CAPÍTULO II 02
| JANETTE |
Mi teléfono suena y maldigo por ello, estaba tan profundamente dormida que me duele la cabeza por la interrumpsion.
Mis ojos no quieren abrirse y sin ello extiendo mis manos tocando en mi mesa de alado todo hasta dar con él. Abrí mis ojos y descuelgo la llamada.
- ¿Diga?
- Estúpida, te he estado llamando desde hace horas. - la voz de Aisha resuena en mi habitación.
- ¡Son las tres de la mañana! ¿Como carajos quieres que conste si estaba dormida? las personas normales están dormidas a esas horas.
- Me da lo mismo, es importante - golpeé mi frente con la palma de mi mano. Solo espero que no esté ebria - Donovan golpeó a Darrell hoy - mis ojos se abren y me sobresalto en la cama. Automáticamente mi sueño se fue con decir aquello - Lo hubieras visto, fue como ¡Pum! Un gancho al estómago, ¡Pazz! Sobre las mesas de licor, y muchos puñetazos en la cara - Estaba hablándome emocionada.
- Dime que no es verdad, que es mentira - llevé mi mano a mi pecho.
- No estoy ebria. Estoy hablando enserio. De hecho estoy en casa de Liam.
aprieto mis ojos con fuerza. ¿Por que tiene que complicar todo?
- Es lo que él quería y ya lo consiguió. - me lleno de molestia - Lo que quiere es que lo enfrente en la escuela. Lo estuve evitando desde que terminamos.
- No, no lo hagas. Podrá ser mi cuñado - ruedo los ojos - pero no tienes que ceder ante él. Sigue evitandolo. Deja en claro que no te importa.
- Es difícil, me lo pone cada vez más complicado.
- Deja que pasé esta vez. Si es lo que él quiere le darás el gusto.
- Está bien - suspiré - te veo mañana.
Termina la llamada y me dispongo a costarme. No tardó mucho en invadirme el sueño, por que caigo dormida.
Son cercas de las siete de la mañana, estoy peinando mis risos rebeldes. Los estiro con fuerza desquitandome con ellos. Donovan entró a mi habitación anoche, se me había olvidado por completo que el tiene una copia de mi llave.
Maldita sea.
El puede entrar cuando quiera, invadiendo mi espacio personal. Amanecí con sangre en mi frente, producto de sus manos. Mi piso tiene gotas de la misma sustancia y la mesa de mi escritorio estaba mal acomodada, fuera de la pared, donde estaba pegada. Es como si la hubiese pateado por accidente a noche. Tal vez entro ebrio.
Pero hoy tengo que hablar con el, y dejar en claro que nuestro siclo ya se terminó. Tiene que acabar ya.
Busco mi mochila cuando terminé de arreglarme, mi cabello aún está húmedo pero se secará rápido, no me gusta usar esas secadoras de pelo.
Salgo de mi habitación, y me dirijo al elevador con otros compañeros de la fraternidad. No tardo mucho en llegar al instituto y entrar a la cafetería.
Mi amiga alza la mano saludandome con una sonrisa, esta con Carlie y Briana. Dos de nuestras amigas. Le sonrió de vuelta pero pone cara confundida cuando no me acerco a ellas si no que voy caminando directo a Donovan y los chicos de fútbol.
Me paro junto a ellos, espacialmente a lado de Donovan y todos callan las risas que tenían en su charla. Los ojos de mi ex me escanean de arriba abajo como es de su costumbre, sin dejar de lado esa mirada fría y penetrante tan típica de él.
- ¿Creés que puedes hacer eso? ¿Te cres con derecho de entrar a mi habitación cuando se te plasca, Donovan? - mi respiración se acelera - No quiero que vuelvas hacerlo, ten - pongo la llave de su habitación en la mesa de un solo golpe llamado la atención de todos en la cafetería - Ni siquiera recordaba que la tenía. Ahora devuélveme la mía.
Sus compañeros se miraban entre ellos, esperando la reacción de Donovan. Incluso todos en ese lugar estaban atentos a lo que fuera pasar. Por que lo que odia Donovan es que lo enfrenten con altanería, aun más si fuese frente a personas.
Estaba todo en completo silencio, y odiaba tener toda la atención. Me incomodaba pero tenía que aparentar y ser fuerte.
- Nena.., estoy comiendo... - me mira un momento y vuelve a comer la pizza.
¡¿Me esta ignorando?!
- ¿Creés que esto es un juego Donovan? Solo damela y ahorremos tiempo. - crucé mis brazos en mi pecho lo que llamó su atención. - Lo nuestro se terminó tienes que entenderlo. Golpeaste a Darrell y eso no te lo voy a dejar pasar.
- ¿Entonces todo este teatro se trata por Imbécil ese? No te molesta que haya entrado a tu habitación - al menos lo acepta - si no que lo hice mierda a él.
- No debiste hacerlo. Ni siquiera tienes motivos - Apreté mis labios en una línea fina - Además eso no importa, solo quiero que te alejes de mi habitación. - empiezo a dar mis primeros pasos para alejarme. Pero el me toma del brazo una vez estando de pie.
- El no tiene permiso de tocarte, mucho menos mirarte - Subo mi mirada, él era muy alto de 1.89. Su mirada la clava en la mía - El me provocó.
- No empieces, Donovan. - me solté de su agarre con brusquedad. - No eres un niño, no intentes controlar mi vida, eso lo hago yo. No te da el derecho de hacerlo. Deja de pensar que todo el mundo te pertenece - me mira furioso. Golpeó su pecho con la palma de mi mano y me alejo de ahí.
- Te veré en el gimnasio a las tres - acotó. Me estaba dando una orden. Porque no sonó en un tono de pregunta. Yo no iría, no quiero volver a enfrentarlo.
Seguí caminado sin voltear a verlo, unicamente miraba la mesa de mis amigas.
- ¿Hola, que paso? Te dije que no fueras con él y ahí vas. - Aisha me reprocha cuando llego con ellas.
- Entró a mi habitación anoche, y dejó toda una escena del crimen en el. Sangre por aquí, sangre por allá. ¿Sabes lo duro que fue limpiar la sangre de Darrell en mi piso? y peor aún, en mi frente - hice una mueca - No puedo vivir con la culpa, necesito verlo y disculparme.
- Donovan es un idiota - mi amiga toma mi mano. - Vi a Darrell en la sala de ciencias, fue a comer ahí para que nuestros compañeros no lo vean.
- ¿Tan mal esta? - hablé temerosa.
- Tiene un ojo morado. El labio y la ceja partida. Creo que su clavícula empeoró - me senté con ellas y mi mochila resbaló por mi brazo hasta caer en el suelo. Bajé mi cabeza a la mesa seguido de mis brazos para sostenerla.
- Tengo que ir a verlo. Me siento mal, porque aunque no quiera, estoy involucrada en esto. Donovan actúa siempre como un salvaje. - Lo miré a dirección dónde estaba su mesa dando con su mirada puesta en mi. Odio que se crea el puto dueño del instituto. Odio que haga cosas incorrectas y no tenga remordimientos después - iré a ver a Darrell - terminé diciendo a las chicas sin dejar de mirarlo a él. Sé perfectamente que pudo leer mis labios.
Por qué, tira su pedazo de pizza a la mesa con enojo llamando la atención de sus amigos. Aprieta la mandíbula con fuerza y con su otra mano peina sus cabellos hacia atrás.
Ignoré su molestia, y salí de la cafetería.
Dando pasos por los pasillos llegué a mi casillero. Había olvidado mis audífonos ayer y necesitaba de ellos para escuchar mi música kpok. Eso me destrezaba. Dentro de mi casillero esta una fotografía de mi ex novio conmigo. Salimos sucios de helado por culpa de él. Sonreí viéndola, me había traído buenos recuerdos, más aún cuando fue el día en que lo llevé a conocer a mamá. Mi madre casi caía desmayada al ver al heredero de la empresa MYLL.
La mejor cadena de hoteles en el país y sus clubes.
Salgo de mis pensamientos al sentir a alguien a mi lado. Era Darrell.
- Hola, estaba apunto de buscarte - saludé.
Él sonrió mirándome y luego la foto en mi mano. Pero tan pronto su actitud cambió, y la sonrisa en su rostro desaparecio.
- ¿Lo extrañas?.
- Claro que no - mentí. Carraspee incómoda y deje la fotografía dentro - Terminamos y ya no me importa. - el dio un paso más cerca de mi.
- Pero tú a él sí.
- Eso no tiene relevancia. Si no lo que pasó anoche. Supe de la pelea. Le hice saber lo molesta que estoy por lo que te hizo. - El miró tras de mí y me sonrió.
- ¿Así que mi chica me de fiende de la bestia de Donovan?
- Estúpido.., Imbécil. ¿Que fue lo que dijiste? - un puño aparece en mi visión golpeando la quijada de Darrell - ¿como te atreves? ¿Quieres que te mate, eso quieres? ¡Ella no es tuya! - Donovan estaba encima de él tirando golpes mientras que Darrell intentaba protegerse. Le grité muchas veces para que se detuviera, llamando la atención de varias personas. Les pedí ayuda pero nadie quería, y sabía por qué. Nadie quería enfrentar la ira de Donovan.
No tardaron mucho en llegar Matt y Justin para separarlos.
- ¡Donovan! - me pare frente a él empujando su pecho con mis manos, ya que se movía bruscamente de sus amigos para zafarse. - ¡Eres un loco. Mira como lo dejaste, casi lo matas a golpes. Eres un maldito salvaje!
- ¡No quiero casi matarlo, lo quiero matar!
- No sabes lo que dices, estas segado por la ira, ¡deja de ser un idiota! - Mis palabras capturan su atención, e ignora a Darrell en el suelo quien hasta ese entonces tenía su vista fija.
- ¿Sabes porque actúo de esta manera? - baja un poco más la mirada para verme - Chicos... - Ambos lo sueltan. - ¿Sabes porque me siento con el derecho de golpear a esta sabandija? - no respondí - no voy a permitir que alguien se burle de mí, y mucho menos me quite lo que es mio. - No sé en qué momento se acercó tanto ami, que ahora sentía su respiración cerca de mí rostro.
Aborrezco su actitud en este momento, ¿Cree que es el único molesto? Por su maldita culpa estaba metida hasta el culo. ¿Y cree que es el único que puede actuar enojado?
- ¿Cuando dejarás de ser impulsivo? ¿Sabes tú cómo me siento? - contraataque esta vez y mi voz se quebró. Odiaba llorar, pero sin querer lo hacía. Me ganaba mi parte sensible y eso era lo que jodia a Donovan. Era su debilidad verme así. - Tengo tantas cargas sobre mis hombros en el primer momento que lo golpeaste a él - señalé a Darrell. - Despierto esta mañana y lo que veo es sangre en mi piso y después en mi - Aprieta la mandíbula mirándome. Acerca su mano a mi rostro y dejo que lo haga. Pasa mis mechones rosas y rizados tras de mí oreja. - Mi conciencia me dice que es mi culpa, y tiene razón. Estoy incluida en el desastre de la fiesta y ahora en esto.
- Tenemos que hablar en privado - Me separé de él y volteo a ver a Darrell.
- Ya no quiero verte cerca de mi Donovan. Quiero que sepas que fuiste un lindo novio. Pero tus actitudes lo Joden todo, y no puedo con eso.
- Jane terminaste conmigo, pero yo no contigo, yo no acepté, así que sigues siendo mía - Pegué mi cabeza contra los casilleros. Fue lo que me dijo cuando lo terminé. Me volteo hacia él. - Tengo derecho a una conversación decente donde no involucre a ningún maldito chismoso del instituto. - el levanta la mirada viendo a todos, y rápidamente huyen con miedo saliendo de aquí. Solo quedabamos, Darrell quién estaba ya de pie limpiando su labio inferior que se había abierto nuevamente. Matt y Justin nos daban espacio sin mirarnos, pero cuidando a Donovan de no volver a iniciar otra pelea - Tu tomaste tu decisión y ahora falta la mía Jane. - Sus ojos se oscurecen mirándome molesto, sé que llegó a su límite cuando veo sus manos hechos puños.
Mire detenidamente sus nudillos blancos, que levemente comenzaban a teñirse rojos por los golpes que le dio a Darrell. Toda su mosculatura estaba tensa, las venas de sus muñecas recorrían hasta sus brazos. Pero mi mente estaba en cada una de sus palabras. Debía reconocer que Donovan estaba diciendo la verdad.
Cuando decidí decirle sobre terminar, no salió del todo bien. Hubo gritos, empujones (más bien, yo lo empujaba, ya que no me soltaba). Pero no lo dejé hablar a él. Yo estaba soltando todo lo que sentía que no deje que hablara mucho, y el simplemente me dejó hacerlo, dejo que me desahogara. Le dije todo lo que no podía decirle mientras salíamos y simplemente me fui corriendo de ahí. Días después recibía mensajes de él, pidiendo que habláramos. Siempre los ignore y fue cuando llegó el momento de que se cansó y dejó de escribirme.
¿Deberia aceptar?
- No tienes que obligarla si no quiere - la voz de Darrell llama la atención de todos - Si ella no te quiere tienes que aceptarlo. Ya no le interesas, acepta su decisión. Es una Dama.
- ¿Quieres que esta vez te patee las bolas? ¿O telas corte con mi daga especial? No aguarda. Sería mejor usar mi arma y darte un tiro en la frente, no debería estar guardada mucho tiempo, sería mejor darle un uso. - mis ojos se abren con asombro ante las palabras de mi ex.
¡¿Como que tiene un arma?!
Donovan estaba siendo irracional en este momento, lo estaba amenazando, como si no fuera la gran cosa. Como si no fueran palabras delicadas. Estábamos hablando de la muerte.
Mi mirada viajó a él chico a mi lado. Darrell se mantenía tranquilo ante sus palabras, cosa que me sorprendió, su rostro estaba contraído por el dolor que le causaron los golpes de Donovan, pero no había miedo en su mirada.
- ¿Pero que es lo que estás diciendo? ¡No puedes soltar eso en ese tono! - golpeo su pecho con la palma de mi mano, trato de reñirle pero no causa nada en él como siempre ha sido. En ocasiones me gustaría tener el valor de golpearlo, pero se que nunca podría hacerlo aunque quisiera. Me rompería un dedo o una uña si lo golpeara.
La mano de Donovan viaja a mi vientre empujandome suavemente hasta pegarme en los casillero tras de él.
Ya no estaba en medio de los dos.
Tania una vista competa de su ancha espalda.
- Si vuelves acercarte a ella, ten por seguro que te mataré. Y cuando yo amenazo a alguien, simplemente lo cumplo. - Veo a Darrell pasar saliva. - Vámonos - toma mi muñeca y cierra mi casillero con fuerza.
Tira de mi suavemente obligándome a caminar, llevándome directo al gimnasio.
Estoy paralizada.
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