11- Amor
Señoras y señores, eh aquí lo que todos estaban esperando...
LEMON (~ ̄³ ̄)~
Así que me veo en la inútil tarea de decir que si no son mayores de edad, se salten esta parte. Como sea, eso queda a su criterio, yo también lo ignoraba y leía todo jajaja
(≧▽≦)
Bueno, ya no los molesto. Ojalá les guste ( ꈍᴗꈍ)
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Podía sentir los labios de Katsuki por todo su torso, cuello, mejillas, cualquier lugar a su alcance. Se estremecía con cada toque o beso que sentía sobre su piel. Lo hacía con tanto cuidado y delicadeza como temiendo que si hacía algún movimiento un poco más brusco iba a romperlo. Los dedos de Izuku estaban enredados en los cabellos de Katsuki, jalando de vez en cuando cuando sentía al rubio morder en alguna parte.
El cenizo había llegado con la línea de besos hasta el principio del pantalón del menor. Bakugō dió una mirada al pecoso como pidiendo permiso y este asintió con la respiración irregular soltando el cabello del más alto. Sus grandes manos sujetaron el borde del elástico, despacio y con cuidado, podía ver y sentir al peli verde temblar, esperaba que no de miedo, eso es lo último que quiere. Quería que fuera especial para ambos. Logró, con éxito, sacarle el pantalón por los tobillos y lo arrojó a algún lado, no apartó la vista ni por un segundo, quería ver cada reacción de su novio y guardarlas en un lugar especial de su memoria. Sus mejillas sonrojadas, la boca entre abierta, el ceño un poco fruncido por la vergüenza... Y sus ojos... No habían palabras que describan la belleza de esas esmeraldas brillantes que lo veían con amor y deseo, estaban levemente aguados por la excitación que le hacía sentir, se sintió victorioso por eso, hacer sentir tan bien a la persona que ama era el mejor logro que podía conseguir. Solo él podía hacerlo sentir bien, solo él podía besarlo, solo él podía tocarlo de esta manera, nadie tenía el poder de hacer este tipo de cosas ni similares con el peli verde, solo él.
Katsuki paso sus manos por las piernas del Omega dandole suaves caricias y sintiendo la suavidad de su blanca piel: Hermoso... - dijo sin pensar al contemplar toda su extención. El pecoso pareció avergonzarse por el cumplido, trató inútilmente de tapar su cuerpo apartando la mirada pero el rubio volvió a acercarse para tomar su mentón y que volteara a verlo el chico cerro los ojos. - Mírame. - dijo con suavidad y el más bajo hizo caso abriendo los párpados lentamente para encontrarse con los ojos escarlata. - No te ocultes. - pidió tomando una sus muñecas y acariciarlas para darle confianza. Tenía la sospecha de que Izuku no se sentía muy agusto con su cuerpo pero no creyó que querría ocultarse. - Quiero ver todo.
Izu: Pervertido. - dijo en broma tratando de liberar tensión. El rubio rió.
Kat: Idiota. - ahora tomo ambas muñecas para apartarlas suavemente y dejarlas a los costados del pecoso. Deslizó las manos hasta posarlas sobre las de Midoriya y entrelazar sus dedos haciendo presión.
Bajo hasta el rostro pecoso del Omega llegando a sus labios y posando los suyos en un beso cargado de pasión. Sus lenguas danzaban con gracia, deseando el dulce contacto del contrario. Hizo un movimiento con sus caderas para juntarlas con las del pecoso sintiendo por ambas partes una creciente erección recibiendo un suspiro por parte del Omega. El rubio volvió a moverse, esta vez con más fuerza frotándose una y otra vez contra el pecoso.
Izu: Mm~ Mmm~ - sus gemidos eran ahogados por los labios del rubio. Pero debieron separarse por falta de aire. - Ahhh~ - dió un largo suspiro. Tuvo el deseo de pedirle a Katsuki que se quitara también el pantalón pero le daba pena hacerlo.
El rubio vió con detenimiento los ojos esmeraldas que miraban hacia abajo en las entre piernas de ambos, o más bien, solo la del cenizo. Como si le hubiera leído la mente, se apartó del pecoso viendo confusión en su mirada, ¿Por qué se había detenido? Seguramente se preguntaba eso. Sonrió pícaro y se levantó, dirigió sus manos ahora a su pantalón sacándolos con algo de lentitud, el peli verde lo miraba disfrutando del sexy espectáculo que le brindaba su novio. Al acabar, el oji rubí volvió a estar encima del chico y este lo rodeó con sus brazos para acercarlo y besarlo con necesidad. La mano de Bakugō fue descendiendo despacio tomándose su tiempo para sentir la piel de su novio el cual estaba prácticamente ardiendo, llegó al borde del boxer de Izuku y con discreción se introdujo dentro de la fina tela para tomar entre sus dedos la ya latente erección del peli verde, este soltó un gemido ahogado por la repentina acción del rubio. Se sobresaltó un poco al sentir que empezaba a marturbarlo pero no hizo nada por detenerlo.
Kat: Volteate. - le indico deteniendo sus masajes en el glande.
El peli verde hizo caso y se levantó un poco volteando su cuerpo para quedar boca abajo.
Kat: Levanta la cadera. - dijo acariciando esa zona. Vio al pecoso sonrojarse hasta las orejas pero lo hizo. La levantó sosteniéndose sobre sus rodillas casi juntas dejando el culo al aire, tenía la cara enterrada en la almohada para evitar sentir tanta vergüenza, sus manos sujetaban levemente las sábanas. El rubio lo miro por un momento, era una hermosa vista, tan erótica y provocativa, se relamió los labios con hambre, dirigió sus manos a las fuertes piernas del pecoso, estaban algo tensas. Bajo la cabeza hasta la zona de la espalda baja para dejar un beso húmedo, luego otro, y otro, pensando que tal vez así haría que se relajase. Pareció funcionar. La delgada tela del boxer se deslizó lentamente por sus muslos hasta las rodillas levantándolas para sacar por completo la prenda interior. - Ábrelas. - dijo suavemente refiriéndose a las piernas, en las cuales podía ver cómo estaban salpicadas por pequeñas pecas por todas partes.
Izuku tembló al verse a si mismo tan al descubierto a los ojos de su novio, no sentía miedo, él estaba siendo tan tierno, dulce y delicado, como si no tuviera prisa, pero él bien sabe que está tan ansioso como el rubio. Con algo de pena separó las rodillas dejando más a la vista su rosada y algo húmeda entrada. Las callosas manos de Bakugō se posaron sobre sus nalgas para separarlas teniendo el camino libre a su parte tracera.
Escucho un pequeño gemido por parte del más bajo, respiraba entrecortado y el sonrojo era cada vez más notorio.
Izuku dió un respingo cuando sintió la caliente lengua de su novio pasar por su cavidad: Ah... Ahh~ - abría de a poco la boca para dejar salir suspiros y algunos agudos gemidos. La lengua del rubio se introdujo en su entrada causando un notorio espasmo. - K-Kac-chan... ¡Ahh! - apretó fuertemente las sábanas buscando sostenerse para no caer y dejar esta increíble sensación.
Katsuki se separó un poco para reemplazar su lengua por su dedo de en medio introduciéndolo lentamente pero se detuvo al escuchar un quejido: ¿Te duele? - pregunto.
Izu: No... mucho. S-Sigue... - dijo como pudo con la cara aún en la almohada.
El rubio sonrió complacido ante la petición y empezó a mover su mano de adentro hacia afuera, despacio. Disfrutaba escuchar el dulce sonido de Izuku jadeando y suspirando, ahora eran dos dedos los que penetraban al chico, ya con un poco más de fuerza pero no demasiado.
Izu: K-Kacchan... - llamo tembloroso girando un poco la cabeza para verlo mejor. El rubio lo miro expectante. - ¿P-Puedes hacelo m-más rá-pido... P-Por favor...? - vio las orbes rojizas brillar con un poco más de intensidad. Eso... Fue... lo más tierno... y excitante que había visto nunca. - ¡AHH! - la velocidad se incrementó, ahora llegaba más profundo que antes, podía sentir su interior contraerse de lo bien que se sentía, y aún mejor cuando un tercer dedo entro ampliando más la cavidad. - Ah... Ahh... Kacchan~
Kat: Dilo, Deku. Dime cuánto te gusta. - gruñó arrastrando las palabras.
Izu: Me-Me gus-ta... Kacchan... Q-Quiero más... ¡Ahh~! - el Alfa le hacía perder la cabeza, no pensó en lo que dijo, solo se concentraba en los dedos en su interior y la voz sensual de Katsuki.
Las feromonas de ambos se sentían en todas partes, se mezclaban formando un dulce y excitante aroma.
El cenizo siguió con las simuladas embestidas hasta que sintió que ya estaba bien dilatado. Saco sus dedos del interior de Izuku escuchando un quejido de protesta por su parte, se rió ante eso, estiró el brazo izquierdo hasta la mesa de luz abriendo el cajón y sacando algo de ahí, el peli verde se quedó de piedra al ver lo que era. Estaba tan metido en su mundo que no había pensado en eso, agradeció que Katsuki si. Un condón.
Izu: ¿D-De dónde...?
Kat: Se los robe al cabeza de uvas hace tiempo. Creí que los necesitaría algún día. No se dará cuenta, tiene muchas cajas que obviamente no uso nunca. - dijo de lo más natural. Enrojeció a más no poder. ¿Cómo miraría a Mineta después de eso? - Cálmate. Nadie tiene por qué saber. - dijo sabiendo que se haría la cabeza con mis ideas. - ¿Quieres... seguir? - pregunto con cautela. El pecoso lo miro por encima del hombro y asintió levemente, el rubio al verlo sonrió feliz, se sacó el boxer dejando libre ahora su gran erección. Hizo un ademán para que Izuku volviera a estar boca arriba, este lo miro con los ojos entre cerrados y un bello sonrojo. - Quiero verlo todo. - volvió a decir, esta vez con la voz suave y gruesa mientras acariciaba los costados del pecoso, este dió un suspiro tembloroso al escucharlo.
El cenizo abrió la envoltura del preservativo, lo caco y comenzó a ponérselo. Agradeció enormemente las clases de sexualidad de Midnight y a internet, así logro hacerlo rápido y sin problemas. Ya listo tomo la pierna izquierda de Izuku para levantarla y tener mejor accesibilidad, alineó su miembro en la entrada del pecoso.
Kat: ¿Seguro? - estaba más que preparado pero quería estar seguro de que su novio lo estuviera.
Izuku miro una vez más el panorama, está a punto de perder la virginidad...: Mételo. - y no hay nadie más con quien quiera estar justo ahora. Sus manos a los costados de su cabeza tomaron más fuerza las sábanas.
La sonrisa de Bakugō se ensanchó, ahora mostrando los dientes. Avanzó lento pero seguro, el peli verde abrió la boca pero salió nada, sus ojos se abrieron a más no poder. El falo del rubio siguió su camino hasta que entró por completo, dolía, mucho, pero no podía decir nada, estaba paralizado.
Kat: Tks... Deku... ¿Estás bien? - pregunto un poco adolorido por como Izuku lo estaba apretando, al ver su rostro se alarmó un poco. - ¿T-Te estoy lastimando? - las manos temblorosas del Omega se posaron sobre sus hombros haciendo una leve presión.
Izu: No-No te... m-muevas... - sus ojos lo veían llorosos, la voz queda y entre cortada, la respiración agitada, sentía sus pulmones arder. El rubio no se movió ni un milímetro, apretó los dientes buscando su propio autocontrol. Pasaron varios minutos, los más largos de su vida pero al fin sintió al pecoso moverse un poco. Lo miro con atención para confirmar, no se movería sin estar seguro de que no lo lastimaría. - Mueve-te... - dijo con la voz pequeña.
Bakugō agarro firmemente las piernas del pecoso y empezó con las suaves pero profundas embestidas escuchando los lindos gemidos de Izuku, bajo un poco su cuerpo sin detener sus movimientos llegó al rostro del menor para esparcir besos por todas partes buscando aliviar un poco el dolor que aún sentía, solo que ahora era más soportable.
Luego de algunas embestidas más, Midoriya comenzó a percibir como el dolor iba desapareciendo dejando lugar solamente al placer.
Izu: ¡AH! - gimió un poco más fuerte que antes al sentir el miembro de Katsuki chocar con algo.
Kat: Lo encontré. - dijo justo al lado de su oído sintiendo su cálido aliento. - ¿Puedo ir más rápido? - está muy ansioso de ir hasta más allá de lo posible pero debía ser paciente. El pecoso asintió deprisa y se aferró más a la espalda del cenizo. Era todo lo que necesitaba.
Izu: ¡A-Ahh... Ah... Ahh...! - no podía contener su voz aunque lo intentara, las penetraciones eran más rápidas y certeras, tocaban su punto dulce de manera extraordinaria.
Kat: Estás tan estrecho... - ya no dolía la forma en que su novio lo apretaba, ahora se sentía en el cielo por como encerraba su falo, o más bien en el infierno. Este calor abrasador no lo sentiría en el cielo.
Izuku gemía y jadeaba entre palabras que no lograba articular bien: Ahh.... Ahhh... Kacch-AHH... Katsu-ki... Katsuki... ¡Ahh! - enterraba las uñas en su piel.
Eso lo puso aún más caliente, le encantaba que lo llamase por su apodo pero que lo haga por su nombre le ponía aún más, ni siquiera le importó que las en su espalda lo lastimaran. Incrementó la velocidad de las embestidas y llego aún más profundo, escuchando más gemidos que suplicaban por más. Se dió cuenta de que el miembro de Izuku estaba desatendido así que lo tomo con su mano derecha para volver a masturbarlo, el pecoso volvió a gemir al darse cuenta que estaba a punto de terminar.
Izu: Kac-chan... Voy a... Ah~ - no lograba formular una frase.
Kat: También yo... - bombeó unas cuantas veces más y por fin lograron liberar al mismo tiempo ese espeso y blanquecino líquido, Izuku arqueó su espalda sintiendo los espasmos en todo el cuerpo.
El peli verde se había corrido en la mano del oji rubí, sobre su abdomen y parte de su pecho, mientras que el Alfa dentro de él en el condón. Katsuki se desplomó sobre el cuerpo de su novio sin importar que se ensuciara con el semen de este, escondió su cara en el hueco del hombro y el cuello, se miraron entre sí, ambos de reojo, y sonrieron. Se dijeron de todo en esa mirada, se sentían plenos, felices, completos. El rubio salió con lentitud del pecoso, este soltó un quejido, su entrada ardía un poco, sintió una especie de vacío cuando salió por completo, lo vio separarse un poco para sacarse el preservativo lleno de semen haciéndole un nudo y tirarlo al bote de basura que por suerte estaba cerca, estiró de nuevo su brazo hacia la mesa de luz, esta vez para tomar unos pañuelos y limpiar al Omega que seguía con la respiración agitada y los ojos entre cerrados. Se encontraba en una especie de shock tratando de asimilar lo que acaba de pasar, está feliz, sin duda, pero le costaba creer que fuera real y no un sueño.
Izu: Auch... - sintió un pellizco en su mejilla, miro al rubio con reproche y este se le acercó.
Kat: No es un sueño. - a veces le daba miedo como Katsuki podía leerlo tan fácilmente, pero también le hacía sentir muy bien que lo hiciera, así apartaba los malos pensamientos de su cabeza. - Te amo, Izuku. - al nombrado se le cristalizaron los ojos de alegría por escucharlo.
Izu: Te amo, Katsuki. - lo abrazo con fuerza aspirando su aroma, el rubio hizo lo mismo.
Se acostaron aún abrazados enredando también sus piernas. Se quedaron dormidos casi al instante sintiendo el relajante latido del corazón del otro.
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Hola peques!!! Cómo andan???
No sé ustedes, pero a mí me encantó jajajaja (≧▽≦)
Espero que les haya gustado, y si es así, comenten si quieren que pronto haga Kirikami. ¿Les gustaría más LEMON? Venga... Yo sé que quieren... Pero díganme igual Jajaja
Voten y comenten! (。•̀ᴗ-)✧
Nos leemos luego 👋 😘
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