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24/04/2001
Residencia de los Rousseau, Kingswear, Devon
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(e m e r g e n c y)
Playlist actual: Chasing Cars – Snow Patrol
"OH POR DIOS... ¡ELINOR! ¡ELLIE!"
Ezme corrió y se arrodilló al lado del cuerpo de su hermana que estaba convulsionando, las manos alrededor de ella mientras todo el sentido común se le iba. No sabía que tenía que hacer. Dios, ¿Qué podría hacer?
"¡MAMA! ¡PAPA! OH POR DIOS OH POR DIOS OH POR DIOS... ¡MAMA! ¡MAMA, ES ELLIE!"
Sus gritos estridentes fueron seguidos por una serie de pisadas y los padres Rousseau abrieron la puerta para ver a una de sus hijas teniendo una convulsión en el piso.
"¡ELLIE!"
Ellos se acercaron, observándola.
"¡Voltéala! ¡Voltéala!" Bielle exclamó en pánico. "¡Ezme, llama a una ambulancia!"
Ezme se limpió las lágrimas con la mano y se levantó rápidamente para hacer la llamada.
La piel de Elinor estaba pálida, pero su entera cara y sus puños firmemente cerrados estaban rojos como el vino. Su cuerpo se arqueó mientras se sacudía incontrolablemente. Sus ojos sobresalían y seguía rodándose para atrás.
Etienne tomó lo más cercano que pudo encontrar, lo cual fue una tela, la envolvió y temblando la puso entre sus dientes.
Espuma, sangre y saliva escurrió de la esquina de su boca mientras ella gemía, quejándose incoherentemente.
Elinor lloraba... no podía sentir nada excepto dolor. No podía controlar su propio cuerpo. No podía sentir las palmadas de Bielle o escuchar sus suaves y alentadoras palabras.
¿Este sería su final?
El final llego más pronto de lo que ella esperaba.
Tómame ahora, Elinor pensó, tómame ahora o hazlo parar. Parar...
Hazlo parar...
☆★☆
25/04/2001
Sala de Emergencia, Comunidad y Hospital Newton Abbot, Devon
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"LO SIENTO... LO SIENTO..."
George no sabía que podía, pero nunca corrió tan rápido en su vida entera.
Ni siquiera cuando Filch o la Señora Norris estaba atrás de él después de que una broma saliera mal.
Pero cuando Ezme le llamo a la una de la mañana, medio sollozando medio llorando, él tenía que ver por sí mismo la condición en la que ella estaba.
"Oh Dios, George... Lo siento por molestarte a esta hora... Pero, El... Elinor... Oh, es malo. Muy malo, no puedo... lo siento..."
La manera en que lo dijo fue idéntico al momento en que su madre le dijo que Fred había muerto.
"Baje para preguntarle de algo y la encontré... Tuvo una convulsión... una muy mala, malísima y convulsión seria... Hasta había sangre y ella estaba llorando, se sacudía... Oh por Dios, lo siento... soy un desastre... Incluso mama quien usualmente es calmada no se puede controlar. Lo siento..."
¿Por qué las personas decían lo siento cuando decían malas noticias?
"Nosotros, uh, llamamos una ambulancia y la llevamos a Newton Abbot... Estamos ahora en ED... La convulsión paro pero... pero..."
George se apareció justo al frente de la entrada principal, no importándole si la gente lo viera materializarse de la nada y corrió hacia la Sala de Emergencia.
"Ella no ha recuperado la consciencia... Hay un doctor aquí, un neurólogo... Ellos dicen... Dicen que es un SAH, su cerebro está sangrando y oh... Oh..."
Él debería verse como un desastre. Su cabello enredado, chaqueta medio subir, con pantuflas. Era la chaqueta que Elinor le había dado como regalo de cumpleaños. La carta decía 'No te puedo culpar por tu gusto en ropa, pero por favor ten algunas normales, George. Con amor, Elinor.'
"Ellos dijeron que hay que operarla lo más rápido posible, George... Tal vez... tal vez ella no lo logre."
George corrió como un cañón a través de la puerta y miró alrededor. Sus ojos se quedaron puestos en una figura encorvada, inclinada en contra de la mesa con su cara en sus manos y él inmediatamente corrió hacia allá. Cuanto más se acercaba, mejor podía ver quien era: Ezme en llanto, vestida con una bata de dormir de satín y con una chaqueta más grande que tenia escrito PARAMÉDICO en la espalda. Tal vez se monto en la ambulancia sin tomar nada caliente y el paramédico se la dio.
Cuando ella escucho las pisadas, miro hacia arriba. Ezme suspiró en alivio. "George... ¡OH POR DIOS, ¿QUÉ LE PASO A TU OREJA?!"
En apuro, George se cubrió su oreja faltante con su mano y conjuro una falsa. Él mentalmente se dijo estúpido por olvidarla.
"¿Qu... qué?"
Él bajo su mano y Ezme suspiró en alivio. "Oh, lo siento... Tal vez estoy medio dormida. No puedo... no puedo creer que esto está pasando."
"¿Cómo está Ellie? ¿Dónde está ella?"
"Esta allá." Ezme apuntó con un movimiento de su barbilla.
George miró a su izquierda y vio una habitación llena. El Dr. Karev estaba ahí, checando el monitor el cual ocasionalmente sonaba. Bielle al lado de la paciente, aferrada a su mano. Etienne parado al lado de su esposa rígidamente.
En medio de todo estaba Elinor, acostada sin emoción alguna en la cama del hospital, con cables y tubos gigantescos en su nariz.
Su corazón se apretujo en dolor y se mareó. Sentía que iba a vomitar.
George se acerco más para ver mejor pero Ezme le agarro la mano. "Vamos por café. Te hablare de su condición. Mama y papa necesitan más tiempo solos."
"Pero..."
"Después del café, les diré para que tengas tu tiempo."
"¿No quieres estar con tu familia?"
"No puedo..." Ezme tartamudeó. "No la puedo ver así. Es terrorífico. Tal vez... Tal vez más tarde."
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25/04/2001
Uno de los pasillos, Comunidad y Hospital Newton Abbot, Devon
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"PRIMERO CALMATE. ERES REALMENTE MUY RÁPIDO... CAMERON NO ESTA AQUÍ TODAVÍA Y ÉL NI SIQUIERA VIVE TAN LEJOS."
George tomó un sorbo de la bebida amarga y sintió lo caliente en su boca, bajar por su garganta y llegar a su estomago.
"No me digas que volaste desde Londres."
Técnicamente, si lo hizo.
"No. Me quede con mis padres esta noche, en Devon."
"Por suerte," Ezme dijo, suspirando. Sostenia la taza de café en sus manos, calentando sus palmas. "Como empiezo..."
"¿Va a..." George contuvo la respiración. "Le van a hacer la cirugía?"
"Si," Ezme suspiró. "Dr. Karev la chequeó temprano y ella, uh... no respondió a ninguno de los estímulos. No puede respirar por sí misma. Si la dejamos así más tiempo..."
George la miro mientras se limpiaba las lagrimas y tomaba una respiración larga.
"Hay una posibilidad de que ya esta muerta."
Por un segundo, todo se detuvo... su torbellino, su corazón, su mundo. George apretó la taza de café en sus manos y murmuro. "Esto es mi culpa..."
"¿Lo siento?"
"Esto es mi culpa," él dijo en voz alta, enfrentándola. "Tuve una discusión estúpida con ella en la noche. La puse bajo mucho estrés. Es mi culpa."
"... ¿Sabes cuantos días ella paso en el hospital la última vez?"
George sacudió la cabeza, sin poder decir otra palabra.
"Casi cuatro meses. Esa vez la encontramos, ella estuvo aquí por casi cuatro meses."
"...¿Cuatro meses?"
Ezme asintió. "Físicamente, ella estaba mal. Tenía moretones, con sangre y sucia, como... como si hubiera escapado de una guerra en Afganistán o Iraq o algo así. Pero lo que realmente la tuvo aquí fue su condición psicológica. Se rehusaba a hablar, comer, beber o interactuar apropiadamente. Es como si estuviera determinada a morir.
"No tenia cédula, ningún nombre, ninguna familia que la reclamara, no amigos, ningún lugar para ir y parecía mayor de dieciocho años, así que el Servicio Social no la podía cuidar. Sin nosotros, su mejor escenario sería vivir en un refugio para indigentes. Mama quería otro hijo, no me importaba tener una hermana, y claramente, ella necesitaba ayuda. Así que la visitamos casi todos los días, esperando poder atravesar sus paredes. Y entonces...
"En mi cumpleaños, después de una rápida celebración con mis amigos, fuimos para acá. Mama trajo muchos tipos de postres que mi papa había horneado ese día. Ella habló con Ellie de manera tan calmada, lo cual usualmente nunca pasa y por primera vez en meses ella comió. Algo dentro de ella... brillo. Es como si los postres la trajeron de vuelta a la vida y encontró un nuevo propósito para vivir: la repostería."
Ezme sonrió. "Recuerdo que sonrió... Aprendimos su nombre ese día. Elinor."
Ella resopló y limpio sus mejillas con sus manos, como si la devolviera a la realidad.
"Lo siento, divagué. Todo lo que digo es, ella es fuerte. Ella paso por algo traumatizante, sola y sobrevivió. Si ella quiere, puede sobrevivir a esto. Estoy segura que lo hará. Tiene que."
Ezme tomó la mano de George. Se dieron un apretón alentador y una pequeña, triste sonrisa.
"¡Ezme!"
George miró a Cameron, disminuyendo su caminar. Él se veía tan desaliñado como los demás.
Ezme se levantó, dejando su bebida en la silla y corrió al confort de los brazos de Cameron.
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