Puede que el chico de singularidad explosiva no lo quisiera admitir, pero después de las palabras de Izuku incluso él sabía que no se encontraba lo suficientemente concentrado para luchar en esos momentos. Y él no era el único que lo había notado.

Todoroki: ¿Todo bien Bakugou?

Bakugou: ¿¡A ti que mierda te importa?!

Una vez comenzó la pelea, Todoroki creó un muro de hielo para evitar los ataques explosivos que Bakugou ya le había comenzado a lanzar. Sin embargo, la muralla no duró mucho ya que Katsuki hizo aquel movimiento en el que puede usar su singularidad en un punto en concreto, y esto hizo que el muro se destruyera.

Bakugou: ¡Muere, maldito!

Todoroki no tardó mucho en reaccionar y ralentizar a su oponente que se abalanzaba hacia él con su singularidad heredada por su padre mientras que creaba casi simultáneamente una estructura de hielo para deslizarse y alejarse del rubio.

Bakugou: ¡No huyas, cobarde!

El chico heterocromático había notaba a Bakugou mucho más alterado de lo normal, y eso ya era mucho decir. Podía notar que no pensaba mucho en sus ataques y que solo se dedicaba a atacar, como si fuera una forma de desahogarse.

Todoroki: No estoy huyendo.

Una vez que Bakugou se recuperó de las llamas de su adversario dijo:

Bakugou: Pues si no huyes ven a por mí.

Inmediatamente después de decir eso Katsuki volvió a intentar atacar al joven de dos singularidades, pero este logró pararlizarlo cubriendo su cuerpo con hielo. Parecía que ya todo estaba perdido para el chico de ojos rojizos.

Todoroki: Lo siento, pero no tengo la misma estrategia que tú.

La batalla parecía haber acabado, sin embargo, unos potentes rayos verdes salían de una de las pistas de batalla mientras que se podían ver varias cintas de celo cerca de estos destellos. Shoto se quedó sorprendido, aunque su expresión facial no lo aparentara mucho.

Todoroki: Vaya, ¿entonces es la singularidad de...?

El joven estudiante con una cicatriz en un lado de su rostro no pudo llegar a acabar su frase, pues fue interrumpido por un fuerte sonido.

Bakugou Katsuki había logrado lo que parecía imposible, gracias a su singularidad explosiva logró destruir el hielo que lo tenía inmovilizado, rompiéndose en pedazos que saltaron por toda la pista.

Nada más soltarse, Bakugou usó la inercia de su singularidad para volar en el aire y comenzar a dar vueltas alrededor de su eje pareciendo un proyectil que iba directo a Todoroki.

Shoto intentó lanzarle fuego o hielo para pararlo, pero nada de esto funcionaba y Katsuki tan solo lograba caer a más potencia. Si Bakugou continuaba así, ninguna de los dos acabaría en buenas condiciones.

Una voz se escuchó fuera de las pistas gritando al imprudente rubio.

Aizawa: ¡Bakugou, para ahora mismo!

A pesar de las advertencias de su profesor, Katsuki continuó cayendo con más velocidad y preparando sus brazos para atacar a Todoroki, el choque estaba a punto de ocurrir.

Bakugou: Prepárate, jodida pokeball.

Todoroki: ¿Pokeball?

Aizawa logró mirar a Bakugou para deshabilitar su singularidad, pero lo que no logró fue parar a Katsuki, de manera que ambos estudiantes chocaron entre sí recibiendo un fuerte golpe y varias heridas superficiales y tuvieron que ser trasladados a la enfermería con Recovery Girl.

Bakugou: ¡Eh, eh! ¡Para de hacerme daño!

Recovery Girl: ¡Esas no son formas de hablar! Además, tan solo estoy curando las heridas que te has hecho por ser tan imprudente. ¿Qué clase de héroe llega hasta ese punto? Al menos podrías estar más calmado como el otro joven.

Katsuki no argumentó nada a la anciana enfermera y se quedó callado pensando en sus palabras hasta que su tutor de pelo azabache entró a la enfermería.

Aizawa: Ya me ha contado Recovery Girl que aunque tenéis varias heridas, por suerte no tenéis nada grave y gracias a su singularidad pronto se curará.

Todoroki: ¿Ya ha acabado todo el mundo de combatir?

Aizawa: Sí, además las parejas ya están decididas para la siguiente ronda, aunque como no hay tiempo suficiente para acabar el torneo mañana será cuando los finalistas compitan.

Bakugou miró a su maestro mientras le preguntaba expectante:

Bakugou: ¿Y con quién me tocará pelear?

Aizawa no giró su mirada hacia su alumno, pero aún así se dirigió hacia él:

Aizawa: Eso era lo que os venía a explicar.

Tanto Bakugou como Todoroki, aunque este último no lo aparentaba, se quedaron confundidos ante la respuesta de su tutor.

Todoroki: ¿A qué se refiere?

Aizawa: Como ya sabéis, aunque la pelea no acabó en las mejores condiciones es innegable que Bakugou fue el ganador, y por lo tanto Todoroki queda descalificado.

Una expresión y mirada orgullosa salió del rostro del rubio.

Aizawa: Sin embargo, también es innegable el hecho de que Bakugou ha sido muy imprudente al estar arriesgando su propia salud y la de su compañero en una batalla para un torneo amistoso, en el que no hacía falta llegar tan lejos.

Bakugou: Dijiste que debíamos dar lo mejor de nosotros.

Aizawa: Pero en ningún momento me refería a eso. Hasta tú mismo deberías de haber notado que no has estado como siempre. Por eso dado a tu actuación he decidido que lo mejor es descalificarte.

Bakugou: ¿¡Qué?! ¡No puede hacer eso!

Aizawa: Sí que puedo, soy vuestro profesor, y me parece lo más adecuado. No sé por qué de repente tu actitud a la hora del combate ha cambiado a una más agresiva de lo que normalmente es, pero eso te ayudará a que te des cuenta de ello. Cuando os encontréis en buenas condiciones podréis ir a ver a vuestros compañeros combatir, no creo que os quedéis mucha más tiempo aquí.

Y dejando a Katsuki enojado por su elección, el profesor de ojos cansados volvió con el resto de sus alumnos, dejando a los otros dos solos en la enfermería.

Bakugou: No puedo creer que me haya hecho eso... Tenía que ganar...

Todoroki: No te enfades con Aizawa, la verdad es que tenía toda la razón. No has luchado como normalmente haces, está claro que hay algo que te afecta.

Bakugou: Cállate.

Todoroki: ¿Será tal vez la aparición de Midoriya, al que parecía que conocías de antes de su llegada a la acade-...?

Bakugou: ¡Te he dicho que te calles! ¡Y métete en tus propios asuntos! ¡¿Sabes qué?! ¡Me da igual lo que diga esa anciana, yo pienso irme de aquí! ¡No puedo aguantar más tiempo contigo! ¡Maldito bastardo mitad-mitad!

El joven de singularidad explosiva continuó gritando hasta que cruzó y cerró la puerta de la enfermería, que aunque seguía elevando el tono de la voz, Todoroki ya no podía entender lo que gritaba.

Todoroki: Así que es por él, por Midoriya... Me pregunto qué es lo que me pasará con el ex-villano...