Su final
Ari llegó lo más rápido que pudo haber llegado a Baker, su corazón latía con una fuerza que retumbaba en su pecho, una sensación de terror inundó cual hoyo negro su estómago causándole náuseas, al entrar al 221C se dirigió a la habitación donde su padre y su tío se quedaban, y ahí, en la cama, pálido, ojeroso y con la mirada perdida, Wilson jugaba en la delgada línea de la vida y la muerte, coqueteando de nuevo con esa dama blanca tan segura de sí misma que se daba el lujo de esperarnos sentada en un banquillo, con un cigarro en la mano.
Se acercó al borde de la cama, su padre, quien se encontraba recargado en la puerta, la observaba detenidamente sin levantar la cabeza, solo siguiéndola con la mirada.
-¿Que pasó? - murmuró la joven mientras tomaba la fría mano de su tío.
-Tuvo un edema pulmonar repentino, sus pulmones se llenaron con un litro de fluido, el problema no es en sus pulmones, su corazón no tardará en colapsar, el cáncer está llendo más rápido de lo que debería, en unas horas... Se habrá ido - House desvío la mirada pues lo que más odiaba era ver a su hija llorando.
-Hay que drenar sus pulmones - Sollozo Ari intentando ser lo más racional posible.
-Sin el equipo médico necesario... - Sin poder terminar, Greg fue interrumpido por su hija.
-Encontraremos la manera, seguro que con una jeringa y un tuvo de laboratorio de Sherlock podremos limpiarlo - Se levantó y volteó a ver al detective quien la siguió después de verla correr con la cara pálida hasta aquella habitación - Busca entre tus instrumentos, seguro ahí tienes algo.
-Ari... - Greg la llamó, lo más gentil que pudo.
-Tenemos que hacerle una resonancia, si encontramos los tumores podemos detenerlos antes de que tenga una falla de órganos masiva - La castaña seguía hablando con rapidez ignorando el llamado de su padre.
-Ari... - Insistió.
-Si lo llevamos al Bart's podremos hacerle una biopsia y.. - Ya harto, Greg tomo el antebrazo de Ari y encarandola como cuando era una niña.
-Deja de jugar a la doctora milagrosa, Wilson está en fase terminal y a menos que tengas la cura del cáncer será mejor que empieces a aceptar la realidad, él está muriendo y tú quieres llevarlo a un hospital para cortar pedazos de sus órganos, una biopsia tardaría más horas de las que le quedan, deja de actuar como idiota, no hay nada que hacer, morirá y eso es todo - Las duras palabras de House hicieron mella en su hija, incluso el mismo Sherlock, quien estaba de acuerdo con el diagnósta, se dio cuenta de lo duro que había sido aquello.
-No me pidas que lo deje morir - Suplico mientras sus ojos se cristalizaban
-Te pido que madurez - Concluyó su padre antes de soltar el brazo de Ari y sentarse a los pies de la cama sobando con fuerza su pierna tratando de aminorar el dolor - A este paso no llegara al hospital con vida... Solo hay que esperar.
Y así lo hicieron, los tres estuvieron 30 minutos esperando, observando, escuchando, una señal de que el oncólogo se había ido. Ari tomaba sus signos vitales cada cierto tiempo, los cuales disminuían gradualmente. House se metía una pastilla de vicodin en la boca cada cinco y siete minutos. Y Sherlock, solo se quedó en el marco de la puerta, no sabía bien el por qué, pero la castaña necesitaba apoyo, aún que no era muy bueno consolando a la gente, ver como su padre la reprendia por intentar salvar a su tío le dio una pequeña idea de lo difícil que sería superar la pérdida ella sola.
El tiempo pasaba, no había nada, ni señales de mejora ni de empeoro, la angustia carcomia las entrañas y uñas de Ari, quien no podía dejar de moverse, pronto un gruñido salió desde el fondo de la garganta de Wilson, un gruñido de agonía, doloroso, ahogado, casi un sonido gutural de ayuda. Ari volteó a verlo con frustración, penso que era una manera desesperada de su tío para decir "Sigo aquí", pero nada la preparo para lo que sucedería después, el cuerpo de Wilson comenzó a convulsionar violentamente, ambos doctores actuaron de forma rápida y lo colocaron de lado evitando que se ahogara con su propia lengua, el momento era de terror, los bruscos movimientos de Wilson, la desesperación de Ari y la impotencia de House, todo era muy frustrante para Sherlock, ¿Que debía hacer? ¿Debía ayudar? ¿Debía irse de ahí?, Sea lo que sea no hizo nada, solo se quedó ahí a esperar a que la convulsión pasará. Y lo hizo, paro, todo se detuvo, los movimientos epilépticos, la respiración y hasta el pulso, no había nada, tampoco hubo reacción de ninguno de los presentes en la sala, permanecieron en silencio durante, quizá, cinco minutos, si en aquel instante alguien hubiera exclamando algo melodramático como "¡Esta muerto!" La escena habría sido diferente.
Pero nadie pronunció palabra. Todos continuaron en su lugar, en absoluto y pesado silencio, observando atentamente el inerte cadáver de Wilson, el cual seguía caliente.
Ari soltó a su tío y lo volvió a recostar boca arriba, miro a su padre y luego a Sherlock, después hecho una mirada a su alrededor, nada, no había nada, ni movimientos, ni sombras, ni uniones al cuerpo de Wilson, era como si el oncólogo no hubiera fallecido. Ari miro a su tío, un brillo de esperanza nació en sus ojos y sin miramiento alguno comenzó a darle resucitación.
-¡Uno un millón! ¡Dos un millón! ¡Tres un millón! - Repetía mientras hacía compresiones en el área adecuada tratando de hacer que el corazón volviera a latir.
Tanto el detective como el diagnosta sabían que era una forma desesperada de la chica por aceptar la ida de su tío, pero por más que House intento acercarse, su pierna le impedía moverse mucho, ya que el dolor aumento de forma desmesurada.
-¿¡Quieres hacer algo?! - Le grito House a Sherlock pues el no podía moverse.
Inmediatamente Krøller se acercó a Ari tomandola de la cintura para alejarla de la cama, obviamente está forcejeaba para soltarse pero no dio resultado, Sherlock la saco de ahí a la sala del departamento y la estrecho entre sus brazos a manera de que quedara inmóvil.
-¡Sueltame! ¡Sigue vivo! ¡Necesito activar su corazón o habrá daño neuronal! - Descontrolada, la castaña hizo lo que pudo para soltarse pero fue en vano.
-¡Se ha ido! ¡Ariadna déjalo ir! ¡Ya basta! - Y con eso, la chica dejo de pelear y empujó a Sherlock lejos de ella, sin embargo, no hizo nada más, no corrió de regreso a la habitación, tampoco grito alguna palabra más, solo se quedó ahí, temblando, sollozando, mirando sus zapatos, los que ahora le parecían lo más maravilloso del mundo.
No había más que hacer, el doctor James Wilson, se había ido.
Pasaron las horas, Sherlock llamo a Lestrade para que un forense se llevará el cuerpo y pudieran hacer el acta de defunción por la mañana después de practicarle una autopsia. Un aura de tristeza inundó el Baker Street, tristeza que Ari irradiaba y viralizó cual catarro, incluso la Sra. Hudson no logro que ella reaccionara, solo estaba ahí, sentada, en el sillón de Sherlock, mirando a la nada.
La Sra. Hudson le pidió a John que viniera, mientras que ella cuidaba a Rouse, él intaria que Ari diera señales de seguir viva y ayudaría a Sherlock a no decir nada que la lastime más.
-¿Cuanto tiempo lleva así? - Pregunto Watson mientras miraba a la cirujana.
-Casi cinco horas - Krøller, quien en ese momento se encontraba sentado en el sillón de John mirándola fijamente, trataba de mantenerse sereno, pues ahora mismo no podía presionar a la chica.
-¿No ha hecho nada? ¿Que pasó cuando la sacaste del cuarto? - El rubio se acercó a la chica y reviso sus pupilas, parecían normales pero carecían de ese brillo que las caracterizaban.
-Solo me empujó, Sollozo un poco y vino hasta aquí, desde entonces no sé ha movido.. ni un milímetro.
-Es por qué está en shock - La voz de House desde la cocina capturó la atención de ambos hombres, tenía en mano una botella de Bourbon y se echaba a la boca tres pastillas de vicodin a la vez - Desde pequeña ha tenido alucinaciones visuales y auditivas, piensa que ve gente muerta, al no ver a Wilson... La dejo idiota - Amargamente camino hasta el sillón de dos plazas y se dejó caer mirando a su hija.
-¿Que está diciendo? ¿Que alucinaciones? - Sherlock paso su mirada de Ari a House repetidamente.
-Ya me oiste - Le dio un trago a la cerveza - Dejala sola, se le pasará pronto.
-¿Como puede estar tan tranquilo? Su mejor amigo acaba de morir y a usted do le importa - John volteó a ver al diagnosta con todo el desprecio del mundo pues no podía creer que había alguien más miserable que Sherlock.
-Solo así puedo superarlo - Fingió un tono lastimero y luego bajo la mirada a su pierna - Lamentarme no traerá a Wilson de vuelta, nada lo hará, ni siquiera el berrinche de Ari
-¿Berrinche? ¿Le parece a usted que es un berrinche? - Sherlock se levantó y encaró al hombre - ¿Que sería bueno para usted de parte de una reacción de ella? ¿Risas? O tal vez ¿Una fiesta? El luto no es para traer de vuelta al fallecido, me parece estúpido que tan siquiera lo considere, el luto es para que el daño psicológico y emocional sea conllevado de la mejor manera posible, usted lo único que provoca al limitar tan cortantemente el desahogo de una persona es volverla tan miserable como usted. Yo tampoco creo en que haya algo más que esto pero hay algo que se llama respeto.
-Eh.. Sherlock - Lo llamo su amigo justo cuando Ari se levantó y sin decir nada se dirigió a su habitación.
-Respeto lo que merece ser respetado, lo demas.. es simple moralismo y estupidez humana.
-Escuche, si usted quiere arruinarse la vida hágalo, pero no arruine la vida de Ari, no se lo permitiré - Después de advertirle aquello Sherlock se dirigió a la habitación de Ari dejando a John y a House en la sala - ¿Ari? - Pregunto mientras tocaba la puerta, al no obtener respuesta decidió forzar la cerradura, pero justo cuando la estaba por domar esta se abrió y frente a él tuvo la pelvis de la castaña, al levantar la mirada se encontró con los ahora vacíos ojos marrones - Hola - Se levantó y Ari le dio paso a su habitación.
-No necesito consuelos Sherlock, solo quiero estar sola - Se cruzó de brazos mirándolo fijamente dándose cuenta que él observaba su habitación analizandola.
-¿Sabes cómo resolví el caso de la cabeza en la olla? - Pregunto Sherlock sin mirarla.
-¿Como? - Ari frunció el seño.
-Si, ¿Como supe que Iann Tanner mato a su amigo? - Está vez si volteó a verla.
-No lo sé Sherlock, ¿Que más da? - La castaña se sentó en la cama sin ánimos de seguirle el juego.
-Se que eres capaz de concentrarte en momentos de sentimentalismo puro, si no eres capaz de resolver el caso justo en tu luto, no eres lo que yo pensaba de ti - Sentenció
-¿Crees que me importa lo que pienses de mi ahora mismo? - Le reto.
-¿Como. Resolví. El caso? - Repitió palabra por palabra mirándola fijamente a los ojos.
-Sal de aquí Holmes, no necesito esto ahora - Ari se levantó y encaró a Krøller.
-¡House! - La tomo por los hombros insistente - ¿Como lo hice? - Sus ojos se conectaron, dejando sin opción a Ari quien suspiro.
-No lo sé, lo único que supe fue que Iann tenía sangre bajo sus uñas y... Ambos tenían SIDA.
-Ari si dejas que tus emociones te controlen le permites a personas como tú padre que también lo hagan - Su voz se suavizó, la hizo sentarse en la cama y él junto a ella - Tu tío se fue, vive el luto, pero no lo mantengas almacenado, si te sirve guárdalo, si no desechalo... O tú cerebro dejará de funcionar.
Ari miro al detective y una sonrisa se formó en su rostro, de una manera u otra, él se preocupaba por ella y estaba cumpliendo su promesa, no la dejaría sola. Ahora solo quedaba una pregunta ¿Por qué no vio a su tío?
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