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Sus piernas no soportarían una vuelta más, la respiración se le comenzó a entrecortar desde la primera cuadra y el sudor que cubría todo su cuerpo le resultaba algo asqueroso, pero no le importaba.

–Ya... falta poco, tu recompensa está a unas cuantas casas más... solo aguanta cuerpo estúpido.

Y ahí estaba... corriendo como nunca antes un martes a las 7:00 am, y todo por una razón. La cual lleva como nombre... Park "el sexy vecino" Chanyeol.

...

Kyungsoo a sus muy 25 años se encontraba completamente independizado de sus padres. Con un gran sueldo siendo ejecutivo en una buena empresa, pudiendo costear cosas caras para su beneficio, auto del año, ropa de los mejores diseñadores del mundo, comida orgánica, pero sobretodo la casa donde vive. Lejos de la ciudad y en una Ciudadela privada.

Su vida en los primeros meses fue relativamente fácil, monótona como ninguna... del trabajo a la casa, de la casa a la cama y así todos los días. Todo era muy solitario... las personas pasan encerradas en sus hogares con el aire acondicionado al máximo, ni un poco de ruido se escucha por las calles adornadas con finos adoquines, por un momento quiso regresar a casa de su familia. Y se regaño mentalmente por eso... Aunque la compañía y la presencia de personas conocidas no estuviese mal, nunca daría un paso atrás en cuanto a su decisión de vivir solo se tratase, es demasiado orgulloso para aceptar que todavía no está listo para tal responsabilidad.

Toda su rutina cambio por orinar, literalmente... había bebido mucha agua el día anterior anterior porque según el las sodas y los jugos "naturales" de envase lo único que te aseguran es acabar con tu vida... No con tu sed. Su vejiga lo obligó a despertar y levantarse de la cama muy de mañana. De pequeño su tia Hyeyeon le decia que si se aguantaba las ganas de orinar su barriga explotaria, así que como el buen adulto responsable que es, se encaminó hacia el baño lo antes posible... mojar la cama tampoco estaba en sus planes.

Sonrió victorioso cuando se sintió vacío por completo, regresó hasta la cama seguro de que podría conciliar el sueño nuevamente. Y lo hubiera hecho si no fuese por el extraño sonido que escuchó, cuando cubrió su cuerpo nuevamente con la cálida sábana.

Lo dejó pasar la primera vez, y la segunda... también la tercera porque le hizo caso al "la tercera es la vencida". Pero luego de los treinta minutos más irritantes de su vida... decidió averiguar quién era el causante de su desvelo; aparte de su pequeña y estúpida vejiga.

–Quien mierda se le ocurre molestar a las muy...– Vio en su teléfono la hora que era para asegurarse de no estar haciendo un escándalo cuando no debía– ...a las muy 6:30 de la mañana.... En serio?

Su cuerpo dejo la comodidad del perfecto colchón para abrir la ventana de su habitación.

–Quien carajos esta...– Y lo vió, a unos cuantos metros por debajo de el se hallaba el espécimen más hermoso que Do Kyungsoo haya visto en toda su puta vida.

–Ah... eh...este...– Si hubieran estado ahí habrían visto como de la boca del castaño salía literalmente saliva, la cual caía hasta el pequeño jardín de la casa... a las plantas que nunca cuidó, encontradas muertas y sin vida.

No le importaba todo el viento que recibía en el cuerpo aún sabiendo que podría pescar una fuerte enfermedad... la medicina estaba en frente de el y si era necesario que lo inyectara con su jeringa y aguja no le importaba en lo absoluto.

Un hombre del cual desconoce su nombre estaba haciendo ejercicio, sudando y emanando testosterona por todo su musculoso cuerpo... ese por el cual caía el más fino y bendito sudor de todo el planeta.

Meses atrás, cerca de el habían instalado máquinas para ejercitarse... claro; para que las personas adultas las usen. Ese era el problema, que nunca había visto a nadie usarlas a excepción de los niños que las ocupaban para divertirse y ahora al mismísimo descendiente de Adonis.

Agradeció como nunca a su ahora linda y perfecta vejiga.

Agradeció al pequeño sonido que lo molestaba y no lo dejaba dormir.

Y mas que nada agradeció a su ahora vecino favorito, el cual quitaba su camiseta para estar más cómodo.

Durante las siguientes dos semanas Kyung se levantaba a la misma hora para verlo usar todas y cada una de las máquinas. Podía hacer un ensayo de varias páginas solo con su abdomen siendo el tema principal... Y ni hablar de los bíceps y muslos que tenía, deseaba siquiera poder manosear un poco toda esa buena mercancía.

No se concentraba en su trabajo y gracias a eso se ganó una advertencia por parte del gerente... "Eres una persona muy importante en la empresa como para siquiera cometer algún error" Claro, eso decía el. Pero como hacer completamente tranquilo un balance si la fuerte y ancha espalda de ese hombre se le venía a la cabeza en cada momento?

Se estaba volviendo loco, y el espiarlo desde su ventana se le estaba haciendo muy poco... el bendito sol no salia por completo a la hora que su vecino entrena y eso también le dificultaba la visión.

Quizás por eso hizo lo que hizo, porque su obsesión llego al punto de necesitar verlo cada mañana, porque ya no podía sacarlo de su mente, porque ya había imaginado y soñado tantas veces ser follado por él.

Porque sus ojos, cuerpo y ser lo necesitaban y ansiaban tanto.

De un día para otro empezó a trotar, y por coincidencia a la misma hora que su vecino... varias (pocas) vueltas a la manzana solo por verlo más de cerca... Y sobretodo el contacto visual mutuo. Ya habían intercambiado miradas, las mismas que podrían hacer a Kyungsoo venirse ahí mismo, la cercanía que ahora tenía le dejaba ver más detalles de el... Como las venas resaltadas que notoriamente se ven en sus brazos y cuello luego de todo el ejercicio.

–Bueno, por lo menos mi trasero ha crecido un poco.– Se dijo el mismo mirándose al espejo, un mes de increíble esfuerzo y acosamiento había pasado muy rápido. Salió e hizo su rutina como todos los días, tenía un día libre en el trabajo así que no tendría que preocuparse por ducharse y vestirse rápido para ir a la empresa.

Murmuró mientras trotaba cerca de el para que no lo escuchase, le sonrió como gesto cortés recibiendo lo mismo... pudiendo disfrutar de la similar sonrisa que el nieto de Adonis posee.

–Bien vecinito, eres mi premio de esfuerzo por cada vuelta que doy, así que si te quitaras una prenda sería excelente.

Nueve vueltas fue lo que su respiración y físico le permitió recorrer, y casi gritó de la emoción cuando al inicio de la séptima lo encontró sin camiseta.

Se dirigió a su casa mientras tocaba sus muslos por el dolor que sentía, abrió la puerta rápido y se desplomó en su sillón, luego de unos minutos su descanso fue interrumpido por unos toques en la puerta. Maldijo a la persona detrás de ella que molestaba justo en ese momento.

Se llevó la sorpresa más grande cuando giró la perilla y vio quien era esa persona, sin nada puesto en su torso, con el sudor cayendo como cascada por este y el pecho subiendo y bajando aceleradamente.

–Si... puedo ayudarte?– Hablo tartamudeando mientras se agarraba de lo que fuese para no caer de la sorpresa.

–Perdona... Es que, deje las llaves dentro de casa y no puedo entrar. Te veo correr todos los días y eres la única persona que creo está despierta. Serías tan amable de regalarme un vaso de agua?

El pelirojo alzó su brazo apuntando en dirección a su casa, haciendo que el músculo del brazo se le viera más grande solo por el pequeño movimiento.

Kyung juro haber callado el gemido entre sus labios cuando escucho por primera vez su voz, tan grave y ronca por la fatiga, asintió en silencio mientras desaparecía por la cocina. Sus manos temblaron haciendo que casi todo el líquido cayera al piso, teniendo que servir más agua.

–Ten... has de estar muy cansado, si quieres puedo darte más.

Dijo mientras le extendió el vaso, sus dedos rozaron los del contrario creando una corriente de electricidad por todo su cuerpo. Lo vio asentir y sonreír mientras se alzaba el agua tomándola de golpe... saliendo un poco por la comisura de sus labios, cayendo por su marcada mandíbula hasta sus clavículas.

El castaño siguió bajando su mirada más y más, posandola en el pantalón de su vecino, quedando en un trance viendo el gran bulto que aquella apretada prenda hacia denotar mucho más.

Lamio sus labios inconscientemente, soltando lo que tanto deseaba y pensaba en voz alta...

–Fóllame...

...

WUUUU WELL, COMO PASITOS DE PINGÜINO NO TENÍA LEMON, PENSÉ EN ESTO JSJSJS🐸
GRACIAS Y QUE DISFRUTEN GG

♡♡♡

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