Un tiempo a pasado desde que hemos terminado, y he de mentir si te digo que esto no a sido duro y cansado. Te extraño cada día, te maldigo siempre, por ti mi mundo a sido tan diferente.

El día más doloroso fue la mañana después de nuestra ruptura, donde me sentía sin alma, vacío, sin sentir nada. Pero las lágrimas no dejaban de brotar en ningún momento.

Aún lloro, aún sollozo por ti, aunque cada vez menos, el amor que había sentido no ha desaparecido, sigue ahí pero en un corazón herido. Toda la desesperación se convirtió en rencor, en traición, solo sentimientos negativos surgían de mi hacia ti.

Te evitaba hasta en mis pensamientos, y en persona ni se diga, no te he vuelto a ver pero todas las reuniones las he rechazado con mentiras, dando tus típicas excusas que siempre fueron muy efectivas.

Las mentiras no me gustan, por que me recuerdan a ti. Me siento tonto por decirlas ya que el objetivo es no verte, y debería enfrentarte, pero en este momento mi corazón no está listo aún, rompería en lágrimas de nuevo y es lo que menos quiero.

Entre las penumbras de mis pensamientos un portal escucho que se abre, miró hacia la dirección mirando como alguien atraviesa el portal.