Está empezando a preocuparme el royo que me traigo últimamente con C. Tangana. Me parece super sexual, no mide dos metros, no es un vikingo de los que están tan de moda...pero tiene un aspecto de empotrador, que oye... ¡tela! El empotrador se nace, no se hace.

Bueno al tema inicial que me pierdo.

El ilusionista.

Se ha ganado a pulso un espacio para él solo.

A este elemento lo conocí en 2010. He de decir que me cae bien y aunque es un poco cabrón por cosas que no voy a mencionar aquí por respeto, no lo veo mala persona. Al lio, lo conocí hace ocho años en una aplicación para ligar, de esas de las que yo me saco novio... pues de ahí. Nunca me atrajo físicamente, pero me caía bien y entablamos una semi amistad.

Yo siempre he sabido que ha querido meterme de todo menos miedo... pero no, no era en absoluto reciproco, y con esa idea fueron pasando los años hasta esta primavera pasada. Trabaja en un programa de radio donde me invitó para hacerme una entrevista por la publicación de uno de mis libros, siempre me había mantenido reticente a la hora de quedar con él, pero no habíamos perdido el contacto mediante redes sociales (en persona lo vi dos veces muchos años atrás )

Cuando me propuso la entrevista dudé un poco, pero finalmente accedí. Cuando le vi me sorprendió el hecho de que lo vi bastante mono, nunca en todos esos años anteriores me atrajo, nunca... y justamente aquel dia, ¡pam!. A ver, tampoco era gran cosa, pero si... me sorprendió bastante aquel hecho. La entrevista fue bien y me estuvo haciendo ojitos toda la mañana...

Varios días después de la entrevista quedamos para un café, no me he caído de un árbol como para no saber que buscaba algo más que un simple café y una charla conmigo, pero a veces me gusta hacerme la tonta.

Se pasó la tarde mirándome fijamente. Seguramente él pensaba que me resultaba super sexy aquellos ojos oscuros, ¡y no, joder! Nada más lejos de la realidad. Me daba puto miedo. Pero no me gusta ofender gratuitamente, así que miraba hacía todos los lados y tan solo unos segundos a sus ojos. Seguro que él a día de hoy cree que es vergüenza... ya.

Hablando con él estaba a gusto, es decir, no es tonto y se pueden hablar de algunas cosas. Como en una lotería salió el gordo...y con él, el tema candente, el sexo. Cuando un hombre me interesa y se crea un núcleo de confianza soy yo misma quien siente curiosidad y pregunta, sabiendo siempre como hacerlo sin parecer nada raro. Pues bien, aquel no fue el caso, fue él quien me avasalló a preguntas, y a ver...para mí el sexo no es un tabú, así que no me importaba contestar, hasta que me dejó caer que tenía su miembro a proporción de su cuerpo. Es un chico alto y grande.

¡Error!

No me vendas tu pene antes de tiempo. ¿Acaso crees que voy a mojar braga solo por eso? ¡Dejad el porno de una vez!

En fin... puede que el problema sea mío, pero yo no voy diciéndole a los chicos con los que quiero acostarme como tengo mi vagina. No voy por ahí... ¡Oye, que lo tengo del color de una fresa!

Cuando me besó no sentí nada, me parecía mono, atractivo... pero las mariposas me dijeron que ya si eso otro día. Quizá tenía que haber parado la cosa ahí, pero estaba tan aburrida...

Y a partir de aquí la lista de errores se hizo mucho más larga... por una vez pienso lo mismo que el Ilusionista, todo iba a proporción. No imaginaba la de material que me iba a proporcionar...