Nervios, Nervios y Más Nervios

Al día siguiente, Ari se desepertó de la mejor manera posible, llena de nervios, iba y venía en su habitación sin saber que hacer, su armario estaba literalmente vacío, pues toda la ropa estaba sobre la cama, sus zapatos tirados por todo el suelo y ella, aún en bata, recién salida de bañar, sin maquillar y completamente sacada de quicio trataba de controlar la situación aún que el miedo la invadia como una adolescente que iría al baile con el chico que le gustaba.

Toda la situación estresaba, no solo a Ari, también a House, quién algo molesto por el escándalo salió del departamento 221C y se detuvo en las escaleras, no las iba a subir, su pierna no se lo permitía, solo se detuvo a los pies de está y tomo aire para así gritar.

-¡¡Holmes!! ¡¡Holmes baja!! ¡¡Ari tuvo un ataque cardíaco!! - Sabía que con aquello, la presencia del rizado era inminente, y como si un adivino se tratara comenzó a contar - Tres, Dos, Uno... - Justo en tiempo, Sherlock bajo corriendo las escaleras antes de mirar al muy relajado doctor en el Hal del edificio, por lo que dedujo que Ari no había tenido un infarto.

-¿Por qué hace eso? - Pregunto frunciendo el ceño antes de terminar de bajar por completo las escaleras.

-La niña tiene un ataque de nervios y me está provocando uno a mi, ve con ella y hazle el amor para calmarla - Bromeó con un sarcasmo ácido antes de darse la vuelta para dirigirse a la salida del edificio - Volveré en tres horas, cuando Ari deje de gritar.

-¿Quiere dejar de decir eso? Es vulgar - Rodó los ojos antes de dirigirse al departamento para ver si Ari necesitaba algo.

-¡¡Hay condones en mi habitación!! - Fue lo último que escucho del diagnosta antes de que se fuera.

Sherlock se dirigió a la habitación de Ari, la cuál estaba justo debajo de la suya, para llamar a la puerta con delicadeza.

-¿Esta todo bien Ari? - Fue cuando al no recibir una respuesta de parte de la chica, solo abrió la puerta lentamente - ¿Ari? - Fue una sorpresa para él encontrarse a la castaña sentada en su cama, con la bata de baño, cubriendo su rostro con las manos y visiblemente frustrada.

-Esto es estupido, no tengo nada que ponerme, al menos no para la ocasión, nunca pasaré el casting, quedaré como idiota y nunca más podré ver las películas de Johnny sin morir de vergüenza, moriré en depresión, sola y marcarán en mi tumba "Muerta por dar cringe" - Su voz era ahogada por sus manos pero fue claro todo el drama que estaba armando.

-¿De que hablas? Tienes ropa buena, un excelente gusto ¿A qué le tienes miedo? - Sherlock se acercó a ella como si estuviera caminando por un campo minado, pues el suelo estaba cubierto por todas las cosas de la castaño - Ademas, algo primordial para un casting donde solo es necesario las virtudes fisicas, es conocerte a ti misma - Se sentó al lado de ella tratando de explicarle cómo manejar la situación - Nadie mejor que tu sabe cual es tu mejor versión por lo que debes conocerla y potenciarla, el espejo será una de tus mejores armas.

-Se sincero Sherlock, ¿Crees que puedo hacerlo? - Miro fíjamente a los ojos heterocromaticos que no dejaban de observarla como si no entendiera la pregunta.

-En realidad, siendo objetivos, una modelo debe tener personalidad y conexiones, ser introvertida o tímido simplemente no va bien con esta industria - Comenzó - Para ir subiendo escalones no basta con impresionar con tu apariencia, muchos pueden hacer eso, sino que también debes tener conexiones y crear relaciones públicas para, poco a poco, ir haciendo tu agenda de contactos que podrán ayudarte a avanzar más rápido. Además, para ser modelo debes tener una preocupación por tu salud y cuidar tu cuerpo, verte bien no es sinónimo de estar sano. Las modelos cuidan mucho su apariencia, cada detalle de ella. Su piel, su pelo, su rostro y hasta sus pies deben lucir increíbles y radiantes, pero también se preocupan por su salud - Se levantó y empezó a recoger la ropa del suelo para poder acercar el espejo de cuerpo completo - Ponte de pie, mírate, contando cantidad de productos de higiene que tienes en el baño y la cantidad de cremas que tienes en tú buró, puedo asegurar con certeza que no hay nadie que se preocupe más por su salud física que tú, cuidas bien tu alimentación, tienes una subscripción a un gimnasio, tienes una rutina qué te mantiene en buena condición, créeme tienes las características necesarias para poder pasar el primer filtro de cualquier casting - Al ver la sonrisa de la chica supo que había hecho lo correcto, estaba intentando dar lo mejor de sí para mostrarle qué puede ser de apoyo cuando ella lo necesitará, sin embargo, no estaba del todo satisfecho con la situación, cosa que él no podría callarse - Aún así, me parece importante recalcar, que no sólo tú físicos era lo importante, tienes un gran potencial, y será difícil que ellos lo vean, pero incluso el más idiota del mundo notaría que eres más que una cara bonita.

Ari no pudo contener una sonrisa ante lo atento que su amigo era, solo se puso de pie como él se lo había pedido y se miro en el espejo, efectivamente podía ver lo que él le decía, era muy guapa, pero se sentía más guapa cuando él se lo recordaba.

-Esta bien, está bien, lo entiendo, además... Creo que estoy pensándolo mucho, si no gano tampoco pierdo nada, ¿No?, Solo iré, haré el casting y ya, así que está bien, solo veré ¿Que me pongo? y listo - Suspiro más tranquila mirando toda la ropa que había sacado.

-Bueno, si me lo permites como sugerencia, Si yo fuera a ir a un casting para un comercial de lociones para caballeros y tuviera tu figura - El rizado se acercó a tomar un vestido rojo, tenía una abertura para mostrar las piernas y unos tirantes tipo Halter, que mostrarian sus mejores atributos físicos - Usaría está arma mortal

Si bien Ari no era una mujer que le gustará mostrar de más solo por qué si, Sherlock tenía razón, ella conocía las capacidades de su belleza física, tal vez Sherlock podía ser frío, severo y en algunos casos hostil, pero no era mentiroso, así que si él lo decía debía ser verdad.

Ari tomo el vestido rojo entre sus manos y se miro a si misma en el espejo, se veía muy bien, no podía negarlo.

-Si quieres asegurarte, solo pontelo - Sin ella darse cuenta, Sherlock se había acercado a sus espaldas y con suavidad, murmuró aquellas palabras en su oído.

-¿Quieres que te modele? - Se burló en un tono aterciopelado antes de girarse y toparse con esos ojos tan coloridos que le encantaban.

-Es una buena propuesta - Sonrió de lado perdiéndose en ese par de perlas color chocolate - Puedo observar si tú manera de moverte es la correcta

-Creeme Holmes, se que mi manera de moverme es la correcta - Su doble sentido estremeció a Sherlock, quien solo pudo ver cómo se dirigía al baño para poder ponerse el vestido.

No tardó mucho en salir del baño con aquel hermoso vestido que se cernia a la perfección con su cuerpo, parecía un diosa griega digna de un mural, por lo menos a los ojos de Sherlock.

-¿Y? - Pregunto un tanto ansiosa mientras le modelaba al rizado - ¿Cómo me veo?

-¿Sinceramente? Magnífica, intenta caminar con los hombros un poco más hacia atrás - Se acercó a ella tomando sus hombros con gentileza y mejoro significativa pero sutilmente su postura - Listo, ya no tienes competencia alguna.

-Gracias Sherlock, en realidad haz sido muy bueno conmigo y... Creo que por fin hemos limado asperezas - Sonrió de lado antes de fijarse en él, era un hombre demasiado apuesto como para negar que le gustaba, le gustaba demasiado, quería besarlo, en ese momento, sin importarle nada, pero no lo haría, no después de que él le dejo en claro que no quería nada de ese tipo con ella - Bueno, creo que debo irme... - Se alejo suavemente de él antes de agacharse para recojer un par de tacones negros no muy altos, se los puso sin sentarse, sugetandose del mueble más cercano antes de tomar su cartera y salí de su habitación - Volveré en unas horas ¿Tienes algo que hacer hoy? Podríamos pedir comida a domicilio.

-En realidad, tenía pensado que después del casting fuésemos a comer - La propuesta de Sherlock sonó como lo que era, una cita, pero ella no quiso malentenderlo.

-¡Claro! ¿A dónde iremos? - Fingió no prestarle atención a él tono con el que había dicho aquello y prosiguió hasta la puerta del 221C para ponerse su abrigo.

-No te preocupes por eso, yo te llevo, el dueño me recibe gratuitamente - Se encogió de hombros mientras la ayudaba con su abrigo - Y tal vez para después podemos ir a algún lugar para pasar el rato

-Amm... - ¿Estaba alucinando? ¿Era realmente lo que ella creía? Sherlock le estaba pidiendo una cita - Si, a dónde quieras.

-Bien, ten un buen día entonces, destrozalos - Le sonrió con complicidad mientras que ella solo lo miro fíjamente un momento antes de devolverle la sonrisa y salir por fin del edificio.

Fueron solo un par de horas las necesito Sherlock para decidirse en buscar ayuda, al no saber exactamente dónde llevar a Ari después de comer, aún que lo estaba intentando, esto no era lo suyo para nada, si bien sabía cómo cortejar a una mujer, en ese momento tenía la mente en blanco, por lo que no tuvo opción, se dirigió raudo y veloz hacia la casa de Molly, por qué ¿Quien mejor para ayudar a conquistar a Ari que su mejor amiga?

Una vez en la puerta de su casa, llamo al timbre sabiendo que tardaría un poco, al salir a recibirlo, la doctora más bajita lo miro con una sonrisa y su pequeña en brazos.

-Sherlock, que gusto verte, pasa - Le dio paso a su casa la cuál olía a aceite de bebé y a verduras hervidas.

-¿Tan pronto le darás papilla? Yo te aconsejaría que la dejaras lactar hasta el segundo mes - Le propuso con una sonrisa mientras entraba tranquilamente quitándose la gabardina y dejándola en el perchero, señal de que estaría un buen tiempo.

-Lo se, quiero tener comida para bebe almacenada, tal vez es algo apresurado, pero gastaría demasiado si no prevengo eso - Dejo a la pequeña en una cuna que tenía en la sala antes de ofrecerle asiento en el sofá - ¿Que te trae por aquí?

-En realidad - Se sentía demasiado incómodo con lo que diría, al menos no pensaba decirlo en voz alta, se sentó al lado de ella y suspiro antes de revolver su cabello - Dame un momento, esto es difícil para mí... - Aún que aquello preocupo a la más baja, entendía que Sherlock no se alcanzaba a expresar de una forma natural - Quiero... Quiero tener una relación formal y estable con Ari.

Sorprendente, esa palabra se queda muy corta para lo que fue para Molly aquellas palabras, ¿Pensaba declararse?, Sherlock Holmes gustaba de Ariadna House, se veía venir, aún que pensó muy en el fondo que Sherlock moriría sin pareja sentimental.

-¿Cómo? - Sonrió divertida antes de acomodarse para mirarlo fijamente - ¿En verdad?.

-Si, y para serte sincero no tengo ni la menor idea de lo que hacer - Rió incómodo por la conversación que estaba teniendo, un poco, demasiado personal, era muy diferente pensarlo y decirlo en alto - Supongo que es fácil deducir el motivo de mi visita...

-Si, lo entiendo, es solo que estoy muy sorprendida... ¿Quieres saber cómo? O ¿Que decirle?.

-Todo, en general, hoy la llevaré a comer, pensé en llevarla después a un museo que exhibe una fascinante perspectiva de la profesión médica en el pasado.

-Es una buena elección, Ari ama aprender un poco más siempre que sea posible, así que es perfecto para ella, ¿Piensas declarartele hoy?.

-Sinceramente, no lo sé, tal vez si, tal vez no... No quiero apresurar demasiado las cosas, además tengo que saber ¿Que? ¿Cómo? ¿Cuando? Y ¿Donde? Lo hare.

-¡Oh! - Expreso con entusiasmo antes de levantarse y dirigirse a la cocina para regresar con una imagen de ella misma que tenía pegada con un imán en el refrigerador antes de entregarsela - Mira, esta foto fue en Hill Garden, Uno de los muchos tesoros que esconde Londres es la Pérgola de Hampstead. Poco conocido para el gran público, quizá por su difícil acceso, la Pérgola es uno de esos lugares únicos e increíbles que merece la pena conocer. En pocas palabras, la Pérgola es una pasarela elevada, cubierta de enredaderas y flores, ubicada en los jardines de Hill Garden, perfectamente cuidados y con un encanto único. A Ari le encantará.

Sherlock examinó la foto con detalle antes de hacerse una imagen mental con la descripción que su amiga le proporcionaba.

-¿Es poco visitada dices? - Levanto la mirada de la foto y se fijo en el entusiasmo de su amiga, ¿Tanto gusto le daba el que él tuviera un interés romántico?.

-Si, es un lugar bello y apacible, con pocas personas, el lugar perfecto para que Ari se fascine y que tu te sientas cómodo para declararte.

-Pero... ¿Que le digo? - La inseguridad comenzó a invadir al detective, pues de un momento a otro, la idea tan vana de su cabeza comenzó a ser algo real.

-Improvisalo, si lo piensas a detalle no saldrá bien, solo dile los motivos por los que quieres estar con ella.

Krøller soltó un suspiro que resopló en sus labios y le regresó la foto a Molly mientras sonreía agradecido por su ayuda. Se quedó un rato más en la casa de ella, no solo queria que le ayudara y se iría, estuvo hablando un poco con ella y preguntándole lo que haría con su vida ahora, al parecer había conocido un hombre muy gentil que de vez en cuando le pagaba el almuerzo en el Bart's cuando se veían, Sherlock no estaba muy de acuerdo pero ya se había entrometido en la vida de ella durante muchos años, así que está vez simplemente le felicito. Por la tarde, casi a las tres, Ari le mando un mensaje diciéndole que ya iba hacia Baker Street, cosa que él respondió diciéndole la dirección del restaurante donde la llevaría para que fuera directamente ahí, él se despidió de Molly y de Taylor para después salir con su gabardina puesta y dirigirse a su cita con House, al llegar se quedó un par de minutos en la entrada del restaurante hasta que pudo ver a Ari completamente cambiada bajar de un taxi y acercarse.

-Perdoname, fui a quitarme el vestido y a ponerme zapatos bajos, estaba muy cansada de los tacones - Le sonrió apenada por su retraso.

-Me alegra que te cambiarás, así estarás cómoda el resto del día, ya se a dónde iremos después de comer - Le devolvió la sonrisa antes de darle paso al restaurante, más que un restaurante de cinco estrellas, era como un Launch tipo cafetería, pero era un buen lugar para estar a gusto, platicar y almorzar, Ari se sentó en una de las mesas más cercanas a la ventana - Y bien, cuéntame ¿Que tal el casting?.

-Pues en realidad, muy pesado, habían otras diez antes que yo, cada una más bella que la anterior - Suspiro con pesadez al recordar el día tan agitado que tuvo.

-Y si tú eras la última, bajo esa norma, eras la mejor ahí - Concluyó con lógica produciendole una risa a ella quien solo negó divertida.

-¡Sherlock! - Un hombre regordete, de barba y con una coleta de cabello canoso se acercó a su mesa - Pide lo que quieras, es gratis para ti, Y para tu cita - Les entrego a ambos su menú con una gran sonrisa.

-Emm... En realidad no... - Ella no termino de hablar cuando Sherlock la interrumpió.

-Él es Angelo, lo ayude a probar su inocencia en un caso de asesinato hace muchos años - La manera en que acalló a Ari dejaba muy en claro que sí, estaban en una cita y ella cayó en cuenta en ese momento.

-Este hombre me salvó la vida, todo lo que pidan corre a mi cuenta, no se preocupen en excederse - Fue lo último que dijo antes de alejarse de la mesa con alegría.

-Oye... ¿Es una cita real? O ¿Me necesitas para pasar desapercibido? - Aún que parezca extraño, a estás alturas, ella ya no dudaba que fuera una manera de mezclarse entre la multitud para algún caso.

-En realidad no, es una cita real, las últimas veces no me porté muy bien contigo, hoy quiero reparar el daño, después de todo no me haz hecho nada, no eres un peligro para la gente de mi entorno y... Bueno, me pareces una de las mentes más brillantes que conozco.

Poco sabía Sherlock de lo mucho que estaba dando sorpresas ese día, pero Ari quedó descolorada por primera vez al escucharlo.

-Pues... Gracias, en verdad, me... Me alegra que al fin quieras arreglar las cosas de forma correcta - Le sonrió amablemente antes de que un mesero llegará a tomarles su pedido.

Pasaron un rato muy agradable, platicando sobre el casting de Ari, los casos que le llegaron a Sherlock esa semana, del cual tenía un caso pendiente, y esperaba que la castaña lo ayudará, obviamente, ella acepto, sin embargo, él no quiso centrar la plática solo en trabajo, pues era obvio que las intenciones eran otras. Entre bromas, risas y una buena comida, continuaron el almuerzo hasta las 4:25 pm, el tiempo estimado que Sherlock midió, perfecto para su siguiente parada, The Old Operating Theatre.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top