅡNo es necesario pedir disculpas por algo así, KyungSoo, no me estoy quejando por ello ㅡle dijo con calma, formando una sonrisa pequeña y sincera en sus labios carnosos, sólo para él, y KyungSoo asintió sin atreverse a mirarlo por demasiado tiempoㅡ.
ㅡ¿Soo? ¿Quién...? Oh, Dios mío.
Y KyungSoo no supo cómo fue que terminó envuelto en un incómodo y tenso momento con JongIn a correr junto a una ahora muy desmayada JiHyun. ¿Algo más qué agregar? Sí, JongIn se encontraba a su lado, ayudándolo a trasladar a su hermana al sofá para que no se lastimara.
ㅡEsto... ¿es normal? ㅡpreguntó el menor con preocupación y KyungSoo simplemente negó, mirándola con una ceja alzada mientras ella se hallaba felizmente inconscienteㅡ.
ㅡNo lo es, seguramente fue la impresión de verlo. Realmente lo admira, pero jamás pensé que llegaría a desmayarse por tenerlo aquí.
Entonces, comprendiendo la situación y estando un poco más tranquilo, JongIn sonrió cariñosamente y le revolvió el pelo a su hermanita con cuidado, todo bajo su mirada atenta y vigilante.
ㅡEs adorable... se parece bastante a ti, una copia exacta de tu rostro.
ㅡSí... creo que no sacó los mejores genes de la familia, pero aun así es bastante bonita.
ㅡ¿Quién dice que no sacó los mejores genes? Tú eres hermoso, KyungSoo.
Oh, justo lo que quería evitar apareció, campante y dominando todo a su paso: un sonrojo gigantesco que llegó a las puntas de sus orejas y un corazón siendo bombardeado, hinchado de sentimientos que no debería sentir.
La conexión entre parejas destinadas era única, según las charlas vagas que recordaba haber recibido de su padre. Nadie nunca te amará como tu pareja destinada, nadie nunca te hará tan feliz, te cuidará y protegerá de todo como tu alfa. Nadie será tan perfecto para ti como lo es tu complemento, la mitad de tu alma.
Un omega siempre recurrirá a su alfa, aunque éste no lo quiera, y lo mismo pasará en el caso contrario. Ambos son como imanes, se atraen hasta estar juntos porque simplemente están conectados más allá de lo carnal y lo sentimental, están conectados espiritualmente, y nada ni nadie podrá igualar o ignorar esto jamás.
Orbitan uno alrededor del otro, hacen el 'clic' al reconocer la marca y la unión comienza con el conocimiento de la existencia del contrario. Amar a su pareja destinada es fácil, rápido y fluido, porque están hechos el uno para el otro, porque se es feliz en presencia de la otra persona. Caer por los encantos de su omega o su alfa está más que asegurado.
Más de un matrimonio de parejas destinadas ha ocurrido una semana después de conocerse, es normal, es natural tener sentimientos por esa persona en poco tiempo de convivencia ininterrumpida debido a los factores ya mencionados, por eso KyungSoo temía de su corazón, que lo traicionara y lo hiciera amar fuertemente a JongIn, porque no podría soportarlo ni superarlo aunque quisiera hacerlo, por eso él no debía estar en su casa, diciéndole esas cosas si de verdad estaban tomando caminos distintos.
Tenía que reprimirse y tratar por todos los medios que él no le afectara, aunque pareciera imposible, aunque costara. KyungSoo debía tratar de hacer a un lado a su corazón y ser racional.
ㅡ¿Para qué ha venido, JongIn? ㅡfue su respuesta, baja y tratando de sonar lo más seguro posible, y JongIn se quedó en silencio por un momento, mirándolo antes de suspirar silenciosamenteㅡ
ㅡVine a traer tu ropa. La lavé ayer y quería que la tuvieras de vuelta. También quería traerte algunos dulces para ti y para tu hermana, espero que no te moleste ㅡrespondió en un suave susurro y el omega hizo una ligera mueca que no pasó desapercibidaㅡ.
ㅡNo me molesta, pero no era necesario que lo hiciera. Su ropa está secándose, acabo de comenzar a lavar, así que se la llevaré mañana a la oficina.
ㅡNo es necesario ㅡrepuso al igual que él, utilizando las mismas palabras, sin embargo, su tono suave y tranquilo fue mucho más agradable de oírㅡ. Realmente no me quedan, así que puedes conservarlas.
ㅡNo creo que eso sea correcto.
ㅡKyungSoo ㅡlo llamó esta vez con seriedad y el pequeño no pudo hacer más que subir la mirada para encontrarse sin reparos con sus ojos preciosos, oscuros, pequeños y atrayentesㅡ, está bien, no te preocupes por eso. Ahora ten, no podía venir con las manos vacías, así que espero que les gusten.
Tomó con ciertas dudas las bolsas que no había reparado que tenía y no se atrevió a hurgar en ellas, a pesar del delicioso aroma dulzón que desprendía de su interior.
Mordió su labio inferior antes de lamerlo y asintió, recordando las palabras de SooJung sobre JongIn siendo un cabezota que no cambiaba de opinión con absolutamente nada.
ㅡGracias. En cuanto JiHyun despierte se los daré.
ㅡTambién son para ti. Come alguno también.
Asintió y nuevamente bajó la mirada, sintiéndose incapaz de verlo a los ojos por demasiado tiempo sin querer vomitar su corazón por los nervios que sentía.
JongIn se acercó un par de pasos, con su maravilloso aroma rodeándolo y la picazón y ardor en su marca molestándolo, y, sin esperarlo realmente, lo sintió acariciando su cabello con suavidad y delicadeza, como si temiera romperlo, como si fuera de porcelana, y eso, a pesar de que no estaba bien y que se encontraban traspasando un límite que no debía ser siquiera rozado, lo hizo sentir verdaderamente bien; hizo que su angustia y pesadez desaparecieran en un chasquido, y aunque sabía que sería una sensación de paz momentánea que se rompería cuando el menor se fuera, lo agradeció verdaderamente.
ㅡMe alegra ver que tu rostro se encuentra mejor. ¿Ya no te duele? ㅡinevitablemente su corazón dio un vuelco enorme en su pecho. Y es que simplemente no podía controlar sus emociones estando tan cerca de JongIn, conociendo lo importante que era para él; estaba lleno de sentimientos mezclados y sensaciones prohibidas que desearía no sentir en ese momentoㅡ.
Quería tanto volver a su primera semana de trabajo, donde no había visto la marca de JongIn en su muñeca y podría continuar con su vida como de costumbre.
ㅡNo, ya no duele. Sólo me dio un par de bofetadas, así que no hay mucho daño. Nada que no pueda superar.
ㅡNo han sido sólo un par de bofetadas, KyungSoo, también atentó contra tu cuerpo y seguridad. No es algo que pueda superarse de un día para otro.
ㅡHe vivido con esto toda mi vida, JongIn, siempre tratando de sobrevivir, y siendo víctima de abusos, golpes y maltratos físicos y psicológicos, por supuesto que puedo superarlo cuando es algo que no ha pasado a mayores, lo cual, por cierto, le agradezco mucho. Sin su intervención las cosas hubiesen sido más difíciles de sobrellevar.
ㅡNo tienes porqué agradecer. Lo haría una y mil veces más de ser necesario... para conservar tu seguridad y mantenerte bien.
KyungSoo alzó la mirada para verlo una segunda vez a los ojos y tuvo que usar toda su fuerza de voluntad y autocontrol para no apoyarse en su pecho y abrazarlo, porque, de nuevo, no era correcto y estaba fuera de lugar.
Lentamente subió su mano para tomar la del menor y con la misma calma la apartó de su cabello, ignorando la corriente eléctrica sacudiendo su sistema nervioso por el pequeño toque con su palma grande y cálida y el suspiro vago que salió de los labios generosos del alfa ante él.
Dejó ir el toque con delicadeza y después se aferró a las bolsas que le había dado anteriormente, poniendo un paso de distancia entre ellos al retroceder con precaución.
ㅡMe temo que eso es algo que no le corresponde, JongIn, no conmigo.
La mirada que se dedicaron estuvo llena de palabras no dichas, pensamientos revoltosos, deseos ocultos y un indiscutible anhelo, el deseo de algo más, de poder acercarse, tocarse y estar juntos sin causar daño a nadie más; ninguno se acercó a pesar de todo eso, de la conexión entre ambos, de las sensaciones compartidas y el instinto que los instaba a romper las barreras, a unirse, a complementarse de todas las maneras posibles, porque entre ellos era correcto y especial.
Sólo estuvieron ahí, mirándose largamente, apreciando las facciones ajenas, sintiendo añoranza por lo que pudo haber sido, pero por temor y culpa no lo sería, al menos no en un futuro cercano.
Era triste renunciar a la felicidad cuando la tienes ante ti, palpable, al alcance de tus manos. Triste y absolutamente doloroso.
La puerta del apartamento se abrió no mucho después y BaekHyun apareció, notándose agotado y con los hombros hundidos, sin embargo, se recompuso rápidamente al notar al alfa frente a él.
Miró de soslayo a KyungSoo, que había suspirado de alivio al verlo llegar, y luego le lanzó un visual al menor con rapidez, de reojo e irguiendo un poco la espalda para no demostrase tan destruido por su ajetreado día de trabajo. JongIn dio un paso atrás y lo miró con curiosidad.
ㅡBuenas tardes, señor Kim ㅡsaludó con su voz baja y la mirada cuidadosamente colocada sobre su hombro y JongIn asintió, mirando de reojo y por un segundo a KyungSooㅡ.
ㅡBuenas tardes...
ㅡBaekHyun; soy el mejor amigo de KyungSoo; supongo que es un placer conocerlo.
ㅡOh, ya veo, igualmente, BaekHyun
El silencio hizo acto de presencia, denso y bastante más incómodo que antes. KyungSoo se removió en su lugar y BaekHyun bajó la mirada a sus zapatos desgastados antes de preguntarle por simple cortesía, sólo para no dejar de ser amable y servicial con un alfa de su calibre, como la sociedad le había enseñado.
ㅡ¿Va a quedarse por más tiempo, señor? ¿quiere que prepare un café?
ㅡNo es necesario, ya me iba, de hecho ㅡBaekHyun asintió y JongIn volvió a enfocarse en el más pequeño de los hombres ahí reunidosㅡ. Fue bueno verte de nuevo y saber que estás bien, KyungSoo. No olvides darle eso a tu hermana; BaekHyun también puede comer de ahí. ¿Nos vemos mañana en la oficina?
KyungSoo parpadeó y subió el cuello para mirarlo antes de contestar afirmativamente.
ㅡSí, por supuesto, y muchas gracias por esto, le daré su parte a JiHyun.
ㅡNo debes agradecer ㅡmurmuró con una sonrisa llena de suavidad y afecto y luego se inclinó ligeramente hacia BaekHyun, que los miraba con atenciónㅡ. Fue un gusto conocerte, por favor, cuide mucho de ellos.
BaekHyun salió de inmediato de su letargo y no tardó en asentir, serio y seguro.
ㅡClaro, siempre lo haré.
ㅡSí... nos vemos pronto entonces.
ㅡHasta pronto, JongIn.
El alfa sonrió una última vez y luego se dirigió a la puerta. Salió del apartamento luego de darle una última mirada al más bajito y cuando cerró detrás de él, BaekHyun no tardó en acercársele y tomarlo del brazo con sorpresa.
ㅡKyungSoo, ¿qué...?
ㅡNo lo sé, no me preguntes nada, Baek, creo que me va a dar un terrible dolor de cabeza.
Ambos soltaron un profundo suspiro al mismo tiempo y miraron las bolsas entre las manos de KyungSoo.
El pequeño las abrió, encontrando en una de ellas su ropa y en la otra una variedad maravillosa de postres en sus cajitas plásticas triangulares.
Dulces de fresas con nata, un par de tartas de tres leches, una más de chocolate y otra de vainilla, además, había una cajita mediana llena de galletas de delicioso aroma. Todo era fresco, tenía buen aroma y poseía una apariencia agradable y exquisita.
Los dulces eran caros y no tenían el dinero suficiente como para gastarlo en ellos, así que era difícil no salivar con esto en manos.
ㅡWow... creo que él me cae bien. ¿Puedo tener un par de galletas? ㅡpreguntó el mayor por lo bajo y KyungSoo no dudó en asentirㅡ.
ㅡEso y una tarta. Dejémosle la de chocolate a JiHyun.
ㅡMe parece perfecto.
Y para cuando JiHyun despertó, exclamando con desdicha y desazón que había sido una torpe por desmayarse cuando su más grande ídolo estuvo ahí, en su casa, y ella tenía la oportunidad de pedirle un autógrafo y se hubo calmado posteriormente, los tres se reunieron en la pequeña mesa en el centro de la sala, hicieron a un lado los cuadernos y simplemente se dedicaron a disfrutar del obsequio que JongIn les había dado.
Con el dulce en el paladar y una sonrisa enternecida al ver a la más pequeña de su familia comiendo con gusto su tarta, hinchada de emoción al saber que JongIn la había llevado para ella, KyungSoo se sintió bien.
Porque con ese pequeño obsequio y la felicidad brillando en el rostro de su hermana, JongIn se había ganado una muy pequeña parte de su corazón, y aunque eso le daría problemas en el futuro, no pudo evitar sentirse agradecido.
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