6- Atrapados
Un nuevo día daba comienzo y el grupo de estudio de la clase 1A hacía el intento de levantarse. Es lunes y nada es más odioso que volver a la rutina, algunos le ponían más emoción que otros ya que el esfuerzo valía la pena.
Izuku preparaba su mochila con cuidado para irse, ya desayunó con sus compañeros, se encontraba de buen humor. Descansó bien, comió, habló con sus amigos y ahora volverían a la escuela. El único problema era que desde que salió de su cuarto sintió como si lo estuviesen observando detenidamente desde algún lugar, miraba a todas partes buscando a alguien que quizás lo miraba pero nada, es como si lo vigilaran. La cabeza le empezó a doler y se sentía algo mareado, no demaciado, así que no le prestó mucha atención y simplemente esperaría a que pasara. No dejaría que arruine su buen humor.
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El profesor Aisawa hablaba con esa voz ronca que lo caracterizaba, explicaba los temas de clase, daba algún que otro golpe a algunos que se quedaban dormidos cuando se supone que deben escucharlo y luego se envolvía en su saco de dormir para tomar una siesta. Varios se quejaban de esto ya que les parecía injusto que el azabache se duerma como si nada en plena clase y ellos no podían ni parpadear sin que él lo notara, a pesar de estar acostumbrados ellos solo querían quejarse.
El primer horario de clase terminó cuando escucharon tocar la campana dando inicio a la hora del descanso. Todos empezaron a levantarse a hacer lo que usualmente hacían, pocos abandonaron el salón.
Och: Deku-kun. Iida-kun y yo iremos a tomar algo, ¿Quieres venir? - ofreció dándole una sonrisa amable, pero esta desapareció al ver la cara pálida del oji verde. - ¿Estas bien? ¿Te sientes mal? - preguntó preocupada llamando la atención de Tenya que se acercó para verificar, y además a un oído curioso que no pasó por alto lo dicho por la castaña.
Izu: Estoy bien, Uraraka-san. Me duele un poco la cabeza, es todo. - mentira. Sentía martillazos que no se detenían, tenía calor y el mareo ya le estaba preocupando pero no diría nada. Podía aguantar un poco más.
Ten: ¡No te ves muy bien, Midoriya-kun! Debías ir a la enfermería. - dijo en un tono un poco alto haciendo que le retumbe la cabeza.
Och: Tiene razón. ¿Quieres que te acompañemos? - ofreció.
Izu: No es para tanto. Iré para que me den algo para la cabeza. No tienen que venir, los alcanzo cuando termine. - les otorgó una sonrisa tranquilizante a ambos. A regañadientes y no muy convencidos terminaron por aceptar.
Todo ante el atento oído de cierto oji rubi que fue arrastrado por sus odiosos compañeros que decían ser sus amigos. Lo eran pero no quitaba el hecho de que creía que eran demasiado ruidosos.
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Mientras tanto el peli verde se encontraba caminando lentamente por los pasillos para llegar al ascensor. Pensó en bajar las escaleras pero estaba seguro de que no llegaría, solo debía caminar lo más seguro posible hasta el elevador para así al menos respirar tranquilo, iría a la enfermería y con una píldora estará como nuevo.
Apretó el botón y esperó impaciente a que abrieran las puertas. Al fin llegó, entró, escogió el piso al cual quería ir y se colocó en el costado izquierdo permitiéndose apoyar su espalda en la pared de ese reducido espacio, su cuerpo empezaba a doler, el calor ya estaba siendo insoportable. Parecía que las puertas automáticas jamás se cerrarían. Escucho entonces unos gritos provenientes del exterior y unos pasos que se acercaban rápidamente, se alarmó pero al ver que el ascensor ya cerraba pensó que no llegaría. Se equivocó.
Kat: ¡Déjenme en paz, malditos extras de mierda! - en el último segundo vio entrar al rubio explosivo como todo un lunático. Como casi cerraba, prácticamente se lanzó dentro quedando en el piso y paralizando de un susto a Izuku.
Su mala suerte ya debe estar riéndose en su cara por tal situación. Estaba temblando no apartaba la mirada del rubio que al parecer no se percataba de su presencia hasta que levanto la vista hacia su izquierda encontrando a un asustado y confundido Omega. El calor fue reemplazado por un frío que le caló hasta los huesos.
Aun le costaba asimilar el tener que aceptar sobrellevar sus sentimientos posiblemente no correspondidos y ahora lo tenía, literalmente, a sus pies mirándolo fijamente. Katsuki pareció reaccionar y se levanto del suelo. El pecoso apartó la mirada, no se habían hablado en todo el día, además no quería que lo viera así.
Kat: ¿Que te pasa? - pregunto de repente haciendo que volviera a mirarlo.
Izu: ¿Ehh? Nada, ¿P-Por qué preguntas, Kacchan? - le sonrió nervioso.
Kat: No fue lo que le dijiste a cara redonda. Además te vez pálido y estas temblando. - lo vio acercarse hasta estar, a su parecer, peligrosamente serca. Podía sentir el aroma del Alfa, era fuerte pero no le hacia temer. Una mano se alzó frente a su rostro, cerro los ojos por inercia pero los volvió a abrir sorprendido cuando la sintió sobre su frente y otra en su mejilla derecha. Su toque le transmitía tanta paz y calidez, lo hacia con cuidado a pesar de no ser gran cosa. - ¡Estas ardiendo, Deku idiota! ¡No vengas a la escuela si te sientes mal! - le regañaba pero el toque de sus manos, aun sin moverse, eran como una caricia.
Izu: Iba a la- no pudo terminar la frase porque se sintió un temblor que los descolocó a ambos. Al estar tan débil casi cae pero los fuertes brazos de Katsuki lo envolvieron evitando la caída. Las luces se apagaron y fueron reemplazadas por las de emergencia, estas eran rojas. - ¿Un apagón? - decía tratando de recuperar el equilibrio separándose del rubio, muy a su pesar.
Kat: ¿Por qué mierda justo ahora? - se quejaba entre dientes. Intento presionar el botón de emergencia pero este tampoco parecía funcionar. Lo único en lo que podía pensar es en qué haría con Izuku, necesitaba ir a la enfermería y rápido, pensó en explotar las puertas y mandar todo a la mierda pero recapacitó ante la posibilidad de que podía dañar al pecoso. Volvió su mirada de vuelta a él y se encontró con la respiración agitada, los ojos se le cerraban involuntariamente, estaba recargado en la pared tratando de mantenerse en pie. No pudo evitar mirarlo con preocupación, agradecía que estas luces fueran opacas haciendo algo difícil, más no imposible, la vista. Se le acercó y tomó sus brazos con delicadeza. - Siéntate. - le ordenó sin ser brusco.
Se limitó a obedecer y con cuidado bajo su cuerpo siendo ayudado por el Alfa quien lo siguió sentándose a su lado. Volvió a tocar su frente, la fiebre parecía aumentar con cada minuto que pasaba, sudaba frío, los temblores no cesaban. No supo que hacer así que solo hizo lo primero que le vino a la mente, rodeó lentamente los hombros del más bajo con un brazo mientras que el otro lo tomaba por las rodillas atrayendolo hacia si. Ya sobre sus piernas estrechó entre sus brazos el cuerpo de la persona que más amaba, no habían dobles intenciones, solo quería darle calor corporal para que dejara de temblar. Despedía feromonas para calmarlo, parecía funcionar pero no duraría mucho tiempo así. Apartó un poco sus pensamientos para apreciar la vista que tenía con esto que estaba sucediendo, no era el mejor momento pero era la primera vez que tenía a Izuku de esta forma, tan cerca. Sentía su corazón como si fuese una granada, en cualquier instante explotará. Acariciaba esos verdes rizos que parecían un arbusto, sus mejillas cubiertas con esas pecas que parecían estrellas formando constelaciones, su aroma, tan dulce, suave y relajante, aun estando enfermo le parecía la obra de arte más hermosa del mundo.
Izu: Kac...chan... - dijo en un murmullo.
Le sorprendió que lo llamara pero supuso que era porque ya empezaba a alucinar por la fiebre.
Kat: Aquí estoy, Deku. - si lo hacía sentir seguro entonces le seguiría el juego.
Izu: Kacchan... - lo llamó de nuevo entre susurros. - No me... sueltes... - le pareció extraña esa alucinación pero no le dio importancia.
Kat: No lo haré. ¿Por quien me tomas? - decía burlón afianzando el agarre de sus brazos.
Izu: No me dejes... Por favor... - esto lo dijo más dolido confundiendo cada vez más al rubio.
Kat: Nunca te dejaré. - afirmó seguro. Sin pensarlo besó su frente con todo el amor que podía darle en ese momento. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del menor haciéndolo sonreír a él también.
Se vió interrumpido al escuchar voces casi inentendibles que venían del exterior, de repente las puertas de metal empezaron a abrirse mediante forcejeos. La luz que entraba le hizo entre cerrar los ojos acostumbrandose.
Kir: ¡Ahh! ¡Aqui están! - avisó emocionado a Todoroki detrás de él mientras terminaba de abrir las puertas usando su Quirk.
Kat: ¿Kirishima?
Kir: Hermano, los buscamos por todas part- se corto a si mismo al ver el panorama. - No me digas que te aprovechaste de la situación. - dijo con una sonrisa picarona.
Kat: ¡No malinterpretes, pelos de mierda! ¡Tiene fiebre! - se levantó sin esfuerzo, pues el peli verde no era nada pesado, y salió disparado del ascensor ignorando las réplicas de su amigo.
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Abrió los ojos con algo de dificultad por el cansancio, por suerte no había mucha luz. Su garganta estaba seca, no sabía dónde estaba, ¿Es qué momento se había desmayado? Lo último que recuerda es estar en el ascensor con Katsuki, luces rojas y... Luego nada, todo era borroso. Movió un poco la cabeza para tener mejor vista de en donde se encontraba, cuando logró divisar el póster de All Might en la pared al lado de la cama supo de inmediato que estaba en su habitación. Eso lo relajo un poco. Volteó hacia el otro lado y no dio crédito a lo que vio.
Katsuki se encontraba en su silla giratoria durmiendo en una posición bastante incómoda, podía escuchar los leves ronquidos que soltaba de a ratos.
¿Que fue lo que pasó? ¿Que hace el rubio en su habitación durmiendo? ¿Por qué se sentía tranquilo con su sola presencia? Esas y muchas preguntas más se agolpaban en su mente. Se dio cuenta de que su frente estaba cubierta por un paño húmedo, no lo había notado, ya no se sentía mal. La cabeza ya no dolía, su cuerpo se sentía ligero y no tenía frío.
Intento incorporarse pero una mano sobre su hombro se lo impidió. Volteó a ver al rubio ya despierto y con la mirada fija en su persona.
Kat: No te levantes aún. - le retiró el paño de la frente para posar ahora su mano y revisar su temperatura. - Parece que ya no tienes fiebre.
Izu: Estoy bien, Kacchan. Ya me siento mejor. - le dio una mirada amable para tranquilizarlo pero no parecía querer bajar la guardia aún.
Kat: ¿Tienes hambre... o sed? - le sorprendió la atención del Alfa, sin embargo, la apreció de verdad.
Izu: T-Tengo sed. - dijo con timidez. El rubio le ayudó a incorporarse quedando sentado en la cama y le alcanzó un vaso de agua. - Gracias. - tomó el líquido despacio. Se sintió algo incómodo ya que tenía un par de orbes rojizas posadas en él que no parecían querer apartarse. - ¿C-Cuanto... tiempo dormí? - quiso saber.
Kat: Casi todo el día. Son las 7 de la noche. - se limitó a responder.
Izu: Ya veo. Lamento las molestias, Kacchan. - bajo la cabeza algo decaído. - Puedes irte si quieres. Ya estoy bien. - su sonrisa tembló. Le gustaría estar más tiempo con el Alfa.
Kat: Bien. - imagino que diría eso. Más sus acciones no fueron las esperadas. Espero un poco a que se fuera pero Katsuki no se movió de su lugar, tenía las piernas y brazos cruzados. Lo miro extrañado aún con ojos tímidos. - Dijiste que me valla si quiero. Pues no, no quiero. - se sorprendió por sus palabras.
Su corazón dio un vuelco, saltando de alegría, tal vez lo está malinterpretado a voluntad pero eso lo hizo tan feliz. Soltó algunas feromonas sin querer, estas llegaron a la aguda nariz de Katsuki y se deleitó con ese aroma a galletas. Había tomado una decisión.
Kat: Dek- Izuku. - se corrigió. El nombrado lo observó con curiosidad, nunca lo llamaba por su nombre. - Necesito decirte algo. - deshizo el nudo de sus extremidades y se acercó a una distancia prudente del pecoso.
Izu: ¿Qué cosa, Kacchan?
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Peques!!! Sigo viva!!! Como va esa cuarenta???
Lamento mucho el retraso. Ando medio bloqueada. (◞ ‸ ◟ㆀ)
Peeero no desesperen! Volví renovada, pronto actualizaré de nuevo. (≡^∇^≡)
Ojalá les haya gustado! Voten y comenten! ♡´・ᴗ・'♡
Nos leemos luego 👋😘
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