-itte... ¿Dónde estoy? Tengo hambre -se escucha un rugir de un estomago monster.

Al deslizar los parpados superiores hacia arriba, lo primero que logra ver es un techo blanco, el aroma es el típico a un hospital pero no resuenan las ruedas de camillas ni enfermeras, solo escucha un golpeteo suave pero que se acerca, como si fuera un bastoncillo.

-Al fin despiertas joven Brumary.

-Chiyo-sama... ¡achiu! ¡achiu! ¡achiu! ¡achiu! -apenas al hablar diminutos y tiernos habían empezado a salir de sus labios.

Su sistema inmunológico estaba muy bajo por lo que era propensa a cualquier tipo de alergia o resfrío.
Si no desayunaba o comía adecuadamente esto era lo que le sucedía a la chica.

-Ten pequeña, debes comer. ¿Cuántas veces debo regañarte para que no te saltees el desayuno?

Pregunta Recovery Girl pasándole una cesta de frutas que contenía, manzanas rojas y verdes, bananas, sandías, naranjas, peras, duraznos, limones, y melones.

-No me culpes todo a mi, Shouta me apuró para que vengamos, a todo esto... ¿dónde esta?

Hace una mueca al encontrarse con el durazno y limón, esas justamente eran los disgustos principales de la castaña, se desvía de esas frutas para empezar a comer una pera, principalmente porque esta poseía agua.

-Te trajo aquí, y luego se fue a continuar con sus clases. No creas que evitaras esas frutas, debes comerlas para tener las proteínas necesarias para tus dulces y fuerza.

La mira seria Recovery Girl mientras agita su bastoncito en su dirección, por lo que un gemido de frustración sale de sus labios.

-Pero no es necesario comermelos ahora. Chiyo-sama, por esta vez no me haga sufrir la acidez -suplica con ojitos de cocodrilo, aunque sus mejillas estuvieran completamente llenas de las fibras suaves de la manzana, pareciendo ardilla.

-Aish niña, come como se debe, te puede atragantar. No, es necesario que debas comerlo.

Brumary iba a volver a resistirse pero la puerta se abrió tímidamente mientras que ella pelaba una banana, mirando curiosa aquella zona.

-Etto... D-disculpen por interrumpir, p-pero necesito s-su ayuda Recovery-san

Una voz de niño con un severo caso de nerviosismo fue lo primero que pudo notar, sin embargo lo que se llevó el broche de oro fue su irregular color de cabello, mas bien era un adolescente de 16 años de edad, con pecas, ojos verdes y el cabello alborotado de color verde. Es delgado pero tiene un cuerpo tonificado gracias a algun tipo de entrenamiento especial.

-Midoriya-san, no creí verlo tan pronto. Dejame ver esa mano, ¡oh dios, tu pulgar!

-Parece un trozito de carne asada, aunque un poco quemadito.~

Midoriya Izuku, alumno de la clase 1A recae completamente su mirada en la chica quien lo había salvado del regaño de la médica, pero al verla comer vagamente entendió su comentario glotón.

-j-jeje... S-supongo..

-¡Esto es inaudito! Joven Gumi es mejor que coma en silencio, debo atender este dedo urgentemente.

La mirada que Recovery Girl le había mandado a la castaña ojivioleta la había asustado, haciendo que la aludida asintiera.

-¿Uh? ¿E-es nueva?

-Para algunos estudiantes si, estará en tu misma clase joven Midoriya, ahora necesito silencio.

Sin mas el silencio inunda el ambiente dejando que ambos chicos se mirasen, mientras que la médica desinfectaba la piel quemada del dedo pulgar e índice.

Una vez que la castaña pudo terminar y muy a su pesar consumiendo las frutas cítricas y de almibar dulce. Con muecas y colores amarillos demostrados fisicamente en el rostro se había comido los limones sin ningun dulce para aminorar.

Midoriya se preocupó en varias ocasiones pero cuando parecía que su contraria iba a vomitar de la acidez se quedó absorto al verla crear una especie de osito de goma, ya que si le había causado mal estomago ver esa creación forzada ya qur lo había vomitado, pero mas se sorprendió cuando este parecía cobrar vida y mimarla como un niño feliz con su madre.

Literalmente el osito de gominola amarillo, de limón se había tirado contra el rostro de la chica, haciéndola caer al suelo de senton, pero esta tan solo ríe, pero no acababa su momento de sorpresa en ese momento ya que al abrirse la puerta un osito del mismo tamaño(10cm de alto y 5 de ancho) también se había abalanzado a ella, pero este era de color violeta como sus ojos.

-P-pe-pero... ¿que está sucediendo? -preguntó asombrado.

Ambos ositos justo en ese momento pararon el acto de dejar besos silenciosos en su creada para mirarlo. Mientras que la castaña se paraba con una sonrisa nerviosa mirándolo, a parte dejaba a ambos ositos en su hombro.

-Lamento el posible trauma. No me gusta ni lo citrico, amargo o en otras palabras tampoco el durazno.

-Niña ahora que ya te veo bien, es mejor que vayas a disculparte con Aizawa -añade Recovery interrumpiendo la conversación, mientras al vendar el dedo, esta daba un besito curador al mismo. -Deberás descansar y no utilizar por unas horas ese dedo, no puedo hacer mucho, debes aprender a no dañarte muy grave.

Midoriya asiente agradeciendo una y otra vez, aunque se sentía adormilado, era obvio que el poder curativo de Recovery Girl usaba parte de su energia para completar la acción.

-Entonces acompañaré a Midoriya-san a la clase...

-No es necesario, aquí estoy.

Midoriya traga saliva asustado al ver a su maestro mirando seriamente a la chica que se encontraba a su lado.

-Por cierto, soy Brumary, pronto nos veremos, Midoriya-san.

Sonríe la castaña dulcemente, acercándose para darle un beso en la mejilla, aunque cuando lo consigue Aizawa la estira lejos de su estudiante.

-Es tiempo de que vayas con tus compañeros Midoriya, ya debería estar en la clase de Cementoss -añade Aizawa. -Y tu, deja de espantar a mis alumnos.

La había regañado enfrente del chico, por lo que sus mejillas enrojecieron, bajando la cabeza.

-S-si, Aizawa-sensei, n-no se preocupe Brumary-san. Nos v-vemos, gracias Recovery-san -se marchó el peliverde totalmente sonrojado por la repentina cercanía de la chica.

Una vez que joven peliverde se marchó, la castaña se separa de Aizawa y hace una reverencia.

-Lamento haberte molestado horas atrás, de verdad que pensaba que si comí el desayuno.

-Tks... ¿esa es una disculpa? No lo parece, hmp.

La castaña lo observa con aquellos ojos violaceos y con un gesto de aplauso crea un dango dulce del tamaño de la cabeza de Recovery Girl con el rostro de Aizawa.

-Perdón por no mimarte como te merecer, señor celoso.

Le entrega el dango dulce y se retira, realmente no tenía ganas de lidiar con ese numerito. Pero ni siquiera da cinco pasos y ya se encuentra detenida escuchando un suspiro lleno de pesades.

-¿Que no ves que me quiero ir?

-¿Que no puedo ser así por ti?

Contraataca Aizawa mientras descansa su rostro en el hombro de la chica, le encantaba el aroma de cerezas que esta poseía.

-No deberías, no tienes competencia alguna Shouta.

-¿Crees que soy idiota? Vi como los niños te miran, creo que tienes razón, será mejor ponerte mi apellido -dijo con su voz monotona, pero serio.

Pero en vez de que Brumary se enojara, una suave sonrisa se dibujó en sus labios. Voltea ligeramente su rostro y deposita un beso en la mejilla de Aizawa, pero la barba le pica, ante el contacto.

-Esta bien, como quieras celocito.

Justo antes de que Present Mic llegara doblando el pasillo, Aizawa en un agil y sorprendente movimiento, la besó corta mente, tanto que la dejó ida, sintiéndose bastante orgulloso al ver el sonrojo de su chica.

-woah! She is a Tomato, jajaja. ¿que te pasó Brum-chan? ¿Te hizo algo Aizawa? ¡¿Qué le... -?!-iba a preguntar preocupándose el rubio.

Pero un osito saltó havia su boca silenciandolo. Dejando en claro que ella no hablaría, tan solo terminó llendo hacia la salida perdida entre sus pensamiento.

¿Acaso me pasé con robarme un beso suyo? Aquella era la duda de Aizawa, pero se guardó para si mismo sonreír, tenerla de nuevo cerca suyo era como si no se hubiera ido. Ocho años que había pasado desde que no la veía. Y solo dos años se había quedado a estudiar en la UA, pero en el tercero año desapareció, pasando así los años, hasta que la encontró.

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HOLA! Aquí les dejo el segundo capítulo, ¡espero les haya gustado!
Nos leemos pronto. ¡Saludos!