Capítulo 4
Luego de finalmente acordar ser socios de campo dejando toda aspereza detrás a la mañana siguiente decidieron reunirse en el departamento de Min Yoongi para comenzar con la investigación, su objetivo era unificar cada prueba e información con la que contaban hasta el momento para determinar que dirección seguir según el plan.
-¿cuánto crees que tardaras en obtener el registro de fabricación de los Mustang?- pregunto Yoongi al ex comisario mientras anotaba todo detalladamente en su libreta, creyendo que así no se le pasaría por alto nada importante.
Por su parte Namjoon cruzo los brazos por detrás de su cabeza en una actitud porfiada y exhalando pensativamente respondió, -ohm... más tardar una semana pero deben saber que una vez que tenga la lista serán muchísimas unidades, tendremos que rastrear y descartar vehículo por vehículo hasta reducir el número a los posibles sospechosos...
Dijo advirtiéndoles de la colosal hazaña a la que se enfrentarían,... incluso entonces podríamos acabar con unos veinte, treinta o cincuenta autos todos con exactamente las mismas características.-
-de acuerdo..., concordó Seokjin poniéndose de pie y aunque todavía se encontraba algo reticente a su presencia estaba dispuesto a continuar con la tregua, siempre y cuando él se mantuviera en una actitud profesional,... yo llamaré a unos colegas que aún trabajan en la fiscalía de Haenam-gum, tal vez puedan darme alguna novedad que se dio en el caso luego de que me lo quitaran.-
Yoongi asintiendo a sus mayores procedió a comentarles la idea que ejecutaría esa misma noche esperando obtener algo sustancial para aportar al grupo, -en cuanto llegue hoy al canal buscaré en nuestra base de archivos periodísticos cualquier noticia que hayamos dado donde este involucrado algún Mustang negro.-
-¿puedes hacer eso? ¿no te meterás en problemas si te descubren?- le pregunto Seokjin intrigado, -no, todos los periodistas del canal tenemos acceso a la base, es para tomar referencias o constatar datos... ni siquiera sospecharan lo que estoy buscando.- le aseguro Yoongi guardando su libreta.
-entonces eso será todo por ahora..., pronuncio Namjoon dando por concluida la conversación,... volveremos a reuniremos una vez que tenga la lista completa o ustedes encuentren cualquier información importante.- finalizo parándose y tomando su abrigo mientras el menor los acompañaba a la salida.
-por lo pronto recuerden ser cautelosos y no hablar de esto con nadie más.- sentencio Yoongi seriamente, -entendido capitán.- se burlo Namjoon acompañando el gesto con un saludo militar cargado de sarcasmo haciéndolo tornar los ojos sin disimulo.
Pues a pesar de los dichos de Seokjin había descubierto rápidamente y de primera mano la persistente actitud infantil del ex comisario, -solo decía... ahora largo de mi casa, tengo trabajo que hacer.- exclamo abriéndoles la puerta.
Namjoon rio palmeándole el hombro, -eres demasiado amargado para solo tener treintaicinco Yoongi, yo a tu edad definitivamente era más relajado.- le dijo provocando una carcajada mal disimulada en el mayor que atrajo la atención de ambos.
-como si hubieras cambiando.- murmuro Jin por lo bajo antes de alejarse hacia la botonera del ascensor, con una extraña sonrisa en el rostro Namjoon lo siguió por detrás y sin inmutarse por la sofocante tensión que desprendían los mayores Yoongi aprovecho para ingresar nuevamente a su hogar.
Quedándose a solas en un incomodo silencio Jin volvió a presionar llamando al ascensor, -también existen las escaleras ¿sabes?- le dijo esperando que capte la indirecta para que no bajara junto a él, no soportaba la idea de que compartieran un espacio tan reducido.
Pero en lugar de amedrentarse Namjoon decidió poner aprueba su paciencia, siendo más alto por apenas unos centímetros se inclino hacia el mayor y rozándole la nariz en el cabello adrede le murmuro maliciosamente en el oído, -hm... no soy yo el que estaría necesitando ejercicio.-
Aquello fue suficiente para sacar a Seokjin de quicio, -¡VETE AL DIABLO!- le grito iracundo empujándolo al pasar por su lado para precipitarse al interior del ascensor que apenas había abierto sus puertas, entrando golpeo el botón de la planta baja, su mandíbula se apretaba dolosamente mientras se esforzaba por controlar su respiración.
Sobre todo cuando lo vio entrar de reojo, el bastardo ni siquiera tenia la decencia de dejarlo en paz después de insultarlo y con una expresión sínica se apoyó contra una de las paredes laterales mirando en su dirección, cruzando los brazos y extendiendo las piernas cerca de su espacio personal solo para cabrearlo aún más.
Aunque Jin observando estoico hacia el frente no pensaba darle una sola mirada otra vez, cosa que pareció irritar al menor, -vamos Jinnie, no puedes estar enojado para siempre por lo de esa estúpida cita.- le dijo intentando razonar con él.
Indignado por lo que acababa de oír Jin no pudo contenerse de reaccionar, -oh... hubiera sido una estúpida cita si al menos te hubieras dignado a aparecer.- le respondió con las palpitaciones de su corazón cuesta arriba a medida que observaba impacientemente como los números del tablero descendían, maldiciendo a Yoongi en su interior por vivir en un piso veinticuatro.
-lamento haber herido tus sentimientos niño bonito pero tenía un caso importante que resolver no podía estar perdiendo el tiempo jugando a la conquista contigo, ya habíamos cogido de todos modos... no se que más querías de mi.- le recordó de forma cruel y degradante.
-y aún así no pudiste hacerlo ¿no es así? que yo sepa no resolviste ningún caso..., contrataco golpeándolo donde más le dolía,... y tú fuiste quien pidió la cita no yo.- finalizo siseándole entre dientes y enfrentándolo a la cara.
Viendo en ese momento como la expresión de Namjoon se ensombrecía junto antes de que lo acorralara contra una de las esquinas del ascensor sin frenarlo, colocando las manos a cada lado de sus caderas agarro la barandilla detrás suyo tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos.
-y después de la cita que... ¿íbamos a jugar a los noviecitos? te abriste para mi la primera noche niño estúpido, si querías falsa galantería te hubieras hecho de rogar un poco.- le barbullo casi ladrando las palabras sin ningún tipo de tacto provocando que Jin explotara de cólera propiciándole una fuerte bofetada que torno su rostro de lado y le dejo zumbando los oídos.
En respuesta al golpe Namjoon lo tomó bruscamente de los brazos pero al momento de verlo con los ojos vidriosos, el labio interior temblando y una expresión dolida no fue capaz de decir nada más, su agarre se aflojo sin querer soltarlo, todos los sentimientos que creía superados volvían a él de forma arrojadora.
Y contrario a como él mismo hubiera esperado reaccionar se encontró inclinándose para besarlo pero antes de que pudiera sentir la dulzura de su boca el mayor corrió el rostro esquivándolo, -no voy a hacer esto de nuevo Namjoon..., confeso apartándole las manos de su cuerpo.
...voy a cumplir 47 años pronto, no puedo ni quiero seguir rebajándome por ti, tu mismo lo dijiste... ¿para que perder el tiempo en algo que no vale la pena?..., secándose los ojos con el puño de su traje Jin paso por su lado para posicionarse frente a las puertas que estaban a punto de abrirse.
...si nunca quisiste nada serio conmigo entonces debiste habérmelo dicho ¿para que ilusionarme durante meses si luego ibas a romperme el corazón?- pregunto retóricamente con amargura saliendo a la recepción sin mirar atrás.
Dejando al menor ensimismado en aquel pasado que estúpidamente dejo ir, decisión por la que se había arrepentido cada día durante los últimos diez años pero era demasiado cobarde como para admitírselo incluso así mismo.
Quedándose en la soledad del ascensor que nuevamente había cerrado sus puertas Namjoon presiono su mandíbula y cerro los ojos siéndose desvalido, ¿por qué cada vez que estaba cerca del mayor tenia que arruinarlo todo?-estas mejor sin mi.- susurro en voz baja queriéndose convencer de aquello sin importar cuanto le doliera, porque esa era la triste verdad y no tenia forma de cambiarlo.
*
*
Hoseok no podía controlar su llanto, caminaba de un lado a otro en el pequeño espacio tratando de controlarse pero la sensación de que algo malo le había sucedido al mayor ponía sus nervios de punta.
Estaba constantemente mirando el reloj y apoyándose contra la puerta, tenia la esperanza de que pronto lo escucharía bajar por las escaleras y así todos sus miedos desaparecerían en el acto pero el tiempo pasaba y no había noticia alguna de Taehyung.
Según lo prometido debería haber regresado más tardar la noche anterior y siendo que ya habían pasado los tres días desde su ida Hoseok comenzaba a desesperarse.
Temprano mientras incluso se mantenía positivo pensando que tan solo se había retrasado un poco el pelirrojo se arreglo para sorprenderlo a su llegado al igual que siempre, colocándose unos ajustados boxers de encaje casi transparente se vistió con el conjunto favorito del mayor.
Unos cortos shorts de seda color rojo vibrante a juego con una delicada camiseta de tiras, la cual se pegaba a su piel como un guante resaltando su estrecha cintura y las curvas pronunciadas de sus caderas, gradecía los ejercicios de baile que le habían dado una perfecta silueta de reloj de arena.
Al igual que unas tersas y contorneadas piernas que había cubierto hasta sus muslos con unas finas medias de red blanca, dejando una seductora franja de piel visible entre estas y los short, también había rizado su cabello peinándolo de manera rebelde esperando verse más atractivo.
Prosiguiendo con ese objetivo en mente acentuó sus largas pestañas con rímel negro y aplico un bálsamo labial con un leve tinte rosado que hacia ver sus labios más apetecibles, todo este proceso lo había realizado la noche anterior pero Taehyung jamás apareció.
Ahora luego de haberse quedado despierto hasta entrada la madrugada y después de haber llorado durante horas enteras todo su esfuerzo por verse bien se había desvanecido, sentía los ojos rojos e hinchados, su cabello enredado y su maquillaje corrido.
Pero aquello era la menor de sus preocupaciones, en agonía y asustado por su situación Hoseok se deslizo hasta sentarse en suelo junto a la cama, tomo la camiseta negra de Black Sabbath perteneciente al mayor colocándosela por encima de su ropa.
Enjugando a su vez en esta las lagrimas silenciosas que caían por sus mejillas, su pecho oprimiéndose al percibir la fragancia varonil de Taehyung impregnada en la tela, abrazándose así mismo para darse algo de consuelo apoyó la cabeza en el colchón quedándose rápidamente dormido, irónicamente a causa de haber pasado prácticamente la noche en vela esperándolo no fue capas de oír ese lejano silbido que tanto había anhelado escuchar.
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