Capítulo 1
Ciudad de Seoul, Corea del Sur.
-Excelente entrevista, fue un placer haber venido- el hombre de impecable traje estrecha su mano con firmeza, -el placer fue mío abogado, realmente espero que la familia logre apelar el fallo del juez para que reabran el caso, dígales de mi parte que cuentan con mi total apoyo.- insiste el renombrado periodista.
-muchas gracias señor Min, no sabe lo mucho que significa para la familia Jung, mientras más presión haya por parte de los medios más probable es que el juez revierta su decisión.- despidiéndose de manera cordial ambos salen del imponente estudio de grabación dirigiéndose hacia sus respectivos autos en el estacionamiento del gran edificio.
-señor Min... ¡SEÑOR MIN!- justo cuando estaba por subirse a su vehículo escucha como alguien grita su nombre a lo lejos, volteando ve al fiscal Kim Seokjin correr hasta él desde el área de los ascensores, -oh... ya estoy viejo para esto, que bueno que lo alcance señor Min- dice mientras se presiona a un costado sobre sus costillas debido a un repentino calambre.
-por favor ya te he dicho que puedes llamarme Yoongi.- le recuerda mientras lo ve recuperar el aliento, -cierto, es que esta es como la séptima entrevista que me haces pero nunca hemos podido hablar fuera del ámbito profesional..., mirado alrededor de manera sospechosa se acerca invadiendo su espacio personal,... me preguntaba señ... Yoongi si tienes tiempo de ir a tomar un café conmigo.-
-ehm... mira lo siento..., dice nerviosamente rascando su nuca con incomodidad,... eres lindo y todo pero no estoy interesado en salir con nadie por el momento.- -¡QUE!..., lo corta el fiscal riéndose estrepitosamente,... no estoy interesado en ti Yoongi, yo solo quería... suspirando pesadamente se apoya en el auto cruzando sus brazos,... quería que hablemos en privado porque no dije todo lo que se en la entrevista.-
Extrañado y confundido por la inesperada confesión lo mira atentamente ahora más que intrigado, -todo lo que sabes respecto... ¿a la masacre?- pregunta con cautela sin saber exactamente que esperar, -eres el único que puede ayudarme, ya no confió en nadie.- le dice enderezándose y acomodando las solapas de su chaqueta.
-¿en que diablos te has metido Seokjin?- preocupado elabora en su mente mil escenarios diferentes pero ninguno de ellos se acerca remotamente a la realidad, -como fiscal de la nación me considero parte de la justicia Yoongi y si esta falla yo también lo hago,... alineando sus hombros la convicción se apodera de su semblante,... durante diez años he esperado que las cosas se resuelvan como deben ser pero ya me canse de esperar y no me detendré hasta ponerle un cierre a todo esto.-
*
-Por favor pasa ponte cómodo, lamento el desorden.- ambos entraron dejando sus sacos en el perchero, Yoongi desapareció rumbo a la cocina para preparar un poco de café, el fiscal mientras tanto se dispuso a esperarlo sentándose en el sofá, teniendo primero que apartar hacia un costado una montaña de archivos, observando perplejo las pilas y pilas de papeles desordenados que adornaban el lujoso departamento por todas partes.
-Whoa... ¿¡Cómo puedes encontrar algo en todo este caos!?- comenta alzando la voz y mirando de reojo el nombre de las carpetas a su lado, -de hecho se exactamente donde esta cada cosa... ¡NO TOQUES NADA!- le grita demasiado tarde desde la cocina, –cualquier cafetería hubiera estado bien para mi.- dice intentando poner como estaban los archivos que había mezclado intencionalmente justo antes de que Yoongi reingresara a la sala.
-en el camino me dijiste que recibiste graves amenazas por este caso, supongo que es el lugar más seguro para hablar por el momento.- corriendo unos papeles apoya la bandeja sobre la mesa y le entrega una de las tazas, luego desocupa el sofá de enfrente colocando la gran caja repleta de viejos archivos sobre el suelo y procede a sentarse con su propio café en mano.
-trabaje en la cámara de casación durante quince años, créeme estoy acostumbrado a las amenazas.- bromea restándole importancia y tomado un sorbo de su taza tranquilamente, -si yo fuera tu andaría con cuidado, hay mucho a los que les gusta suicidar a sus enemigos..., le advierte rememorando varios casos emblemáticos a lo largo de la historia,... pero aún no lo entiendo ¿Qué tiene que ver la quinta del horror en todo esto?-
-aguarda, tengo que mostrarte algo primero.- tomando de un trago el resto de su café saca rápidamente de su maletín una carpeta llena de fotografías y papeles, documentos clasificados con fechas, testimonios y datos que jamás había visto en ninguna otra parte, -el expediente del caso, ¿de dónde rayos lo sacaste?- pregunta impactado, -lo robe..., se delata sin remordimientos desocupando la mesa para extenderlo frente a Yoongi,... de la oficina de Un.-
-¿¡estas loco!? te encarcelara por esto.- exclama horrorizado ante el delito confeso del mayor, -es mi maldita investigación Yoongi, fui yo quien redacto cada una de esas hojas con los datos que recaude a lo largo de todos estos años, si quiere un informe que lo haga el mismo..., bramo iracundo recordando todo su esfuerzo impreso en esos documentos,... podrá haberme destituido y sacado el medio pero sigue siendo mi caso.-
Suspiró más tranquilo observando como Yoongi miraba con detenimiento el expediente, pasando las paginas con parsimonia hasta toparse con la vieja fotografía de Jung Hoseok la cual lo hace detenerse, tomándola entre sus manos siente su corazón dar un vuelco, la imagen le produce una profunda tristeza, -cielos... era tan joven.-
-lo era- concuerda Seokjin con pesar y Yoongi levantando la vista decide exteriorizar el mayor enigma que envuelve al caso, -¿crees que todavía esté con vida?- toma un profundo respiro ante su breve silencio, -es lo que intento averiguar y creo que tu puedes ayudarme.- le dice mientras rebusca entre los documentos uno en particular.
-¿ayudarte exactamente en que?- le pregunta curioso y genuinamente interesado, -aquí está, mira- tomando el papel que el mayor le extiende deja la fotografía donde estaba junto a las otras para comenzar a leerlo con atención.
-cuatro días después de la masacre un anciano llego a la quinta insistiendo en que había visto algo importante, yo no estaba en ese momento y como el hombre no se iba del lugar uno de los oficiales le tomó una declaración improvisada haciendo que la firmara solo para conformarlo, le hicieron creer que lo llamarían en unos días para atestiguar pero jamás lo hicieron.-
Frustrado ante la paupérrima redacción de tan importante documento pero por sobre todo indignado por la historia Yoongi no pudo contener su rabia, -¿y qué fue lo que vio? ¿¡porque nadie lo llamo si dijo que era algo importante!? ¿Cómo pudieron desestimar su testimonio así?-
-eso mismo le pregunte a los policías, dijo con amargura,... se excusaron diciendo que el anciano era el loco del pueblo, el típico lunático que se la pasaba inventado todo tipo de historias para molestar, me dijeron que no malgastara mi tiempo con él, que no valía la pena.-
-¿tú les creíste?- le pregunto mirándolo seriamente, -no... fui a verlo y el viejo si estaba loco pero decía la verdad..., conteniendo el aliento Yoongi espero a que el mayor siguiera con el relato,... me contó que el viernes veinticuatro cerca del mediodía volvía del pueblo hacia su casa y que en el camino se cruzó con la camioneta de Edwan, aseguraba que Jungkook, Jimin y Hoseok iban con él, dijo que incluso le tocaron bocina para saludarlo pero que cuando lo rebasaron un auto extraño parecía seguirlos por detrás.-
Juntando las tazas para servir más café y analizando la situación Yoongi siguió interrogando a Seokjin, -¿porque supuso que los seguía a ellos? podrían haber estado yendo en la misma dirección por simple casualidad? ¿y qué tenia el auto que le pareció extraño?-
Marcándole sobre la hoja la descripción que le había dado el anciano continuo brindándole hasta el ultimo trozo de información que tenia al respecto, -vivió allí toda su vida conocía los autos de todos, nadie en el pueblo poseía un Mustang clásico negro con vidrios completamente polarizados, además iban por un camino interno que solo lleva a las residencias privadas, pudo haber estado perdido claro pero entonces ¿Por qué no se detuvo a pedir indicaciones?, no hay dudas sobre que era alguien de afuera Yoongi pero... estoy seguro que sabia lo que hacia allí.-
Negando con la cabeza mientras abría su paquete de cigarros nerviosamente el menor no daba crédito a todo lo que oía, -¿Por qué nunca antes había escuchado algo sobre esto? no hay ningún anciano ni nada sobre ningún Mustang o cualquier otro auto en los testimonios públicos que libero la fiscalía y he leído absolutamente todo lo referido a este caso.-
Suspirando pesadamente Jin se estira para tomar uno de los cigarros que Yoongi le extiende junto a un cerillo, -ese día que hablamos lo cite formalmente al juzgado para tomar su declaración y adjuntarla a la causa pero la noche antes en que debía presentarse murió de un infarto.- ambos se quedaron en un repentino silencio.
Dando una profunda calada Yoongi pensó en todo ello, -es decir que el único testigo que pudo remotamente conducirnos al presunto asesino también esta muerto, cielos es como si se hubieran dado las condiciones exactas para la tormenta perfecta..., balbuceo en voz alta todavía algo incrédulo y Jin acotó con amarga ironía, -...o en este caso el crimen perfecto.-
*
Luego de quedarse solo el hermoso joven miró a su alrededor, su pequeño hogar necesitaba una limpieza profunda así que rápidamente coloco música y puso manos a la obra, se dirigió a cambiar las sábanas y dejar las sucias en el canasto que más tarde lavaría en el lavabo del baño.
Su casa de solo un reducido ambiente contaba con una mesada que a su vez servía como barra divisora del lugar, de un lado una cama doble con cajoneras debajo donde guardaba gran parte de su ropa y a los pies de esta separado por un metro se encontraba un angosto closet de dos puerta, con un minúsculo baño por la derecha y un sofá reclinable individual a la izquierda.
Y por último del otro lado de la barra una mesa para dos personas, además del ventilador de techo sobre la cama, la calefacción y unos cuantos objetos personales no había mucho que más eso, su hogar no contaba con una terraza, un patio para distenderse o siquiera ventanas para observar el amanecer...
Solo una puerta cerrada bajo llave y con candado desde el lado de afuera proseguida por unas largas escaleras que daban a otra puerta igual de reforzada, todo dispuesto cruelmente para que el ángel en su interior jamás pudiera volar... para que jamás pudiera ser libre otra vez.
*
*
-Mi reputación y mi prestigio están en juego Seokjin pero aquí entre los dos tu tienes las de perder..., varias tasas de café y unos cuantos cigarrillos después aún en el departamento de Yoongi con el atardecer bañando la cuidad ambos se encontraban ahora en el tramo final de su larga discusión y el menor quería asegurarse de aclarar las cosas de ante mano.
...sabes que si el juez se entera de que robaste información clasificada y te entrometiste en un caso ya archivado del que te removió podrías no solo perder tu matrícula si no también enfrentarte a una causa judicial y a un sumario, apenas tolero que intentaras exponerlo por su ineficacia, esta vez te destruirá en cuanto tenga la oportunidad... -OK ¡YA ENTENDI!-
Barbullo histérico moviendo su pie frenéticamente, señal visible del colapso nervioso que estuvo a punto de sufrir por las palabras de Yoongi quien suspiro pesadamente observando el expediente, -solo quiero asegurarme de que conoces los riesgos, podrías perder tu carrera.-
Deteniendo cualquier movimiento impulsivo Seokjin paso saliva y respiro hondo, -al igual que tu..., le dijo con total sinceridad sabiendo que podría meter al menor en graves problemas,... si hacemos esto ya no habrá vuelta atrás, así que esta bien si no quieres arriesgarte.- después no habría lugar para el arrepentimiento.
Analizando todos los peores escenarios posibles que podrían desencadenarse a partir de ese día Yoongi tomo una decisión, seria a todo o nada, -¿por donde comenzamos?- hablo con la mayor seguridad y determinación que podía poseer en ese momento.
Suspirando de alivio por contar con su ayuda Jin puso su plan en marcha, -el auto... rastrearemos a ese Mustang negro que vio el anciano el día de la masacre, encontrando al auto encontraremos al dueño.- -y si el dueño es el asesino ¿crees que este nos llevara directo a Hoseok?- concluyo pensativamente Yoongi.
Mordiéndose los labios el mayor sacudió su cabeza algo inseguro, -no lo sé pero es la única pista que tenemos.- asintiendo escuetamente Yoongi temió por la poca sustentabilidad de su plan, -si ese coche perteneció al verdadero culpable ¿no crees que tal vez lo vendió o se deshizo de él? dudo que haya sido tan idiota como para conservar la única prueba capaz de incriminarlo.-
Permaneciendo en silencio por un momento Jin contemplo seriamente esa posibilidad, si el sujeto era el asesino e hizo desaparecer el auto como lo hizo desaparecer a Hoseok entonces no tendrían nada más a lo que aferrarse para seguir buscando, era una camino sin salida.
-tendremos que averiguarlo.- dijo con firmeza y un temple de acero, Jin sentía que había perdió mucho tiempo en el pasado dudando... siendo un cobarde, pero ahora no se perdonaría vacilar otra vez, nada lo haría detenerse.
Por su parte Yoongi sabia que su vida podía cambiar completamente, tanto para bien como para mal pero él se consideraba alguien listo y astuto, estaba listo para usar todas las herramientas que había adquiriendo en su profesión como periodista durante los últimos quince años, además estaba seguro de que ambos contaban con muchos contactos y exprimirían esa ventaja al máximo.
Pero dejando todo pensamiento de lado Yoongi se puso a atar cabos, -aunque el dueño haya vendido o haya incinerado el auto en un descampado los registros de su compra al obtenerlo en un principio aún deben existir en algún lugar..., divago en voz alta masajeando su barbilla,... tenemos que acceder a la lista de Mustang vendidos que concuerden con esas características.-
Ante el lento y sarcástico aplauso del mayor levantó una de sus cejas confundido, -¿Qué?- pregunto sin entender a que se debía su reacción, -¿no crees que al menos una vez en estos diez año he pensado en eso? chico listo.- Yoongi lo asesinó con la mirada frunciendo el ceño, -¿y si ya pensaste en eso porque no lo has investigado aún?-
La expresión de Seokjin cambio drásticamente en un instante, por un lado parecía apenado pero por otro sumamente incomodo, rascando su nuca respondió de manera torpe y distraída sin mirarlo, -ehm... es por eso que necesito tu ayuda, conozco a la persona idónea capaz de entrar a la mismísima base de datos de Ford de ser necesario pero tu eres quien puede contactarlo.-
Aquello captó la atención del menor y trato de visualizar algunos de sus contactos con la capacidad de hacer algo así y si bien varias personas venían a su mente no estaba seguro de a quien se refería Seokjin, -¿de quién estamos hablando exactamente?-
Los hombros del mayor cayeron estrepitosamente lamentando tener que llegar a este extremo, se había jurado a sí mismo que jamás en toda su vida volvería a rogarle a ese imbécil que lo ayudara, no quería darle el gusto de que lo viera arrastrarse por él una vez más aunque fuera muy a su pesar.
-Kim Namjoon, el bastardo es un idiota pero sé que puede ayudarnos- al oír ese nombre Yoongi sintió que sufriría un colapso mental, -¿Kim Namjoon el ex comisario del pueblo? pero si acabamos de verlo hace unas horas en la entrevista... ¿¡por qué demonios no le dijiste para que viniera también!?- ciertamente estaba perdiéndose de algo.
-bueno como dije el sujeto es un idiota, muy contrario a lo que siempre muestra en cámara..., por algún motivo las palabras de Seokjin estaban cargadas de hiel,... sobre todo ahora que se cree Stephen King con esos patéticos libros que publico mostrándose como un héroe cuando en realidad no hizo absolutamente nada, no es más que un busca fama.-
Su cuello se fue poniendo rojo de la ira mientras más hablaba del hombre en cuestión, -wow no sabía que se llevaran tan mal..., Yoongi comenzaba a sentirse incomodo con la tensión asesina que desprendía el mayor,... pero da igual, esto es más importante que lo que sea que haya entre ustedes... -¡NO HAY NADA ENTRE NOSOTROS!..., exploto iracundo restregándose el rostro en un vano intento por calmarse.
...quise hablar con él para que me diera la información del Mustang pero se negó a escucharme, como veras nuestro odio es mutuo por eso pensé que tal vez tú podrías convencerlo.- exhalo conteniendo su ira, -muy bien haremos esto, llamaré a Kim y lo citaré en un café mañana mismo a primera hora,..., le dijo Yoongi juntando las tazas vacías y el cenicero repleto en la bandeja para llevar todo a la cocina, ...pero tú también vendrás y más te vale no poner alguna excusa.-
Viéndolo alejarse de la sala torno los ojos ya exasperado en anticipación por lo que podría suceder en esa reunión, una cosa era fingir cordialidad ante las cámaras de televisión pero tener que soportarlo cara a cara después de todos estos años era otra muy diferente y Jin no creía ser capas de poder contener sus ganas de matarlo.
Bufando molesto procedió a guardar las hojas del expediente dispersas por toda la mesa, acomodándolas en el orden exacto que ya conocía de memoria noto que en una de las carillas faltaba la fotografía de Hoseok... la misma que Yoongi había estado observado hace tan solo unas horas, la cual además era una imagen inédita que no había sido difundida en ningún medio.
–¿Qué extraño?...- murmuró para si mismo mirando alrededor por si la había dejado caer en algún sitio sin darse cuenta, en ese momento Yoongi sale de la cocina secándose las manos, -¿dijiste algo?- le pregunta distraídamente, -ahm... si ¿tu..., estaba por preguntarle sobre la fotografía pero a ultimo segundo prefirió cambiar sus palabras en el aire,... tu envíame la dirección de donde nos encontraremos cuando hayas convencido al idiota.- Jin era muy bueno intuyendo cosas y ahora mismo tenia un fuerte presentimiento, dejaría pasar por alto este asunto pero sin dudas seguiría los movimientos del periodista bien de cerca y en silencio a partir de ahora.
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