¡Pelea con agua!
¡Primer capitulo del año! (P-D: ¿Sabían que Pedro el malo es un gato? O_O)
-¡Al fin termine!- Oswald bajo de un salto los últimos tres escalones, sonriendo con orgullo. Camino hacia la cocina, mirando con curiosidad como el gato de pelaje negro se movía de un lado a otro y revisaba dentro de las alacenas. -¿Félix?- no obtuvo respuesta. -¿Qué haces?-
-Busco a Ink y Mickey- hablo el gato rápidamente.
-¿Buscarlos?- frunció el ceño. -¿No deberían estar en la sala?-
-Tendrían que estar ahí...-murmuro Félix. -...pero fui a verlos recién y no estaban-
-¡¿Qué?!- las orejas del conejo se alzaron en alarma. -¡No podemos dejar que nadie los vea en ese estado!-
-¿Por qué?- pregunto el gato con curiosidad.
-Mickey llamaría la atención- se cruzo de brazos. -Si la gente aquí se enteran que Mickey es un niño, todos vendrían a verlo y no creo que sea bueno lidiar con tanta gente- pareció indeciso. -Además...- murmuro. -...el loco que les hizo eso estuvo aquí y nada nos asegura que no tiene otra manera de llegar o algún informante en el Páramo que le diga que ambos están bien- se rasco la nuca. -Después de todo, lo último que vio de Ink y Mickey que ellos lo atacaban. Él no llego a ver los huevos-
-Supongo que tiene sentido- murmuro Félix, pensativo. En eso, escucharon un risita. Vieron hacia la puerta de la cocina, encontrándose con la pequeña coneja parada con una gran sonrisa en el rostro.
-¡Holis~!- agito las manos con alegría, dándose media vuelta y empezando a correr.
-¡Vuelve aquí!- corrieron tras ella. Llegaron a la sala, buscándola con la mirada.
-¿Donde está?- pregunto Félix, moviendo las orejas para intentar escucharla.
-No sé- murmuro Oswald, una gran globo de agua apareciendo de la nada y reventando contra su cara, haciéndolo tropezar y caer de sentón. -Auch...- se limpio los ojos como pudo, gruñendo ante el golpe.
-¡Buen tiro Mickey!- frente a la puerta principal, estaban Ink y Mickey riéndose a carcajadas.
-¡Gracias~!- en las manos del pequeño ratón había una resortera y con un nuevo globo, preparándose para tirar.
-Ni se te...- Oswald se vio callado cuando el nuevo globo de agua choco contra su cara, un suspiro saliendo de su boca al estar mucho más mojado.
-¡Yo también quiero!- Ink saco una resortera de su espalda, lar orejas de Félix bajando al ver que la pequeña metía la mano en su bolso y sacaba un globo, disparando contra él.
-Tenemos problemas...- murmuro Félix, gotas de agua cayendo de su cabeza. -...tienen mi bolso-
-Dime que ese bolso tuyo tiene un botón de apagado o algo por el estilo- gruño Oswald levantándose, esquivando otro globo y agarrando la muñeca ajena, arrastrándolo para esconderse tras el sillón.
-En realidad...- Félix se veía avergonzado. -...el bolso es mágico...- jugo con sus dedos, bajando las orejas. -...y es, algo así como...-
-¿Infinito?- el conejo bufo. -Genial...-
-¡Vamos, salgan!- hablo Ink. Oswald se asomo ligeramente, viendo como los pequeños se veían emocionados y sonrientes.
-¡Así no es divertido!- asintió Mickey, saltando en su lugar.
-Hey...- los pequeños se voltearon, viendo fijamente a los hermanos copa de abrían y cerraban la puerta tras ellos. Mug los miro con curiosidad, mientras que Cup se cruzaba de brazos y los miraba con seriedad. -...¿Qué esta pasando aquí?- Ink y Mickey se miraron entre ellos, una sonrisa enorme dibujándose lentamente en sus rostros.
-¡Al ataque!- los hermanos gritaron al sentir múltiples globos de agua chocar contra ellos, corriendo para cubrirse tras uno de los sillones. Los pequeños empezaron a reír, divertidos con la situación.
-¿De quien fue la idea de esto?-Cup bufo, él y su hermano estaban completamente mojados.
-De nadie- negaron los otros dos. Pasaron unos minutos, hasta que las risas infantiles se detuvieron. Los cuatro toons se asomaron, tensándose al ver la puerta principal abierta. Tragaron en seco, volteándose al escuchar pasos.
-Oigan...- Bendy, quien apenas había bajado por las escaleras, miro el desastre que era la sala: todos los muebles estaban mojados, charcos grandes formados en el suelo y los cuatro toons sentados tras los sillones completamente mojados. -...¿Qué paso aquí?-
... ... ... ...
Ink y Mickey corrían entre risas, sin mirar a donde iban y chocando contra algo blando. Cayeron de sentón, mirando hacia arriba para ver con que habían chocado y tensándose al instante: frente a ellos había un toon de gran tamaño, de mala cara y pelaje negro, con una gran barriga.
-¡Oigan, niños irrespetuosos!- ellos chillaron cuando aquel toon más grande los agarro del cuello de la ropa, alzándolos en el aire y gruñéndoles en la cara. Los pequeños temblaron, encogiéndose visiblemente. -Niños maleducados...- ellos cerraron los ojos con fuerza, las lagrimas empezando a correr por sus mejillas.
-¡Pedro!- Oswald, junto a los demás, se acercaron corriendo. -¡Bájalos ahora mismo!-
-¡Ellos chocaron contra mi!- gruño Pedro, agitando ligeramente a los pequeños y sacándoles un sollozo.
-¡Fue un accidente!- hablo Félix con el ceño fruncido. Mug y Cup se miraron entre ellos, asintieron. Apuntaron a las manos del toon con gran panza, disparando.
-¡Oigan!- reclamo y miro con mala cara a los hermanos copas, soltando a los niños en el proceso. Ink y Mickey sollozaron, levantándose lo más rápido que podían y corriendo hacia Bendy, quien se agacho para recibirlos y alzarlos a ambos. -¡Pagaran por eso!- dio un paso hacia ellos pero Oswald se interpuso, mirando con seriedad al gato.
-No- se cruzo de brazos. -Ellos se irán adentro, mientras tu y yo hablamos- los demás simplemente corrieron de vuelta al castillos, cerrando la puerta y dejando al conejo discutir con el gato con exceso de peso, ante la atenta mirada de todos a su alrededor.
... ... ... ...
-Al fin se fue...- suspiro Oswald, cerrando la puerta después de entrar. Camino a paso tranquilo hasta la sala, dejándose caer en el sillón más cercano.
-¿Como te fue?- preguntó Félix con curiosidad, sentado a su lado.
-Mejor de lo esperado- murmuro, sentándose. -¿Limpiaron todo?- notando que la sala y los muebles estaban completamente secas.
-Sip- asintió Mug, sentado no muy lejos al lado de su hermano.
-Gracias- el rey sonrío ligeramente. -Por cierto, ¿Dónde están Ink y Mickey?- pregunto al no verlos.
-Bendy los distrajo mientras limpiábamos aquí- hablo Cup de brazos cruzados.
-¡Oz!- el pequeño Mickey apareció, corriendo hasta parase frente al sillón y mirar a su hermano. -Yo...¡En serio lo siento, no quería causar problemas y menos llorar por nada!- hizo una ligera mueca. -Es solo...es solo que...- sobrio la nariz, empezando a lloriquear.
-¡No llores!- Oswald reacciono, alzando a ratón y dejándolo en su regazo. -Tranquilízate Mickey, te entiendo- limpio las lagrimas que manchaban las mejillas de su hermano, viendo de reojo a Bendy acercarse con Ink en brazos. -Los entiendo a ambos- sonrío ligeramente. -Han pasado por mucho y es normal sentirse como si todo a su alrededor fuera demasiado-
-Entonces...-Ink murmuro. -...¿no estas molesto?-
-Nop- negó el conejo.
-¿Ninguno de ustedes?- preguntaron los niños al mismo tiempo, mirando a los demás.
-No- negaron ellos.
-¿No por los globos de agua?- pregunto Mickey.
-Nop- negaron.
-Eso fue divertido, en realidad- rio Félix.
-¡Es cierto!- asintió Mug con energía, su hermano rodando los ojos con diversión.
-¿Tampoco por escaparnos?- pregunto Ink, recibiendo una negativa de todos.
-Eso...creo que fue más susto y precaución- murmuro Oswald.
-¿Y por chocar contra el barrigón?- pregunto Mickey.
-Tampoco- negaron ellos.
-Oh...-ambos murmuraron.
-Solo...intenten portarse bien por unos días- Félix les sonrío ligeramente.
-Hasta que podamos solucionar esto y ver como devolverlos a la normalidad- asintió el conejo.
-¡Está bien~!- los pequeños asintieron, soltándose y bajando al piso, sonriéndose entre ellos. -¡Lo intentaremos~!- se rieron ligeramente.
-¿Soy el único que presiente que esto solo se volverá más difícil?- pregunto Cup con el ceño ligeramente fruncido.
-Nop- negaron los demás, un suspiro de cansancio saliendo de sus bocas. La risa de los pequeños resonó en la sala, esto solo estaba empezando.
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