23

La habitación estaba en completo silencio, salvo por los débiles sollozos de Rose, quien se aferraba al cuello de Jimin. Él acarició su espalda con movimientos lentos y calmados, buscando tranquilizarla mientras su propia mente era un torbellino de emociones.

Jimin se dirigió al gran ventanal de su despacho, observando la noche oscura y estrellada. La luna llena iluminaba el jardín donde había enfrentado a Yoongi, y la imagen de sus ojos llenos de dolor y desilusión seguía persiguiéndolo.

—No tenía otra opción, Rose. —murmuró, más para sí mismo que para la niña. —Yoongi siempre ha sido impulsivo... No entiende que todo esto lo hago por ustedes, por nosotros.

Sus palabras sonaban huecas incluso para él. Rose, que apenas entendía lo que estaba sucediendo, solo se acurrucó más cerca, buscando consuelo en su padre.

Mientras tanto, en la habitación donde habían confinado a Yoongi, el ambiente era completamente distinto. Frío, oscuro, y vacío, como el sentimiento que ahora lo invadía. Estaba tendido en una cama estrecha, las muñecas atadas con fuerza, aunque no ofrecía resistencia. Sus pensamientos estaban demasiado confusos para luchar.

—Jimin... —susurró, cerrando los ojos mientras una lágrima solitaria resbalaba por su mejilla.

Sentía una mezcla de rabia, tristeza y, por encima de todo, traición. Nunca imaginó que Jimin llegaría tan lejos para detenerlo.

Agust caminaba por los pasillos oscuros de la mansión, su semblante reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Había escuchado rumores sobre el confinamiento de Yoongi, y aunque Jimin era conocido por tomar decisiones drásticas, esta vez parecía haber ido demasiado lejos. 

Al no encontrar a Jimin en su despacho ni en sus habitaciones privadas, decidió ir directamente al lugar donde, según los informes, habían llevado a Yoongi. Los guardias que custodiaban la puerta lo observaron con recelo, pero un simple movimiento de su mano les indicó que no era el momento de cuestionarlo. Sabían que Agust no era alguien con quien se pudiera jugar. 

Al abrir la puerta de la habitación, encontró a Yoongi encadenado, cerró la puerta y lo vio.

—Veo que te encerró. —le dijo Agust.

—Supongo que estarás feliz, ya que serás el único otra vez. —hablo Yoongi.

—Yoongi yo solo soy tu simple clon. —le dijo. —¿En verdad crees que Jimin me ve como único?

Yoongi desvió la mirada sin decir nada.

—Tú sabes que Jimin solo quería una familia y Black Mamba destruyó todo eso. —le dijo. —Tú conoces perfectamente a Jimin.

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