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—Mata a Agust y elimina el hijo que creaste con él. —mencionó Yoongi.
—¿Cómo me puedes pedir eso? —dijo Jimin, su voz quebrada por el shock y la incredulidad.
Yoongi lo miró con frialdad, como si las palabras que acababa de pronunciar no tuvieran ningún peso sobre él.
—Es la única manera de que esto termine de una vez. —respondió con voz firme, pero llena de una tristeza palpable. —No puedo seguir así, Jimin, si sigues atado a Agust, nunca serás completamente mío y tú, Rose y yo no seremos una familia.
Jimin dio un paso atrás, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se negó a dejarlas caer.
—¿Quieres que mate a Agust? ¿Y qué pasa con el hijo que creamos? ¿Eso es lo que me pides? —su voz se alzó con dolor. —No, Yoongi, no puedo hacer eso.
Yoongi apretó los dientes, sintiendo cómo su frustración aumentaba, pero sin poder evitar la necesidad de controlar la situación.
—Entonces quédate con él. —dijo, su voz, un susurro helado. —Si no puedes hacer lo que te pido, no soy el hombre que pensabas que era y no puedo seguir luchando por algo que no existe.
Jimin lo miró, su corazón retumbando en su pecho. La rabia, la tristeza, el amor... todo se entrelazaba en sus pensamientos, dejándolo incapaz de tomar una decisión.
—No sabes lo que me estás pidiendo. —tartamudeo.
—¿Qué más quieres que haga? ¿Dejarlo todo ir y ver cómo te alejas de mí? —Yoongi levantó la mirada, el dolor reflejado en sus ojos. —¿Dejar que Agust te gane?
—No es una competencia, Yoongi; nunca lo fue. —Jimin negó con la cabeza, dando un paso hacia él. —Lo que estamos viviendo no es un juego.
—Entonces me iré con Rose —dijo Yoongi, su voz teñida de determinación, pero también de una triste aceptación.
—¿A dónde? —respondió Jimin, su tono frío como el hielo. —¿A un refugio? Cuando vean que eres un ZET, te matarán, y a Rose igual.
Yoongi lo miró sin titubear, su rostro inexpresivo, pero su corazón latía acelerado en su pecho.
—¿Y qué otra opción tengo, Jimin? —preguntó, despojándose de cualquier rastro de emoción. —¿Quedarme aquí y seguir siendo la segunda opción? No voy a arriesgarme a que Rose sufra por mi culpa.
Jimin dio un paso adelante, pero mantuvo la distancia. Su mirada estaba llena de un dolor profundo, pero también de frustración. No podía permitir que Yoongi tomara esa decisión.
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