ღღ˚ʀᴇᴄʜᴀᴢᴏ˚ღღ




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11 de Marzo del 2009

Quántico, Virginia.


El reloj marcaba las dos de la tarde, el preciso momento donde la estación 118 se transformaba en un hormiguero humano. Conversaciones animadas entre paramédicos y bomberos llenaban el lugar, mientras se movían de un lado a otro. Algunos habían cambiado sus uniformes por ropa de calle indicando su fin de turno y otros recién llegaban con las mochilas colgando del hombro.

Los casilleros metálicos se abrían y cerraban con fuerza, provocando el sonido característico de todos los días. Addison, estaba en un pequeño vestidor quitándose el uniforme, había tenido un día cansado entre tantos llamados de emergencia, pero al fin era libre de su sufrimiento o eso era lo que ella pensaba.



—¡Oye Addy!—hablo Buck entrando al final del vestidor donde estaba ella, pero al ver que se seguía cambiado se tapo los ojos y se dio la vuelta—Lo siento, no vi nada. Creí que . . . . bueno entraste a quitarte el uniforme hace media hora, creí que . . . ¿Por qué tardas tanto?

—No sabía que me tomabas el tiempo en los vestidores novato—Addison comento soltando una carcajada ante el nerviosismo de su compañero.

—Vamos, no es para tanto.—Evan rio de manera nerviosa, era la primera vez que veía la cicatriz de su amiga y no sabía si seguir con la conversación o retirarse— Solo quería asegurarme de que estuvieras bien . . . . caíste sobre de tu pierna y tal vez . . . —intentando preguntar sobre si sentía algún dolor, pero ella lo interrumpió.

—Estoy bien, no hay nada de que preocuparse—Mini Nash minimizo lo ocurrido, no sentía algún malestar, así que todo estaba bien—Además recuerda que mala hierba nunca muere.

—Bueno al menos tu sentido del humor no esta dañado—el rubio continuo el juego de su amiga—¿Ya puedo voltear?—pregunto sintiéndose algo incomodo al no tener visión.

—Si—contesto Addy tomando su maleta lista para irse.—¿Te vas también?—pregunto mientras se dirigía a la salida del vestidor.


Buckley apresuró sus pasos para alcanzar a su amiga. Quería seguir conversando o al menos acompañarla hasta su vehículo para asegurarse de que no tuviera ninguna queja en la pierna, pero al parecer todo estaba bien, caminaba normal y podía apoyarse sin problemas.



—No, aún no preciosa . . . . perdón, creo que es la costumbre—Buck corrigió su apodo antes de que el capitán escuchara como llamaba a su hija.—Pero no, aún tengo un turno más, cubriré a Eddie, tuvo que ir a ver lo de la nueva escuela de Chris—informo el rubio, explicando la ausencia del otro chico.

—Aja, sabía que ocurría algo entre ustedes—apareció Chim pasando su brazo por el hombro de la chica, su voz era agitada lo que indicaba que había llegado corriendo—No me lo tomen a mal, pero hacen una pésima pareja.

—Amigo . . . amigo, calma no ocurre nada entre nosotros, solo estamos hablando—explico Buck ante la confusión de Howard—Además sabes que es lo que Bobby me haría si cree que salgo con su hija—dramatizo pasando las manos por su cuello.

—Tranquilos, su secreto esta a salvo conmigo, pero ahora me deben una—Chimney se aferro a su mentira como pretexto para justificar lo que estaba a punto de hacer—Addison te toca cubrir mi turno esta noche—informo antes de comenzar a correr, librándose del turno doble.

—Repugnante hijo de . . . . burro leproso—Addy soltó algunas maldiciones más, pues no era la primera vez que su amigo hacia eso.—Hizo trampa, otra vez—señalo el camino donde Han había huido.

—Si . . . eso lo note, aunque tengo que admitir que es muy bueno haciendo eso . . . . esta es la quinta vez que la aplica—Buck reconoció mientras se encogía de hombros—Siete a Hen, cuatro a Eddie y dos a mi.

—Pero . . . . pero, al fin había llegado el día donde mi turno terminara temprano—Nash soltó un suspiro de resignación— Era muy lindo para ser verdad, volé más alto de lo que debería, ya me había imaginado dormir todo el día.

—Triste tu caso mujer—el rubio le dio unas palmadas en la espalda como señal de apoyo—Pero creo que será mejor que te cambies antes de que llegue una emergencia—sugirió Evan con una sonrisa divertida en sus labios—Le iré a decir al capitán que vas a remplazar a Chimney en este turno.


Addison se quedó contemplando la entrada de la estación, como si estuviera visualizando todas las cosas que pudo haber hecho, si Chim hubiera a parecido dándole su turno extra, pero estaba segura que se las iba a pagar. Así que con un gesto de frustración, se giró en dirección a los vestidores para ponerse de nuevo el uniforme.

Minutos más tarde la chica subió a la zona de descanso, con esperanza de aligerar su molestia con un buen plato de comida o tal vez tomar una siesta en el sofá.


—Déjame adivinar—hablo Henrietta con una enorme sonrisa en su rostro—Chimney de nuevo.

—Me tomo distraída y no logre reaccionar a tiempo—Addison reconoció tomando asiento a lado de su amiga.—Ahora tengo que doblar turno, pero me las va a pagar.

—Si claro—Buck se burlo de las palabras de la chica, dejándose caer arriba de ellas—Eso dijiste la ultima vez y lo perdonaste porque te compro el disco de música que tanto querías—comento revolviendo el cabello de la azabache.

—Creo que deberíamos cobrarle una tarifa por ser sus salvadores—bromeó Henrietta dándole un codazo a sus amigos.

—Que nos invite el desayuno el próximo fin de semana—propuso Addy acomodándose para que Evan dejara de aplastarla.—O acomodamos las tareas para que le toque lavar el camión todo un mes.

—Tenemos que unir nuestras mentes malvadas para . . . —el rubio buscaba un plan de venganza cuando la alarma de emergencias comenzó a sonar, haciendo que todos corrieran al camión de bomberos y a las ambulancias.



Se produjo un pequeño percance que dejó a varios agentes del FBI y civiles heridos, por lo que la prioridad era de gran magnitud, así que se solicitó la asistencia de otras dos estaciones para garantizar la pronta atención de todas las personas afectadas sin demora alguna.





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En el centro comercial de Quántico, los miembros de la UAC se encontraban esperando la ayuda de los paramédicos tras haber concluido un caso, la situación se había salido de control cuando los ignotos descubrieron que el FBI estaba ahí, así que a manera de escape abrieron fuego en medio de la multitud.

Este acto dejó a varios civiles heridos, así como a tres de sus agentes. Los daños incluían desde raspones y torceduras hasta personas en estado de shock y algunas heridas de bala, entre otros.


—Morgan desobedeciste mis ordenes—Hotch hablo con un tono serio—Les pedí que despejaran el área no que los acorralaran, les di la instrucción de no actuar por la cantidad de civiles en el lugar, sabías que una evacuación los pondría en alerta—recordó el hombre bastante molesto por los resultados del caso—Pero tu y Prentiss, desobedecieron mis ordenes, los presionaron hasta el punto de causar todo esto.

—Hotch . . . . no iba a dejar que se salieran con la suya como la ultima vez, esas personas pudieron haber sobrevivido si no me hubieran engañado—Derek se disculpo sintiendo un liquido pegajoso bajar por su frente.

—Hablaremos de las consecuencias de tus actos, después de que te revisen esa herida—Aaron se limito a decir antes de irse con el resto del equipo, buscando ayudar en toda esta situación.

—No toques, espera a que vengan . . . Basta detente . . . que no toques—Reid quito la mano de su amigo de la frente—Solo la infectaras y la presencia de calor localizado y dolor alrededor de la herida podría indicar un aumento en la actividad metabólica de las células inmunes debido a la . . . . —intento darle motivos para evitar que se limpiara con su mano y esperara a que sea curada de manera correcta por los paramédicos, pero Morgan lo interrumpió.

—Oye hijo, los paramédicos tenían que estar aquí desde antes que surgiera todo esto—Morgan intento pasar la culpa a los demás y esperaba un poco de comprensión del castaño, pero era claro que el genio no pensaba igual.

—En realidad, los servicios de emergencia no fueron necesarios, ya que el plan inicial de Hotch era avanzar hasta sacar a los ignotos del centro comercial para prevenir cualquier daño a otras personas—explicó Spencer mientras se sentaba al lado de Morgan y observaba los raspones que este había recibido al caer al suelo.—Al perder esa 'capacidad' de lastimar o matar, se habrían rendido sin pelear, según la estadística que se planteo . . . . —quiso hacer una referencia a la estrategia original, sim embargo vio la cara de su amigo, así que decidió "apoyarlo" en silencio.

—¿Cuánto crees que nos den de suspensión?—pregunto Derek intentando cambiar de tema.

—Si tomamos en cuenta que no murió nadie . . . diría como una semana—informo Reid con una sonrisa tímida.—Lo siento.

—¿Qué? . . . No, no, esto es bueno a su manera, podría despejarme un poco . . . ya sabes salir con alguna chica, aunque tendré que hacer algunas llamadas o poner en practica mis habilidades de conquistador.—menciono el moreno moviendo sus cejas de manera juguetona.

—Puedo preguntarte, ¿Ha habido una mujer con la que . . . bueno hayas querido estar más de una noche? —Reid habló en voz baja, con cierto titubeo, esperando una respuesta sincera.

—¿Disculpa?—pregunto Derek con una voz un poco ofendida, pero su sonrisa lo invitaba a seguir hablando.

—Jamás te he visto con la misma chica dos veces—Spencer explico cual era el punto de partida de su pregunta inicial.

—¿Me llamas promiscuo?—Morgan volvió a preguntar con un tono divertido viendo como su amigo se ponía nervioso.

—No . . . no, no, no . . . . Lo que trato de averiguar es que ese sentimiento va a desaparecer—el genio confeso haciendo referencia a lo que paso recientemente con la actriz de los Ángeles.

—Reid, nuestro trabajo requiere todo el tiempo y una relación es difícil, aún en la misma ciudad—expreso Derek entendiendo el punto del castaño.

—Entonces . . . Crees que es mejor que no la llame, ¿Cierto?—Spencer cuestiono confundido, era un territorio nuevo para él.

—Eso no puedo contestarlo yo—Morgan se encogió de hombros, esperando que él tomara sus propias decisiones—Pero te diré que sé, no tienes que responderlo esta noche.


La conversación entre los dos agentes se vio interrumpida por las luces de las ambulancias, su llegada fue rápida y con el apoyo de las otras estaciones esperaban terminar pronto, el capitán Nash bajo del camión de bomberos acercándose a la unidad donde estaba su hija y Henrietta.


—Bien abajo—ordeno golpeando la puerta como instrucción.—La estación 200 y la 119 tienen más elementos de apoyo en este turno que nosotros, así que ellos se encargaran de los civiles.—señalo el movimiento a sus espaldas mientras que Hotch se acercaba al capitán.

—Aaron Hotchner—se presento el hombre extendiendo la mano a Robert—Tengo tres agentes heridos, una de ellos recibió un disparo—informo para agilizar el traslado.

—Capitán Robert Nash, un placer—dio un apretón a la mano de Aaron antes de dar indicaciones a su equipo—Bien . . . . Hen y Addy, se encargaran de los dos agentes con heridas tratables—miro discretamente al agente para que fueran detrás de él—Panikkar, Buckley y Bosko, ayuden a las otras unidades a trasladar a los heridos.


Ambas mujeres comenzaron a caminar detrás del hombre con el rostro serio, solo compartían miradas cómplices, a pesar de que trabajaban casi de la mano con el departamento de policía, era la primera vez que estaban en presencia del FBI.


—Elijo al delgado—murmuro Henrietta antes de empujar a su amiga, acelerando el paso para comenzar a revisar al castaño.

—Tramposa—susurro para ella misma, mientras se acercaba al otro chico para verificar signos vitales.—Soy la paramédico Nash, ¿Escuchas algún zumbido?, ¿Ves borroso o hay algo fuera de lo normal? —preguntó con profesionalismo, sacando sus instrumentos de trabajo.

—No, solo que mi corazón palpita más rápido al verte, ¿Eso cuenta? —respondió Morgan con una sonrisa traviesa, lo que provoco que la chica volteara a ver a su compañera.

—En ese caso tomare tus signos vitales, aunque . . . . usted aún es joven para sufrir un infarto—informó Addison con una sonrisa, manteniendo la compostura y fingiendo que no reconoció su coqueteo.


Mientras la paramédico Nash revisaba el pulso y la presión arterial, el agente continuaba con su actitud juguetona. Sin embargo, una vez verificó que todo estaba en orden, se centró en la herida en la cabeza del hombre, una lesión que requería desinfección y sutura.


—Necesito que te quedes quieto, solo serán dos puntos, es una herida pequeña —informó Addy, con voz serena a pesar de la distracción que suponía el paciente bromista.

—Señorita Nash, tengo que informarle que en este punto, no sé si estoy despierto o si estoy en alguna clase de alucinación. ¿Acaso usted es un bello ángel o son ideas mías? —bromeó Morgan, con la esperanza la chica dejara su profesionalismo a un lado y respondiera a sus coqueteos.

—Tranquilo, te ayudaré a descubrir si es un sueño o no —Nash sonrió de manera traviesa, su mente ya tenía el plan perfecto para poner fin a sus coqueteos.

—Confiaré en ti, preciosa . . . Sé que estoy en muy buenas manos. Tal vez terminando tú y yo . . . ¡AUCH!, espera . . . Ya entendí —Derek gritó, mientras hacía gestos dolorosos, cuando la chica presionó con fuerza el algodón contra su herida, atrayendo miradas curiosas y algunas risas.

—Ya confirmamos que estás despierto—Addison mencionó de manera sarcástica, reduciendo la presión que ejercía en la herida.—Ahora, por favor no te muevas, no me gustaría equivocarme mientras te suturo.


El brillo juguetón en los ojos de Morgan, contrastaba con su enfoque profesional de la chica. Él, entre gestos de dolor y risas contenidas, se encontraba disfrutando de esa extraña sensación de emociones mezcladas, admirando la habilidad de la joven mientras suturaba su frente.


—Listo agente—Addison finalizo desechando los instrumentos utilizados, para evitar contaminar el demás equipo—Como recomendaciones en caso de algún malestar acuda a un hospital, así mismo para que le retiren los puntos.—al voltear su amiga señalaba a los demás del equipo, al parecer ya habían terminado y era tiempo de regresar a la estación.—Eso sería todo de nuestra parte.—intento irse del lugar, pero el hombre la retuvo.

—Disculpe, señorita Nash, ¿Podrías tener el honor de que me de su número o al menos su nombre?—pregunto Morgan con un tono coqueto, haciendo que Spencer solo negara con la cabeza.

—Eso no sería muy profesional de mi parte—la azabache comento en un intento de librarse de esa incomoda situación.

—¿Y si me das un número de emergencia? Ya sabes, por si tengo algún malestar con la sutura o presento algún síntoma desconocido—cuestionó Derek, tratando de obtener un contacto de la chica.

—¿Un número de emergencia, dices?—inquirió la paramédico Nash con una sonrisa "coqueta".

—Correcto preciosa, así este asunto queda del lado "profesional"—explico el moreno con una sensación de victoria en su cuerpo.

—Bueno en ese caso—Addison saco un pedazo de hoja en su maleta y anoto algo con rapidez—Aquí tienes, siéntete con la confianza de llamar a cualquier hora—guiño el ojo mientras se iba con su amiga.

—¿Le diste tu número?—susurro Henrietta bastante asombraba, pero Nash no contesto solo la tomo del brazo y comenzó a correr hacía la ambulancia.


Spencer se acerco a Morgan algo intrigado ante lo que acababa de suceder, mientras que él solo veía a la chica subir al vehículo de lejos.


—Increíble su cambio de decisión, ¿No?—Reid saco al moreno de sus pensamientos quien solo sonreía y señalaba el papel.

—Spence, ya sabes cómo es, ninguna chica puede resistirse a este encanto. Solo necesito una mirada y ya están cayendo a mis pies.—comento Morgan con aires de grandeza, mostrándole el número a Spencer.—Además la oíste puedo llamar a la hora que sea.

—Vaya—el castaño contenía una risa al mirar el contenido de este.—Bueno . . . . si analizamos lo que te dijo creo que no mintió en lo del número de emergencia—le mostro el pedazo de papel que tenia escrito "9-1-1 disponible las 24 horas".

—¿Qué? . . . Ohhh no, esto debe de ser una broma—exclamó Morgan arrebatándole el "número" a Spencer.—Y de muy mal gusto, creí que la tenía. . . . . Pero ¿Dónde . . . —Volteó rápidamente hacia el lugar donde estaban estacionadas las ambulancias, pero ya no había nada.

—Jamás creí decirlo . . . . Pero te han rechazado de una manera muy cruel—Spencer se burlo de su amigo, dándole una palmada en la espalda—En mi opinión era muy lista para ti, pero las risas no faltaron.

—Nunca me habían dado un número falso, nombres inventados si, pero jamás llegue a este punto—confeso Derek con la mirada fija hacia enfrente.

—Técnicamente no es falso, si tomamos en cuenta que tú dijiste número de emergencia y ella finalizo con que podías llamar a cualquier hora . . . . Tal vez si te hubieras concentrado más en sus palabras y menos en su rostro . . . .—dijo Reid, pero sus palabras quedaron en el aire cuando vio la cara de su compañero—Si creo que cruzo la línea, pero puedes invitar a otra chica, de tu lista de conquistas.

—Espera tienes memoria ideática, que es lo que recuerdas—pidió Morgan con la esperanza de tener algún indicio de donde buscarla.

—Bueno . . . . ella no hablo mucho, no dejabas de incomodarla—menciono Spencer buscando algo más en su mente—Pero . . . cuando se acerco dijo: "Soy la paramédico Nash, ¿Escuchas algún zumbido?, ¿Ves borroso o hay algo fuera de lo normal?", si ya tienes el apellido, puedes preguntarle a Hotch que unidades vinieron a apoyar—propuso el genio como si fuera lo más lógico del mundo.

—Eres el mejor amigo—Morgan desordeno el pelo del castaño antes de correr hacia Hotch.

—Pero no lo entiendo, ella te rechazo—grito Reid desde el otro lado de la calle, informando a todos los compañeros lo ocurrido.


Derek llego hasta donde estaba Aaron con otros oficiales, estaba agradeciendo su ayuda en la situación, antes de voltear y ver rápido al chico con respiración agitada.


—¿Qué ocurre?—pregunto Hotch mirándolo con curiosidad, no sabía si se sentía mareado por la pequeña perdida de sangre que vivió.

—Reid dijo que otras estaciones vinieron a ayudar—comento Morgan entre jadeos, buscando regular su respiración.—¿Sabes cuales son?

—No se que pretendas, pero te ordeno que te detengas, lo que menos necesitamos en una queja por hostigamiento—Hotch le susurro para que los demás policías no se enteraran del drama interno.

—Agente—una mujer se acerco a él—Sargento Athena Grant—se presento la oficial lista para responder a su pregunta, esperando que sus amigos no se hubieran metido en problemas—Las estación que llegaron a ayudar fueron la 118, 119 y la 120,

—¿Conoce a alguien con el apellido Nash?—cuestiono Derek, iba a aprovechar que habían más personas y que Aaron no podría reprenderlo delante de todos ellos.

—Si mi esposo el capitán Robert y Addison Nash —informo Athena con la duda de que su hijastra se hubiera metido en problemas o quisieran agradecerle por las atenciones—Ambos son de la estación 118.





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