—Haremos esto juntos. —dijo Yoongi finalmente, tomando la mano de Jimin. —No importa lo que venga, lo enfrentaremos como una familia.

Agust asintió, tomando la otra mano de Jimin. Había encontrado su lugar, su propósito y nada los detendría en su misión de salvar a Rose y, en el proceso, crear a su hijo con Jimin.

Jimin, Agust y Yoongi se sentaron en una mesa improvisada, extendiendo un mapa de la base donde tenían a su hija, Rose. El lugar, una fortaleza bien defendida, estaba rodeado por una buena seguridad, pero sabía que no podrían con el ejército de zombis que obedecían únicamente a Jimin. Con las primeras luces del amanecer filtrándose por las ventanas rotas, los tres comenzaron a planear el asalto más audaz que jamás habían intentado.

—La base está protegida por una muralla de acero y un sistema de seguridad avanzado. —comenzó Yoongi, señalando con su dedo una serie de torres de vigilancia marcadas en el mapa. —Hay guardias armados patrullando las entradas y un sistema de detección de movimiento que activará una alerta en cuanto se acerque cualquier amenaza.

Jimin observaba el mapa con intensidad, su mente trabajando a toda velocidad. A su lado, Agust estudiaba las rutas de escape posibles y las posiciones estratégicas de sus fuerzas.

—Nuestros zombis no son solo una distracción. —dijo Jimin, sus ojos brillando con determinación. —Son nuestra principal ventaja, podemos utilizarlos para crear el caos necesario y abrirnos paso hasta el centro de la base.

Agust asintió, comprendiendo la importancia de cada movimiento.

—Podemos dividirlos en dos grupos. —sugirió. —El primero atacará frontalmente, abrumando a los guardias y forzándolos a concentrar su fuego en un solo punto. —miro a los gemelos. —Mientras tanto, el segundo grupo, liderado por mí, flanqueará el perímetro desde el lado este, donde la vigilancia es menos estricta.

Yoongi miró a Agust y luego a Jimin, una chispa de admiración en su mirada, sabía que la misión era peligrosa, pero también entendía que no había otra opción; su hija estaba allí, y debían hacer todo lo posible para rescatarla.

—¿Cómo controlaremos a los zombis durante el ataque? —preguntó Yoongi, consciente de lo impredecibles que podían ser esas criaturas.

Jimin sacó de su bolsillo un pequeño dispositivo, un control remoto modificado que había creado utilizando la tecnología recuperada de un laboratorio abandonado de Black Mamba.

—Este dispositivo. —explicó, mostrándolo. — emite una frecuencia que los zombis pueden percibir. —sonrió. —Con él, podré dirigir sus movimientos desde la distancia y con mi capacidad para controlarlos a ellos y a los ZET estamos en ventaja.

—Bien, tenemos la fuerza, la estrategia y la tecnología. —dijo Yoongi, uniendo los puntos en su mente. —Pero necesitamos un plan de escape, una vez que rescatemos a Rose, tendremos a toda la base en alerta máxima.

—Taehyung estará en la retaguardia con un vehículo preparado para nuestra huida. —respondió Jimin. —Enviaremos una señal cuando estemos listos para evacuar, con el caos que nuestros zombis crearán, deberíamos tener el tiempo suficiente para llegar a la salida norte, donde nos esperará.

—¿Y si algo sale mal? —preguntó Agust, siempre realista.

—Si algo sale mal, yo me quedaré atrás para cubrir su retirada. —respondió Jimin con una determinación férrea. —No me importa lo que suceda, ustedes dos llevarán a Rose a salvo.