Estrechando lazos
Sherlock quedó en shock por algunos segundos, su cerebro se bloqueó, intentó reaccionar pero en lo único en que se podía centrar era en el labial de fresas que Ari usaba y ahora mismo danzaba sobre sus labios, y así fue hipnotizandolo por segundos hasta que cerró sus ojos lentamente, afirmó sus manos a la cintura de la chica, devolvió el beso y ambos se enfrascaron en su mundo donde Sherlock no era capaz de oír sus propios pensamientos, por primera vez obtuvo lo que nunca había podido hacer, callar a su cerebro.
En cuanto se separaron él no quería abrir sus ojos, esperaba volver a sentir esa sensación tan cautivante de nuevo, pero por lo contrario solo pudo sentir el vacío que sus labios tenían, al abrir los ojos se encontró con Ari buscando con la mirada al chico que ya no se encontraba a su lado, ¿En que momento se fue? No sabia, ni le importaba.
-Agg... Vaya dia.. gracias por ayudarme Sherlock, eres un buen amigo, perdona por el beso, no quería incomodarte, y... En fin, me voy a casa, ¿Compartimos taxi o..? - Como si nada, la castaña se dirigió a la avenida para detener un taxi, subió en el mientras que al detective le costó unos momentos reaccionar, terminando por subir igualmente.
Ninguno de los dijo nada durante el trayecto, por un lado, para Ari había sido un día muy pesado, por el otro.. Sherlock no sabía que pensar, estaba aterrado, parecía que esos tres minutos en donde se besaron fueron como un paralizante en su cerebro y ahora tenía las ideas revueltas, Ariadna lo había besado con todo el descaro del mundo antes de decirle un "Perdón por el beso" como el que no había hecho nada, era indignante, se sintió usado, así debió sentirse Janine, solo que en mayores proporciones.
Mientras Ari solo quería llegar a su casa a dormir, ni siquiera se cuestionó el beso, prefería no hacerlo, solo fue un beso ¿Cierto? No era nada del otro mundo, y hablando de eso, estaba exahusta, rogaba, no, mejor dicho, imploraba mentalmente por qué Aron Lethford no se le apareciara hasta el día de mañana, no tenía mente ni cuerpo para esos problemas ahora, no recordaba cual había sido su última noche tranquila, hacía tanto que tenia que lidiar con pesadillas que ni siquiera ahí podía descansar.
Una vez ambos llegaron a Baker Street, bajaron cada uno por su lado pagando Ari, entraron al edificio, cada uno se dirigió a su habitación sin decir nada, la castaña no creía que tuviera que dar explicaciones y el detective no tenía cabeza para analizar lo que ella fuera a decirle, aún seguía teniendo el labial que le había dejado la chica y realmente le estaba distrayendo su saber a fresa, pues se relamia los labios recordando aquella sensación que tuvo durante el beso
Ari, ya cambiada por un babydoll negro y su bata para dormir, quería tranquilizarse, su vida hasta ahora estaba siendo todo lo contrario a lo que quería que fuera, y eso la estaba empezando a frustrar.
Se recostó en su cama, que le parecía una gloria, apenas tocó la almohada y cayó en un sueño profundo.
Pronto ella se encontraba corriendo por un pasillo donde las paredes eran de cristal con frases grabadas en un lenguaje que no conocía, mientras una gruesa voz se escuchaba de fondo, sin embargo, no era dirigido a ella pues lo sentía muy ajeno, llegó a un punto donde una enorme sala con un reloj en el suelo marcaba las 3:00.
-¡Hola! Creo que aún no nos presentamos - Una voz juguetona de un hombre resonó en la habitación, ahí estaba otra vez, ese hombre de traje gris y mirada penetrante que le causaba escalofríos - Jim Moriarty, es un placer conocerte - Dijo acercándose a ella, con un aire de superioridad mirándola desde arriba - Te debes preguntar ¿Qué haces aquí?
-Realmente me preguntó ¿Que es este lugar? ¿Que tienes pendiente? - Contesto mirándolo fijamente intentando descifrar lo que escondía ese ser.
-¿No te preguntas quien soy yo? - La empezó a rodear casi asechandola, hasta cierto punto deleitándose con su sensación de miedo.
-No, se quién eres - Ari miraba a ese hombre de reojo sin mostrarle temor - Eres un hombre atrapado en este mundo, incapaz de sentir paz, algo te mantiene aquí y por lo pesada que es tu presencia sé que toda tu vida haz sufrido.. probablemente cargando muchas muertes a tus espaldas - Sus palabras causaron una risa divertida en el hombre.
-No me equivoqué contigo, eres una delicia, tan ordinaria y tan única al mismo tiempo, creía que Sherlock era un buen distractor, me alimentaba de su culpa, pero tú, oh, eres exquisita - Y sin que Ari pudiera esperarlo, Jim tomo un mechón de cabello suyo acariciándolo, casi que derrumbó la barrera de control que tenia la castaña, no era normal que los espíritus pudieran tener contacto físico con los vivos - Si tan solo a este angelito se le cayeran las alas.. te convertiría en una muy sensual diablita... - Se acercó a su oído para murmurarle - Serás mía...
Y despertó de golpe, sudando frío, le costaba respirar, la mandíbula le dolía al inhalar, frente a ella en los pies de su cama estaba Aron, más concretamente el torso de Aron sin cabeza.. de nuevo y justo delante estaba Jim.
-Yo me encargaré de él - Soltó con petulancia antes de desaparecer junto al espíritu de Aron Ledforth.
Ari cayó de la cama de espaldas golpeándose la cabeza en un estruendoso golpe, que la puerta abriéndose fuertemente remató.
-¡Ouch! - Se quejó haciéndose bolita en el suelo mientras sujetaba su nariz.
-¿Que estás haciendo en el suelo? - La voz de John se hizo escuchar, él estaba acompañado de Sherlock, ambos habían entrado cual relámpagos al escuchar su grito y el golpe.
-Bailando la Macarena, ¿No te jode? - Ari se levantó de a poco antes de acomodarse la nariz tronandola un poco - ¿Que hacen aquí? Además de golpearme
-Te escuchamos gritar - John ayudo a la castaña a que se levantará del suelo y al darse cuenta de cómo dormia la chica desvió la mirada - T..Tal vez, deberíamos dejar que te vistas
-John no te pongas nervioso, no me dirás que nunca viste a una mujer en babydoll ¿No? - Ari se rió divertida cosa que sonrojo ligeramente a John quien salió de la habitación seguido de Sherlock - Hombres - Rodó los ojos, Ari se sentó sobre su cama, y suspiro, talló su rostro, hacía mucho frío esa mañana, no quería hacer nada ese día.
∆Varios meses después∆
Los días fueron pasando hasta hacerse meses, tres, más concretamente, cosas muy extrañas habían pasado después de eso, pero eso fue algo que Ari y Sherlock acordaron mantener en secreto, el haber conocido a esa peculiar pelirroja y a su marido.
Compartir ese pequeño secreto los había unido mas, y no hablar de cómo ayudo a mejorar su convivencia, ahora mismo era tan buena que a la castaña no le importaba como la observaba cuando ella no lo veía, tratando de deducirla obviamente.
{Ariadna}
Viernes, 7:30 de la tarde, comenzó como cualquier otra noche, comida china, por tercera vez en la semana.
Me encontraba recostada en el sillón de dos plazas en la sala del 221B de Baker Street, me habia mudado hace más de medio año por lo que ya estaba más que acostumbrada a la diaria y extraordinaria rutina que envolvía a los habitantes del lugar que no está por demás mencionar que son un tanto peculiares.
Había rentado el 221C y yo misma pague el mantenimiento del lugar, no fue fácil por la humedad, obviamente yo tuve que hacerlo todo con mis propios conocimientos; cambie los azulejos, eliminé la humedad, arregle las tuberías e impermeabilice tanto por fuera como por dentro, todo eso con la condición de no pagar los primeros seis meses de estancia, fue un buen trato.
Bueno, como ya lo había mencionado anteriormente, yo estaba recostada en el gran sillón que usaba habitualmente con mi libro favorito en las manos, leía muy entretenida además de que me reía de vez en cuando pues mi lectura siempre me parecía hilarante, cosa que le molestaba a mi compañero de piso, el gran, imponente, inteligente y supremo todo poderoso genio, el único detective consultor, Sherlock Holmes, aplausos señoras y señores.
El hombre es verdaderamente antipático, no soporta que le contra digan y hará hasta el más mínimo esfuerzo para demostrarte cada una de las razones por las que eres un enagenado mental a comparación de el, sin embargo, algo tengo que reconocer, me parece un hombre mucho más consistente que el ser humano promedio, es más atrayente, no solo por su obviamente perfecto fisico, si no, por sus múltiples cualidades y defectos que a mí parecer son endemoniadamente tiernos, si lo acepto, soy Sapiosexual, no puedo evitar sentirme condenada a desear a ese hombre sin saber que soy una idiota por eso y mi padre me lo restregaria en la cara de por vida.
En fin, ¿En que estaba?, Oh claro, mi hermoso compañero de piso el cual lleva 20 minutos mirándome como si estuviera loca de atar.
-Si no dejas de mirarme así empezaré a creer que tienes un serio problema de Voyeurismo - Digo con burla sin levantar la mirada de mi libro, al no resivir respuesta alguna sigo con mi lectura la cual vuelve a hacerme reír aún que esta vez noto más intensa la mirada de Sherlock, levanto mi mirada un tanto incómoda pero sin dejar de sonreír - ¿Por qué me miras tanto?
-Estas riendote con una enciclopedia de medicina - Por su rostro surco una muy ligera sonrisa de la cual nadie que no fuera observador se daría cuenta
-¿Y? Es hilarante, me lo regaló mi papá en mi último año de medicina, antes de venir a Londres me organizo una fiesta entre sus colegas de trabajo y desnudistas, ahí conocí a mi mejor amiga Karamelo, ya sabes cosas típicas.
-Puedo deducir a tu padre con esa mínima información que me diste - Rueda los ojos como si hubiese dicho algo asqueroso para luego cruzar la pierna antes de imitarme y comenzar a leer un libro cualquiera.
-Ah ¿Si? Te apuesto 30 libras a qué no me interesa - Me defiendo entregándole algo que no puede negar, un desafío.
-Tus 30 libras y 20 más a que lo deduzco completamente - Ambos dejamos los libros de lado y le préstamos total atención al otro - Tu padre es un mártir, rompe sistemas, cretino y alcohólico, sin embargo, es astuto, muy astuto, evade las normas y te ha enseñado a librarte de ello ¿Me equivoco?
-Averígualo tu, mañana viene de visita junto con mi tio, ya quiero que se conozcan voy a grabarlo todo- Decia mas para mi misma que para el pues era mas que evidente que mi padre y Holmes hiban a chocar por sus personalidades.
-No voy a participar en otro de tus juegos infantiles, absurdos y sin sentido - El rostro de Sherlock demostraba indignación pura, era obvio que le había herido el ego.
-Oh por supuesto que lo harás y lo sabes, ahora que tienes arresto domiciliario por lo de tu último caso no tienes más que hacer - Sonrió lo menos forzado posible antes de ignorar su presencia por completo. Pero claro estamos hablando de Sherlock Holmes, es un error creer que el dejaría algún tema de lado - 3.. 2.. 1
-¿Por qué razon dejaras que tu padre y tío vengan? Nunca comentas nada de tu vida anterior a Londres y ahora así como así expones todo con un solo día de visita familiar - Su gruesa voz me hizo temblar literalmente con la severidad que me hablaba, creo que ahora sí está hablando en serio, no me quedo de otra más que suspirar y contestarle con la serenidad adecuada.
-Escucha yo me fui de mi hogar en Nueva Jersey por qué simple y sencillamente ya no tenía nada que hacer alla, siempre quise conocer Londres y ya, aquí estoy, ¿Que quieres saber?
-¿Por qué tienes tantos exámenes médicos registrados? - Me miro desafiante, el ambiente se tensó firmemente entre nosotros.
-!William Sherlock Scott Holmes¡ ¿Cuantas veces te dicho que no me investigues? - Mi mirada se debio haber ensombrecido claramente puesto que Holmes abrio los labios de forma leve pero muy asombrado, se notaba a leguas que esa no era la respuesta que esperaba.
-En realidad puedo ver que tu sensibilidad al tema se ha fortalecido, es una pena que ya no importe mucho en este momento, a pesar de que esto me revela muchas cosas, como que tienes alucinaciones por culpa de un incidente cuando naciste - Su sonrisa, su maldita sonrisa cinica y encantadora a la que nunca le he podido hacer frente - ahora responde la pregunta
-¿Tu sabes como mantener a un idiota con la duda? - Tomo mi libro antes de revisar mi relog dandome cuenta que tendria que ir al aeropuerto por mi padre, ignoro por completo la cara de contrariedad en Holmes y me dispongo a salir
-¿Que? - Sherlock habia suavizado el tono de su voz
-Mañana te lo cuento - Le guiño un ojo mostrandole a la vez una sonrisa picara que le dibuja un claro gesto de fastidio en el rostro.
Al llegar, en pleno aeropuerto con una bocina a todo volumen sonando una canción de los Backstreets Boys mientras miraba a la entrada del avión, poco a poco las personas bajaban y se dirigían a sus aburridas vidas, de repente, por la entrada veo a mi padre y a mi tío Wilson llegar con una notable sonrisa cómplice, obviamente sabían cómo los resiviria, mi padre se dirigía a mi con su característico bastón negro adornado por flamas. El tío Wilson mientras tanto, se reía de mi muy improvisado baile al ritmo de la música, en cuanto los tuve en frente apague la bocina.
-¿Que crees que estás haciendo? - El tío Wilson me miraba divertido mientras bajaba su maleta antes de abrazarme con fuerza - Un gusto volverte a ver Ari, te he extrañado tanto.
-Ay por favor, se que papá te ha mantenido ocupado como lo prometió y si no lo ha hecho entoces es un idiota - Correspondo a su abrazo con cariño antes de darle una palmadita en la espalda y voltear a ver a mi padre.
-Oye cuidado jovencita, este idiota te puede matar con su pulgar - Papa hizo un gesto de advertencia que sólo logró provocarme una sonrisa y luego me rodeó con su brazo fuertemente.
-Te extrañe papá, gracias por venir, espero que no haya afectado algun caso.
-Para nada, no he resuelto casos en 4 meses, no tengo un equipo - Rompe el abrazo para besar mi frente y empezar a caminar al igual que mi tio mientras yo los guiaba hasta la salida del aeropuerto.
-Espera, espera, espera; ¿No tienes casos? Contrata un equipo, vas a enfermar sin algo interesante.
-Lo mismo le he dicho yo, por favor habla con el Ari, a ti te escucha, ya no sé que hacer para que contraté un equipo - La voz de mi tío reflejaba verdadera frustración, no lo culpo, mi padre puede ser estresante en extremo.
-¿Para que contratar un equipo? No tengo un caso - Sonríe con inocencia a lo que yo solo finjo reír
-Ja ja ja, muy gracioso, pues entonces acepta un caso papá
-No puedo, no tengo equipo - Mi tío rueda los ojos ante la afirmación de papá y solo se adelanta a detener un taxi, el cual tarda 5 minutos en conseguir, creo que estoy muy acostumbrada a conseguir taxi instantáneamente por culpa de Sherlock.
Llegué con mi padre y mi tío a Baker Street entre risas, yo cargaba la maleta de papá que él me cedió voluntariamente obligandolo, no le gusta que lo ayuden por su "discapacidad" pero conmigo se jode, tiene que aguantarse a mis tratos si quiere que lo obedezca como figura paterna. En fin, al subir al departamento y entrar a la sala estábamos muy inmersos en la charla que teníamos por lo que no note la presencia de mis queridísimos roomies.
-Y entonces le pedí que se recostara en la camilla para tomarle la temperatura, así que se bajó los pantalones y le metí con toda mi fuerza el termómetro, luego salí de ese lugar, Cudy tardo 3 horas en llegar a mi oficina para gritarme por ser la segunda demanda en dos semanas - Papá, Wilson y yo explotamos de risa por la historia que mi padre estaba contando, dejamos las maletas en la entrada de la sala y fue entonces, solo entonces, cuando me gire y pude ver los rostros de John y Sherlock.
Ambos estaban muy confundidos, obviamente lo que escucharon fue tan fuera de lugar para ellos que ahora tenía que explicar la situacion, por lo menos a John ya que Sherlock tardo unos 20 segundos en saber quienes eran los hombres que me acompañaban.
-Ejem.. John, Sherlock, ellos son mi tío James Wilson y mi padre Gregory House, vienen de visita y se quedarán unas cuantas semanas en mi departamento
-Adicto, arrogante, narcisista, con claros problemas sexistas, además de poco respetuoso. Está enamorado de su ex jefa, no tiene más de 3 amigos, uso exagerado de medicamentos para disminuir el dolor de su pierna que claramente fue muerte muscular ya que si fuera un trauma, un accidente o falla clínica se habría suicidado inmediatamente. Tiene una vida miserable y se empeña en hacer miserables a los demas, prefiere satisfacer sus necesidades biológicas con prostitutas y no le gusta mostrar su pierna durante el sexo por un claro complejo - Termina de decir el detective consultor cual trabalenguas de forma rápida pero entendible con ambas manos en forma de rezo y pegadas a sus labios. Mi padre se quedó totalmente serio, no solo muy enojado, también un poco herido.
-¿Quien se supone que es este idiota? - Espeta mi papá con odio en su mirada mientras se planta firme en el suelo mirando a Sherlock, antes de que yo pudiese decir algo mi papá continua la discusión repentina que ambos iniciaron con solo estar presentes en el mismo rincón del universo - Pues déjame decirte hijo que es muy osado atacar de esa manera tan gratuita de parte de un niño mimado al cual su hermano mayor rebaja psicológicamente manipulandolo, pero claro ¿Que más da un poco de autoestima baja cuando papi y mami te darían todo el dinero del mundo si quisieras? ¿No es verdad? Y aún así vives en un departamento con un ex militar ocultando tus obvios sentimientos por él a pesar de que todos saben que mueres por besarlo, solo te limitas a que tú hermano te mantenga y vivir a sus costillas con un "empleo" que tú inventaste.. - Sherlock se levantó en ese preciso momento interrumpiendolo abruptamente.
-Soy detective consultor - Su mirada fija en mi padre y su evidente pecho inflado me alertó de que debía detenerlos antes de que esto terminará con un cadáver que no sería de los que Sherlock robaba de la morgue.
-¿Es un eufemismo para desempleado? Por qué si es así vaya que eres patético.
-House ya basta - Mi tío Wilson se colocó frente a mi padre - No es momento ni lugar para comenzar una pelea
-¿Por qué me regañas a mi? Fue él quien empezó - Seguro que en la cabeza de papá ese era un argumento válido pero realmente se veía tan infantil como un niño de 8 años.
-No me interesa quien empezó, lo único que quiero ahora mismo es descansar de este cansado viaje así que te darás la vuelta, saldrás de aquí y esperaras en la escalera - Ordenó mi tío apuntando a la salida con voz autoritaria.
-¡Mamá! - La voz sarcásticamente infantil que había hecho mi padre fue lo último que salió de su boca antes de darse la vuelta y cojear hasta el marco de la puerta donde se recargo para descansar su pierna ignorando a todos.
Recién en ese momento soy consiente de que Sherlock y John ya no estaban, sus voces se oían en la cocina, era claro que John lo arrastró ahí para poder gritarle como era debido, mi tío Wilson me miro con pesar y tomó las maletas de ambos.
-No sabes cuánto lo lamento, es el primer día y ya te.. causamos un problema con tus compañeros de piso, en verdad lo siento.
-No, no te preocupes, John solo está de visita, y al contrario, Sherlock es así, no puede evitar ser un ¡Verdadero y bruto imbécil! - Digo lo suficientemente fuerte como para que me escuchará y al parecer así había sido ya que la conversación de la cocino se detuvo - En fin, estas son las llaves del 221 C, hay dos habitaciones y pueden usar ambas, pónganse cómodos, mañana yo preparo el desayuno - Sonrió entregándole la llaves que muy amablemente la señora Hudson me permitió
-¿Y tú? ¿Donde dormirás? - Wilson tomó las llaves un tanto inseguro y me miro preocupado.
-No te preocupes por eso, ya tengo donde dormir. Descansa, tú también papá, mañana los llevaré a dar un paseo por Londres.
-Hecho - Sonríe mi padre señalandome con un dedo - Buenas noches princesa.
-De acuerdo, gracias por resivirnos Ari, nos veremos mañana - Me dio un beso en la mejilla antes de tomar las maletas, darse vuelta y empujar levemente a mi papá escaleras abajo hasta el 221 C.
Una vez escuché que ambos entraban a mi departamento resopló con pesar y me dejó caer en el sofá con pesadez sintiendo como si la gravedad estuviera aumentando, cierro mis ojos por un momento, los abro lentamente y descubro con sorpresa que me había quedado dormida, eran fácilmente las 3 am y todo estaba oscuro, absolutamente oscuro, alguien me había cubierto con una suave cobija que me resguardaba del frío y había puesto mi cabeza en una de las almohadas de Sherlock la cual reconocí por su aroma tan único y masculino. Me levanté lentamente frotandome un ojo para poder acostumbrarme a la densa oscuridad y me senté en el sofá, la luz de la luna entraba por la ventana, con todo lo sucedido había olvidado por completo la super luna llena, un suceso astronómico que pocas veces se llegaba a ver. Tomó la cobija con la que me habían cubierto y me la pongo sobre los hombros, salgo en silencio de la sala y subo las escaleras de puntillas rápidamente, al llegar a la puerta de la azotea abro con delicadeza encontrándome con la figura de Sherlock Holmes mirando el cielo y siendo iluminado por la luz de la ahora enorme luna llena.
Estaba dando vueltas en círculos y murmuraba cosas que a esta distancia se oían tan bajo que no tenían coherencia, cosas como "No.. con las palabras... Tú... En general... Estupido... No sé... Puede que... Yo creía.. yo pensaba.. yo podría... No esto no está bien, tal vez... Le gustan las flores entoces.. que vulgar será si hago eso... Emm.. vi esta flor... Por qué es bonita aún que en realidad a mí no me gusta... Por qué tú si... Pero aún así me gus...stas... Agg ¡No!... Tengo problemas".
Se veia tan acomplejado que tal vez era bueno sacarlo de su ensoñación, me acerque a el como si fuera un cervatillo, es decir, con mucha cautela de no asustarle.
-¿Sherlock? ¿Te encuentras bien? - le intentaba hablar de una forma suave para que no se sobresaltada, aún que si se quedó estático en su lugar al momento en que le hable - Es bastante noche y hace frío ¿Por qué no entras?
El detective consultor aclaro su garganta y retoma su posición de siempre: mirada arriba, espalda recta, manos en la espalda y pecho inflado; todo un caballero inglés como solo el sabe.
-Te quedaste dormida en el sofá otra vez, normalmente te habría despertado para que fueses a tu departamento pero se lo cediste a tu padre y tío por lo que a falta de habitaciones te puse lo más cómoda posible basándome en mis conocimientos de como duermes - Tal vez Sherlock no se dio cuenta de lo que había dicho, tal vez habló sin pensar, tal vez y solo tal vez estoy alucinando, Sherlock acaba de ser amable conmigo y ni siquiera se había dado cuenta.
-Em... Gracias Sherlock, eres muy amable - Me acerco mas a donde se encuentra y me sujeto de la barandilla para mirar la luna, tan mágica y magestuosa como solo ella - Es hermosa ¿no? Había olvidado por completo que hoy se vería así, con todo lo sucedido.. Tal vez no te interese saber sobre mi aburrida vida como persona ordinaria pero.. en New Jersey no podia ver este tipo de cosas, a mi papá le parecen simples banalidades y no quería que perdiera el tiempo.
-LamentoLoQuePasoHaceUnasHoras,NoFueMiIntencionElOfenderATuPadreYSeQueLoQueHiceEstuvoMalPorLoQue TeOfrezcoMisMasGrandesYEncarecidasDisculpas - Muy bien, si alguien entendió lo que dijo por favor traduzcalo, que ni siquiera entendí.
-Perdon, ¿Que dijiste? No entendí -lo miro fijamente intentando encontrar un atisbo de lo que haya dicho.
-Digo que lo... To - volvio a decir entre dientes, por lo que no lo entendí otra vez.
-¿Que? - Lo miro con una mezcla de confusión y molestia, ¿en verdad tanto le costaba expresarse conmigo?
-Lo... Lo sien.. to - Joder, le costó tanto que hasta parece haberse mordido la lengua, solo por eso me es imposible no sonreír, en verdad se esforzó por pedirme disculpas.
-Sherlock tranquilo, no te preocupes, no me molesta, lo que hiciste es por qué simplemente así eres tú y no lo puedes evitar, tu muchas veces haz dicho que envidias nuestras mentes tan tranquilas y es por qué a veces no controlas tus propios pensamientos, sinceramente te entiendo, aún que no siempre te des cuenta yo también te observó a veces, como tú a mí, noto como te cuesta no analizarlo todo, a veces hasta te aburres de pensar tanto y es ahí cuando decides fastidiar a la gente - La mirada de Holmes se volvió tan contrariada y pesada que no puede evitar apartar mi vista de la suya - Así es escucha, todo el mundo piensa que no tienes sentimientos o eres un robot frío pero yo puedo ver algo más y se que muy en el fondo eres un gran hombre, más sensible de lo que crees, te entiendo por completo y lo respeto, es más tengo que decírtelo, en realidad todos tus defectos y virtudes te hacen quien tú eres, no lo cambiaría por nada en el mundo, eres único y no creo jamás encontrar alguien como tú Sherlock Holmes... Gracias por simplemente existir.
El silencio se hizo entre nosotros, era tan tranquilo, tan relajante, Sherlock relajo su rostro y simplemente nos limitamos a mirar la luna.
-Ariadna.. no.. no soy bueno con las palabras pero... Puedo asegurarte que eres extraordinaria, tanto física como intelectualmente, nunca nadie me había hablado de esa manera y créeme que por mi parte nunca estarás en peligro, siempre me tendrás para protegerte y es una promesa.
No puedo creerlo, Sherlock me acaba de prometer cuidarme, no tengo idea de que decir o hacer, solo puedo mirarlo fijamente, perderme en sus cromáticos ojos.
-Krøller, no tienes que prometerme nada, se que lo harás.. "Mi turno" - Sherlock rodó los ojos ante el comentario pues aún seguía con el jueguito - ¿Alguna vez hubo alguna chica? Tal vez no que te enamorará.. pero si que te llamara la atención.. o que te atrajera
Soltó un suspiro y sin verme a los ojos dirigió la mirada a la luna.
-Irene Adler - Se limitó a responder, seguro era un tema difícil para él, solo me quedé callada esperando que continuará - Ella era una dominatrix, tuve un caso con ella hace mucho.. no se si era lo que coloquialmente se conoce como amor pero.. tenía algo.. no se.. me mantenía en un misterio constante como.. - Me miro unos instantes antes de quedarse callado.
Era obvio que me había dicho algo muy profundo para él, así que no había más que recíprocar
-Yo.. - ¿Pero como decirlo?, ¿Cómo explicarle sobre mi don?, ¿Cómo podría siquiera mencionarlo? Han sido tantos años guardando el secreto que ya no sabía si decirlo era bueno, ¿Y si se ríe? ¿Y si me llama loca? - Mi prometido.. fue asesinado por su exnovia... Justo frente a mis ojos... No pude hacer nada para salvarlo y.. él era maravilloso, nos conocimos en la universidad, el sabía todo de mi... Nunca podré encontrar a alguien que llené ese vacío.. en fin, supongo que debo dejarlo ir - Sonrió de lado antes de tomar su mano - Gracias por escucharme Sherlock.. eres un buen amigo
Las horas habían pasado, aquella noche se quedó en mi memoria para siempre, el día siguiente tenía un mejor humor por qué a pesar de no haber acordado nada al menos tenía la certeza de que él tenía una imagen distinta de mi.
Me había levantado temprano para ordenar la cocina y esconder lo más posible de los experimentos de Sherlock, quería prepararle a mi tío los hotcakes que tanto le encantan y unos buenos huevos benedictinos al estilo Cumberbatch, algo muy Londinense.
-Que me parta un rayo, la hermosa Ariadna House cocinando, vamos todos a morir - Mi tío entró a la sala con una sonrisa y su bata café cubriéndole la pijama - Los míos sin veneno por favor
-Ja ja ja, muy gracioso, doctor Wilson, si no es más amable con la cocinera no le dare desayuno.
-Lamento haberte molestado, ¿Tu compañero de piso donde esta? - Antes de poder contestarle John entra por la puerta.
-Mmh~ que aroma más rico, ¿Que preparas Ari? - Pregunto acercándose a donde yo estaba y olfateando la estufa.
-Tu solo siéntate, ¿No tienes trabajo hoy? - Le pregunté mientras servía los huevos en un par de platos
-Nop, es mi día libre, Rose está con su tía Harry, así que por fin puedo respirar - El doctor tomó asiento al lado de mi tío y le dio los buenos días - Buen día, doctor John Watson un placer, lamento no habernos presentado ayer pero dadas las circunstancias, no habría sido lo mejor
-Igualmente, lo lamento, a veces House es algo complicado, pero supongo que su amigo es igual, se nota, dígame ¿Que especialidad tiene?.
-Eh en realidad soy médico cirujano militar. Estuve en el 5° Regimiento de Fusileros de Northumberland, ¿Y Usted?.
-Soy oncólogo, trabajo en el hospital de Princeton Plainsboro al igual que House - Sonríe mientras comienza a devorar los hotcakes y huevos que les servi a ambos.
-Y ¿Que se supone que es esto? Una reunión de cursilerías, por qué si es así me uno - mi papá llegó a la mesa y le serví sus huevos benedictinos - Oh maravilloso, eres buena pero eso no compensa lo que pasará hoy, debes llevarme a todos los bares de Londres o te desheredo - Todos reímos y seguimos desayunando por un buen rato.
-Cuentales de el paciente con Panencefalitis Esclerosante Subaguda. Mutación del virus del sarampión, oh esa me encanta - Dije con alegría al escuchar las historias de papá sobre sus estúpidos pacientes.
- Los padres fueron unos idiotas, cuando le pedimos su historial médico no mencionaron que era adoptado, vaya par de imbéciles, el chico casi muere por su culpa - Termina su plato de comida y se mete un Vicodin a la boca.
Logré escuchar la puerta de Sherlock abrirse por lo que me preparé para una posible pelea, en cuanto llegó a la cocina todos nos quedamos en silencio y lo miramos algo a la defensiva.
-Ejem.. buen día, Doctor House, Doctor Wilson, les ofrezco una sincera disculpa, fue grosero e inapropiado de mi parte resivirlos de esa forma en Baker Street, por favor sean bienvenidos en Londres.
-¡Oh. Por. Dios! - el grito de mi padre me hizo brincar del sobre salto - ¿Tuviste sexo con este papanatas?
-¿QUE? ¡NO! Por el amor de Dios ¿Que te hace creer eso?
-Este tipo nos resivio en Londres con un agrio y cinico ataque totalmente gratuito, tu - Me señala - dormiste en su habitación obviamente y aún que tú lo vas a negar es por eso que ahora es tan amable, un buen sexo relaja el mal genio ¿No es verdad?
-¡Papá! Por favor, Sherlock solo está siendo amable, no tuvimos sexo, solo le pedí que se disculpara.
-¡Claro! Y el sumisamente acepta - Dice irónico antes de levantarse y acercarse a Sherlock - Solo te advierto que si tienes intensiones con Ari te voy a inyectar quetamina directo en la yugular ¿Entendido?
-Despreocupese Doctor House, su hija no me atrae en ningún sentido - Su frialdad estrujó mi corazon.
Tanto Sherlock como yo nos incomodamos por la situacion, él solo se dio media vuelta para irse a su sofá mientras yo bajé la mirada a mi café con leche, mientras mi padre se sentaba a terminar su desayuno.
Estás semanas serán muy interesantes, ya quiero ver cómo terminará todo esto.
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