Holis ^_^

P-D: Los quiero~

-Se están...¿yendo?- Mug veía con gran sorpresa como los robots que hace unos segundos destruían todo lo que podían, ahora simplemente bajaban los brazos y empezaban a caminar con total tranquilidad.

-¿Por qué...?- Oswald se callo, una imagen apareciendo en su mente. -¡Ho no!- se dio la vuelta y empezó a correr hacia el castillo, ignorando las preguntas de los demás. Abrió la gran puerta de golpe, tensándose al ver el desorden total que era su sala pero sin señales de los niños o del demonio.

-¡Oswald!- Félix fue el primero en llegar a su lado, apoyando su mano en el hombro ajeno y mirándolo con preocupación.-S-Se los llevo...- murmuro con tristeza al ver el interior del castillo, bajando las orejas. Los hermanos copa llegaron a su lado, jadeando ante la escena.

-¡Ese maldito!- Cup gruño con enojo. -¡Caímos en su maldita trampa!-

-¡Tenemos que ir a salvarlos!- Mug miro a sus amigos con tristeza. -Quien sabe lo que les esta haciendo...-

-Oswald...- el Gremlin apareció junto al conejo, viendo con preocupación como esta mantenía la vista baja y las manos firmemente apretadas.

-Gus...- la voz del rey se escuchaba seria, con un toque de odio. -...quedas a cargo hasta que vuelva- se dio media vuelta, caminando a paso firme hacia el proyector manchado.

-¡Espera Oswald!- el gato y los hermanos no tardaron mucho en seguirlo. -¿Qué vamos a hacer exactamente?-

-Recatar a nuestros amigos de las manos de ese loco- gruño el conejo, deteniéndose frente a la pantalla y saltando dentro. Los tres se miraron entre ellos, encogiéndose de hombros y siguiendo al conejo.

... ... ... ...

-¿Como pudo reconstruir todo el laboratorio?- pregunto Félix sorprendido, todos escondidos en la habitación y mirando desde un costado de la gran puerta la habitación completamente nueva.

-Ni idea- negó Cup.

-¡Miren!- señalo Mug a un robot que pasaba de cerca, con una inconsciente coneja en sus brazos. No muy atrás lo seguía otro robot pero con un ratón en el mismo estado.

-Déjenlos ahí- se asomaron un poco más, viendo al loco de bata señalar las mesas metálicas sin apartar los ojos del monitor.

-Tenemos que hacer algo...- el de pantalones azules se removió incomodo, viendo a los pequeños recostados en las mesas y siendo atados por los robots.

-Pues yo...- antes de que pudieran moverse, unos gruñidos y golpes se empezaron a escuchar, resonando por la habitación.

-¡Ustedes no otra vez!- escucharon que gruñía. -¡Nada ni nadie va a impedir que complete mi experimento!- una alarma se empezó a escuchar, con luces rojas titilando e iluminando todo el laboratorio.

-¡¿Qué son esas cosas?!- preguntó Cup al notar a múltiples figuras de tinta salir de piso, siguiendo al loco y destruyendo robots.

-No lo sé...- negó el conejo. -...pero aprovechemos que esta distraído- corrieron hacia las mesas metálicas, desatando rapidamente a los pequeños. -Félix y Mug, vuelvan al castillo- ordeno, alzando al ratón y entregándoselo al gato.

-¿Qué estas pensando?- pregunto Mug alzando a la coneja.

-Buscare los corazones- respondió el rey. -Y Cup...-

-Buscare al idiota del demonio- gruño el de pantalones rojos. -Lo debe haber escondido en algún lugar- antes de que pudieran moverse, una gran puerta metálica bloqueo su única salida. Se voltearon, viendo con el ceño fruncido al loco con bata parado no muy lejos de ellos y con un control en la mano.

-Devuélvanme mis especímenes o si no...- apretó un botón, los toons retrocediendo al ver que el suelo se abría lentamente para dejar ver un gran poso con disolvente. -...paguen las consecuencias-

-¡Ellos no te pertenecen!- gruño el conejo con enojo.

-¡Ellos son míos!- gruño con enojo. -¡Y no permitiré que ustedes arruinen mi experimento!- se dispuso a presionar otro botón pero el fantasma de ojos verdes apareció tras el, empujándolo y presionándolo contra el piso, mirándolo con el ceño fruncido. -¡No!- pelo al sentir las manos ajenas aferrarse a su ropa. -¡Yo te hice, no puedes hacerme esto!- le gruño al misterioso fantasma al ser levantado a la fuerza.

-Arruinaste mi vida...- hablo el fantasma. -...y vas a pagarlo- lo empujo con fuerza y enojo. El de bata grito, cayendo directo en el poso de disolvente. El de ojos verdes dejo escapar un suspiro, agarrando el control tirado en el piso y apretándolo con fuerza, rompiéndolo. Los robots cayeron inertes al piso, la alarma se apago, las luces rojas se fueron y el piso volvió a cerrarse lentamente.

-¿De donde saliste?- pregunto Oswald, sorprendido.

-Vine tan pronto Gus me hablo- respondió con indiferencia.

-Él...¿volverá?- Mug apretó a la coneja con su pecho, mirando al fantasma con miedo.

-El disolvente elimina a los toons para siempre...- murmuro. -...él dejo su lado humano a cambio de traernos a este mundo-

-Oh...- los demás se miraron entre ellos.

-Deben apresurarse...- saco los corazones de atrás de su espalda, tendiéndoselos a los toons. Ambos corazones flotaban en las manos del fantasma, las manchas negras aun más grandes de lo que habían visto la última vez. -...la infección se expande- se acerco a los pequeños, depositando los corazones en sus pechos.

-¿Por qué no despiertan?- pregunto Félix con preocupación.

-Debe una consecuencia de la infección- murmuro pensativo. -Deben darse prisa e ir con el Doctor Loco para...-

-Debemos encontrar a Bendy aun- hablo Mug con preocupación.

-Es cierto y este lugar no es precisamente pequeño- gruño Oswald. -¿Puedes llevarlos tú? Iremos tan pronto encontremos a Bendy-

-Está bien- asintió el fantasma, alzando a los pequeños. -Antes de irme...- miro a los toons con algo de tristeza. -...¿pueden hacerme el favor de destruir este lugar y el proyector por favor?-

-Lo haremos, no te preocupes- sonrío el conejo. El fantasma le sonrío, dándose la vuelta y yéndose rapidamente, desapareciendo de sus vistas.

-Vamos a separarnos, podemos cubrir más terreno de esa manera- hablo Félix, recibiendo un asentimiento de los demás.

... ... ... ...

Pasaron los minutos y los toons ya habían recorrido todo el laboratorio pero no encontraron más que maquinar extrañas y computadores con millones de números en la pantalla.

-¿Eh?- Cup frunció el ceño, acercándose a una puerta metálica posicionada en lo más profundo del laboratorio. Toco suavemente la superficie, golpeándola un par de veces.

-¿Encontraste algo, hermano?- pregunto Mug acercándose, con el gato y el conejo siguiéndole.

-Una puerta cerrada- respondió.

-¿Crees que Bendy pueda estar ahí?- pregunto Félix con preocupación.

-Es el único lugar de este loquero que nos queda- gruño Oswald.

-Pues bien...- Cup apunto hacia el panel en la pared a un lado de la puerta. Sonrío y disparo, deteniéndose solo al ver que salía humo y algunas chispas del panel. La puerta se abrió lentamente, al mismo tiempo que Cup soplaba el humo de la puntas de sus dedos y sonreía.

-Esto esta muy oscuro...- murmuro Mug al entrar. Entre todos tantearon las paredes, intentando encontrar un interruptor o botón.

-Ups...- murmuro el gato al presionar algo en la pared, logrando que las luces se enciendan. -Lo siento~- sonrío algo avergonzado al ver que los demás parpadeaban rapidamente, intentando ajustar sus ojos. Se dieron vuelta, dispuestos a revisar la habitación.

-¡Bendy!- jadearon ante la escena que tenían en frente.