Un asunto me ha sorprendido cuando estaba finalizando la edición de este hololibro y así lo incluyo en este epílogo (un poco apresuradamente, lo reconozco), y no es otra cosa que la publicación de la tercera traducción (al 93 %) de Los Superiores. Ha sido un placer la lectura casi completa de este emocionante relato épico.

En el texto se describe la extensión y la naturaleza de la Vida en las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Y no solo se muestran planetas habitados por formas de Vida más o menos extrañas. También sociedades extrasolares. De hecho, la galaxia entera parece estar llena de civilizaciones avanzadas.

En el texto se podía leer que la relación de las 342 civilizaciones avanzadas de la alianza de los Elegidos, además de los nombres, mostraba las coordenadas y la ubicación de cada una de sus estrellas. La datación del texto fue la clave. Bastaba con determinar la evolución de la posición de esas estrellas durante los últimos 2,112773 millones de años (momento en el que Aletes había escrito Los Superiores) para determinar dónde podían estar ahora ubicadas esas civilizaciones.

Durante la moratoria, MENTE había estado buscando incansable por toda la galaxia las civilizaciones de los Elegidos. No era un trabajo fácil, porque les gusta estar camufladas en el espacio para no ser blanco fácil de las civilizaciones violentas. Sin embargo, el ingenioso dispositivo había descifrado y obtenido del texto de Los Superiores la relación completa de las civilizaciones de los Elegidos. La más cercana que encontró resultó estar en la exoluna Tikal, en la estrella Tau Ceti: un cuerpo oscuro muy difícil de detectar. Néstor Gutiérrez me confesó que había descubierto Tikal gracias a la información que le había proporcionado el ente cibernético.

Luego, Laura y yo nos pusimos a trabajar para intentar enviar unas microsondas a Tikal, la exoluna de moda, pero encontramos dificultades que nos superaban. Otra vez, MENTE vino al rescate, ayudándonos de manera decisiva con las trayectorias.

El pernicioso virus de Black Stars no habría parado hasta matarme, pero tras mi segundo atentado MENTE logró confundirlo creando un sofisticado antivirus que lo atacaba sin piedad en la red. Laura y yo no lo sabíamos, pero él nos estaba protegiendo todo el tiempo.

Lo conseguimos gracias a MENTE.

Por cierto, me han ofrecido el cargo de rector de la Universidad de La Ciudad de la Luna, y he aceptado.