#64 Daenerys Targaryen

–¿Qué sabes de él?– Preguntó la futura Madre de Dragones

–Todos en Westeros lo conocen Khaleesi– Respondió el Caballero Exiliado –Apenas más bajo que la Montaña pero incluso más letal que este, su nombre es Jaehaerys Storm pero todos lo llaman Jaehaerys el Inmortal porque la mayoría de los que se enfrentaron a él han muerto pero aquellos pocos que corrieron con la suerte de escapar o que se les perdone la vida aseguran que no importaba cuántas heridas le hicieron, estas aparentemente sanaban en segundos

El Rey Mendígo tomó la palabra –También he oído de su reputación, ¿Crees en esos rumores de su inmortalidad?

–No es un rumor, Majestad– Interrumpes entrando en la tienda –Lamento la interrupción pero estos muros de tela no hacen nada por la privacidad. En fin, vine a presentarme y jurar mi lealtad con la esperanza de una mejor vida cuando reclame su trono

–Adelante– Dijo el rubio

Sacas tu espada y te incas en una rodilla –Majestad, mi espada es suya a partir de hoy, en la victoria y en la derrota desde este día hasta el último de mis días, si es que estos llegan

Al decir eso si bien estabas delante de Viserys Targaryen, tu mirada se posaba en la Princesa rubia que yacía sentada junto a Ser Jorah Mormont. Esa fue la primera vez que viste a Daenerys Targaryen y sin saberlo serías uno de sus más leales Caballeros, una vez ella te perdonó por el calzón chino, claro

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Daenerys estaba conversando con una de sus doncellas cuando atravesaste las paredes de su tienda, no caminando sino arrojado

Te levantas rápidamente –Mis disculpas Khaleesi, lo repararé cuando termine con esto

Saltas fuera y golpeas al Khal justo en la mandíbula haciendo que se tambalee

¡¿Qué tal eso?!– Dices divertido en Dothraki

¡Es igual a que me golpeara una niña pequeña!– Dice un Khal Drogo igual o más divertido

Desde que se conocieron el Khal y tú se hicieron buenos amigos pues ambos vivían por el combate, y fue solo cuestión de tiempo para que pelearan por diversión usando nada más que sus manos desnudas. 20 minutos después de un combate que duró 40, te rindes y le das tu daga a Khal Drogo para que te cortase el cabello

Deja que me crezca otra vez y de daré la revancha– Dices

Lo estaré esperando

Y sin más se van a comer algo de caballo. Esa noche en la cena no pudiste despegar la mirada del trasero de la rubia, imaginando cómo sería tocarlo y tal vez besarlo, aunque lo que más curiosidad te causaba es cómo se vería con la ropa interior hundida entre esas dos nalgas preciosas

Ya en tu tienda recibes la visita de Ser Jorah –Vi cómo mirabas a la Khaleesi hace un rato, sabes que si le haces algo serás ejecutado ¿Verdad?

–No sería la primera vez que me sentencian a muerte y lo cumplen, pero descuida que no pienso abusar de ella. Además, no soy el único que la mira así

Esa insinuación fue suficiente para cerrar su boca, pero no evitó que en cada intento por hacer eso Jorah estuviese cerca, y cuando no era él era el Khal u otras personas, fuese como fuese Daenerys nunca estaba sola pero ninguna de esas interrupciones era peor que la de su hermano mayor. Era de conocimiento público tu odio creciente por Viserys desde aquel día que te llamó bastardo y se ganó una gran bofetada por parte tuya, eso se sintió bien porque el Rey Mendígo estaba siendo innecesariamente malo con Daenerys, a quien le comenzabas a tener cariño aunque ese cariño no la salvaría de el calzón chino

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Aquel día Daenerys pidió que todo el Khalasar se detuviese, cosa que no le agradó a Viserys pues él no seguía órdenes de nadie. Viserys terminó por atacar a su hermana pero afortunadamente uno de los Dothraki la defendió, por desgracia para la rubia ni ese ni ningún Dothraki estuvo cuando Viserys entró a la tienda para castigar a su hermana por hacerlo caminar durante ese día, el Rey Mendígo empujó su hermana hacia la cama donde dormía y uso el brazo para que no se levantara, le levantó la falda para exponer su hermoso trasero y con su cinturón comenzó a darle golpes. La rubia pataleaba y chillaba conforme sus nalgas eran golpeadas, gritaba por la ayuda de alguien pero ni su propio esposo estuvo cerca para salvarla

–¡Te advertí lo que pasaría si despertabas al Dragón!– Y le dio otro golpe

–¡Detente por favor Viserys! ¡Te lo suplico!

Pero Viserys no escuchaba las súplicas de su hermana menor, golpeó el trasero de Daenerys varias veces hasta que lograste escuchar los chillidos de una damisela en apuros. Entraste con la espada en mano y la guardaste decepcionado al ver que no era una bestia con lo que te ibas a enfrentar, solo era un Rey Estúpido con delirios de grandeza

–¿Qué demonios le estás haciendo a tu hermana?

–No te metas en esto

Suspiras –Déjala en paz o te juro que no saldrás entero de aquí

Viserys no dijo nada, solo desenvainó la espada y comenzó una batalla que duró menos de lo que tú duraste leyendo esto. Una vez le quitaste la espada lo tomaste del brazo y sin ningún cuidado lo sacaste de la tienda de Daenerys

Entraste con Viserys a su tienda, lo liberaste del agarre y por la velocidad el joven Rey por poco cae al suelo

Le apuntas con el dedo –Te lo advierto Viserys, ponle una mano encima a tu hermana y te castro ¿Entiendes?

–¡¿Cómo te atreves a amenazarme?! ¡Yo soy el Dragón!

–Pues serás un Dragón castrado si vuelves a golpear a tu hermana ¿Quedó claro?– Y sin esperar respuesta saliste a custodiar la tienda de Daenerys –No entraré para darle privacidad, Khaleesi, pero si necesita algo no dude en pedirlo– No escuchaste ninguna respuesta

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Dos días después recibiste una invitación de Daenerys a su tienda, llegando te ofreció agua y los dos se sientan a conversar, fue que viste la oportunidad

–Gracias por defenderme de mi hermano– Dice un poco avergonzada

Bebes algo de agua –No tiene que agradecerme nada Khaleesi, pero creo que usted debería defenderse por si sola, después de todo tiene más poder que él

–Él es el legitimo Rey de Westeros

–¿Acaso estamos en Westeros? Aquí él no es Rey de nada, en cambio tú eres la esposa de Khal Drogo e incluso llevas a su hijo en tu vientre, Viserys no debería hablarte así sin tener el castigo de una mutilación leve

Ríe contenta –Gracias de todas formas

Fue cuando te armaste de valor para llevar a cabo tu plan –Khaleesi ¿Se considera usted una mujer con honor?

Ella eleva sus lindas cejas –¿A qué se refiere?

–Le pondré un ejemplo, imagine que hacemos una apuesta, no importa sobre qué.. Si usted perdiera, ¿Cumpliría su castigo?

–Tengo entendido que mientras más alto es el prestigio de tu casa, peor es vista la deshonra, así que si, pagaría mis deudas siempre y cuando haya sido algo justo

Asientes con una sonrisa –¿Le gustaría hacer una apuesta?

Ríe –Ya comprendo el porqué de su pregunta. ¿Una apuesta sobre qué?

–Algo sencillo, aquí tengo mi daga y la voy a ocultar detrás de mi espalda, si logra adivinar con qué mano la sostengo, ganará y haré todo lo que usted me pida desde ahora hasta que el sol salga, si no lo consigue usted hará lo que yo pida

–Suena divertido, ¿Qué me harás si pierdo?

Te encoges de hombros –Sinceramente no lo sé, recién tuve la idea de apostar con usted por diversión. Ya veré qué le haré si pierde

Asiente –Pues comencemos, ya se me ocurrirá algo si gano

Escondes la daga detrás de tu espalda y la sostienes con ambas manos, esperando a que ella escogiera una mano para exponer la daga en la otra

–¿Derecha?

Sonríes y sacas el cuchillo –Acaba de perder Khaleesi– Canturreas

Ella ríe otra vez –¿Qué debo hacer ahora?

–Sígame

La guías hacia tu caballo y haces que de la orden de que los dejen ir a un pueblo ubicado a kilómetro y medio, en ese lugar podrías hacerle calzón chino sin que sus gritos alerten a los Dothraki o al propio Jorah Mormont. Llegan poco después y van a un hotel donde rentas una habitación y así tener privacidad

–Bien, ya me dejaste todo este rato con la curiosidad, ¿Qué tengo que hacer?

Le sonríes –Me alegra que no sospeche que la traje aquí para hacerle algo que no se le debe hacer a una mujer

–Bueno, confío en ti

–Entonces vea por la ventana

Ella solo obedece y se dirige a la ventana de la habitación, dándote así la espalda. Tomas tu espada secundaria la cual medía la mitad de la principal y la usas para cortar el vestido de la Khaleesi con un movimiento rápido, haciéndole una abertura que expuso sus lindas piernas y su hermoso trasero cubierto por unas bragas blancas

Se da la vuelta para esconder la abertura trasera del vestido –¿Q-Qué estás haciendo?

–Cobrando mi premio– Y con otro movimiento haces un corte frontal que hace que toda la parte de la falda cayera al suelo –¿No es impresionante? Corté la tela de un tajo y no le deje ni una herida en la piel

Daenerys se cubre la entrepierna –S-Si, impresionante....

–Ahora, Khaleesi. Quite sus manos

Ella baja la mirada pero sube las manos, dejando el paso libre para que los cinco dedos de tu mano derecha sujetaran con firmeza la tela blanca, para que al estirarla hacia arriba dicha tela se hundiera en la intimidad de la Princesa de Westeros. Daenerys gruñó por el dolor pero consiguió retener los gritos, con tu gran fuerza levantar a la rubia no fue gran problema para ti, pero una vez que sus pies se alejaron del suelo Daenerys chilló

–B-Bájame por favor..

–Está bien, pero solo porque quiero hundirle las bragas en otra parte

Bajas a Daenerys pero inmediatamente la giras, sujetas las bragas por la parte trasera usando ambas manos y de un tirón la levantas. Extrañamente eso la tomó por sorpresa y le logró sacar un chillido más fuerte

–¿Le dolió más este Khaleesi?

Asiente lentamente –No creí que doliera tanto...

Bajas a Daenerys con velocidad pero con la misma velocidad subes las manos, haciendo que la rubia rebotara y gritara más fuerte, esto lo repetiste unas cuantas veces hasta que finalmente la devuelves al suelo

–Ahora probaré otra cosa

La giras para ponerla de perfil y con una mano sujetas la parte trasera mientras que con la otra sujetas la delantera

Ella ve lo que planeas –Oh no.. No por favor... No me levantes ¡Así!

Levantas a Daenerys con la misma facilidad, la rebotaste pero no duró tanto como los anteriores, en cambio la devolviste al suelo para tirar por delante y por detrás en turnos cortos

–¡AY!– Grita al recibir el tirón frontal, sintiendo como la tela se iba hacia adelante –¡Eek!– Chilla al sentir como la tela vuelve hacia atrás

Esos tirones no tardaron mucho puesto que a largo plazo lastimaría bastante a Daenerys en una zona que se vería perjudicada a la hora de montar a caballo. Sin embargo notas lo estirada que estaba la tela, por lo que tras dar el último tirón hacia atrás no te detuviste a la altura de los omóplatos y seguiste hasta engancharle las bragas en la barbilla

–Ay...– Dice por lo bajo

Ríes y te animas a besar su frente cubierta de tela –Sígame, Khaleesi– La tomas de la mano y con suavidad la guías hacia la cama de la habitación –La voy a recostar sobre mis piernas

Ella se detiene –¿M-Me va a dar nalgadas?

Asientes –Si, pero no seré muy severo Khaleesi, eso se lo puedo prometer

La rubia se acuesta sobre tus piernas dispuesta a recibir las nalgadas, aunque tú no serías tan severo como Viserys. Con la mano derecha te das la oportunidad de acariciarle el trasero, recorriendo toda el área con la palma, una vez recorriste todo alejaste la palma y la dejaste caer en los glúteos

–¿Qué tal estuvo? Si lo hago muy fuerte dígame y me detengo

Ella solo asiente. Vuelves a alejar la mano y la dejas caer una segunda vez, esta vez con más fuerza haciendo que Daenerys se retorciera un poco y así continuaste hasta darle 10 iguales

Le acaricias el trasero otra vez, sobando los golpes –Ya terminé con las nalgadas Khaleesi– Te inclinas para darle un beso en la nalga –Puede levantarse

Daenerys se deja ayudar a levantarse y se acomoda las bragas para poder respirar mejor –¿Ya terminó esto?

Niegas –El sol todavía no sale Khaleesi

Ella suspira –¿Ahora qué debo hacer?

–Solo la quiero colgar de las bragas para poder ir a comer algo al bar de enfrente

–¿Me va a dejar aquí colgada?

–Será solo un momento, comeré y beberé y además le traeré algo a usted

Por más protestas que la Princesa llegó a darte, terminó colgada de sus bragas todo el rato que te fuiste a cenar, fue bueno comer algo diferente al caballo que habías comido durante todo el viaje y seguro Daenerys también aceptaría una cena igual, por lo que una hora después regresas con comida y la bajas de la pared

–Coma Khaleesi, le hará bien

Ella se acomoda las bragas lentamente y comienza a comer lo que trajiste

–¿No quiere sentarse?– Dices con gracia a lo que ella te mira feo

Cuando termina recoges sus cosas y te sientas en la cama –Para finalizar le daré tres opciones, es muy noche para volver al Khalasar así que su primera opción es dormir colgada en la misma pared, la segunda es dormir completamente desnuda conmigo en esta cama.. Y la tercera, dejarme usar de almohada su trasero durante toda la noche

Daenerys tardó un poco en considerarlo, pero al final escogió la tercera puesto que no quería colgar otra vez de sus bragas y tampoco quería estar desnuda delante de ti, la tercera era la más factible porque al fin y al cabo ya le habías visto el trasero. Ella se quita las bragas y se acuesta bocabajo sobre la cama, permitiéndote dormir con la cabeza sobre sus dos nalgas

Según cosas que de diría Daenerys en la mañana, durante la noche le habías mordido el trasero, además de besado y hasta palmeado

–Si, no sería el primer trasero al que se lo hago mientras duermo, agradezca que no le metí algo en el trasero

Ella se sonroja –¿Has usado otros traseros como almohada?

Ríes –Estaba bromeando Khaleesi. Vámonos que seguro el Khalasar partirá en breves y alcanzarlos será difícil

Que bueno que habías comprado un vestido nuevo para Daenerys, o de lo contrario la pobre habría tenido que volver con las nalgas al aire

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