#62 Rose

*Continuación del #59 Helen*

Has creado un monstruo, ese es un resumen apropiado para lo ocurrido las últimas tres semanas. Rose, tu adorable y gentil amiga Rose, se había convertido en la genuina bully de su Jefa, era algo raro de ver ya que Helen siempre intentaba retomar su autoridad y método de trabajo pero Rose siempre lo arruinaba bajándole los pantalones delante de todos o arrancándole las bragas, incluso ha intentado incitar a otros empleados a tirar de las bragas pero por suerte aún no llegaba a esos extremos

Estabas agendando un par de reuniones cuando el teléfono de Oficina suena, tratándose de tu Jefa

–Emm... ¿Podría pasar a mi Oficina?

Frunces el ceño –¿Se encuentra bien? Se escucha algo rara– Susurras en la bocina

–N-No estoy del todo bien... Y no me atrevo a decir qué pasa por teléfono

Tras eso entras de forma disimulada a la Oficina y te encuentras con Helen colgando de sus bragas en el mismo lugar donde había colgado a Rose tiempo atrás

–¿Me puedes bajar?....

La tomas de la cintura y la levantas para que ella desenganche sus bragas del gancho para abrigos

–Gracias– Dice mientras se acomoda las bragas y se sienta con cuidado en su silla –¿Puedes sentarte? Necesito que me ayudes con estos números porque no tengo cabeza para ellos, no en este momento...

Asientes y te sientas en la silla de enfrente para ayudarla con eso y un par de cosas más, te tomó una hora pero lo lograste sin problemas

–Gracias en serio.. No suelo decirlo mucho pero te has vuelto bastante útil para mi– Dice antes de que te vallas

Sonríes por eso –Tal vez me arrepienta pero.. ¿Puedo hacerle una pregunta?

Ella te mira –¿Sobre qué?

Te vuelves a sentar –¿Porqué usted se transformó en una abusiva si antes fue víctima hasta de su propia familia?

La Jefa suspira –Sé que no hay justificación para las cosas que hice pero cuando eres una víctima por muchos años, o casi toda tu vida como fue mi caso, comienzas a preguntarte qué se siente estar del otro lado del calzón chino ¿Me entiendes?.. Quería saber qué era lo divertido al hacerle calzón chino a alguien y cuando tuve esa idea la puse en los contratos, no planeaba abusar de ese poder pero una vez que comencé no pude parar...

–La comprendo un poco, hasta cierto punto

–¿De verdad?

Asientes –De pequeño jugaba muchos videojuegos en línea y en muchos juegos comienzas siendo un don nadie mientras que otros jugadores de nivel alto están en la gloria, muchos abusan de este poder y comienzas a odiarlos pero cuando tú llegas a la cima sin darte cuenta comienzas a abusar de los que están en los niveles bajos

–Es una buena comparación en realidad..

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Tras esa conversación regresaste a trabajar agendando cosas y haciendo llamadas hasta que la noche cayó y todos se iban retirando poco a poco

–¿Seguro que no te quieres ir con nosotros? Camila me va a llevar a casa y le queda de paso dejarte en la tuya– Dice Rose al tener sus cosas listas para irse

Te estiras con cansancio –No, aún aguanto un poco más. De todas formas no me puedo ir hasta que ella se valla aunque lo bueno en eso es que me pagan horas extras– Bostezas –Pero gracias

–Entonces pasarás un largo rato aquí, Helen no saldrá de ahí en un tiempo

Frunces el ceño –¿Porqué? ¿Qué le hiciste ahora?

Ella ríe –¿Puedes creer que fue tan tonta como para pedirme un café?– Rió –Ella no consideró que esta vez podría tener algo extra y no hablo de saliva como las otras veces

–¿Has escupido antes en el café de la Jefa?

–A veces, pero la mayoría solo frotaba la cucharita o cualquier cosa que se metiera a la boca con mi trasero

Eso te tomo por sorpresa –¿Quién eres tú?

–¿De qué hablas?

–Entiendo que le hayas agarrado el gusto a molestar a Helen ahora al ver que puedes hacerlo sin restricciones, pero antes no esperaba que hicieras esas cosas con sus cafés

Rose resopla –Ella siempre había sido mala conmigo

–Espera un momento, dijiste que lo que tenía el café de hoy no era saliva.. ¿Qué le diste?

Tu amiga ríe –Diuréticos 

–¿Estás loca? Quítale ese café o se va a orinar

–Posiblemente ya lo haya hecho, ese café se lo di hace media hora– Ríe –En fin, me voy porque Camila me está esperando

En cuanto Rose entró al ascensor tu caminaste hacia la puerta de la Oficina de Helen y notas que esta estaba bloqueada por fuera con una escoba. Tras quitar eso abres y entras a ver si todo estaba bien

–¿Señorita Brown?

Ella estaba desnuda de la cintura para abajo y secaba el charco del suelo con su falda y sus bragas, de todas formas esas ya se habían mojado primero. Al verte salta hacia su escritorio para ocultarse

–D-Disculpe, solo quería ver si no me necesitaba... Rose me contó sobre los diuréticos del café

La Jefa suspira –No hubiese sido gran problema si no hubiera bloqueado mi puerta por fuera, hubiera llegado al baño

–El carrito de limpieza está justo afuera, lo meteré aquí para que limpie mejor el charco y mientras iré por algo de ropa ¿Le parece?

Ella asiente lentamente –Te lo agradecería

Corres hacia una tienda de ropa que estaba cerca del edificio, no era nada del otro mundo pero estaba cerca y era barato, dos factores importantes en la vida. Compraste unos pantalones de licra y unas bragas blancas para entregárselas

–Aquí tiene– Dices al pasar la ropa por la abertura de la puerta

–Gracias

Sonríes –No tiene nada que agradecer Señorita Brown

–Dime Helen, no tengo problema

No te imaginabas que a la larga esos rescates harían que tu Jefa y tú se hicieran más cercanos poco a poco, pasan un par de semanas e incluso decides almorzar con ella para que no se sienta sola y le pueda contar a alguien sobre sus desventuras con Rose, eso la ayudaba en cierta forma

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Fue un día Sábado cuando todo llegó demasiado lejos, fuiste enviado por Helen a recoger unos papeles que te entregarían en la entrada del edificio y conforme el ascensor te regresaba al piso donde trabajas, unos gritos se hacían más y más fuertes. Naturalmente te asustas así que al llegar al piso solo te asomas con cautela para ver como Rose nuevamente está haciéndole calzón chino a la Jefa, pero esta vez fue diferente, Helen no tenía nada que le cubriera el cuerpo con excepción de sus bragas negras, ella rebotaba conforme las bragas la obligaban a hacerlo y sus grandes pechos solo rebotaban al mismo tiempo que eso sucedía

Debido a la multitud no pudiste ayudar y menos cuando todos se reunieron finalmente para levantar a Helen, dejándola tirada luego de que sus bragas se rompieron. Ella se quedó ahí unos segundos, en llanto y completamente desnuda

Te acercaste a ella y la ayudaste a levantarse al tiempo que le dabas tu saco para que se cubriera de la cintura para abajo, por su parte sus pechos se los logró cubrir con las manos. Juntos entran a la Oficina y ponen el seguro en la puerta

–Esto ya llegó muy lejos– Dice sin atreverse a sentarse –Por más que regaño a Rose o le levanto reportes no deja de molestarme y ahora ve lo que me hizo...

–¿Y qué se le ocurre para pararla? Podría reubicarla en otro piso así no estaría obligada a estar con ella en el mismo lugar– Dices dándole la espalda

La Jefa negó –A este punto logró que los demás de el piso me hicieran calzón chino, seguro hará que los de su nuevo piso también lo hagan y me tiendan una emboscada en otra parte como en el mismo ascensor o en el estacionamiento... Tengo que hacer otra cosa– Miró hacia ti –Y creo que tú me puedes ayudar

–¿A qué se refiere?

–Venganza

Te pones nervioso –Helen, pero Rose es mi amiga, no me atrevería a humillarla de esa forma

–También eres mi amigo ¿No? Además en cierta forma es tu culpa que ella sea así, por chantajearme para que ella me diera el primer calzón chino

–Si bien es justo, no quiero traicionar a Rose, se va a molestar mucho conmigo

Ella te toma de los hombros y hace que te gires para verla cara a cara, sin importarle que sus grandes pechos quedaran a la vista otra vez –Necesito tu ayuda, no tengo más amigos para esto y no le puedo pedir esto a mi familia... Si te prometo que no será nada publico y además ella no se entera que fuiste tú, ¿Me ayudarías?

Te lo piensas –¿Cómo haremos que ella no sepa que yo la ayudé?

–Deja que yo me encargue, pensaré en algo

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Tal y como Helen lo pidió, estabas en el estacionamiento del edificio donde trabajabas, conducías una camioneta y esperabas el momento adecuado. Era de noche y Rose ya se retiraba a casa, entonces te pones una máscara al mismo tiempo que Helen y otro tipo al que le pagó derriban a Rose en el suelo, la amordazan para que no grite y juntos la suben a la camioneta, Helen golpea el cristal que divide la cabina del conductor y la parte trasera para decirte que arranques

Se quita la máscara –Hola Rosie... Has incumplido muchas normas en el trabajo ¿Sabes? Legalmente estoy obligada a castigarte– Dice al quitarle la mordaza, aunque estaba lista para ponérsela si es que Rose gritaba

Rose se retorcía –Déjame ir, dijiste que no cumplirías esa parte del contrato

–Si, lo dije, pero tú y tus bromas estúpidas llegaron demasiado lejos por lo que debo retractarme

Conduces hacia la casa de Helen, era una casa grande de dos pisos con alberca en el patio y un garaje con espacio para dos automóviles en la entrada. Apagas el motor y tras asegurarte de que tu identidad estaba oculta ayudas al otro tipo a cargar a Rose y llevarla al sótano de la Jefa

Ahí Helen tenía unas cuantas bragas de abuela, las quería elásticas no solo para que se estiren mucho sino también en caso de que no le quedaran a Rose, sabían que su trasero no era muy grande pero no querían comprar unas demasiado pequeñas tampoco

Helen ríe emocionada –Desnúdenla y pónganla en contra de la mesa– Dijo señalando dicha mesa

Esa mesa era rectangular y larga, tenía un grillete en el lado derecho y otro en el izquierdo, además de un par más ubicados en las patas de la mesa. Ustedes le quitaron la ropa a Rose y la pusieron en contra de la mesa para después ponerle los grilletes en las manos, después los de los pies

Rose se retorcía más y más –Por favor.. No me hagas nada, sé que me excedí pero no te volveré a molestar, lo juro

Helen se inclinó para estar cara a cara con su bully del trabajo –Es muy tarde para eso, además, estoy segura de que después de mi venganza no volverás a hacerme nada, de lo contrario esta vez te despediré... Claro, eso si no renuncias para no volver a esa dinámica donde eras regañada y humillada verbalmente, solo que ahora se le va a sumar el calzón chino cada que hagas una de tus acostumbradas idioteces

Te mira a la cara y asiente, esa era la señal para que comenzaras con el calzón chino. Tomas la pretina de las bragas y la estiras tanto como te atreviste, no fue mucho pero definitivamente Rose no lo disfrutó, sus bragas eran amarillas con la carita de piolín estampada en el trasero

–Por favor no me las vallan a romper... Son mis favoritas

Helen se ríe y se te suma a los tirones, juntos estiraron las bragas tan alto que la mesa incluso se llegó a levantar un poco con todo y Rose, cosa que seguramente le dolió más que el calzón chino que Helen le dio antes de tu intervención

–Genial, nalguéala conmigo

Liberas una mano al igual que ella y juntos le dan palmadas en el trasero, claro que la nalga izquierda que golpeaste estaba menos roja que la derecha que golpeó la Jefa

En cierto punto las bragas se rompieron y tuviste que sujetar las piernas de Rose mientas Helen las liberaba de los grilletes para colocarle otras bragas, esta vez de color azul. Helen estira las bragas en dirección a la cabeza de Rose y fácilmente le logró poner un atómico

–Esta idea se me ocurrió camino aquí

Fue hacia el lado de la mesa donde estaba la cara de Rose y se bajó los pantalones y las bragas hasta los tobillos, te pidió que levantaras las bragas de su cabeza y se separó las nalgas antes de hundir la cara de Rose en su trasero

–Dame sus bragas

Le acercas las bragas y ella las logra estirar más hasta enganchárselas en su propia cabeza, consiguiendo un calzón chino centauro

Los calzones chinos continuaron hasta que las bragas se terminaron, fue cuando Helen salió un momento y volvió completamente desnuda pero usando un arnés que le sujetaba un gran dildo a la cintura

–Oh no... ¡No! ¡Ni se te ocurra!– Dijo Rose retorciéndose

Helen reía mientras iba hacia la parte trasera de Rose, le separó las nalgas y escupió en su puerta trasera antes de penetrar a tu compañera de trabajo. Rose gritó de dolor pues nada nunca había entrado en su trasero, y menos algo tan grueso como aquel dildo

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Una hora más tarde dejó que Rose se fuera, humillada tu amiga caminó con dolor hacia la parada de autobuses y se fue

Helen te mira –Muchas gracias por esto, sígueme– Entran a su casa –Te has ganado un buen premio

–Helen, yo hice esto porque usted es mi amiga, no para que me de dinero

Ella ríe pícaramente –¿Y quién habla de dinero? ¿No te sorprende que haya entrado al sótano completamente desnuda y sin ningún pudor?

–Supuse que fue porque ya la había visto desnuda antes

–Si, pero también era por otra cosa..– Tomó tu mano y la llevó hacia su entrepierna –Es porque quiero tener sexo contigo

–¿Lo dice en serio?

Asiente –¿Qué dices? ¿Me quieres quitar otra vez la ropa?

Sin pensarlo mucho asientes, te pones de rodillas en el suelo y lentamente le bajas el pantalón que había usado en el trabajo ese día (Se había vestido otra vez para dejar a Rose fuera de su casa) acaricias sus piernas y llevas las manos por la zona hasta terminar en su trasero suave y moreno, haces que se de la vuelta y cumples tu pequeña fantasía de darle un corto beso negro, solo que cuando pensabas detenerte ella te tomó de la cabeza y la hundió más en su trasero

Minutos después de eso se quitó la blusa lentamente, botón por botón, hasta que sus pechos se hicieron visibles. Era la primera vez que podías verlos a detalle y los acaricias, pellizcando gentilmente uno de sus pezones

Juntos se acarician mutuamente hasta que ella se gira y hace que la empujes a la cama, te pones sobre ella y comienzas a penetrarla con una mezcla de lujuria y gentileza

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Luego de todo eso la vida laboral de Helen volvió a la normalidad, nadie más se había atrevido a hacerle calzón chino y a la semana siguiente cualquier empleado que regresara de vacaciones creería que es mentira si le dicen que Rose estuvo haciéndole calzón chino a la Jefa durante un tiempo, especialmente porque a Rose se le veía seguido salir de la Oficina de Helen con las bragas del día colgando sobre su trasero como si fuese un paracaídas, en una ocasión no te contuviste y le tomaste una foto sin que se diera cuenta gracias a que tenía la mirada baja

*Espero que les haya gustado este Capítulo, sin más les dejo un dibujo que hice de Rose tras recibir un calzón chino de Helen en su Oficina. Gracias por leer*

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