Uhm... ¡Oh! ¿Pero qué es esto? A pasado mucho desde que un rostro humano se mostraba por estos lados... ¿Eh? ¿Cuál es la razón de que te llame humano? Simple, yo ya no soy uno como puedes ver – Un tentáculo negro, lleno de un líquido viscoso del mismo color, apareció por su espalda, saludando y volviendo a desaparecer entre sus músculos – Jejeje, deberías ver tu rostro, ¡Estás tan pálido como lo estaría un muerto! 

¡H-Hey! No es para tanto ¡Vamos! No muerdo, como ya dije, no veía a nadie por estos lados, por lo cual no eh tenido a mucha gente con la cual tener una conversación coherente. Eh, ¿Mi... Nombre...? Siendo completamente sincero contigo, lo olvide hace mucho, aunque puedes llamarme Lost o Missing, no le hagas caso a mi favoritismo por el inglés.

...Estaremos aquí por un rato, así que, ¿Por qué no te cuento una historia? Espero y te interese tanto como a mí jeje. 

Empecemos este relato algo largo con un niño pequeño, de no más de 11años, algo diferentes de los demás al gustarle más la lectura y la poesía que ir y desahogar sus energías corriendo y saltando en un parque. Este adorable pequeñín, vivía cómodamente con sus amados padres, los cuales eran unos ángeles encarnados por toda la bondad y amabilidad que transmitían en sus acciones y palabras.

El padre siempre carismático y bromista, buscando activamente las sonrisas de sus allegados, tratando al pequeño como lo más preciado en su mundo lleno de rosas. No muy lejos de la personalidad de su esposo, la madre siempre era amable y cariñosa, cocinando y dando cariño a todos por igual, creo que incluso llego a ayudar a una compañía para rescatar a los pequeños que vivían en las calles, Hope & Love era su nombre? O era Love & Trust? Uhm... ¡Oh! Cierto, perdona si divago en algunas partes, tienes mi permiso total para devolverme a la realidad. 

Continuando, el niño era muy curioso y más que todo calmado, leyendo sus libros favoritos o creando uno que otro poema para su madre. Pero, sin lugar a dudas, la actividad más amada por el pequeño, era salir a jugar al bosque completamente solo, aunque eso no era del todo verdad, ya que siempre iba al bosque a jugar con su amigo imaginario. 

El pobre siempre era solitario ya que los niños lo dejaban de lado, y se vio en la necesidad de crear a alguien que le acompañe en su soledad. Este siempre iba al bosque a visitarlo, creo que el nombre era Look, perdona sino recuerdo bien. ¿Eh? ¿Qué por qué se llamaba "Mira"? No lo sé, supongo que aún al ser un lector con una imaginación increíble, seguía siendo un niño, ¿No crees? Aunque si no estoy mal, se lo puso porque era muy... "Juguetón", escondiéndose en lugares específicos donde podía estar sin ser descubierto, para luego darle un susto de muerte al niño. 

Eran buenos amigos, confiaban el uno en el otro. Un día, siguiendo su rutina de jugar con este en el bosque, de curiosidad le pregunto – ¿Porqué nunca te animas a salir del bosque? ¡Hay muchas cosas divertidas para hacer afuera! – Él, con una sonrisa triste, respondió vacilante –Cuando todo lo que alguna vez has amado, se te sea arrebatado, cuando lo peor de este mundo pútrido, corte contra tu piel como filosas cuchillas y cuando tu mirada, no muestre más que odio y venganza, lo sabrás –. 

...Noto tu confusión, pero, a medida que mi relato continúe, entenderás las palabras que ya fueron dichas. El niño vivió sus días normalmente, leyendo, escribiendo, jugando y creciendo, hasta que llego el día. Sus padres decidieron llevarlos con sus tíos, ya que necesitaban salir fuera del país con urgencia, ¿Qué con esa cara? ¿Armas? ¿Droga? Dulzura, mi relato no tiene nada de eso, así que abstente de hacer chistes tercermundistas. 

Sus tíos, eran lo opuesto a sus padres. Seres egoístas, malhablados y con una auto-higiene pésima, puedes darte cuenta de ello al ver las condiciones precarias en la que vivían. La razón por la que tuvieron que dejar al pequeño con ellos, es porque eran los más accesibles y en los que más "Confiaban". 

Me disculpo de antemano si una mala palabra se me escapa. Mientras el tiempo pasaba, llego un día que todos los niños pequeños anhelan, su día de cumpleaños, lleno de regalos y cumplidos hacía los más pequeños. 

Sus tíos tuvieron la decencia de por lo menos llevarlo a cenar y dejar que se divirtiera, una pizzería bastante reconocida en la ciudad, no recuerdo el nombre tristemente. 

Entre diversión, comida y amigos, el pequeño jugó, pero, al llegar la horade salida, sus tíos no se encontraban por ninguna parte. 

Al ser un niño, pensó que tendría más tiempo para divertirse, y así lo hizo. Las horas pasaban, y el pobre se divertía sin saber lo que le esperaba. Pronto, el lugar cerró, teniendo que quedarse afuera, esperando por las personas que no vendrían a recogerle jamás. Sin poder contenerse, lloró, lloró como si nada pudiera reconfortarlo, lloró por la injusticia de haber sido dejado a manos de dos bastar- Oh no, lo siento muchísimo, me disculpo. 

No pasó mucho tiempo hasta que una persona se le acerco, una mujer bien vestida y madura. Ella pregunto por su bienestar y el que hacía en llorando delante del establecimiento, como pudo, le explico la situación, y ella con pesar en su mirada, propuso mantenerlo con ella y llevárselo para luego buscar a sus padres. 

El pequeño acepto y ella lo subió a su auto, dirigiéndose luego a una ubicación desconocida. Pasaron las horas mientras el menor dormía, más despertó cuando sintió un par de brazos cargándolo. Observando su alrededor intentando ubicarse, logró ver un arbolado a su alrededor, el cual escondía una estructura cuadrada hecha de hormigón. Detrás de los árboles, una presencia veía con tristeza, culpándose por no poder hacer algo.

Dentro, la mujer encerró al pobre junto a otros menores, observando a todos con una mirada sínica y antipática, sonriendo maliciosamente, para luego decir en un tono espeluznante – Bienvenido a tu nuevo hogar, espero y te sientas cómodo junto a tus nuevos amigos – Desapareciendo en la puerta una vez esta fue cerrada, no sin antes haberle puesto collares con cadenas en sus tobillos, muñecas y cuello. 

Junto a él, había otra niña, un poco más mayor que él, castaña y de ojos verdosos, maltratada y con ropa sucia y vieja, a excepción de una cosa, una linda y limpia bufanda blanca con franjas negras. A pesar de la situación, lo primero que busco el pequeño, fue hacerse amigo de la contraria. 

Con el tiempo a su favor, se hicieron amigos, hablando de sus vidas por horas, divirtiéndose escuchando anécdotas del contrario y una que otra de los demás niños que se encontraban en las celdas. 

Pasaron de hablar de sus vidas a sus gustos, Poesía, Literatura y Música, por el lado del niño, Deportes, Literatura y Películas de parte de la niña. Historias de horror y suspenso fue el tema principal de conversación, algunas veces la niña se asustaba por lo que el pequeño hablaba, muerte, sangre, abusos y locura, su rostro ya pálido por la falta de comida y luz, se puso peor debido a las historias que le eran contadas, pero aun así le  agradaba, Annie era su nombre por si no te lo conté. 

Tristemente, su conversación alegre no duro, debido que un hombre de edad avanzada entro en la habitación, buscando con la mirada a una víctima. Nuestro protagonista siendo el elegido. 

No... Puedo contar lo que siguió después con mucho detalle, así que me abstendré de mucho. Con un hacha, corto su brazo izquierdo, luego su pie derecho, luego la mano derecha, hubiera preferido que acabará allí, pero el perturbado saco un cuchillo y corto su mejilla izquierda desde la boca, dejando una horrible abertura. Seguido de eso, clavo el cuchillo en su ojo. 

Uno pensaría que, con esas heridas, morirías en segundos, pero, no fue así. El hombre inyecto tres jeringas en sus venas, teniendo líquidos coloridos y fosforescentes. Al terminar su acto atroz, lanzo como un costal de papas al niño de vuelta a su celda. Inconsciente y al borde de la muerte, fue cuidado por su compañera. 

Quedo vendado, curado y traumatizado, con su antebrazo unido a su hombro desde los huesos con un trozo de metal, evitando que su hombro cure completamente. 7 años pasaron lentamente, tortura tras tortura tras experimentos incontables hechos a su frágil y débil cuerpo, todo muy seguido, debido a que tomaba el castigo que iba dirigido a su compañera. 

Las mismas sustancias eran inyectadas en él durante los experimentos, las cuales causaban un dolor agudo eh insoportable al cuerpo del menor, pero se mantuvo en pie, por ella, por la única cosa buena que le quedaba. 

Je, la vida es injusta... Un día, luego de su tortura, mientras su amiga le daba de comer y beber, el mismo hombre viejo, se la llevo. Haciendo lo posible para detenerlo, solo basto una patada para derribarlo, solo viendo con horror e impotencia como se la llevaba.

Cuando volvió, lanzo a la celda su cadáver. Estaba igual o peor que él, sin poder hacer nada más, lloró, lloró de rabia, de odio, una sed de venganza quemaba en su mirada. Sin saberlo, pudo cerrar sus puños, pudo caminar, y su boca volvió a estar normal. Algo cambio dentro de él, y dejo de ser lo que era. 

Con una fuerza inhumana, se libró de sus cadenas, y con tranquilidad y delicadeza, movió el cadáver de su amiga, y la dejo en una esquina. Quitándole su bufanda del cuello, se la puso y se dirigió a la puerta de su celda, doblando los barrotes como si fueran goma, salió.

Lo que siguió después, fue una masacre total, todos los científicos, guardias, o cualquier persona que se le atravesará, murió a sus pies. Quemado, empalado, decapitado, aplastado, de todas las formas, no hubo nadie que pudiera detener la ira y el odio de este nuevo ser. 

Vistiéndose con algunas de las prendas que quedaron intactas de sus víctimas, dejando un rastro de muerte y destrucción, busco frenéticamente una habitación en específico, la cocina. Con una idea tomo toda la harina que pudo y puso uno o dos grandes paquetes de esta en cada habitación lo suficientemente pequeña, junto a un encendedor, los cuales estaban atados con cables para desgarrar los paquetes y encender los encendedores, y te preguntaras ¿Para qué la harina y los encendedores? Te explicare. 

Una explosión de polvo es la combustión rápida de partículas finas suspendidas en el aire, generalmente en espacios cerrados. Con esa pequeña explicación te puedes hacer una idea propia si juntas dos más dos. 

Antes de causar el caos con la explosión, busco en las celdas a todos los niños y ahora adolescentes, ayudándoles a salir al indicarles el camino. Ya con los inocentes fuera, la explosión más grande que pudo haber pasado que no era nuclear, se hizo presencia a través de los pasillos, destruyendo y quemando todo lo que se pusiera en su camino. Más nuestro protagonista no temía, ni por su vida ni por la de nadie más, ya que, a pesar de que esto no era un bonito final, lo vio como libertad de su sufrimiento. 

Mientras el fuego y la onda expansiva lo golpeaba solo pudo decir – Aun no lo logró entender, y supongo que jamás lo hare – Cerrando sus ojos y sintiendo los dulces brazos de la muerte abrazarlo, obtuvo, el descanso eterno de su sufrimiento. 

Y... ¿Qué te pareció? ¿Fue de tu agrado? Es una de las pocas historias que puedo recordar, sinceramente, tampoco sé cómo llegue a este lugar, pero eso supongo que se debe a que soy un gran tonto Jajaja. 

Me divertí hablando contigo, ¿Si... tienes más tiempo... Vendrías a visitarme para contarte otra historia?... ¡Excelente! Me alegro que haya agradado, aunque hubiera esperado que tuvieras una respuesta negativa con la sangre y la muerte que se encuentra en la historia, pero supongo que lo único que llega a importar es el mensaje, ¿No lo crees? Bueno, ¡Me despido! Esperare con ansias nuestra próxima sesión, fue un gusto, ¡Adiós!