• • ɴᴏᴄʜᴇ ᴅᴇ ᴊᴜᴇɢᴏꜱ • •





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Pasaron un par de días después de esa 'cita' en el museo, y el contacto con Spencer seguía siendo fluido. Bromeaban entre mensajes y se mantenían al tanto de lo que ocurría en sus trabajos.

Sin embargo, no hubo ninguna señal de vida por parte del moreno; no la había visitado en la estación de bomberos como había prometido. Tal vez fue demasiado fría y eso lo llevó a tomar la decisión de darse por vencido, o simplemente seguían en Seattle resolviendo un caso, como informó su amigo Reid. 


—¡SE NOS HACE TARDE NIÑO!—Addison comenzó a tocar el claxon un par de veces mientras esperaba 'pacientemente' en el auto.

—Lo siento . . . lo siento, me quede dormido—Dylan se sentó del lado del copiloto abrochando su cinturón de seguridad.

—Recuerda que ya no vives con mamá, ahora tienes un trabajo y solo tenemos un auto para los dos.—la pelinegra lo regaño ante su habito de levantarse hasta tarde.

—Solo tengo que . . . ajustarme a este nuevo estilo de vida.—expreso el menor, manejando por la avenida.—Jamás había tenido trabajo y anoche me llene de pánico . . . tal vez no lo entiendas.

—¿Por que crees que no lo entenderé?—pregunto Mini Nash mientras contemplaba la ciudad por la ventana.

—Bueno tu eres paramédico en la misma estación donde tu padre es capitán . . . Es lógico que no te costo trabajo entrar a es . . . —el pelinegro intento explicarse antes de que la risa de su hermana lo interrumpiera.

—¿Tu crees que mi padre me hizo las cosas fáciles?—cuestiono Addison de manera sarcástica recordando sus primeros meses.—Hacia de todo menos asistir en los llamados de emergencia . . . Limpiaba la cocina, baños, reabastecía los instrumentos de la ambulancia.

—Pero era tu padre, ¿No pudo hacer una excepción por ti?—interrogo Dylan sintiéndose perdido en la conversación.

—No es como pasarle un suéter a tu hermano menor.—bromeó la azabache desviando la mirada hacia una ambulancia que pasaba a lo lejos.—Se trata de salvar vidas, de llevar esperanza en los momentos difíciles . . . y ahora tú también lo harás. Serás el intermediario entre los servicios de emergencia y quienes lo necesiten. Lo harás muy bien . . . Estoy muy orgullosa de ti

—Gracias.—murmuró el chico mientras se limpiaba una lagrima traicionara que bajaba por su mejilla.—No me había dado cuenta de lo mucho que me hacías falta . . . Usualmente mamá me diría que el dudar es de débiles, extrañaba sentir el apoyo de mi familia.

—Somos familia, no necesitas agradecer . . . Tal vez no pueda ofrecerte muchas cosas como mamá, pero siempre te voy a apoyar.—expreso la chica notando que su hermano se estaba estacionado.

—Bueno . . . Aprecio que tu no me avientes libros cada vez que te molestas.—Dylan murmuro señalando la cicatriz que le había hecho su madre en medio de una rabieta.

—Aún lo estoy considerando . . . créeme.—bromeo Mini Nash antes de girándose para despedirse de su hermano.—Gracias por traerme . . . Voy a doblar turno, así que no te preocupes por venir por mi, le pediré a Chimney que me lleve a casa . . . Suerte en tu primer día.—abrazo con fuerza al menor, esperando que sus nervios desvanecieran.


Addy salió del auto caminando hacia la entrada de la estación aún paso lento, notando como su hermano desaparecía a la distancia. Había algo dentro de ella que sentía que estaba guiando a Dylan por un buen camino, apoyándolo en sus decisiones sobre ser operador del 911, mientras aplicaba a distintas universidades.

Se detuvo abruptamente cuando noto a un grupo de chicas tenían acorralado a Buck mientras que otras se ponían frente a los camiones y las ambulancias, evitando algún movimiento. Sin esperar nada más comenzó a correr hacia el caos.


—¿Y ahora que paso?—la azabache le pregunto a Henrietta que solo estaba riéndose y grabando la situación.

—Creo que a Romeo se le junto el ganado.—confeso Wilson señalando a la multitud.—Puedes unirte para molestarlo, saca tus frustraciones . . . igual que los demás.—señalo a Chim entre la multitud, gritando incoherencias mientras le aventaba palomitas a su amigo.

—¿No se supone que deberíamos defenderlo? . . . Espera . . . ¿Dónde esta el capitán?—cuestiono la chica ante la ausencia de una figura de autoridad en medio del caos.

—Esta haciendo unas llamadas.—Eddy se unió a la conversación dándole un pequeño empujón a su amiga.—No podemos sacar ningún vehículo mientras todas ellas sigan aquí, así que están desviando todos los llamados a otras estaciones.

—¿ALGUIEN QUIERE AYUDARME? . . . NI SIQUIERA LAS CONOZCO.—Buck pedía ayuda desde el interior de una ambulancia, su voz ahogada por el sonido de las mujeres golpeando el vehículo.

—Es tu turno Dy.—expreso Diaz entre risas al ver a Evan sujetándose de donde sea.

—¿Por qué? . . . Fui yo quien lo saco de aprietos la ultima vez.—informo la azabache con un tono frustrado al recordar esa madrugada que tuvo que viajar a la estación de policía solo para pagar su fianza.

—La respuesta es fácil . . . vez a ese pequeño alborotador de en medio.—Hen visualizo a Howard tomando 'venganza' de lo que fuera que hiciera Buck.—Si alguno de nosotros bajamos a ayudar, ese duendecillo del mal guiara el motín a nosotros.

—Ya no será un bombero como rehén.—explico Edmundo acercándose a la chica, esperando no hacerla sentir mal.—Pero si tu vas . . . él no podrá hacer nada . . . ya sabes Chimney cuida que tu pierna este bien.

—Claro manden a la pobre lisiada a controlar a esas locas.—Addison negaba con la cabeza antes de comenzar a bajar las escaleras.—Me deben una y los haré pagar . . . créanme.

—SI MUERES PROMETO PONER UNA ESTATUA AFUERA DE LA ESTACIÓN—Wilson bromeo causando risas entre los compañeros presentes.


La azabache solo podía pensar en todas esas probabilidades en las que las cosas podrían salirse de control, así que opto por tomar un extintor para mantenerse segura y comenzó a rociar a las chicas que rodeaban el vehículo. 

Abriéndose paso entre la multitud, logrando que todas retrocedieran un par de pasos antes de intentar acercarse nuevamente. Sin embargo, Han se colocó frente a su amiga ahuyentando a todas con un periódico mal envuelto como si se tratara de espantar palomas.


—¿Cuál es el plan?—pregunto Buck bajando la ventana de la ambulancia.

—Siendo sincera, no creí que llegaría tan lejos.—confeso Addison viendo a sus amigos mirando desde el otro lado de la estación.

—Más te vale pensar rápido o seremos tres bomberos en problemas.—expreso Chim mirando a lo lejos al agente del FBI que iba entrando al lugar.—O podemos darles a Buck mientras huimos de aquí.

—No van a sacrificarme, ¿o si?—cuestiono el rubio intentando comprender que había causado todo este boicot. 

—Denme un minuto, necesito . . . esto—la chica antes de meter su mano a la ambulancia para sacar un megáfono, provocando un ruido chirriante que dolía en los oídos.

—Dy, ¿Quieres dejarnos sordos a todos?—se quejo el pelinegro ayudándola a sostenerlo para que ella pudiera hablar sin provocar algún ruido aturdidor.

—Creo que esta situación ya llego muy lejos . . . no tengo la mínima idea de que les haya hecho este hombre y lamentablemente no tengo la autoridad o la fuerza suficiente para sacarlas de la estación, pero creo que todo esto no es culpa de él.—dijo la chica Nash por medio del megáfono.

—Vas muy bien . . . Ahora me arrepiento de haber vomitado tu lugar.—murmuro Evan desde el asiento del copiloto intentando no asomarse demasiado.


Addison solo volteo a verlo furiosa sabiendo que tendrían que lavar la ambulancia antes de salir y esperaba que no tuviera que hacerlo ella.


—Este hombre es un prostituto, siempre ha sido un prostituto y tal vez siempre sea un prostituto—informo Mini Nash ganándose la risa de sus compañeros y una queja de parte del rubio.—Pero eso no es un secreto, él nunca lo ha ocultado. Todas sabían que era cuando se involucraron con él y ahora están diciendo . . . pobre de mí, él no me llama, sale con otras mujeres . . . es indigno, pero es un bombero aquí . . . y es muy bueno.

—¿Estas segura de que bajaste a defenderlo?—susurro Chimney aguantándose la risa ante lo que decía su amiga.

—Así que todas cerremos nuestras rodillas y volvamos a nuestros puestos. Para que él pueda volver a su trabajo y ayude a los que lo necesitan.—pidió Addy apuntando el extinguidor contra las mujeres, provocando que comiencen a irse.

—En este punto . . . No se si eres mi amiga o hater.—comento el rubio con un tono tranquilo, sintiendo un peso menos en sus hombros.—Me las pagaras . . . te lo apuesto, me dejaste en ridículo.

—Se dice gracias . . . malagradecido.—menciono Howard ayudando a la azabache a bajar de la ambulancia.—Tu acosador viene directamente hacia nosotros . . . ¿Quieres que lo corra?


Addison negó con la cabeza, mirando "discretamente" al agente del FBI que se acercaba hacía ella con un bonito ramo de rosas. Tenía que aceptarlo quería verlo desde hace tiempo, pero tal vez su orgullo no había querido reconocer.


Oye . . . tu . . . Escucha, si quieres saber dónde vive Addison y cuáles son sus hobbies, tengo el paquete perfecto por treinta . . . . . no, cincuenta dólares.—anuncio Buck abriéndose paso entre sus amigos, haciendo que la azabache volteara los ojos en blanco.

—Me hubieras dicho antes de comprar las flores.—susurro Morgan antes de posar su mirada en el hombre que le robo su regalo hace un mes.—Pero voy a considerar tu oferta . . . te daré cinco si te lo llevas.

—Amigo tenemos un trato.—murmuro el rubio regresando por Han para empujarlo hasta las escaleras, reclamándole porque estaba gritando hace unos minutos.


Ambos se quedaron en silencio mirando a los bomberos pelear entre si, Chimney se reusaba a dejar a su amiga con ese 'casanovas', el silencio se interrumpió cuando escucharon un grito de 'Te estoy vigilando mujer'.


—Voy a admitir que fue una buena jugada.—Addison reconoció tomando las flores que le daba el chico.

—¿Solo eso? . . . ¿No admitirás que me extrañabas? . . . Porque ahora que lo recuerdo, un pajarito inteligente y hablador dijo que no dejabas de preguntabas por mi.—menciono Derek de manera burlona logrando un leve sonrojo en la chica.

—Las cosas no pasaron así.—corrigió Mini Nash con una sonrisa llena de complicidad.—Reid me dijo que estuviste cerca de una explosión . . . así que solo pregunte si estabas bien.

—Eres pésima mintiendo, pero fingiré que te creo.—expreso el moreno sintiendo una mirada penetrante a su espalda.— ¿Puedo preguntar por que no le agrado al chinito?

—No le digas así.—la chica no pudo evitar reírse ante el 'apodo' de su amigo, antes de volver a concentrarse en el tema.—Él es mi mejor amigo . . . se preocupa mucho por mi, así que no lo tomes personal.

—¿Estas diciendo que para salir contigo debo de ser aprobado por ellos?—el agente del FBI señalo al grupo de bomberos que observaban todo desde el barandal, haciéndolos correr cuando cruzaron miradas.

—Podría ser . . . somos una gran familia, aunque aún no conoces a mi papá.—dijo la azabache recordando lo sobreprotector que es.

—¿Así que planeas presentarme a tu papá? ¿Crees que le agrade a mi futuro suegro?—cuestionó Morgan, moviendo juguetonamente sus cejas, captando al instante las intenciones de la chica.

—¿Que? . . . No, no es nada de eso . . . Bueno . . . es que él suele hacer noches de juegos . . . e invito a Reid . . . así que yo quería . . . bueno . . . solo si puedes . . . ¿Te gustaría ir?—pregunto la chica Nash sintiéndose algo torpe al invitarlo.

—Wou, Wou . . . tranquila bonita— Morgan sonrió ante la torpeza 'encantadora' de la paramédico —Claro que me encantaría ir, solo si prometes . . . —las palabras del chico quedaron en el aire cuando su teléfono comenzó a sonar.


Mini Nash se hizo aún lado para darle espacio de atender su llamada, sin embargo el la sostuvo del brazo para que no fuera a pensar que era algo malo o alguien más.


—Disculpa . . . el trabajo me llama, pero prometo ir.—aseguró Derek haciendo una promesa con los meñiques, ya que había visto a la chica enseñándole a Spencer hace un par de días atrás.

—Espera.—Addison tomo el brazo del hombre escribiéndole su numero telefónico.—Cuando estés libre mándame un mensaje para decirte la hora y el lugar.


Morgan solo sonrió al ver el contacto telefónico de la azabache en su brazo, se despidió de un corto beso en el dorso de su mano para luego salir corriendo de la estación. Mientras que la paramédico tenía una gran sonrisa en el rostro antes de escuchar como Hen y Buck comenzaban a cantar "Esta noche es para amar", haciendo que volteara los ojos en blanco, riendo en complicidad con sus amigos.


—Es medio día, así que intenten algo mejor.—menciono la chica antes de subir las escaleras deteniéndose cuando su celular comenzó a sonar.—Aquí Nash.

Lo siento bonita, solo quería asegurarme que me diste el correcto esta vez . . . Que tengas un buen día preciosa.—la voz del agente del FBI se escuchaba del otro lado de la línea antes de colgar.


—Quieres escuchar mi opinión . . . no me agrada.—dijo Chimney sacando a Addison de su campo de concentración, haciendo que su sonrisa desapareciera.—Es igual a . . . Sean.

—No hablemos de él . . . es un hermoso día para arruinarlo con eso.—pidió su amiga intentando pasar a lado de Howard.

—Después de ese idiota no volviste a salir con nadie más.—el pelinegro le recordó el sufrimiento que vivió por su relación fallida de tres años.—No quiero verte llorar de nuevo, porque te juro que si ese agente del FBI resulta ser casado también . . . voy a incendiar su casa.

—Gracias.—murmuro Dy antes de abrazar con fuerza a su amigo, apreciando todo lo que ha echo por ella.—Eres el mejor guardando secretos.





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Los días continuaron transcurriendo hasta la llegada de la noche esperada. Ambos hermanos caminaban por la acera de regreso a casa después de haber salido a hacer compras de último momento.


—No entiendo por que no hacíamos algo así con mamá.—comento Dylan batallando con las bolsas.—O con mi papá, él es muy serio . . . nada que ver con el tuyo.

—Bueno al menos tu lo veías del diario . . . esa mujer se negaba a que viera al mío.—murmuro Addison dando la vuelta hacía la calle donde vivían.—Supongo que Bobby busca recuperar el tiempo perdido.

—Pero mira el lado positivo . . . ahora vives muy cerca de él, tienes un deslumbrante hermano que se adueño del cuarto de visitar y un lindo gatito.—expreso el menor intentando subir el animo de su hermana.

—Sí, supongo que eso es algo bueno —respondió la chico una sonrisa, recordando el primer mes viviendo en Quantico—. Aunque Tommy parece haberse adueñado de mi cama también .

—Es un traidor . . . yo lo adopte y te prefiere a ti.—Miller se rio ante lo dicho ya que el pequeño minino siempre estaba en el cuarto de su hermana.—¡Oye! . . . Tus novios te están esperando.—señalo discretamente a los dos agentes del FBI esperando afuera de su casa.

—No son mis novios.—murmuro Addison empujando suavemente a su hermano.


Poco a poco la distancia entre ellos se iba acortando, intercambiando saludos triviales y ofrecer su ayuda con las compras. La paramédico caminaba hacia la entrada de su casa invitándolos a pasar mientras esperaban a los demás invitados.

La mesa con bocadillos ya estaba puesta, la pizza, cervezas y algunas botanas adornaban el centro de ella, Morgan miraba nervioso la cantidad de comida,  jamás había llegado al nivel de conocer a la familia de alguien y lo peor es que ni siquiera estaban saliendo.


—Creímos que la reunión era más temprano . . . por eso llegamos antes, pero bueno trajimos bolsas de frituras . . . ya sabes para no llegar con las manos vacías.—se excuso Morgan mirando como su amigo negaba con la cabeza.

—Eso no es verdad . . . me pediste llegar una hora antes porque creías que su amigo no te iba a dejar hablar con ella.—Reid hablo desde el otro lado de la habitación despegando la vista del videojuego, haciendo a Dylan ganar.

—Déjame ver . . . tú mides . . . casi 1.90 m. ¿Te asusta alguien que apenas llega al 1.70? —se burló el menor, peleando con Spencer para elegir otro juego.—Si es así . . . creo que deberías de tener cuidado con mi gato . . . tiene una cola esponjada que te causara un infarto.

—Lo siento amigo, pero tengo que confesarles que venias practicando como ibas a presentarte con el señor Nash.—el genio comento con un tono lleno de diversión sabiendo que en presencia de testigos no podía hacerle nada.

—Esto es por la broma que te hice, ¿Cierto?—el moreno comento con fastidio creyendo que estaban a mano, pero al parecer era todo lo contrario.

—¿Entonces serás el señor agente del FBI, Derek Morgan o solo mi acosador? . . . Dime como te vas a presentar.—bromeo Addison con una fuerte carcajada imaginando al hombre practicar frente a un espejo.

—Juntarte con estos dos te esta haciendo mal Reid.—Morgan se desvió del tema notando que eran tres contra él.

—No fue mi culpa, es de ella por invitarme a comer.—Spencer se defendió aventando el problema hacia la azabache.


Sin embargo la burbuja de risas y complicidad fue reventada cuando el timbre de la casa sonó, anunciando la llegada de los primeros invitados. Dylan se levanto corriendo para que su Addy no interrumpiera su platica con Derek y poder tener una mejor conexión entre ambos.


—Traje . . . Trajimos un pequeño postre.—menciono Robert dejando en manos del menor una pequeña charola que olía a chocolate.

—No tiene nueces, ¿Verdad?—pregunto el pelinegro mirando a los "padres" de su hermana.—Es que soy alérgico.

—Tranquilo, Dy nos aviso sobre tus alergias.—Athena explico antes de dirigir su atención a su hijastra que no paraba de sonreírle a su acompañante.—Creo que . . . ya eres suegro.—dijo en tono bajo asegurándose que solo escuchara su esposo.


El capitán Nash comenzó a aclararse la garganta de manera fuerte y tal vez exagerada, fingiendo algún tipo de molestia para atraer la atención de su hija.


—Puntuales como siempre. —bromeo Addison abrazando a la pareja, notando la mirada de su padre hacia el agente del FBI.—Espero que recuerdes a Spencer . . . siempre si se animo a venir.

—Señor, buenas tardes.—el genio se levanto de su asiento estirando la mano para saludar al hombre.

—No . . . nada de señor, me haces sentir que tengo más de 70 años.—bromeo Robert poniendo su brazo en la espalda del chico.—Llámame Bobby, con toda confianza, hijo.

—Esta bien, señ . . . Bobby.—el castaño corrigió sus palabras, deseando que le fuera bien a su amigo que lucia nervioso bajo esa fachada de hombre confiado.

—Ammm . . . él es Derek Morgan . . . es agente del FBI también . . . es amigo de Reid—la pequeña Nash señalo a su acompañante, esperando que el modo papá sobreprotector no fuera activado esa noche.

—Es un placer conocerte, Bobby. Addy me ha hablado mucho de ti. —Derek extendió su mano para un saludo estrecho, recibiendo un firme apretón de manos.

—¿Enserio? . . . es curioso porque mi hija no te ha mencionado, pero no te preocupes tenemos toda la noche para conocerte . . . Sabes mejor dime señor, estas aprueba muchacho.—Bobby lo miraba fijamente provocando una suave risa llena de nerviosismo, antes de que la sargento Grant se lo llevara de ahí.

—Disculpa . . . Dios que pena.—la azabache se cubría la cara avergonzada ante las "amenazas" de su padre.—Entendería a la perfección si quieres irte.

—Preciosa, lidio con criminales todo el día . . . esto será como un paseo en bicicleta.—expreso Morgan en un intento de tranquilizar a la chica.

—Si yo fuera tu utilizaría otra metáfora . . . porque ahí viene el resto del equipo.—informo Dylan desde la ventana saludando a los amigos de su hermana.

—Tranquilo Morgan, si hay una pelea, prometo grabar el momento. Será un excelente material para analizar . . . comportamientos en situaciones de estrés familiar.—bromeo Reid recordando las palabras de Penélope sobre que cualquier situación vergonzosa les avisara.

—Sera una larga noche.—comentaron el moreno y la paramédico al mismo tiempo, posando su mirada a la puerta como si esperaran que en cualquier momento se abriera.






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