El inicio de algo nuevo
Molly quedó estupefacta y patidifusa, no podía creer lo que Ari le estaba diciendo, mejor dicho, no debía creerle, era rebuscado y fantasioso, pero entonces ¿Por qué se veía tan afectada? ¿Por qué su amiga estaba temblando y sudando como si estuviera viendo aún a la pobre chica frente a ella?
-Ari, ¿Entiendes que acabas de ver a una mujer explotar? Estas conmocionada, no piensas con claridad, seguro fue tu imaginación que te engaño por la impresión de.. - Su amiga volvió a interrumpirla causándole demasiadas emociones en un momento.
-Molly... Esto me ha pasado toda mi vida, no es cosa de un momento, he visto estas cosas desde que nací, se de lo que hablo... No estoy mintiendote Molly eres la primera persona a la que se lo digo y esa es la razón por la que Sherlock me saco de la cárcel, fui a hablar con la hermana de un niño muerto... - Dijo rápidamente mirando a la chica con desesperación - Por favor Molly.. ya no puedo callarmelo más, necesito una amiga que me ayude a superar esto.. tú trabajas en la morgue ¿Nunca te sucedió una de esas "experiencia paranormal"?
¿Podría ser real? ¿Podría estar diciendo la verdad? No sabía que pensar pero la mirada de Ari le rogaba que le creyera, ella había hecho tantas cosas para que la ayudará durante su embarazo que no podía dejarla sola, se propuso a sí misma ser la amiga que Ari necesitaba para desahogarse, le sonrió ampliamente antes de abrazarla cuidando de no aplastar su vientre.
-Te creo Ari, te creo y no voy a dejarte pasar esto sola.
-Gracias.. no tienes idea de lo que esto significa para mi.
Antes de seguir con la plática vieron como Krøller se acercaba a la ambulancia mirando fijamente a la castaña, cosa que Molly nunca había visto en los ojos del detective, había un destello de miedo, pero no hacía ella, parecia temer por ella, tal vez era ese instinto que dicen que se desarrolla cuando te embarazada o simplemente quería ver esa luz en los ojos de su amigo, no lo sabía, pero ahí estaba.
-¿Están bien? - La gruesa voz de Sherlock acarició los oidos de Ari quien se limpio las lágrimas rápidamente.
-Si, pero.. deberíamos llevar a Molly a casa, son demasiadas emociones por un dia - Se levantó, se quitó la manta y ayudo a Molly a bajar - Sherlock
-Dime - Contesto con su ya conocida posición de espalda recta, manos en los bolsillos de su gabardina y su mirada fija en el cuerpo de su compañera de departamento.
-Dejame ayudarte en este caso, quiero saber ¿Que demonios ha pasado? - La determinación en las orbes ámbar de Ari provocó un vuelco en el interior de Sherlock, el adoraba la compañía de alguien útil durante sus casos y la de la chica ni se diga, era fuerte, valiente, divertida y su sentido del humor siempre hacia ameno cualquier cosa, por lo que no se negaría a que la acompañase.
-Esta bien, te dejaré ayudarme, pero primero lleva a Molly a su casa, te veré en Baker con lo que logre sacar de aquí - La miro amablemente antes de dirigirle una sonrisa a la forense mientras como despedida.
Ambas se dirigieron lo más lento posible a la avenida para que Molly no se cansará y subieron a un taxi dispuestas a ir a casa, sin embargo, la conversación sobre el don de Ari no se hizo esperar.
-Entonces.. ¿Como te diste cuenta de este "don? - Pregunto la pequeña antes de acariciar su vientre.
-Pues.. a veces de pequeña pasaba las horas mirando al espacio, viendo las imágenes que pasaban, se repetían una y otra vez como un televisor que no se apagaba, no sabia por qué veía todo eso, pero sabía que era real... si estaba sola escuchaba sus voces, decían que habían cosas que debía saber, a veces cerraba mis ojos y era como si volará, atravesaba muros, veía personas invisibles, conocía lugares lejanos... Sin abandonar mi cuarto, papá me repetía que no lo contará, que a la gente le daría miedo, que no lo entenderían, que era una enfermedad la causa de mis... Alucinaciones, que no había cura, que solo me acostumbraria, fue hasta los 15 que entendí lo que eran - Las palabras de House parecían de ciencia-ficción, no podía ni voltear a ver a Molly por su espectante cara, era extraño platicar sobre aquello - Lo que sucede es que el día que nací.. mi mamá sufrió un accidente, no pudieron salvarla y tuvieron que hacerme nacer, sin embargo, ese accidente me provocó problemas en el hipotálamo, creando problemas neuronales, incluso.. las cosas que yo veía... Pero tiempo después entendí que... Todo era real y se volvió más presente cuando Jim murio... Su novia anterior a mi había muerto de un espasmo bronquial que destruyó su sistema respiratorio, ella no me aceptaba y cometi un error..
-¿Cuál? - Molly sentía que estaba viendo algún tipo de película de Netflix, estaba tan enfrascada que no se daba cuenta la manera en que Ari se había empezado a explayar con ella.
-La hice enojar, siempre creí que este don me hacía diferente, que si era valiente podría hacer cualquier cosa, pero... Ella... - No podía continuar pues se le cerraba la garganta, por lo que Molly decidió cambiar de tema.
-Y... ¿Por qué estás tan segura que Sherlock no podrá con esto?
-Por que una vez que la caja de Pandora se abre.. no puedes volver a cerrarla hasta que se eliminen todas las plagas...
Varias horas después de haberse despedido de Molly Ari llegó a Baker Street más calmada, por fin tuvo esa amiga que la comprendía y no la juzgaba, hablo con ella lo suficiente para tranquilizarse y mirar las cosas con perspectiva.
Ari entro al pórtico, subió las escaleras hasta la sala y dejó su abrigo en el perchero antes que hacer lo mismo con su bufanda, volteó la mirada y se encontró con Sherlock frente a su laptop tratando de desbloquearla, le parecía que su ceño estaba fruncido con frustración por lo que se atrevió a preguntarle.
-¿Que haces? - La achocolatada se acercó a él mirando sobre su hombro como no lograba dar con la contraseña.
-¿Tu fecha de nacimiento? - Pregunto sin responder a su pregunta.
-29 de mayo - Le respondió divertida al ver como tecleaba rápido en el espacio para la contraseña y al presionar enter este marcaba error, cosa que provo un gruñido en el Detective - ¿Nombre de tu primera mascota?
-Peter - La sonrisa de la chica se amplió provocando aún más el disgusto de Sherlock pues también marco error, ya más compasiva Ari colocó a las manos en los hombros de Sherlock brindándole un pequeño masaje cosa que causó el efecto contrario pues tenso más a Krøller - ¿Me permites? Yo la desbloqueo - Sherlock retiro sus manos del teclado y le permitió a la chica hacercar una mano, Ari borró todo lo que escribió su compañero y solo le dio enter desbloqueandola - ¿No probaste dejarlo en blanco?
-Callate - Gruñó despectivo antes de empezar a investigar en internet el nombre "Lily Allen" sorprendiendole infinitamente a la de ojos café el hecho de ver la foto de aquella cajera que explotó en la mañana - Nada, nada... Nada, no hay nada relevante... Tendremos que esperar a la autopsia - Cerró la laptop de un golpe causándole un respingo a Ari, quien una vez se levantó el detective, se sento en la silla para volverla a abrir y revisar más minuciosamente lo que parecía ser sus datos, claro que ella buscaba más lo que sabía buscar, datos médicos, historial médico, todo lo que pudiese rescatar - No te esfuerces House, yo no omito nada.
-Primero que nada llámame Ari, Sherlock - Contesto a sus órdenes con tranquilidad - Despues, tu y yo tenemos diferentes métodos Krøller, mira la autopsia no te dirá por la forma en que el cuerpo fue destruido con la explosión, así que tendremos que usar mis métodos - Ari tomo un bolígrafo y en un pequeño trozo de papel escribió algo que al parecer había visto en la pantalla.
-¿Como? ¿Que? ¿Que métodos? - Devolvió la mirada a la chica antes de mirar curioso lo que ella escribía hasta que se levanto de golpe y volvió a ponerse la gabardina bajo la atenta mirada de Sherlock - ¿De qué estás hablando?
Antes de poder contestarle la ya conocida voz del padre de Ari, quien se encontraba comiendo con Wilson en la cocina, hablo por ella.
-A los métodos House, si el paciente no te habla haz que sus cosas lo hagan, es nuestro lema - Dijo con diversión mientras se metía una patata frita en la boca.
Sherlock paso su mirada varias veces entre padre e hija, aún no podía entender la manera en que los House se enfrentaban a dilemas tan extraños con tanta facilidad, al ver este gesto, el siempre confiable tío Wilson intento aclarar la situacion.
-Solo confía en ellos, saben lo que dicen - El oncólogo le sonrió de la manera más amable que pudo antes de reflexionar sus palabras - Bueno, confía en ella, ella es más sensata.
Tras aquello a Sherlock no le quedó más que suspirar y tomar su gabardina para asentirle a la chica en modo de aceptación, tenía que adecuarse a ella para ver qué tanto le convenía resolver el caso a su lado, sin mencionar el piquito de curiosidad que le daba su mirada cómplice. Ambos salieron de Baker tal cual en la mañana y subieron a un taxi.
-¿A dónde la llevó señorita? - Pregunto aquel taxista latino hablando con un claro acento mexicano una vez ambos estaban arriba
-Llevanos a Saville Row 99 por favor, por la ruta más rápida que puedas, tenemos prisa - Contesto en español, cosa que sorprendió a Krøller - ¿Que?
-¿Sabes español? - La miro con interes, nunca imaginó que ella hablara otro idioma.
-Claro, soy poliglota, hablo 6 idiomas, entre ellos el español, francés y mandarín.
-¿Como aprendiste? - Extrañamente le interesaba saber de cómo había sido todo lo que le enseño a ser como es.
-Pues muchos de mis pacientes eran latinos o españoles, los demás los aprendí por gusto - Se encogió de hombros mientras le devolvía la mirada - Entonces, ¿Tu? ¿Por qué estás en todo esto de los casos?
-Alguien tiene que hacerlo, una vida ordinaria trabajando en una oficina sería matarme, mi cerebro va demasiado rápido, si no liberó eso se detiene completamente y no puedo soportar eso, los casos son mi vida.
Ariadna miro a Krøller con ternura antes de poner una mano en su hombro, esa mirada al contrario de lo que pensaba, logro que el rizado sonriera también.
-Me gusta tu vida - Increíblemente aquellas simple 4 palabras crearon un nudo en el estómago de Sherlock quien solo desvío la mirada tratando de calmarse a sí mismo.
De pronto, de forma inesperada, dentro de la mente de Sherlock apareció la escena que según él había eliminado de su palacio mental, esa escena fuera del restaurante hace ya más de medio año, aquel momento donde Ari lo tomo sorpresivamente y le dio a probar de los que el considero los labios más suaves que había besado, aún que claro, no era como si el hubiese besado a muchas mujeres, aún que eso no afectaba en nada, a menos que para ella si afectará, pues no habían hablado de aquel beso después de que sucediera, parecía que no pasó nada para Ari, cosa que después de ese pensamiento comenzó a incomodarle, la castaña no era una chica normal eso estaba claro, pero ¿Que clase de mujer no se sentía intrigada cuando sucedía un acercamiento tan sentimental entre ella y un hombre?, tal vez su falta de experiencia fue el factor que causó que no lo mencionarán, después de todo solo fue para asustar a ese patán con el que Ari tenía su cita, ni siquiera sé lo pensó y ya lo había tomado por la camisa para besarlo, y al terminar el beso ella solo actuó como si no hubiera pasado y solo fueran buenos vecinos, por lo que tampoco había motivo para hablar de ello, sin embargo, le causaba gran conflicto el hecho de que ella no le diera importancia solo por qué el no tenía mala experiencia en ello, lo que le llevo a pensar ¿Cuánta experiencia tenía ella? Tenía que responder eso, pero ¿Como preguntar?, Su propia mente le dio la respuesta, tenía aún las preguntas del juego que había entre ellos, aferrado a la idea Sherlock no dudó en decir:
-Mi turno - Dijo rápidamente volviendo a llamar la atención de la castaña quien durante el silencio, que se formó entre ellos mientras él pensaba, volteó a ver a la ventana - ¿Cuántas relaciones sentimentales haz tenido? - Aquello sorprendió a la chica pero no le tomo mucha importancia pues pensaba que solo le estaba devolviendo la pregunta que ella le hizo en la azotea de Baker.
-Pues relaciones estables solo una, el resto solo fueron relaciones o bien de una noche o no fueron relevantes ¿Por qué?.
-Por el contrato, quería saber ¿Cuánta experiencia tenías en estos temas?
-Y ¿Tu? ¿Que tanta experiencia tienes? - Ari arqueo una ceja mirándolo juguetona, pero antes de poder responderle el taxi se estacionó.
-¡Servidos señorita! Son 20 libras - Dijo el taxista mientras estacionaba el auto frente la vivienda dándole a Sherlock la salida perfecta hasta que Ari bajo primero dejándolo con la obligación de pagar - Oiga señor, son 35 libras - El taxista habló esta vez en ingles sin que él se diera cuenta de que había subido el precio.
-Si si - Le entrego el dinero y salió del taxi siguiendo a la castaña quien se detuvo en la puerta - ¿Esta es la casa de Lily Allen?
-Emm sep - Contesto Ari mirando la puerta blanca.
-Y ¿Vamos a entrar en su casa? - Sherlock la miro de reojo con las manos en la espalda.
-Emm sep - Ari se acercó a la puerta como si fuera a forzarla
-Y ¿Sabes cómo? - Poco a poco se comenzaba a entretener con la actitud de ella.
-Emm nop - Sonrió ampliamente antes de agacharse y tomar una roca antes de lanzarla contra uno de los cristales en la puerta, una vez roto metió la mano para poder abrir por dentro - Listo vamos..
Ambos entraron en la casa, era pintoresca, con decorado minimalista, parecía ser esa típica casa londinense a la que nunca le cambian los muebles incluidos en la renta, podría decirse que lo único nuevo eran los jarrones para las flores y el papel tapiz del recibidor.
-Ari - Le llamo desde el baño, la aludida se acercó y Krøller le entregó un par de guantes que parecían ser de esos que incluían los tintes para el pelo - No hay que dejar huellas - Dijo colocándose otro par de guantes.
-Claro, voy a la habitación tú sigue revisando - Ari subió al segundo piso para entrar a la única puerta que había arriba, era obvio que la mujer era casada, todo estaba dividido en un "el-ella", una cama doble, dos armarios, colonias de hombre y mujer, un par de tacones por ahí, zapatos de vestir traje por allá, Ari se acercó a la pequeña estantería que tenían empotrada en la pared y reviso los nombres de cada libro, la mayoría eran demagogias políticas y novelas tontas, sin embargo uno en específico llamo su atención, lo tomo con tranquilidad y comenzó a ojearlo, después bajo al primer piso buscando a Sherlock - ¡Encontré su diario secreto!
-¿Hay de otra clase? - Ironizó Sherlock quien revisaba las facturas de la casa sobre la mesa - ¿Tiene algo de relevancia?
-Pues solo anécdotas sexuales - Mencionó caminando alrededor de él con el libro en mano - Chicos, chicas... Uso de juguetes sexuales - Mintió.
-Si así fuera recitarias, no resumirias - La miro triunfante al ver como le descubría su mentirilla.
-Es un desfile de tristes banalidades, "Casi no puedo levantarme de la cama" "No puedo evitar llorar"... Pero hace un seis meses se convirtió en un desfile de felices banalidades... Cambio drásticamente su estado de animo ¿No hay pastillas que hacen eso? - Bromeó la chica causando una risa por parte de Sherlock - Si tomaba drogas debería tener un registro de ello en el Barts
-Voy a pedirle a Lestrade que nos busque los datos - Sherlock tecleo el mensaje rápidamente - Aquí no hay mucho más que eso, mucha bebida seguro que el novio es alcohólico, pero no parece que el hombre haya estado por aquí.
-Viaja mucho Sherlock, hay siempre una maleta preparada en la habitación, la ponen sobre la mancha de la alfombra, la cual ahora es fácilmente visible, tendremos que esperar a Lestrade mientras tanto - Miro su reloj de muñeca - Me voy, avísame cualquier cosa y.. toma, deberías leerlo, es importante - Le da el diario antes de salir de la casa y montarse a un taxi.
Sherlock tenía que admitir que Ari lo sorprendía cada vez más, no podía evitar verla en acción y sonreír por su característico humor además de su singular ayuda, era como un pequeño él de bolsillo, Krøller salió de esa casa rápidamente dejando las cosas tal cual estaban excepto por la ventana, debía ir a Scotland Yard para recopilar los registros médicos de Lily Allen, tal vez incluso necesite un infiltrado en Barts, y conocía a un médico sin identidad que tenía el mismo intelecto que el para el trabajo.
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