13. Devuélveme lo que es mío.
*A partir de ahora voy a actualizar más seguido porque he acabado la PAU (prueba de acceso a la universidad), puede que haya alguna semana que tarde un poco porque ahora tengo que buscar piso y, además, mañana empiezo mis clases para sacarme el carnet. Pero voy a esforzarme para actualizar al menos una vez a la semana y si es posible dos.*
13. Devuélveme lo que es mío.
Me senté en el borde de la cama y me agaché para coger uno de los dos tacones plateados y ponérmelo en el pie izquierdo, repetí el proceso con el otro zapato en el pie derecho. Me puse en pie y estiré un poco el vestido rojo.
Era ceñido, se ajustaba a mi cuerpo como una segunda piel. Tenía un escote en forma de uve que marcaba generosamente la forma de mis pechos, pero sin llegar a resultar demasiado vulgar. A pesar de que me llegaba por encima de las rodillas, era de manga larga y las lentejuelas que poseía su tela, le daban un toque brillante.
-¿Qué opinas?-le pregunté a Liam que estaba cruzado de brazos en el marco de la puerta.
-Vas demasiado arreglada-contestó frunciendo el ceño.
-Megan me ha dicho que todas irán más o menos así.
-¿Y desde cuándo te importa cómo vayan las demás?-contratacó sin cambiar su anterior postura.
-Sigue sin importarme, solo quiero estar presentable. Ya ha sido bastante difícil para mí haber sido el centro de atención estas semanas. Solo quiero no destacar y poder camuflarme entre la gente como todo el mundo-suspiré.
Ser la nueva no era fácil para nadie que se considerase un poco introvertido como era mi caso. Pero, si además, te mudabas a un pueblo como lo había hecho yo, solo empeorabas la situación. En Fallen Angels, todos tenían su grupo de amigos, personas a las que conocían desde pequeños y con las que habían crecido. Estaban cerrados a la gente nueva, a excepción de Leslie, Daniel y Dylan que me habían invitado a su grupo de buen grado. O Megan, que me había ofrecido su amistad desde el principio. Sin embargo, el resto de alumnos no parecían mostrar el menor interés en querer conocerme, sino más bien en poder criticarme.
-Vale, vale. Me rindo-dijo Liam acercándose para darme un abrazo.
Liam y yo habíamos hecho las paces aquella misma mañana. Él era demasiado bueno para estar enfadado conmigo mucho tiempo. De hecho, cuando la tarde anterior me había invitado a ser su pareja de billar, había dejado claro que ya, casi me había perdonado.
-Solo quería hacer de hermano mayor y protector por una vez-se excusó antes de darme un beso en la frente y separarse de mí.
-¿Una vez?-pregunté irónica y sonriendo.-¡Tú lo haces todos los días!
Ambos reímos ante aquella verdad que Liam no estaba dispuesto a confirmar y salimos hacia la casa de Megan en su busca.
-Ya veo que mis zapatos te quedan de lujo-dijo una muy sonriente Megan terminando de maquillarse.
-Gracias-respondí mientras me entretenía observando su habitación.
Era la primera vez que iba a su casa, normalmente, eran ella y su hermano los que venían a la nuestra.
Por lo poco que había podido ver, su casa era muy amplia y grande. Constaba de dos plantas que estaban conectadas por una enorme escalera. Las salas parecían estar bastante decoradas pero sin llegar a ser excesivas, todo tenía un toque de glamour. Por ello, deduje que su familia poseía un alto nivel adquisitivo. Probablemente, los padres de Megan eran los más ricos de todo el pueblo.
Otro detalle que no había pasado de inadvertido para mí, fue que no había coincidido con sus padres. Pero tampoco lo había hecho con Louis, que había preferido adelantarse yendo al Eclipse, detalle que agradecí. Por lo que no le di mucha importancia a la ausencia de sus padres a aquellas horas de la noche, tal vez estaban trabajando. Para mí, era normal que mis padres trabajaran en el turno de noche o en cualquiera en el que les tocase.
Para cuando Megan hubo acabado de arreglarse, Liam se había cansado y había salido fuera a esperarnos en el coche. Estábamos en el porche de Megan, cuando a lo lejos en la acera de enfrente vi a Harry tirando la basura. Me disculpé con Megan y le pedí que le dijera a mi primo que esperase cinco minutos más y, después me encaminé hacia Harry.
Él me había visto también, pero en lugar de saludarme había decidido seguir con su tediosa tarea.
Una vez que estuve a su lado, rompí el silencio incómodo que me había estado haciendo compañía desde que había dejado a Megan en la puerta de su casa.
-Hola a ti también-saludé incómoda sabiendo que Liam y Megan nos estaban observando desde el otro lado de la calle.
-Hola, Teddy.
Había algo en sus ojos, o tal vez, era cómo pronunciaba mi nombre con su voz grave y pausada, que hacía que quisiera saber qué ocultaba tras su fachada de chico roto.
-No tengo mucho tiempo. Así que, seré directa-dije mientras alisaba la parte inferior de mi vestido para quitar las arrugas inexistentes que no tenía.
Fue en ese momento tras dar varios pasos y estar enfrente del porche de la casa de Harry, cuando bajo la luz de una farola, me examinó con su verdosa mirada de los pies a la cabeza. Pareció gustarle lo que vio, ya que una ligera sonrisa se adueñó de sus labios.
-Perdona, ¿qué era eso que ibas a decirme?-insistió sin perder la sombra de una sonrisa.
-Me preguntaba si...-me repetí a mí misma que fuera valiente, que Liam me estaba observando y que si tardaba mucho empezaría a preocuparlo.-Bueno, me preguntaba si te gustaría venir al Eclipse. Hoy toca una banda que hace versiones. La verdad no sé si son buenos o no, pero irá bastante gente y no sé, quizás deberías divertirte un poco.
-¿Insinúas que soy aburrido?-cuestionó esta vez con un sonrisa completa que incluía a sus dos hoyuelos.
-No, no. No quería decir eso-rectifiqué abochornada.
Era idiota. Eso estaba claro. En cuestión de minutos había perdido todo el carácter que poseía y ahora solo era un manojo de nervios. Cerré mis manos formando dos puños a ambos lados de mi cuerpo y recuperé mi valor.
-Lo que quiero decir es que no te veo socializar mucho, que no digo que eso esté mal. Solo quiero decir si, ¿te gustaría ir conmigo?-solté finalmente.
-No sé, cómo has dicho socializar no es lo mío. Además habrá gente a la que me gustaría dejar de ver aunque sea los fines de semana.
-Si lo dices por Louis, estará distraído hincando el codo. Y siempre podemos hacerle frente, a fin de cuentas siempre es mejor hacer el trabajo en equipo-bromeé.-Cantarán canciones de Nirvana y The 1975. No sé si los escuchas, pero son buenos grupos.
Harry pareció pensárselo cuando mencioné el nombre de Nirvana, quizás era fan de ellos. Debió de ser un argumento de peso porque, finalmente, asintió con la cabeza.
-Iré-declaró sin más.
No me dio tiempo a responderle, ya que Megan apareció a nuestro lado de repente.
-Teddy, Liam quiere saber si te queda mucho o ya podemos irnos.
-Sí, sí. Ya voy-dije dándome la vuelta en su dirección- Hasta luego, Harry.
El ambiente estaba lleno de humo, el sonido estridente de guitarras taponaba mis oídos y la mezcla de olores perforaba mi nariz. Sin embargo, me dejé llevar por la música y deje que mi cuerpo se balancera a su son.
Megan tomó mi mano y me guió hacia la mesa en la que el resto de su grupo de amigos se encontraban. Allí sentados estaban Kristen, Carlie y Liam y algunos otros que no conocía. Solo faltaban Zayn y Louis. Me senté junto a ellos y observé cómo bebían y fumaban sin censura a pesar de ser menores. Ni siquiera se molestaban en salir fuera y tratar de ocultarse.
Como bien me había dicho Megan, aquel bar carecía de leyes porque el dueño era amigo de su padre, que resultó ser el alcalde de Fallen Angels. Eso no significaba que mi tío no tuviera autoridad, sino que Louis estaba al tanto de cuándo iban a ser las inspecciones y se las chivaba al dueño del local, a cambio de tener un sitio en el que poder hacer con sus amigos lo que le diera la gana, incluso a escondidas de su padre.
Louis era astuto y un tanto tramposo. Le daba igual utilizar a alguien con tal de conseguir sus medios, y eso, solo significaba una cosa, que yo tenía que ser más lista que él si quería ganarle y no caer en su propio juego.
Agobiada por el ambiente y acalorada por haber estado bailando y saltando durante varias horas, solo me apetecía salir a tomar el aire. Así que, me puse en pie y me dirigí hacia la puerta pensando en si Harry vendría cómo me había dicho.
Sin darme cuenta, debido a que mi mente estaba un poco entumecida por las cervezas que me había tomado, me encontraba frente al callejón que había descubierto la tarde anterior. Al fondo podía observar varias personas, una pareja liándose y a otros dos chicos hablando. Conforme fui avanzando, descubrí que los chicos que estaban conversando se trataban de Zayn y Louis.
Ambos parecían estar metidos en su conversación. Sin embargo, de vez en cuando, Zayn miraba por encima del hombro para ver si la pareja los estaba observando. Hizo aquel gesto una última vez y, cuando comprobó que no lo estaban observando, le dio dinero a Louis. Él, a su vez, le dio una bolsita que había sacado cuidadosamente del bolsillo de su pantalón.
Aunque no fui capaz de detectar qué era lo que contenía exactamente la bolsa, por lo rápido que había sido todo y por la distancia, supe que había presenciado algo que no debía y que si no salía de allí, estaría metida en problemas.
Intenté de salir del callejón sin hacer ruido y despacio, pero para mi mala suerte, se me enganchó el vestido en un alambre que sobresalía del contenedor de basura y cuando tiré para desengancharlo, varias bolsas cayeron llamando la atención de las dos personas que ahora quedaban en el callejón junto a mí. La pareja debía haber accedido al club a través de la puerta que se encontraba delante de Zayn y Louis.
Ambos centraron sus miradas en mí y fue Louis, el que atrevió a cogerme del brazo y zarandearme.
-No sé qué coño crees que has visto, pero tú no has visto nada. Ni una palabra a tu tío. ¿Entendido?-dijo con tono amenazante y apretando más su agarre.
-Yo no he visto nada-mentí mirando al suelo porque si lo miraba a los ojos vería mi furia.
-Louis, suéltala-interfirió Zayn con voz calmada pero severa también.
-Es su sobrina, joder. Si le dice algo a su tío, estaremos en problemas.
-Eso deberías haberlo pensado antes. Suéltame, gilipollas-repliqué con un hilo de voz incapaz de contenerme.
-¿Qué has dicho?
Entonces la puerta a nuestras espaldas se abrió y por ella apareció Liam. Louis me soltó a regañadientes antes de que mi primo pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando.
Entré al club dejando a los tres amigos inseparables fuera. Caminé hacia la barra, esperando chocarme con Harry, en su lugar encontré a Megan. Me sorprendió que hubiera aceptado mi invitación. Sin embargo, no creía que dejase caer por allí. Y si lo hiciera, eso enfurecería más a Louis, pero sobretodo a Zayn, que no había sido capaz de jugar la partida de billar, después de que yo mencionase a Harry en la apuesta. Había hecho lo mismo que en la clase de filosofía: marcharse.
Dejé a Megan pidiendo en la barra y me dirigí hacia el baño para refrescarme con un poco de agua en la cara. Lo necesitaba, no podía creer lo que había vivido minutos antes. Sabía que Louis era peligroso, pero ahora más que nunca debía cuidarme de él, ya que me tenía en su punto de mira.
Una mano se aferró a mi brazo cuando estaba saliendo del baño y, con su firme agarre, me posicionó contra la pared. Temí que se tratase de Louis de nuevo, pero al levantar la vista, mis mirada se cruzó con una de un precioso tono avellanado.
Zayn estaba delante de mí, sus brazos que se encontraban a ambos lados de mi cuerpo formaban una jaula para que no pudiera escapar.
Minutos antes en el callejón, había sido él, el que me había defendido de Louis y, sin embargo, ahora era él, el que me retenía en contra de mi voluntad.
-Yo que tú no diría nada de lo que has visto, Louis puede ser un capullo si se lo propone y te hará la vida imposible si se entera de que has dicho algo.
-Haré lo que crea conveniente. No pienso dejarme manipular por un chulo de instituto, acostumbrado a tener y a controlarlo todo-respondí sin dejarme amedrentar por su actitud.
-Teddy, hazme caso no te conviene tener problemas con él.
-Lo que no me conviene es adularlo y aumentarle el ego como hacéis todos aquí-dije de forma directa.
Zayn cerró los ojos un momento, como si tratara de contener su respuesta. Después, lamió su labio inferior haciendo que mi mirada se centrase en ellos cuando habló:
-Devuélveme lo que es mío-ordenó con voz raposa debía de haber estado bebiendo un poco.
-¿El qué?-pregunté sin voz colapsada por su presencia, por su cuerpo y por su aroma.
Por mucho que tratase de buscar una salida, todo lo que encontraba era a Zayn. Maldita cerveza, no volvería a hacerle caso a Megan jamás.
-Mi cuaderno-susurró en mi oído antes de apartarse de mí.
Hola bebés estoy de vuelta, espero que os haya gustado. Por favor comentad, pero sobretodo votad. Me ayudáis muchísimo a mí y a que la historia sea un poquito más conocida y valorada. ¡Gracias por leer!
Besitos by Cici.
PD: ¿Irá Harry? ¿Le devolverá Teddy el cuaderno?
PD2: Louis es un idiota en la historia(pero lo amo), Zayn ha defendido a Teddy*aplauso*.
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