La reportera XD
No se me ocurrió otro título XD
-Hey Oswald- sonrió Félix al verlo entrar por la puerta principal. -¿Todo bien?- pregunto al verlo con cara de cansancio.
-Si, creo que si- suspiro. -Ya han pasado tres días pero el Doc no ha descubierto nada, Gus y el misterioso dicen que el laboratorio esta totalmente destruido y que no hay nada que se haya salvado- se rasco la nuca, acercándose al felino. -Creo que estamos parados en la nada...-
-No te preocupes- sonrió Felix. -Encontraremos una solución a todo esto-
-Eso espero...- suspiro nuevamente. Entraron a la cocina, Oswald sonriendo ligeramente al ver a su hermano sentado en una silla alta, tarareando una melodía y rayando un cuaderno que le había dado, lapices de múltiples color esparcidos por la mesa de la cocina. -Hey Mickey-
-¡Oz!- el ratón sonrió enormemente.
-Oswald, que bueno que llegaste- sonrió Mug con alegría.
-Hola Mug- le devolvió el gesto, las risas y el sonido de pasos rápidos acercándose llamándoles la atención.
-¡Mug!- Ink encontró corriendo, levantando los brazos. -¡Sálvame por favor!- Mug la alzo, mirando con confusión. Ink se aferro a él, mirando fijamente la entrada a la cocina.
-Niña aprovechada...- Cup apareció, gruñendo con enojo y con los puños firmemente apretados, su rostro rayado con marcador negro. Los demás se taparon la risa para no reír, viendo la nariz usualmente roja pintada totalmente de negro y tres rayas dibujadas en cada mejilla, juntos múltiples espirales en los espacios vacíos. -¡Voy a matarte!- Mug dejo rapidamente a la coneja en el suelo, deteniendo a su hermano entre risas.
-Yo le enseñe todo lo que sabe~- Bendy salio de un charco en el piso, acariciando la cabeza de la pequeña coneja con una gran sonrisa en el rostro. Oswald rió con diversión, el sonido de alguien tocando la puerta llamándole la atención. Camino con tranquilidad hacia la puerta, abriéndola y tensándose al instante.
-Hola Oswald- sonrío Daisy Animatronica, con un micrófono en mano y un par de cámaras con piernas detrás de ella.
-Oh...- trago, moviéndose para tapar lo mejor posible la vista hacia adentro. -He-ey Daisy, ¿q-qué te trae por aquí?-
-Supe que Mickey esta aquí...- ella respondió. -...y quería ver si podía hablar con él-
-Oh...bueno...él...yo...- empezó a tartamudear pero Daisy solo se encogió de hombros, abriendo la puerta y entrando como si fuera su casa. -¡Espera!- cerro la puerta principal y la siguió pero se golpeo la frente al ver que ella ya había entrado a la cocina, mirando fijamente y con gran sorpresa al pequeño ratón. Todos se quedaron callados, mirándose entre todos. Mickey miro fijamente a la recién llegada, tragando con fuerza y pensando en que decir.
-Mug...- Ink tironeo de los pantalones ajenos, alzando lo brazos y aferrando cuando Mug la alzo, mirando con algo de miedo hacia la pata animatronica.
-Oh...cielos- Daisy sonrío. -¡Eres tan tierno!- lo alzo para sentarlo en la mesa, las cámaras acercándose rapidamente y centrándose en el pequeño Mickey, que retorcía su ropa entre sus manos por culpa del nerviosismo. -Dime Mickey: ¿cuanto llevas aquí? ¿planeabas decírselo a los demás en el Páramo? ¿Cuanto tiempo planeas quedarte? ¿Hay alguna razón en particular por tu apariencia actual? Y si es así, ¿qué fue lo que paso?...- todos lo presentes se encogieron, sorprendidos por la cantidad y la rapidez con la que la pata hablaba.
-Yo...- Mickey se sentía abrumado, mirando a todos lados y sin saber que hacer o decir. Hizo una mueca, las lagrimas empezando a correr por sus mejillas y luego...su llanto resonó en la cocina. Oswald suspiro, mientras que Daisy quedaba congelada y callada. Ink no tardo mucho en romper en llanto, haciendo suspirar a los demás
-Ellos estaban tan tranquilos...- murmuro Bendy, mientras que Mug abrazaba a la coneja e intentaba calmarla.
-Ven aquí- Oswald alzo a su hermano, sintiéndolo aferrarse a él y enterrar su rostro en su hombro. -Daisy...-
-Yo...lo siento- ella se disculpo, con un además de mano apagando las cámaras. -N-No quería que llorara, lo juro. Yo...-
-Está bien, lo entiendo- el rey le sonrío ligeramente. Le entrego al ratón a Felix, mirando a la pata y haciéndole una ceña de que lo siguiera. La guió hasta la sala, donde se sentaron y Oswald se dispuso a explicarle todo a la visitante.
Momentos después
-...eso fue más o menos lo que paso- termino de contar Oswald. -Hasta ahora no han encontrado como devolverlos a la normalidad, así que solo podemos cuidarlos y mantenerlos a salvo por ahora-
-Ya veo...- murmuro Daisy. -¿Y donde esta Hortensia?-
-Se fue a quedar unos días con Clarabella- suspiro el conejo. -Después de un día...Ink y Mickey se volvieron mucho más revoltosos- se rasco la nuca. -Nos costaba mucho mantenerlos a raya a ellos y a los niños- rió ligeramente. -Aunque estoy bastante seguro que Clarabella la debe estar pasando igual que nosotros-
-Puedo...- Daisy pareció pensar sus problemas. -Puedo ir a ayudarlas-
-¿En serio?- el conejo la miro con sorpresa.
-¡Claro que sí, no sera problema!- sonrío ella. -Puedo llevarme a Goofy y Donald para tener más manos-
-Eso seria un alivio- él sonrío. -Gracias-
-No agradezcas- ella se encogió de hombros. -Además, puedo avisarte si escucho algo sospechoso por el Páramo mientras tu los cuidas-
-¿Puedes?- enarco una ceja con curiosidad.
-¡Claro que puedo!- rió ligeramente. -Ser la reportera de este lugar tiene sus ventajas-
-Cierto- Oswald sonrío. -Eso seria de mucha ayuda, Daisy-
-No te preocupes...- ella jugo ligeramente con el micrófono que tenia en mano. -...es lo menos que puedo hacer después de hacer llorar a esos pequeños- hizo una mueca. -No fue mi intención-
-Nha, no te preocupes- él se encogió de hombros, escuchando las risas acercarse. -Ellos se recuperan rápido- señalo a un lado con una sonrisa, donde se podían ver a los pequeños perseguirse entre risas.
-Ya veo...- ella rió ligeramente. Escucharon unos fuertes pasos acercarse, un muy enojado Cuphead bajando de las escaleras.
-Ustedes...- las cara de Cup estaba nuevamente rayada pero esta vez, había serpentinas saliendo de su cabeza. Los pequeños lo miraron, riéndose a carcajadas. -¡Voy a matarlos a ambos!- gruño corriendo hacia ellos pero desapreciaron en un charco de tinta. Cup miro por sobre su hombro, frunciendo aun más el ceño al ver al demonio sonriente parado en las escaleras y con los risueños niños en brazos.
-¡Creo que perdiste algo!- Bendy rio con diversión, empezando a correr escaleras arriba.
-¡Maldito demonio!- rugió Cup, empezando a correr tras él. -¡Voy a liquidarlos!-
-Te deseo mucha suerte Oswald- rió Daisy ante la escena.
-Muchas gracias- suspiro el conejo, escuchan los gritos resonar por la casa. Esto no seria facil.
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