27. La metáfora del bosque


—¡A la orden pa'l desorden! —exclamó Fredie siendo el primero del grupo en entrar a la cafetería.

Quinn, que va detrás de él, lo agarró de la oreja y lo hizo caminar junto a ella por el lugar para tomar asiento en una de las mesas vacías.

—Ningún desorden —susurró—, te vas a comportar.

—¡Auch! —Fredie se quejó—. ¡Quinn!

—No puedo creer que estemos aquí —Charlie soltó un suspiro.

—Mírale el lado positivo —dijo Stella y Charlie arqueó una ceja—. ¡Comida gratis!

Charlie se rió y la vio caminar a la mesa llena de aperitivos.

Aún parada bajo el umbral de la puerta Charlie escaneó la cafetería, odiaba admitirlo, pero Jazmín se lució con la decoración. Los globos que inundan el lugar son verde caña y verde oscuro clara referencia al color favorito de Charlie y al color de la universidad.

Los bocadillos se ven deliciosos y el mover las mesas a los costados ha dado un buen espacio para poder caminar por el centro de la cafetería, cosa que muchos de los invitados, más que nada amigos de la familia, han hecho.

—De acuerdo —Kevin es el último en entrar—, gracias por aceptar el cambio de planes —dijo y cerró la llamada que estaba teniendo.

—¿Todo en orden? —Charlie lo observó.

—Sí, solo eran cosas del trabajo —mintió y procedió a guardar el celular dentro de uno de sus bolsillos.

Entrelazó sus dedos con los de Charlie y sonrió de lado al ver el lugar.

—¿Por qué se siente como si hubiesen pasado años desde la última vez que estuve aquí? —susurró Kevin.

Charlie amargó el rostro.

—Deberíamos irnos.

—¡Ey! —la soltó para tomar sus mejillas entre sus manos y hacerla mirarlo—. Anímate, después de todo, esta celebración es para ti.

—Pero no quiero estar aquí.

—Solo será un rato. ¿Prometes portarte bien?

—No lo sé... ¿Si no lo hago que me harás? —musitó en tono juguetón.

—Ay, Charlie —Kevin negó con una media sonrisa y se inclinó para dejar un corto beso en sus labios—. Vamos a sentarnos.

Vivian, Jazmín, Zach y media cafetería observaron aquel beso con extrañeza.

—Esto es tan raro. ¿Kevin Daniels? —dijo Zach con la boca llena de galleta—. Un genio informático catalogado como uno de los hombres más ricos e influyentes de este siglo... ¿Está saliendo con mi hermana?

Vivian le dio una mirada severa.

—Mástica antes de hablar, Dios mío, creerá que no te enseñé modales.

Zach sacudió las migajas de galleta de su mano y boca.

—¿Creerá? ¿Buscas impresionar a alguien en particular? —Zach arqueó una ceja y Vivian cerró su boca en una fina línea—. Mamá, comienzo a creer que esta fiesta no es para Charlie.

—¿Qué tonterías dices? —Vivian se giró para tomar un vaso de vino de la bandeja al costado de los aperitivos—. ¡Claro que es para tu hermana! ¡Se graduó de la universidad! Finalmente será independiente y una mujer de utilidad para la sociedad.

Zach rodó los ojos, hasta en ese gesto él y Charlie se parecen mucho, a pesar de no ser hermanos de sangre, tantos años juntos han hecho que en sus extrañas mañas se parezcan.

—Lo que tú digas, estaré en el área de descanso, me avisan si me necesitan.

Jazmín lo tomó de la mano.

—¿No te quedarás aquí para la celebración de tu hermana?

Él escaneó la cafetería hasta que encontró a Charlie en una de las mesas con Kevin a su lado y el resto de sus amigos, riendo y bebiendo de las copas de vino a excepción de Quinn, ella solo bebía agua.

—No, se supone que ella y yo estamos pelados y "celebrarla" sólo me hará lucir hipócrita —estiró su mano para agarrar varias galletas—. No me gusta la hipocresía y... Creí que a ti tampoco —la miró serio y se giró para caminar hasta el mostrador y pasar por las puertas que llevan al área de descanso de la cafetería.

Jazmín se cruzó de brazos y Vivian le estiró una copa de vino a la pelirroja.

—Ignóralo, sabes que cuando Zach se pone amargado es insufrible.

—Igual que Charlie... —dijo Jazmín antes de beber el vino.

❁❁❁

Las horas pasaron y la noche hace su presencia, Charlie se dio cuenta de que Kevin tenía razón, celebrar con sus conocidos fue bueno y el que su madre, Zach o Jazmín no le hablaran en todas esas horas solo hizo mejor su estadía.

Luego de despedirse de Charlie, Fredie y Quinn decidieron que es tiempo de irse a casa, Kevin se encuentra afuera despidiéndose de ellos.

—En unos minutos llega mi Uber —avisó Stella al darle una mirada rápida a su celular.

—Ay —Charlie hizo un puchero—. ¿Por qué?

—Tengo un trabajo al cual asistir. La tienda se llama Heart's, ¿Te suena el nombre? Es una lástima que Kevin no me sacara de ese turno como lo hizo en la panadería.

Antes de que Charlie pudiera responder, Jazmín tomó asiento en la silla junto a ella.

Stella arqueó una ceja y Charlie volteó el rostro para mirar fijamente a su cuñada.

—¿Qué estás haciendo?

—Solo vine a felicitarte ya que aún no lo he hecho.

—No quiero tus felicitaciones, Jazmín.

—Charlie, por favor —soltó un suspiro cansado—, quiero un momento para hablar contigo.

—No, aléjate de mí —intentó tomar el tenedor junto a su plato, pero Stella fue más rápida y lo alejó de su alcance.

—Yo mejor voy a ir por un trago extra antes de irme —Stella se levantó de la silla y se inclinó para tomar todos los cubiertos con ella—, me llevo esto para evitar ojos fuera de la cara.

Charlie miró como Stella se alejó y volteó a ver a Jazmín que se había levantado y ahora sentado frente de ella, ambas viéndose cara a cara.

—¿Por qué asumes lo peor de mí todo el tiempo? Quiero congeniar y hacer las paces contigo, pero tú me bloqueas y me rechazas, Charlie, dame una buena razón para alejarme de esta mesa y lo haré.

—De acuerdo, no te daré una, te daré tres —sonrió de lado—. Uno, aléjate porque no me agradas. Dos, aléjate porque no me agradas y tres...

—¿Me alejo porque no te agrado?

—No, la tercera razón era que si no te alejas te voy a empujar al suelo y no me va a importar hacer una escena.

—¿Por qué me odias tanto? —insistió—. Necesito entenderlo, tu hermano y yo nos vamos a casar en dos semanas y eso significa que tú y yo seremos familia por el resto de nuestras vidas.

—¿Quieres entenderlo? Te lo explicaré simple y sencillo. Imagínate que alguien está parado frente a un bosque grande y oscuro en medio de la noche y sabe perfectamente que si se adentra algo malo va a pasar.

—¿De acuerdo? —ladeó la cabeza sin entender.

—Jazmín, tú eres el bosque.

—¿Yo soy el bosque?

—Sí, tú eres el bosque y mi tonto hermano es la persona que estaba afuera y entró. Desde entonces, yo he estado observando como tú con tu gran oscuridad y maldad lo consumes y no solo te has llevado Zach, sino también a mi mamá.

—¿O sea que la razón por la que no te agrado es porque tienes un mal presentimiento sobre mí?

—En pocas palabras sí —Charlie se cruzó de brazos.

—¡Eso es muy ridículo! Si tan solo te hubieras dado el chance de conocerme desde el momento en el que me volví novia de tu hermano tantos problemas se habrían evitado.

—No. Por supuesto que no, sé cuáles son tus intenciones.

—No, no las sabes. Tú asumes que yo soy la villana en tu narrativa y así me has pintado todos estos años.

—¿Escuchas las idioteces que dices?

—No son idioteces, ¡estoy tratando de entender lo que me dices! Esta es la primera conversación larga que hemos tenido, ya que cuando estamos juntas solo hay gritos y peleas.

—Y uno que otro jalón de cabello.

—Charlie, para ti, yo soy el bosque grande y oscuro qué te ha alejado de tu hermano y creo que ya sé porque me tienes tanto miedo.

—¿Miedo? Yo no tengo miedo de ti

—Puede que no tengas miedo de mí, pero tienes miedo de perderlo —señaló a Zach a la distancia que conversaba con Vivian mientras recogen las mesas—. Desde muy pequeña tu padre te abandonó, luego tu madre se volvió a casar, tu padrastro murió y ahora puede que por alguna razón te sientas amenazada porque yo llegué a la vida de Zach y crees que eso significa que también se apartará de ti, pero no es verdad.

—Te crees tan inteligente sacando tus tontas teorías, ¿verdad?

—Charlie, por favor, colabórame, deja de lado la amargura y la imagen de villana con la que me has pintado y permítete conocerme como soy en realidad.

Charlie sonrió con amargura.

—¿Y cómo eres en realidad, Jazmín?

—Pues... Usando tu metáfora puede que por fuera sí parezca un bosque grande y oscuro, pero si te permites entrar puedes descubrir que en realidad el bosque está iluminado por dentro y tiene flores...

—No dañes mi metáfora, Jazmín, en serio no lo hagas.

—Bien, bien lo que quiero decir en realidad es que amo demasiado a tu hermano y mi amor es tan incondicional que no importa cuántas peleas haya entre tú y yo, esto va a pasar, nos vamos a casar y tienes que aceptarlo.

Charlie se quedó en silencio y Jazmín se levantó de la mesa dejándola sola. Al seguirla con la mirada ve como besa a Zach y este sonrió cuando se separó de ella.

—Ugh, son tan asquerosos —Charlie hizo una mueca.

—¿Lista para irnos? —Kevin le extendió una mano y la ayudó a levantarse.

—Sí.

—Perfecto, porque la celebración aún no acaba.

—¿No? —Charlie ladeó la cabeza.

—No, aunque el cambio de planes hizo que la locación principal se moviera, ya todo está listo en casa.

—Kevin —Charlie lo miró, dudosa—. ¿Qué estás tramando?

—Ya verás, remolino.


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