[Siento mucho haber estado tan inactiva, pero no he tenido mucho tiempo para poder continuar escribiendo. Justo antes de que cerraran los colegios e institutos en mi país por el 👑😷 yo me encontraba en una excursión sin wifi ni cobertura, por lo que era imposible escribir. Cuando volví ya con los colegios cerrados y aviso de cuarentena he tenido que ponerme al día con la cantidad de deberes que me han mandado y aún tengo que acabar... Ahora que parece que he conseguido volver a organizar mi horario intentaré seguir escribiendo más seguido como antes, pero por si acaso no prometo nada.😅 Hasta entonces disfrutad de esta historia y continuad escribiendo en comentarios y apoyando, que eso siempre me hace feliz.🤗]

Izuku se sorprendió al ver que se encontraba en el cuerpo de su yo pequeño en el parque al que iba a jugar de joven. Él estaba entretenido como cualquier niño en un parque infantil hasta que escuchó la voz de otros niños no muy lejos suya. Uno de ellos estaba llorando, mientras que los otros parecían estar metiéndose con él, sobretodo uno de ojos rojizos.

Bakugou: Deja de llorar, después de todo te lo has buscado.

El pequeño peliverde veía la escena mientras se sentía mal por aquel niño que estaba rodeado por otros tres niños, entre ellos Kacchan. Midoriya no quería meterse en problemas, y más si estaba aquel rubio en ellos, pero no podía quedarse parado contemplando la escena. Por eso él decidió luchar contra esos miedos y poniéndose entre Kacchan y aquel otro chico gritó mientras temblaba en el acto:

Izuku: ¡Déjalo en paz, Kacchan! ¿¡No ves que tiene miedo?!

El pequeño pecoso pudo ver, mientras temblaba por el miedo de haberse interpuesto entre Kacchan y el otro niño, la extraña mirada de Kacchan que expresa expresión, enfado y burla al mismo tiempo.

Bakugou: ¿Acaso crees que vas a conseguir algo poniéndote delante de mí? Solo puedes intentar defenderte ahora mismo con tu singularidad. Espera, ¡es verdad! ¡Si no tienes!

Izuku pudo ver como el joven rubio activaba su singularidad llenando de explosiones su mano derecha.

Bakugou: Prepárate, Deku.

Midoriya tan solo pudo extender sus brazos en forma de escudo para intentar protegerse del ataque mientras cerraba los ojos con fuerza, viendo todo negro. Sin embargo, no llegó a sentir ningún tipo de daño ni de quemadura.

El chico aún mantenía sus ojos verdes cerrados. ¿Acaso lo había soñado? Eso explicaría aquel extraño viaje en el tiempo. Pero si de verdad estaba soñando, aquel sueño aún no había acabado.

Inko: Izuku

Unas diminutas lágrimas salieron de los ojos cerrados de Midoriya, que no solo podía escuchar la voz de su madre, sino que también sentía su presencia delante de él.

Izuku: M-Mamá...

El pecoso intentaba con todas sus fuerzas abrir los ojos, pero seguía sin poder ver nada.

Inko: Izuku... escucha a tus sentimientos...

Izuku: ¿Mis... sentimientos? Hace tiempo que no sé de ellos...

Poco a poco el pecoso dejaba de sentir la presencia de su madre a la que aún no lograba ver y solo sentir.

Inko: Izuku...

Izuku: ¿Mamá...? ¡Mamá, no te vayas! Por favor, no me dejes solo... no me dejes otra vez...

Inko: Tranquilo, yo nunca te he dejado.

Izuku: Mamá... ¡Mamá!

Deku se había incorporado precipitadamente en su cama. Tenía lágrimas en sus ojos y se sentía confundido.

Izuku: Todo ha sido un sueño... Pero se sentía tan real...

El joven peliverde se secó las lágrimas que brotaban de sus ojos y de manera melancólica volvió a acostarse.

Izuku: Hacer caso a mis sentimientos...

Midoriya durmió poco aquella noche. Se levantó más temprano de lo habitual y bajó a la sala común para desayunar pensando que no tendría compañía, pero para su sorpresa había alguien que ya se había despertado.

Ochako: Buenos días, Deku.

Izuku: ¿Ochako? Qué raro verte por aquí, normalmente eres de las más dormilonas...

Ochako: Qué gracioso... La verdad es que estaba bastante nerviosa por nuestra pelea... Me encantaría ganarte y esa es mi intención, pero debo ser la única de toda la clase que aún no ha visto tu singularidad en acción y eso no me ha dado muchas posibilidades de planear alguna estrategia...

Izuku: No deberías de preocuparte por chorradas así... Eres una aspirante a heroína, ¿no es así? Los héroes del día a día se encuentran y luchan con villanos y adversidades espontáneas a las que no sabían que se iban a enfrentar con anterioridad, así que eso te viene bien para practicar.

Ochako: Tienes razón, Deku... ¡Muchas gracias por animarme! ¡Creo que ya me siento mejor!

Izuku: Si tú lo dices...

La sonrisa y positividad de Uraraka hizo que el corazón de Midoriya latiera con más fuerza. Podía sentir como si hubiera algo en su estómago que le hiciera sentirse extraño, ¿acaso eran sus sentimientos manifestándose? Si era así, ¿de cuál se trataba?

Ochako: ¿Y tú? ¿Por qué razón te levantas a estas horas?

Izuku: Por nada importante, solo he tenido un sueño que no me dejó dormir.

El chico de pelo rizado dijo esto mientras tomaba algo para beber.

Ochako: ¿Un sueño? ¿No querrás decir una pesadilla?

Izuku: No sabría si llamarla pesadilla o sueño...

Ochako: ¿Y qué es lo que ocurría para que te encontraras así?

Ochako se encontraba cerca del joven con los ojos fijos en él, cosa que hizo que Izuku se sintiera alterado. ¿Sus sentimientos volvían a manifestarse? ¿Eran tal vez enfado por que la invadiera su espacio personal o porque fuera tan curiosa?...

Izuku: Veo que vuelves a sacar tu lado curioso...

La castaña al escuchar esas palabras se echó hacia atrás con la cara roja mientras hablaba.

Ochako: Yo... no quería... Lo siento, no quiero obligarte a que me lo cuentes, pero si quieres desahogarte...

...No, el peliverde no podía estar sintiendo enfado. Después de todo, si estuviera enfadado no estaría a punto de explicarle a la chica lo que soñó. Izuku tomó un trago de su bebida y comenzó a explicar.

Izuku: Bueno, el sueño empezó más bien con un recuerdo de mi infancia. Era Kacchan metiéndose con alguien, como de costumbre. Yo me hice el valiente y el héroe y entré en escena a pesar del miedo que le tenía, y claro nada más lo hice Kacchan se metió conmigo y me atacó. Pero antes de que lo hiciera todo ss volvió oscuro y sentí que estaba flotando.

Ochako: Vaya, eso tiene más pinta de pesadilla que de sueño...

Izuku: Sí, y lo sería sino fuera por lo que pasó después.

Ochako: ¿Qué ocurrió?

Izuku: Bueno, yo...

A partir de esta parte Midoriya se cuestionó que era lo que estaba haciendo, explicando a una compañera de clase que era lo que había estado soñando. El recuerdo de la misión de la Liga de Villanos pasó por su mente y por un segundo se planteó poner una excusa o evitar continuar con su explicación. No estaba aquí para hacer amigos ni para contarles sus penas.

Sin embargo, había algo en su interior que le decía que debía de continuar, algo que le animaba a hablar con Uraraka sobre él. Normalmente habría evitado hacer caso a esos sentimientos, pero haciendo caso a las palabras de su madre, él siguió hablando.

Izuku: Tal vez te parezca de locos, pero en aquel sueño me pareció sentir la voz y la figura de mi ma-...

Iida: ¡Uraraka! ¡Ya estás despierta!

La voz impertinente de Iida apareció dirigiéndose hacia donde los dos chicos se encontraban.

Ochako: Buenos días, Iida.

Iida: Vaya, Midoriya también está despierto.

Izuku: Hola...

Iida: Supongo que ninguno de los dos podía dormir tranquilo por la pelea que tendréis hoy, ¿no es así?

Ochako: Al menos en mi caso es así.

Izuku volvió a tomar un trago de su bebida.

Iida: Sí, yo también lo estaría. Y más si All Might vendrá expresamente a verlo.

Izuku: Sí...

Deku se encontraba tranquilo bebiendo hasta que cayó en la cuenta de lo que su compañero de clase acababa de decir, escupiendo todo el contenido sorprendiendo tanto a Iida como a Uraraka.

Izuku: Espera, ¿¡Qué?!