-Les di un solo mes, Smith- Clearke le pasa los papeles del informe.

-Sigo sin creer completamente que sean ellos-. Guren termina por soltar una risita socarrona.

-Hoy haré la comprobación, Ichinose. Si no han avanzado en la relación, les dejaremos morir ahí. Si son ellos me ocupare de informarles para que ustedes hagan los arreglos, solo por no confiar en mi palabra- Clearke se levanta para ir a la única ventana de la habitación-. No pueden descubrirnos aún.

-Creo que estas preocupándote mucho por ellos ¿Alguno te agrada?- Erwin Smith siempre sería así de directo con ella.

-¿Recuerdas a mi hermano secuestrado, Smith?- Clearke gira para verlo directamente a los ojos.

Taladra el alma. Quiere matarlo.

~•~

-¡Ya es de día, chicos!- Sebastian se tomaba la molestia de ir a temprano junto a Ciel para levantarlos.

-¡Ya estamos despiertos, Sebastian! ¡Buenos días, Ciel!- Yuuichiro baja corriendo las escaleras con sus utensilios de limpieza.

Mikaela baja detrás de él.

Y es que han pasado demasiadas cosas en un solo mes.

Aquellos besos que no quedaron olvidados, era más, en ocasiones se repetían. Cortos pero llenos de sentimientos. Las relaciones secretas entre ellos habían florecido con tal intensidad que parecían auténticos destinados. Mientras eso ocurría, entre Mikaela y Levi se formaba una gran grieta que los separaba, estaban forzados a dormir juntos, pero nada más. Eren y Yuuichiro, aunque no se amaban, se habían convertido en mejores amigos, algo tan así que lograba poner celosos a sus amantes.

Y luego estaban Alois y Ciel, demostrando que no todo era tan lindo. No podían simplemente ignorarse como Mikaela y Levi, tampoco podían ser amigos como Eren y Yuuichiro. Ellos eran como enemigos, silenciosos o ruidosos. La primera semana estuvieron forzados a dormir compartiendo la misma cama, en el inicio de la segunda Alois estaba tan enfermo que Sebastian decidió llevarse a Ciel a su propia habitación para no contagiarlo. Vaya que era una hermosa excusa.

Eran la única pareja que disfrutaba de las noches frías en los brazos del otro.

-¿Donde estan Eren y Levi?- pregunta Ciel.

Yuuichiro sonríe ampliamente.

-Están en nuestra habitación.

Ciel sentía exclusivamente estúpidos a esos cuatro por ocultar sus romances a los demás.

-Voy por ellos- es lo último que dice.

-Haré en desayuno- Sebastian también deja solos a Mikaela y Yuuichiro.

Ciel sube despacio, con calma, abre un poco la puerta de el cuarto de Eren y no se sorprende de encontrar a Eren y Levi besándose. Era normal.

Decide dejarlos ser y volver a bajar. Ni siquiera le inmuta pasar por su antigua habitación.

-Hoy se entregan los trabajos largos, Ciel ¿Ya terminaste tu escrito?- Yuuichiro le pregunta cuando lo ve entrar.

-Lo terminé ayer ¿Y Mika?

-Hoy ya lo terminó- parece orgulloso.

-¿Qué es?- pregunta, curioso.

Mikaela gira, en su rostro está la sonrisa que nunca imaginó ver.

-Es la figura de como imagino que fue mi madre- explica y deja que ambos vean su trabajo.

Algo realmente hermoso.

-¡Yuuichiro! ¿Donde dejaron Levi y tu el trapo para limpiar la mesa.

Yuuichiro corre para llevarselo a Sebastian.

-¡Perdón!- es lo último que escuchan Ciel y Mikaela.

-¿Y si dejan de actuar?

Mikaela se tensa.

-¿A que te refieres?

-No seas idiota. Ustedes se gustan mucho. Deberías hablar con Eren y Levi.

Un fuerte sonrojo cubre las mejillas del rubio, por lo que Ciel se acerca con cautela y le susurra algo al oído.

-Mika...- Yuuichiro, que es celoso en un extremo totalmente posesivo se planta en la entrada con total enojo.

-Oops- eso era lo que Ciel había susurrado.

Y sale, como si nada, directo a la cocina, dejando guerra a su paso.

-Sebastian, quiero...- un trozo de chocolate entra en su boca antes de terminar de hablar.

-Solo un poco, el desayuno ya va a estar.

-Realmente iba a pedirte otra cosa- se ríe, malévolo.

-¿Y qué podría ser?- Sebastian se agacha un poco, quedando a su altura, Ciel toma impulso para darle un beso.

-¡Buenos días, chicos!- de una patada, Clearke entra en la cocina para presenciar la escena.

Ambos quedan en piedra, se separan con total rapidez.

-No... No es...

-Ustedes- Clearke se ríe-. Mierda.

Clearke corre gradas arriba, la habitación que nunca abrió. Todo está oscuro, por lo que decide abrir la única cortina.

Gritos. Gritos fuertes. La luz del sol deja ver el demacrado cuerpo de Alois Trancy mientras grita por un dolor agonizante.

Todos los habitantes de la casa entraron en la habitación para observar la escena, parecían perturbados. Todos menos Ciel.

Clearke notó eso.

-Ciel, es momento de romper esto, así dejará de sufrir- Clearke ve con un poco de asco a Alois.

Su cuerpo se a debilitado totalmente, grita de forma escandalosa, se nota que dejó de alimentarse hace unos tres días... Y nadie lo reportó... A ninguno le importó.

-La ruptura de la conexión con su pareja lo está matando. No hay vuelta atrás una vez llegado a este punto- Clearke ve fijamente a Ciel-. Termina de romper la conexión o seguirá así... Podría comenzar a comerse a él mismo... Pero no tiene fuerzas ni siquiera para eso... Se pudrió por dentro.

Las consecuencias eran graves.

Sebastian acerca a Ciel al cuerpo agonizante, lo que ocasiona un ataque de nervios por parte de Alois.

-Está a punto de morir- susurra Ciel.

Entonces ocurre, el beso final. Sebastian y Ciel terminan por besarse frente al agonizante Alois Trancy, que cae de la cama y su piel comienza a desgarrarse mientras se arrastra por el suelo de madera.

-Mierda- Levi suelta su palabra favorita.

Poco a poco, la vida que habitaba ese cuerpo desaparece, dejando piel muerta y sangre regados por el cuarto.

Ninguno de los presentes se inmuta.

-Esta fue una escena bastante cruel- comenta Yuuichiro cuando salen.

-No se podía evitar- Eren suspira-. Me dio asco.

-Es una rata muerta- Clearke parece ser la que más gusta de ver ese tipo de escenas-. Yo limpio el desastre, ustedes vayan a comer.

-Voy a servirles, pero esperarme ahí, quiero hablar contigo- Sebastian no parece nada feliz.

-Te estoy esperando- Clearke sonríe de una manera tenebrosa.

Sebastian se las arregla por abrirles el apetito a los chicos luego de ver el cuerpo de Alois así, no fue fácil, pero logró hacer que olvidaran esa escena un poco con temas típicos en la mesa.

-Vengo enseguida- los deja para subir a hablar con Clearke.

Al abrir la puerta, ese cuarto parecía nuevo. Limpieza profunda en solo media hora... Y ni rastros del cadáver.

-Sebastian, yo me encargo de... El cadáver- Clearke no sabe como referirse a esa masa de tiras de carne, sangre y órganos hechos papilla.

-¿Qué vienes a hacer?- directo al punto.

-A probar que estoy en lo cierto- sonríe.

-¿A qué mierda te refieres?

Clearke suspira con pesadez.

-Solo te pediré que cuides de los chicos- no parece querer dar detalles-. Me llevo este saco de mierda, nos veremos otro día, Sebby.

Sin más, ella sale de la casa justo como vino: como un huracán, repartiendo desastre.

En el comedor, Levi siente un escalofrío.

-¿Estas bien?- Eren decide abrazarlo para darle un poco de calor.

-Sí- en silencio ve la sombra que corre por el pasillo-. Creo.