C i n c o
NotaAutora
Parece relleno, pero no lo es.
C i n c o
El pequeño Youta Bakugou...
Levitar, era lo que más amaba a la corta edad de 8 años, tocar el techo y dejar de tocar el suelo. Lo amaba, y con todas sus fuerzas soñaba con un día ser como mamá y papá;
Mamá es amable, hermosa y de carácter amigable, su cabello siempre huele a agradable cafeína, siempre es tibia y tiene unas almohadillas de gatito en sus dedos;
Papá es fuerte, amable a su manera y divertido cuando se enoja, siempre huele a caramelo y es cálido y abrazador, y sabe que jamás permitirá que alguien lo lastime.
—¡Tus papás son de café! —chilló la pequeña rubia moviendo su cola rápido en señal de emoción.
—Por eso huele a café endulzado con caramelo —retribuyó él.
—Me gustaría que tus padres fueran los míos —dijo desinteresado mirando a Youta.
El pequeño castaño abrazó con más emoción su pequeño peluche de Ground Zero, edición limitada. Sonrió de oreja a oreja:
Si tan sólo supieran un poco más de lo maravilloso que eran, eran estrellas, constelaciones y explosiones, caramelo y café; fuertes y geniales, tan maravillosos e inalcanzables.
Y no sólo eran eso; mamá era la heroína Uravity, papá Ground Zero y siempre salvaban a todo el que lo necesita.
Y;
Los amó aún más cuando el tío Izuku le mostró una antigua copia de la transmisión de la pelea entre su madre y padre: sus ojos brillaron como nunca y miró emocionado la gran técnica que desarrolló su madre al igual que el aplastante poder de su padre.
Todos deseaban un autógrafo de sus padres, una foto, una mirada, un saludo, palabras o si quiera respirar el mismo aire que ellos, y él, él podía gozar de esas cosas siempre que pudiera ¡¡Es el hijo de Ground Zero y Uravity!!
—¡¡Mami, quiero tocar las cosas y hacerlas flotar!! —gritaba siempre corriendo por todos lados, esperando con ansias que un día lo que palpara se levantara del suelo.
—¡Papá, quiero hacer explotar las cosas como tú! —chasqueaba los dedos con energía y olía sus manos esperando percibir caramelo.
Todos ya tenían su Quirck; él creación, él era una rana, ella invisible, eletricidad y sonido.
—Ya vendrá, mi cielo —decía su madre abrazándolo con suavidad.
Pero aún podía notar la evidente ansiedad de su padre al ver que aún no poseía ninguna particularidad .
Se metía entre las sábanas con ansias y miraba sus dedos con ilusión. —Por favor, por favor, que sea gravedad o explosiones, por favor. —Cruzaba los dedos. —Tan fuerte como los de mis papás.
Tan fuerte como el espacio, tan fuerte como la atracción, tan fuerte como una explosión.
Era el momento, su padre miraba desde lejos, sabía que su madre también. Todos miraban curiosos y unos preocupados.
¿Podría hacer algo contra fuego y hielo?
El enojo lo invadió cuando su mirada chocó contra la bicolor: desinteresada, restándole importancia, haciéndolo menos.
¿Por qué? ¿Por qué lo miraba con tan poca importancia? si sus padres eran el gran Ground Zero y la heroína Uravity.
Lo miraba exactamente como su madre mira a la de él, le llena de rabia la indiferencia en la que se esconde esa familia.
—¡¡Ya, revientalé el culo!! —todos los presentes voltearon a ver al ceniza colérico.
Cerró los ojos, tenía que hacer que sus padres se sintieran orgullosos. Quería que sus héroes favoritos en la vida lo reconocieran.
Corrió, bajando el pecho, mamá era más rápida, pero su contrincante no contaba con la agudeza y reflejos de su padre.
Preparó sus manos.
Retrocedió por el fuego, lo intento de nuevo, esquivó un poco el hielo, y tocó al frente de la suela del zapato del bastardo ojos raros.
La explosión resonó.
Liberar presión lo emocionaba.
No sé detuvo, sin piedad lanzó concreto a todos lados, el humo emanaba sin piedad y el ruido lo hacía sonreír.
Pudo ver la misma sonrisa impregnada en los labios de su padre cuando por casualidad su vista periférica pasó por las gradas.
Él estaba orgulloso.
La adrenalina fue bombeada más rápido por su corazón exaltado.
Se lanzó sin piedad sobre el bastardo.
—¡Youta, te estás excediendo! —gruñó cubriéndose del polvo.
Se detuvo entre el humo, sonrió animado ¿Cómo estaría el rostro de Momo ahora, o la cara de Shoto seguiría relajada y neutra?
El aterrador Youta Bakugou...
Sonrió dulce con ese toque picante, retrocedió, y con sorna y un ego enorme juntó sus dedos.
Fue demasiado tarde para el pelinegro cuando miró al cielo sólo para ver las rocas proyectarse sobre él.
El aterrador Youta Bakugou, hijo del rey de las explosiones y la manipuladora de la poderosa gravedad; estaba decidido a ganarse el gran honor de ser hijo de sus héroes favoritos, por sobre todo.
—¡Alto!
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