#67 Karla

Eres un muchacho de 18 años que recientemente viajó a otra ciudad para iniciar su primer año en la universidad, el cambio nuevo era aterrador pues no tenías ningún conocido ahí y además eras una persona bastante tímida, por lo que las primeras semanas consistieron en una aburrida rutina de despertar para ir a la universidad durante todo el día y luego volver a tu habitación en el campus. Estar asignado a una habitación en el campus te dio la esperanza de tener de amigo a tu compañero de cuarto pero nunca te asignaron uno así que continuaste solo

Eso hasta que una linda chica se animó a hablarte, Josie, ella era una hermosa chica de tu edad con el cabello castaño y los ojos color avellana, era algo delgada pero tenía unas curvas pronunciadas que hacían lucir su busto de copa entre B y C y su trasero redondo. Agradecido porque te sacara de tu cansada rutina decidiste abrirte a ella en lugar de permanecer cerrado por la propia timidez, con eso y con la amabilidad natural de la pelinegra fue muy fácil hacerse amigos

La historia de Josie no era nada extraña, de hecho ella también había venido a esa ciudad para estudiar la universidad solo que ella había venido con su prima Karla, quien era ligeramente más alta que Josie, de cabello negro con las puntas teñidas de rojo y los ojos color café oscuro, copa D y un trasero proporcional. Los tres se hicieron amigos pero solías pasar más tiempo con Josie pues había una razón, te habías enamorado de ella

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Pasan algunos meses y como era lo habitual los Martes, te reuniste con las chicas en un área común del campus para estudiar un poco, fue cuando ocurrió lo que marcaría un antes y un después en tu vida universitaria

–Muero de sed, voy a comprar algo ¿Quieren algo?

Dejas de mirar tu libro para mirar a Josie y niegas con la cabeza –No gracias Josie, estoy bien

La prima en cambio le pidió un jugo de uva y cuando Josie los dejó solos Karla aclaró la voz

–¿Tienes algún plan para conquistar a mi prima?

Abres los ojos sorprendido y te sonrojas un poco –¿De qué estás hablando?

–Es bastante obvio que te gusta Josie, ella es lo suficientemente distraída como para no notarlo pero yo no, lo sé todo

Desvías la mirada –No sé de qué estás hablando....

Ríe –¿Y qué clase de chico le paga a una chica un viaje escolar, no muy barato por cierto, si esta chica no le gusta?

–La clase que es un buen amigo y ya

Asiente –Tienes razón, tal vez solo eres amable y no lo hiciste porque estás enamorado de ella– Suspira –.. Es un alivio ¿Sabes? Ella se acaba de hacer novia de Kyle y yo estaba particularmente preocupada de que eso pueda herirte

Accidentalmente dejas la fachada, cayendo en la trampa de la pelinegra –¡¿Qué?! ¡Pero Kyle es un!..– Dejas de gritar por temor a que te escuche alguien –Pero Kyle es un idiota

Sonríe –Lo sé, por eso me alegró que ella no lo aceptara.. ¿Puedo saber porqué te altera la idea de que mi prima salga con alguien? Esta conversación la podemos alargar tanto como tú quieras, solo ten en cuenta que mientras más pronto confieses más tiempo tendremos para hacer un plan antes de que Josie vuelva

–¿A qué te refieres con hacer un plan?

Tuerce los ojos –Pues hacer un plan para que la enamores tonto

–Bien, si estoy enamorado de Josie

Te sonríe otra vez –Magnifico, ahora vamos a trabajar. ¿Tienes ideas?

–Pues.. Había considerado que los tres quedemos en salir a tal lugar pero que al momento tú no te aparezcas

Se acaricia el mentón –No es una mala idea.. Ahora que llegue le puedo decir que para distraernos podríamos aprovechar que mañana es Sábado e ir al cine, estando ahí ven una película y dices tener hambre para invitarla a una cena romántica

–Puedo hacer eso ¿Pero de qué se supone que le hable? Ya nos conocemos así que no podemos charlar como una cita a ciegas donde le pregunto por su vida

–Te puedo dar unos cuantos consejos si cumples con mi precio

Frunces el ceño –¿Cuál es tu precio? Recuerda que mientras más pidas menos tendré para invitar a Josie a cenar

–Mi precio no tiene nada que ver con el dinero, es algo que quiero que hagas por mi... Todavía no tienes un compañero de cuarto ¿Verdad?– Niegas –Genial, en la noche te buscaré en tu recamara para hablar de esto, solo necesito que bajes la escalera de incendios para que pueda trepar hasta el pasillo de tu habitación

Aceptas e ibas a preguntar más detalles pero se tuvieron que detener cuando Josie regresó

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Cayendo la noche te aseguraste de bajar la escalera de incendios y esperaste junto a la ventana a que Karla llegara, mirando tu teléfono para que nadie preguntara lo que hacías. En cuanto la chica llegó la guiaste hacia tu habitación y entraron sin ser descubiertos

–Esto fue más fácil de lo que pensé

Te sientas en tu cama –Mejor que sea fácil, sabes que si te atrapan en el dormitorio de los del sexo opuesto tendrás problemas al igual que quien te metió

Karla le restó importancia –Mejor hablemos de esto para que pueda volver pronto o Josie comenzará a hacer preguntas

Le ofreces un asiento delante de ti, en la cama que sería de tu compañero si tuvieras –¿Cuál es tu precio entonces?

Por alguna razón Karla se puso nerviosa y desvió la mirada, eso era nuevo puesto que ella casi siempre decía las cosas de frente sin importarle que se meta en problemas

–El calzón chino...– Dice en un susurro

Te inclinas hacia adelante –¿Cómo? No te escuché

Respira hondo –Mi precio es el calzón chino

Te haces para atrás para prevenir un ataque –¿Qué es lo que pretendes? Prefiero no aceptar tu ayuda si eso me mantiene con la dignidad intacta

–No planeo hacerte calzón chino

Eso te hizo sentir aliviado –¿Y entonces?

La segunda opción que figuraba en tu mente era que ella quería que tú le hagas calzón chino a alguien más, pero no se te ocurría alguien que pudiera ser el objetivo

–Tampoco quiero que le hagas a alguien por mi... Quiero que me hagas calzón chino

Abres los ojos sorprendido –¿Q-Quieres que te haga calzón chino? ¿Porqué querrías algo así?

Desvía la mirada –Porque eso me.. Eso me ¿Excita?

–¡¿Cómo te puede excitar eso?!

Karla gruñe –No pienso darte explicaciones, ese es mi precio ¿De acuerdo?

–Ok ok, tranquila, solo pregunté porque me tomó por sorpresa– Hubo un corto silencio –¿Cómo quieres hacerlo?

Eleva la mirada hacia ti –¿En serio lo vas a hacer?

–Yo de verdad quiero salir con Josie..

Asiente con una sonrisa y se levanta de la cama –Entonces comencemos, por cada "Sesión de Consejos" quiero una sesión de calzón chino ¿De acuerdo?

–¿Quieres decir que si te pido más consejos luego de la primera cita tendré que hacerte más calzón chino?– Ella asiente otra vez –¿Y qué tanto debe durar cada sesión de calzón chino?

–Hasta que me arranques las bragas

Sin más que decir ella mete las manos en sus pantalones para estirar sus bragas negras hasta que se asomen, se mantuvo dándote la espalda y con las manos en la boca para contener su emoción

–Ok.. Voy a comenzar...

Con la mano derecha sujetas las bragas y las estiras un poco

–Sujétalas así..– Dice al mostrarte –Y usa las dos manos

No respondes pero obedeces, ahora agarrando la tela de algodón con ambas manos la estiras un poco más

–Más alto...– Dice con un tono alegre

Otra vez obedeces y las estiras hasta sus omóplatos

Ella se para de puntitas –Genial...– Murmura sin poder evitarlo

Fortaleces tu agarre y subes las manos a la altura de tu pecho, que sería también la altura de la cabeza de Karla, te inclinas hacia atrás causando que las bragas se estiren otro poco y levantaran a su dueña a unos centímetros de altura

Ella chilla de excitación y lleva las manos hacia su entrepierna –Ha-Hazme rebotar...

Doblas un poco las rodillas para hacerla bajar pero antes de que sus pies puedan volver al suelo recobras la postura volviéndola a subir y sacándole otro chillido

–Esto se ve muy delgado– Comentas al ver la delgada fracción de tela que sale de entre sus nalgas

Asiente intentando contener los gemidos –Debe de.. Llegaron muy adentro

Ignoras lo que dijo –Si esto comienza a doler dime ¿De acuerdo?

–Lo dudo pero gracias... Rebótame otra vez– Siente otro rebote –Una vez más.. No te detengas

Haces caso y haces una serie de 10 rebotes rápidos que dejaron un pequeño agujero en sus bragas

–Bájame un segundo, debo ver cómo están

Al tener sus bragas libres se miró un espejo y los dos contemplaron que las bragas caían como un paracaídas hasta la altura de las rodillas

–Creo que puede llegar a un atómico.. ¿Sabes lo que es?– Niegas –Vas a estirarlas hasta que la pretina se enganche con mi mentón

Haces una cara rara –¿Eso no es asqueroso? Tendrás el olor de tu trasero justo en la cara

–Mi propio trasero no me da asco, descuida– Bromea al darte otra vez la espalda

Sujetas la tela otra vez y la estiras hacia ti para que la parte frontal se hundiera y así puedas estirar la mayor cantidad de tela posible. Subes los brazos hasta su cabeza y si bien la tela pudo descansar tranquilamente ahí, hiciste que Karla arqueara la espalda y elevara el rostro para poder hacer el atómico

Ella baja el rostro para que así la tela se estirara más, respirando hondo en el proceso –Oh si...

–¿Cómo te gustaría que las arranque? Oí varios desgarres cuando te las ponía en la cabeza

Respira hondo otra vez –Solo toma la tela delgada y tira hasta que se rompa

Obedeces y estiras la tela con tanta fuerza como fue posible, rompiéndola eventualmente. Karla toma la tela por enfrente y la estira para quitarse los restos de lo que antes eran sus bragas

–Ya no me debes nada

Le sonríes –Me alegra eso. ¿Trajiste otro par de bragas para cambiarte o te vas a ir así?

–Quisiera ponerme otras ¿Esa es la puerta de tu baño?

Niegas –En el edificio de los chicos todos tenemos un baño por piso

–¿Y te podrías dar la vuelta para que me cambie aquí? No puedo ir al baño de los chicos o me descubrirán

Asientes y le das la espalda solamente, ella se quitó los jeans y se iba a poner otras bragas solo que no se percató de que ambos estaban delante del espejo de cuerpo completo y le alcanzaste a ver la intimidad antes de elevar la mirada otra vez

–Listo, debo irme

–¿Quieres que te acompañe?

Ella niega –No gracias, puedo volver sola

Agradeciste internamente eso pues ella podría haber notado tu erección. Por suerte Karla regresó bien a su edificio y al día siguiente tuviste la cita con Josie, misma que salió de maravilla pues la chica reveló con timidez que no le molestaría salir otra vez solo contigo

Por suerte para Karla la formalización de su noviazgo tardó cinco citas más así que ella disfrutó mientras tú conseguiste una hermosa y amable novia, todos ganaron esa vez

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