Capítulo 97.

  HARRY STYLES

Me senté en el mostrador de la cocina, observando a Arabella barajando delante de mí con ollas y sartenes. Llevaba el pelo recogido de la cara en una trenza y ni un solo rastro de maquillaje estaba presente. Mi sudadera colgaba sobre su pequeño cuerpo y sus calcetines hasta la rodilla casi me volvieron loco en el momento en que los vi. Ella se maniobró en silencio, tarareando una melodía suave como yo la miraba.

Las cosas entre nosotros no habían sido tan incomodas como pensé que serian. Era como si nada hubiera cambiado. Todavía podía bromear con ella, ella lo ignoraría y una vez que finalmente lo llevara muy lejos ella empezaría a bromear conmigo de vuelta hasta que las lágrimas caían por mi cara en la risa. Yo estaba feliz de que yo todavía era capaz de confesarle mi amor a ella, aunque el silencio que seguía dejaba un dolor en mi pecho, se sentía bien sólo decírselo.

Ella corrió alrededor de la cocina, tomando ingredientes de todos lados para hacernos el almuerzo. Luchesi había estado viniendo en la cocina de vez en cuando, pero se sentó en mi oficina en su mayor parte. Decidió que iba a hacer algunos de mis papeles por lo que podría pasar algún tiempo con Ara, pero sabiendo que el puede ver toda mi mierda me pone nervioso. Me levanté y camine alrededor de mostrador, caminando hacia Arabella.

"¿Qué estás haciendo?" Le pregunté, poniendo mis manos en sus caderas.

"Es una sorpresa", sonrió, dándose la vuelta y colocando sus manos en mi pecho.

"Que juvenil" bromeé, presionando mis labios en su frente.

"Oh, por favor", dijo, poniendo los ojos haciéndome sacudir la cabeza y morderme el labio. Ella se acurrucó más en mi pecho haciéndome abrazarla con más fuerza.

"¿No tienes frío? ¿Quieres un par de mis pantalones?" Le pregunté sintiéndola sacudir su cabeza contra mi pecho.

"No estoy bien, gracias" en voz baja respondió.

"¿Estás segura?" Yo pregunté.

"Sí estoy segura", dijo alejándose un poco para mirarme.

Mantuve mi férreo control sobre ella, meciéndola lentamente de lado a lado. Sé que comportarme de esa manera con ella sólo me hará mas daño al final. Debería haber cortado los lazos con ella cuando ella admitió no amarme, pero yo no puedo. No me puedo imaginar volver a cómo eran las cosas antes de ella, o incluso volver a como estábamos al principio. Se ha convertido en la estabilidad que me faltaba a lo largo de toda mi vida.

Supongo que no oí la puerta de la oficina abrirse porque antes de que pudiera alejarme de ella, Luchesi había entrado e inmediatamente fue a la nevera.

"Se te esta acabando la cerveza", comentó, viéndonos de una manera extraña.

"No se estaría acabando si no te la tomaras toda" Puse los ojos, desenganchando un brazo de Arabella, manteniendo el otro en su hombro.

"Sé amable" Arabella tranquilamente reprendió haciéndome cerrar inmediatamente la boca.

"Cuando acabes ... por aquí, ¿puedes venir a ayudarme con algo en la oficina?", dijo un poco impaciente, haciéndome entrecerrar mis ojos en el.

"Sí, claro", le dije dándole un beso en la frente de Ara antes de caminar detrás de él hacia la oficina.

Antes de caminar hacia la puerta de la oficina, abrí la puerta principal y agarre el correo tirado en el porche. La mayor parte de mi correo eran tratados de paz y revistas en las que Arabella se inscribía. Cerré la puerta y me dirigí hacia la oficina. Cerré la puerta detrás de mí y coloque el correo en el sofá. Luchesi se sentó en la silla, escribiendo palabras en un bloc de notas como un documento estaba frente a él.  

"¿Que es eso?" Le pregunté mirando por encima de su hombro.

"Es un tratado de paz con Los Viciosos Los Despiadados", dijo haciéndome rodar mis ojos.  

"¿Que quieren ellos?" Le pregunté, sentándome en el borde de la mesa.

"Se han acordado unir fuerzas y conceder la paz con Los Salvajes", dijo haciendo que mi ojos se abrieran.

"Eso es jodidamente increíble", le dije, tomando el papel de sus manos.

"Sí, pero mira todos los beneficios que ellos quieren", dijo.

"Quieren nuestra base en Asia? ¿Están siendo jodidamente serios?" Dije.

"Bueno, no es realmente justo para ellos mudarse a través del mundo", dijo.

"Bueno, no es justo para nosotros tampoco. Ellos quieren la paz con nosotros, lo hacen en nuestra tierra, fin de la historia", le dije, dejando caer el papel de nuevo sobre la mesa.

"Pero Harry, si piensas en ello, eso es casi todo el hemisferio oriental", dijo.

"No me importa, no moveré mi base", le dije, caminando hacia el sofá.

"Podrías estar perdiendo algo grande", advirtió.

"Luchesi, si esta alianza funciona con Los Feroces, el resto del mundo querría estar dentro en esto. Confía en mí en este caso", le dije sentándome en el sofá empezando a abrir el correo.

"Supongo que tienes razón", dijo volviendo a los trámites.

Me moví a través del correo, consiguiendo exactamente lo predije, revistas y tratados de paz sin valor con demasiados beneficios para mí que incluso molestaban leer. Una vez que llegué a la parte inferior de la pila sólo un pequeño sobre permaneció en mi regazo. No había dirección de retorno, y mi dirección ni siquiera estaba en ella. El sobre era más pequeño que el tamaño de la palma de mi mano y el papel blanco había sido un poco desgarrado por los bordes. Quién se que envió esto, ni siquiera lo puso a través del sistema postal.

"Luchesi" dije, poniéndome de pie y caminando hacia el escritorio.

"¿Que es eso?" -dijo, mirando el sobre en mis manos.

"No sé. No hay ninguna dirección de remitente o incluso la mía" Dije entregándole el sobre.

"¿Y si es de ...", dijo mordiéndose el labio y mirándome.

"Ábrelo" Dije como sus manos desgarraron la parte superior.

Mi corazón empezó golpeando en mi pecho, como cada pequeña pieza de la envoltura era rota. Yo no quiero creer que esto podría ser de Seth o Elliot. Lo que sea que este ahí, nunca puede ser bueno si es de ellos. Luchesi metió la mano en el sobre sacando un pedazo de papel doblado. Mi cabeza estaba empezando a girar y era como si él lo estaba abriendo en cámara lenta.

Una vez que estaba fuera, eché un vistazo a la letra garabateada sucia, casi perdiendo toda compostura. 

Que mañana sea el día en que tus secretos sea revelados 

~ SC & CE 


ARABELLA CASPER 

Harry se había ido hace una hora, alegando que tenía algún "negocio" del cual ocuparse. Estoy aprendiendo a no curiosear en su información tanto como me gustaría y en realidad es muy difícil mantener mi promesa para mí mismo. Entiendo que Harry está bajo mucho estrés con Los Salvajes y Los Feroces, y entiendo si tiene otras necesidades que atender, pero es que no puedo dejar de preocuparme a veces cuando sale por esa puerta.  

Estoy sentada en la sala de estar leyendo una revista mientras Luchesi esta sentado en el sofá junto a mí pasando los canales de TV y respondiendo a textos que parecen en ocasiones alertar a su teléfono. He leído esta revista tal vez 100 veces, pero yo no tengo ganas de hacer nada más. Resoplando en frustración, apaga el televisor y se vuelve hacia mí. Lo miro y pongo la revista en la mesa de café en frente de mí.  

"Estoy aburrido", dice pasando los dedos por su pelo de la misma manera en que Harry lo hace.

"Yo también", le comenté, dejando que mi cabeza se apoyara contra el respaldo del sofá.

"¿Quieres ir a dar una vuelta?" preguntó haciendo que mi cabeza subiera.

"Harry se enfadará si se entera de que usamos sus coches", le dije.

"No lo hizo la primera vez, ¿verdad?" sonrió haciéndome reír.

"Si nos pillan, esto es culpa tuya", le dije de pie y caminando hacia la sala.

Abrí el armario lado para agarrar mi abrigo y un par de botas antes de caer en ellos. Saque mi pelo fuera de mi trenza que me hice hace un tiempo, pero ahora lo necesito fuera de mi cara de nuevo. Lo tiré arriba en una coleta alta, de la cual estoy 100% segura que tiene cerca de 6 bultos en la parte superior. Me encogí de hombros y me acerqué a Luchesi, que parecía estar en profunda concentración en el estante de las llaves.

"¿Cuál llevamos?" preguntó.

"No sé sólo toma cualquiera", le dije, mirándolo colocar sus manos en sus caderas.

"Uno no puede simplemente tomar cualquier llave", dijo sacudiendo la cabeza.

"Oh, Dios mío", le dije, rodando mis ojos y agarrando la mas cercana a mí. "Vamos, llevaremos el ..." dije mirando a la parte posterior de las llaves. "Ferrari Spider 2015" dije haciendo que Luchesi rodara sus ojos, pero tomando las llaves.

Caminamos hacia la puerta del garaje y la abrió. Todavía el día de hoy, me choca sobre cómo podría darse el lujo de tener un garaje subterráneo conectado a su casa. Para el este garaje es "pequeño" y sólo puedo imaginar como se va a ser el de la nueva casa. Caminamos por las escaleras y presionamos el botón de desbloqueo para encontrar cual era.

Las luces de un coche negro se iluminaron en el medio de los coches a la derecha, como ambos caminos hacia el. El garaje estaba caluroso, pero en comparación con la casa, se sentía como si hubiera caído 10 grados. Nos acercamos al coche como Luchesi sacudió la cabeza y frotó las manos en el capó del coche.

"Por supuesto que este jodido rico tiene un Ferrari Spider en rojo y en negro", dijo sacudiendo la cabeza.

"¿Por qué tener otro en rojo también?" Le pregunté mirando el mismo coche exacto, pero el de al lado del coche que íbamos a usar en rojo.

"Porque antes de que tu llegaras no tenia nada mejor en que gastar su dinero", dijo haciéndome reír y abrir la puerta del coche.

Nos sentamos en el interior y encendimos la calefacción antes de siquiera pensar en poner el coche en marcha. Una vez que el coche estaba agradable y cálido, Luchesi lo puso en marcha y se retiró de la plaza de aparcamiento. Manejo a través del garaje antes de abrir la puerta con el mando a distancia que Harry mantiene en el coche. Subimos hasta la pequeña colina y empezamos el viaje por el camino de entrada.

"Este coche es increíble", dijo Luchesi, sintiendo el volante.

"Ahora suenas como él" gemí como llegamos fuera de la calzada y en la carretera principal.

"Hablando de él, ¿qué está pasando con ustedes dos?", dijo haciendo que mi cabeza se levantara.

"¿Qué?" Yo pregunté.

"¿Qué está pasando con ustedes dos?" -preguntó de nuevo.

"Nada, estamos bien", le contesté haciendo ver hacia mí con los ojos sabelotodo. 

"No soy estúpido Arabella, puedo darme cuenta cuando las personas están actuando diferente y el lo esta", dijo con los ojos enfocados un poco demasiado en el camino como si estuviera profundamente pensando en algo. "El definitivamente está actuando diferente", confirmó.

"No sé a dónde vas con esto" Dije. Yo tenía una idea de lo que estaba hablando, pero yo no quería avergonzar a Harry.

"Harry me contó lo que pasó el otro día", dijo haciéndome tensarme un poco.  

"¿Qué sería?" Le pregunté, antes de pensar.

"No lo amas?" preguntó mirándome.

"No lo sé", le dije sacudiendo mi cabeza.

"¿Cómo que no sabes, es un sí o un no", afirmó haciéndome suspirar.

"Solo no lo se, es complicado", le contesté.

"Escucha sé que siempre lo molesto y bromeo con él, pero él sigue siendo mi hermano. Lo que pasó entre nosotros en el pasado fue manipulación. Fue un juego que mi padre jugó con los dos, y ambos estuvimos de acuerdo con dejarlo pasar. Nunca he tenido una relación con mi hermano como lo hago ahora, aparte de cuando éramos muy jóvenes. Estamos empezando a actuar como en familia y cuando la familia se siente mal, por lo general es mi deber averiguar por qué" dijo.

"No puedo explicar lo que está pasando en mi cabeza. Un minuto yo sé que lo amo, entonces el siguiente minuto pienso en la noche en que me secuestró. Es un lío, soy un desastre" dije mirándolo.

"Si no lo amas entonces no lo amas. Pero no puedes jugar a este juego de gato y ratón con él", dijo.

"No estoy jugando un juego con él", le dije.

"Pero si lo estas haciendo y tu ni siquiera te das cuenta. No puedes decir que no lo amas pero luego abrazarte con él en la cocina. Le estás dando falsas esperanzas", señaló.

"Puede que no lo ame, pero sigue siendo mi novio", le respondí.

"Pero todos sabemos que ustedes dos son mucho más que eso", dijo.

"Pensé que estabas de mi lado en todo esto", le dije.

"No estoy del lado de nadie. No hay lados. Yo amo a mi hermano, y mi hermano te ama. Por defecto yo también te amo", dijo.

"Oh, gracias" dije rodando los ojos juguetonamente.

"Sabes lo que quiero decir", dijo.

"No puedes obligarme a amar a alguien Luchesi", le dije.

"Eso es de lo que no te estás dando cuenta. Lo se y probablemente todos los demás en el mundo saben que lo amas. Puedes no ser capaz de verlo, pero te aseguro que yo si puedo y es una mierda que no te des cuenta de eso también. No te mantengas lejos debido a un pasado difícil. Yo y Harry tenemos un pasado casi imperdonable pero estamos trabajando en ello. No dejes que el pasado detenga tu futuro ", dijo.

"Tengo miedo de que si lo dejo entrar no tendremos un buen futuro. Está en una pandilla Luchesi, nunca podría tener hijos, yo nunca dejaría que mis hijos crezcan en torno a pandilleros. Probablemente sea mal visto incluso casarse" Dije.

"¿Por qué estás tan preocupada por lo que piensen los demás? Si hay algún buen rasgo que Harry y yo aprendimos de nuestro padre es que no nos importa un carajo lo que otros tengan que decir. Tu tampoco deberías", dijo.

"No fui criada de esa manera", le dije.

"Tampoco fuiste criada para mamárselo a un líder de una pandilla, pero tu todavía lo haces", bromeó dándome un codazo a mi lado.

"Oh, juro por Dios" me reí empujando su hombro un poco.

Él se rió y reajusto su agarre en el volante. No tengo ni idea de dónde estábamos y por una vez estoy contenta de que no lo hago. Me siento como si sólo puedo relajarme y no tener que preocuparme por el estrés de vuelta en esa casa. 

 "Voy a decirte algo y tienes que prometerme que no le dirás a Harry que te dije", dijo haciendo que mi cabeza se levantara en su dirección.

"No lo haré", le dije.

"Ara lo digo en serio, no le digas, él va a estar tan enojado conmigo", dijo.

"No lo haré, lo prometo", le dije.

"Está bien", dijo. "Ha estado pasando algo con Los Salvajes desde hace un tiempo, y sé que no debo ser yo quien te diga así que sólo voy a adelantarte un poco", dijo.

"¿Qué es?" Le pregunté, sintiendo mi corazón golpear contra mi pecho.

"Ya sabes que Los Salvajes y Los Feroces buscan unir fuerzas, ¿no?" dijo mirándome por encima como yo asentí. "Bueno, después de que tu padre murió, tus hermanos no querían tener nada que ver con Los Salvajes porque como ya sabes ellos colocaron la bomba que mató a tu padre", dijo mirándome para asegurarse de que yo todavía estaba escuchando. "Harry le hizo a tus hermanos un trato para compensar lo que le pasó a tu padre. Tus hermanos acordaron pero no siguieron completamente el trato, por eso sucedió tu secuestro. Bueno, eso llamo su atención y por las últimas semanas han estado volando por aquí para reunirse con nosotros y discutir la paz. Ellos hicieron otro trato, pero esta vez, Harry no lo ha seguido", dijo haciendo que mi boca casi cayera.

"¿Cual es el trato?" Yo pregunté.

"Yo no voy a ser el que te lo diga. Harry debe ser el único que te lo diga", dijo.

"¿Por qué me dices esto ahora?" Le pregunté haciéndolo suspirar.

"Arabella sólo quiero que sepas que Harry no tiene control sobre lo que está pasando", dijo.

"¿Por qué me dices esto ahora?" Le pregunté de nuevo, esta vez con más severidad.

"Mañana, tus hermanos van a venir a la casa para hacer frente a Harry", dijo haciendo que mi estomago cayera.

Por mucho que los extrañe a ambos, yo no quiero ni saber lo que sucederá mientras se encuentren en la misma habitación con Harry y Luchesi.

"Oh, Dios mío", le dije.

"Lo sé", dijo, sin aliento.

"Y si tratan de llevarme de nuevo a casa. No quiero volver a caer en el ciclo sin fin, Luchesi" dije.

"Eso no es lo que debería preocuparte, Ara", dijo.

"¿Qué quieres decir?" Yo pregunté.

"Esos dos son arrogantes, probablemente sabes eso, no se detendrán ante nada para que las cosas salgan a su manera", dijo.

"Entonces, ¿qué va a pasar?" Yo pregunté. 

"Mañana tus hermanos podrían entrar en esa casa y matar a Harry", dijo.   

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