Feb 13, 2016

Tenía que visitar a mis tías, quienes tienen un par de niños malcriados y cansones, pero lo soporté todo en silencio, ya me he acostumbrado, entonces traté de llevar las cosas con calma usando un gran autocontrol, a pesar de que de camino en el metro la situación se estaba poniendo algo estresante.

Y bueno, todo tranquilo hasta cierto punto, pero repentinamente llegaron una amiga de mi tía y su hija, dos... Personas... Molestas y gritonas; y digo gritonas porque en lugar de hablar, gritaban de una manera horrible, de verdad era agobiante estar cerca de ellas, ¡demasiado ruidosas y fastidiosas!
Luego íbamos en el carro (una de mis tías, el esposo, los dos niños y las dos viejas gritonas, quienes se pegaron al grupo porque así como llegaron, sin invitación, se subieron al vehículo), y me senté en el asiento del copiloto para apaciguar un poco el estrés. Pero ay~, esas personas de verdad jamás se callan!
Una ligera llovizna, un leve mareo y la imposibilidad de respirar me atacaron un momento. Y es que sí, a veces me mareo en los vehículos, pero aunque cuando era pequeña la situación esa realmente constante, ahora sólo ocurre de vez en cuando, pero sigue siendo agobiante cuando ocurre, sobretodo porque ya soy mayor y una chica amable, divertida y guapa como yo no debería marearse en un auto.
Pero bueno ...
Ya estaba un poco mejor, tratando de escribir esto en mi intento por distraerme un poco.
Y luego la mayor diversión: esperar junto al esposos de mi tía mientras ella llevaba a los niños a la zona de juegos del Centro Comercial. ¡Dios! Niños por todas partes y más ruido... Aunque bueno, charlando con mi tío político las cosas son un poco menos tediosas...
Lo mejor de la tarde fue comer en Jennos Pizza una lasagna deliciosa con salsa boloñesa y malteada de brownie, la cual me encantó!
Como cosa graciosa, (es que no dejan de ocurrirme cosas), cuando bajamos al parqueadero del sótano ya era tarde, y casi no damos con el automóvil en el que llegamos, una tapa..
Ah, no, pero esa no fue en realidad la cereza del pastel, sucede que de vuelta a casa por poco nos estrellamos con otro auto porque el conductor del mismo y su copiloto (dos hombres!) se estaban besando muy entretenidos y al no moverse pues casi nos chocamos.
Pero mi tío es un mago al volante, así que no sucedió y llegamos a salvo.
¿Ahora? Es algo tarde y tengo sueño, aunque no estoy muy segura respecto a qué horas dormiré, esta noche me quedo en casa de mi tía, así que está bien.
Me despido por ahora, dejándoles esta imagen de cómo se ve parte de la cuidad desde la terraza de mi casa a las cinco de la mañana.
Nos leemos pronto!!^^