Lloraba amargamente como jamás alguien me había hecho llorar. Siempre lloraba en silencio, hubo veces que lloraba a un lado de Geno, ¿se daba cuenta? Por supuesto, ¿Que hacia? Simplemente se levantaba y retiraba. Era incapaz de decirle que se quedara con mi "garganta" atascada de sonidos que nunca liberé, pero no sé lo tenia que pedir...espere demasiado de el.

Me levante del frío suelo, me dirigí a mi cuarto desapareciendo mi guadaña en el camino, hace mucho no había descansado, al menos necesitaba un segundo para librarme de este dolor de cabeza constante.

Mire mi cama y no dude en acostarme, aferrándome a las sábanas recordando cada acto impuro a habíamos profanado en ella, las lágrimas volvieron. Me envolví en las sábanas sollozando.

Mi corazón estaba roto, pero mi alma podía seguir.

Me comencé a arrepentir de cada momento que viví junto a ti, aun cuando yo te insistí en estar juntos y "caíste " por mi, pero que iluso fui, simplemente yo era el que estaba perdidamente enamorado de ti, yo solo era algo casual para ti, me lo demostrabas siempre y yo jamás lo quise ver. Un completo idiota fui con tus excusas que todo el tiempo podía desmentir, simplemente quería ser feliz junto a ti.

Las lágrimas me consumieron y el dolor también, pero el sueño fue más y dormí llorando no por primera vez.