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Dedicado a: celess38 ¡Feliz cumpleaños!
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Agust miraba el conducto donde su hijo con Jimin se estaba formando, regresó despacio y vio a Jimin acostado en la cama, lentamente se subió en esta y lo abrazó. Jimin al sentirlo se giró y lo vio con una sonrisa, lentamente se subió sobre este y le acarició el rostro.

—¿Cómo va nuestro hijo? —le pregunto.

—Parece de un mes. —respondió.

—Eso es bueno. —sonrió mientras le desabrochaba un botón de su camisa.

—¿Y Yoongi? —le pregunto.

—Está con Rose. —respondió. —está viendo que todo esté bien con ella.

—Ya veo. —asintió.

—¿Qué te preocupa? —le pregunto Jimin.

—Que todo cambie. —lo miró a los ojos.

—¿Por qué cambiaría? —habló Jimin.

—Yoongi es el original y yo una simple copia. —murmuró.

—Tú no eres una copia. —le abrió la camisa y le acarició el pecho pálido. —tú eres tú y Yoongi es Yoongi.

Agust sintió el calor de la mano de Jimin en su pecho y, aunque el peso de sus inseguridades lo abrumaba, la dulzura de su mirada lo llenaba de calma. Se acercó más, apoyando su frente contra la de Jimin.

—A veces siento que nunca podré estar a la altura de lo que él es. —confesó, su voz apenas un susurro.

Jimin, con ternura, sostuvo el rostro de Agust entre sus manos, obligándolo a mirarlo.

—No tienes que ser como él. —lo vio. —Eres único, Agust, tú tienes tu propia esencia, y eso es lo que yo amo de ti.

Agust sintió un nudo en la garganta, las palabras de Jimin resonaban en su corazón. Se dejó llevar por el momento y, sin pensar, capturó los labios de Jimin en un beso suave, pero lleno de pasión. Jimin respondió de inmediato, profundizando el beso, como si intentara transferirle toda su confianza y amor.

—Lo que tenemos es especial. —dijo Jimin cuando se separaron, sus ojos brillando con sinceridad. —No importa lo que pase con Yoongi o con el bebé, lo que importa es nosotros.

Agust sonrió, sintiendo cómo sus temores comenzaban a desvanecerse. Era cierto. Había algo hermoso en lo que compartían, una conexión que iba más allá de cualquier comparación.

—Prométeme que siempre estaremos juntos. —dijo Agust, sintiendo la necesidad de afirmarlo.

—Lo prometo. —respondió Jimin, con firmeza. —Siempre seremos un equipo, sin importar lo que venga.

Agust sintió una ola de alivio y felicidad. Juntos, podían enfrentar cualquier desafío. Mientras ambos se recostaban en la cama, Agust acarició el abdomen de Jimin, imaginando el futuro que les esperaba.

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