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Al escuchar aquellas palabras, Yoongi apretó los labios y clavó la mirada en el suelo. Agust lo observó con una mezcla de frustración y empatía. 

—¿Crees que esto es fácil para mí? —continuó Agust, acercándose lentamente. —Yo nunca quise reemplazarte, ni ser parte de este caos. 

—¿Entonces por qué sigues aquí? —Yoongi levantó la mirada, sus ojos oscuros y llenos de reproche. —Si no eres más que un clon, ¿Por qué no desapareces?

—Porque no puedo. —Agust respondió con firmeza, pero en su tono había un deje de tristeza. —Porque, aunque no lo creas, una parte de mí también quiere protegerlo... a Jimin, porque mi amor y lealtad a Jimin son verdaderos. 

Yoongi dejó escapar un suspiro pesado, intentando procesar aquellas palabras. La habitación estaba cargada de tensión, pero también de una verdad que ninguno de los dos quería aceptar. 

—Jimin... —murmuró Yoongi, casi para sí mismo. —Todo lo que hace, lo hace por miedo a estar solo. 

—Exactamente. —Agust se sentó frente a él, cruzando las piernas. —Y tú eres lo único real que le queda, pero si sigues así, encadenado por tu orgullo, nunca podrás ayudarlo, porque aunque no lo admitas aún te aferras a lo que Black Mamba dice de Jimin. 

Yoongi cerró los ojos, dejándose caer contra la pared. No tenía respuesta, pero en el fondo sabía que Agust tenía razón. Jimin estaba luchando contra sus propios demonios, y ellos dos eran solo piezas en un juego más grande de lo que podían entender.

—Jimin debe de ser eliminado. —mencionó Yoongi. —nunca debió de existir.

—Jimin no tuvo la culpa de ser creado y aun así lo culpan del caos, de la infección y muerte de muchos. —hablo Agust. —tú fuiste testigo del motivo de la creación del experimento promise.

Yoongi frunció el ceño al escuchar las palabras de Agust, su mirada oscurecida por una mezcla de rabia y resignación. 

—El experimento Promise... —murmuró, casi escupiendo las palabras. —una promesa que nunca debió hacerse, todo lo que trajo fue dolor. 

—Pero tú sabes que no fue culpa de Jimin. —respondió Agust, manteniendo la calma a pesar del peso del tema. —Fue Black Mamba quien manipuló todo, Jimin nació para destruir porque así lo quisieron. 

Yoongi se levantó con un movimiento brusco, tirando de las cadenas que aún lo sujetaban. 

—El mundo está en ruinas, lleno de caos y muerte, todo por su existencia.  —mirando a Agust con frialdad. —él rompió su protocolo.

—No te atrevas a culparlo solo a él. —la voz de Agust adquirió un filo peligroso. —Tú sabes bien que el verdadero culpable es Black Mamba y los que jugaron a ser dioses con nuestras vidas.

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