Capítulo 14
-Sientate- Smith pide amablemente.
-No creo poder quedarme quieta hoy, Smith- responde Clearke.
Ichinose no se aparecía aún por la oficina, faltaba menos de una hora para el cambio de supervisores de ese día. Reglas. Reglas. Siempre se hacía. Todos los años. Solo cambiaba el peligro que sentía.
-Guren les entregó la droga especial a ellos y tú amenazaste a Bathory, ahora calmate y sientate- esta vez, es una orden.
Clearke la acata, pero su pie se movía errático. Smith suspira con frustración.
-¿Quieres que utilice tu nombre en el documento?- pregunta, al volver a centrarse en los papeles.
-Sí, faltan pocas semanas para que podamos sacarlos. Los tres necesitamos una justificación.
Smith vuelve a leer el mismo párrafo.
-¿Estas segura de que es un buen plan?- pregunta, dudoso.
-¿Cuando fallo con los planes, Smith?- la pregunta le causa gracia al mencionado.
-Confiaré en tu desastroso plan por esta vez.
‡•‡
Levi y Yuuichiro se habían levantado una hora más temprano para tener la casa completamente limpia ese día, Mikaela y Eren terminaron por levantarse unos minutos después, solo para seguir a su respectiva pareja y llevarle arrastras de nuevo a la cama.
Faltaban unas dos horas para el cambio, ya que desayunarían con Ferid Bathory a las 8:30. Sebastian dejaría preparada la comida, ellos solo debían servirla.
A las 7:10 Sebastian y Ciel estaban ya completamente despiertos para preparar la Comida, cincuenta minutos después estaba todo listo.
Las tres parejas se tomaron de la mano y caminaron detrás de Sebastian hasta el tramo de camino que se les tenía permitido. Sebastian habló entonces.
-Esperen aquí a Bathory, no tardará. Recuerden las reglas, él no tolerará ningún comportamiento "inadecuado"- en un impulso sus ojos se fijaron en la mano que sostenía la de Ciel, algo se removió dentro de él. Vaya que el amor era extraño-. Suerte. Mika, Levi. Eren, Yuu. Ciel, Alois.
Se giró de nuevo para seguir su trayecto, dejando a las parejas solas en ese lugar. Ciel comenzaba a sentirse mal, su mano picaba con asco.
En un momento antes de que las manos de todos se soltaran, Bathory cruzó casi corriendo el camino, encontrándose con todos ellos.
-Buenos días, señor Bathory- le saludan, obedientes.
-Ah, que lindos- ese hombre era totalmente extraño. Todos lo notaron instantáneamente.
Los observó durante más de un minuto a cada uno, casi desnudándolos con la mirada. Era asqueroso. Finalmente, se acercó a Mikaela, su mano tocó su rostro, el miedo se expandió por el grupo en un segundo.
Mikaela no podía moverse, no podía reaccionar con el asco que estaba sintiendo, debía ser obediente a el supervisor.
-Dije tu nombre- susurra directamente a su oído.
Conteniendo las nauseas, contesta.
-Mikaela Shindo.
Bathory da un salto hacía atrás, comprende de golpe.
-Un gusto, chicos, como ya saben: seré su supervisor hoy. Espero un comportamiento digno por parte de los chico de Michaelis- una risa que les congela la sangre sale de su boca-. Diganme sus nombres.
-Levi Ackerman- responde, su expresión totalmente seria.
-Eren Jeager.
-Yuuichiro Amane.
-Ciel Phantomhive.
-Aloiss Tracy- Armin duda, comenzando a temblar un poco.
Disimulan su error con el nombre, esperando que Bathory nobsupiese nada.
Pero él comienza a caminar hasta Armin, una sonrisa tenebrosa se expande por su rostro.
-Trancy- lo corrige-. Alois Trancy ¿Eh? Creo que conocí a tus padres. No se parecen mucho.
Bathory comienza a caminar, los demás le siguen a una distancia prudente, dejando de lado la pequeña parte de información que Bathory había dado.
Igual, el verdadero Alois estaba muerto, no importaba su historia ya.
Al llegar a la casa, Bathory es el primero en sentarse en la mesa, toma el lugar de Sebastian, pero no ayuda como él a servir la mesa. En el momento en que Levi servía las bebidas, llevaba una por una a la mesa para no confundirse. Al tener ya puesto todo sobre la mesa, cada quién disponía a comer... Quitando el momento en que, en un movimiento brusco inconsciente, Armin tiró su agua sobre Bathory.
Todo fue muy rápido, Bathory empapado y Armin en el suelo con la mejilla roja.
Nadie reaccionó a tiempo, Ciel y Eren corrieron para auxiliar a Armin en el suelo.
-Estúpida sabandija inútil- suelta molesto Bathory.
Toma el vaso de agua y se lo toma de golpe. Cuando deja el vaso sobre la mesa él cae a un lado, dormido, drogado.
-Bien- Levi se levanta y lo patea con fuerza.
-Chicos...- Eren tartamudea.
Todos giran para verlos.
Ciel parece estar en estado de shock, sus manos sobre el pecho de Armin.
-No puede ser- Mikaela se levanta para ir- ¿Armin?
Se arrodillan a su alrededor y todos lo saben.
Armin Arlert está muerto.
‡×‡
-¡Buenos días, supervisor Sebastian Michaelis!- saludan al unísono los chicos de esa muralla.
-Buenos días, chicos ¿Pueden decirme sus nombres?
Sebastian observa detenidamente a las parejas, va de izquierda a derecha.
-Shinoa Hiragi, Unión.
-Historia Reiss, Unión.
-Yuri Plisetsky, Omega.
-Tobio Kageyama, Alfa.
-Elizabeth Midford, 3-LX.
-Shoyo Hinata, 3-LX.
Sebastian cree sentir algo que se esconde en las palabras de cada uno, pero decide que, probablemente, es por lo ocurrido con sus amigos y pareja.
-Vamos a desayunar- pide, comenzando a caminar, no tiene caso presentarse de nuevo.
Era solo el comienzo del día, tendría que pasar la noche con ellos de igual manera.
En el desayuno cada quién le dijo el trabajo que debían desarrollar esa misma tarde, un horario que Bathory les había creado, por lo que, después de recoger los platos, cada uno lavó el suyo y llevaron a Sebastian a la sala, donde cada quién hacia lo que debía.
Era muy extraño, el terror en los ojos de cada uno era incómodo, se notaba que Bathory no era alguien muy paciente con ellos.
Tendría que soportarlo, así como fingía no ver a dos parejitas para nada discretas.
Suspiró, no sabía si podría lidiar con el estrés de responder siempre a la pregunta de si podían abandonar la sala unos momentos para ir por materiales o al baño. Realmente era un lugar cruel si debían preguntar por todo. Era su cárcel personalizada con presos sumisos.
‡•‡
-Clearke- Smith le llama la atención otra vez-, no puedes dispararle a los pájaros.
Clearke suspira, deja el arma por un lado.
-Estaba matando espías de otra organización- se excusa-. Tu sabes lo distintivos que son.
Smith se levanta para quitarle el arma de sus pertenencias.
-Practicarás solo en el campo asignado.
-Pero...
-Piensa en tu hermano.
Y logra callarla.
Justo entonces la puerta se abre.
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