Dos cabezas piensan mejor que una
Eran a penas la 1:20 pm, Ari y Sherlock se encontraban en la sala de Baker mirando fijamente la pared donde la información obtenida por House y la información de la nueva víctima, proporcionada por Lestrade, se encontraba pegada, tenían que unir los puntos y Sherlock comenzaba a pensar rápidamente.
-Conexión, conexión.. tiene que haber una conexión - Se detuvo un momento al lado de Ari y repaso el caso una vez más - Lily Allen estudio parapsicología, casada, murió explotada a las 10:35 de la mañana, Janet Morrison, casada, murió a las 12:24 de la tarde del misma manera que Lily, ambas mujeres, ambas casadas, ambas tomaban inhibidores de la MAO según el doctor Morrison su ahora viudo esposo, ambas asistieron al Bart's para una rehabilitación.
-Lily tenía problemas de drogas y Janet tenía alcoholismo, ambas cayeron en depresión durante la desintoxicación así que se les fue recetada un medicamento que libera la "Hormona de la felicidad" para que se reanimaran, pero ambas murieron una semana después - Continuo la castaña antes de acercarse a los documentos que su padre trajo - Aquí dice que Lily fue recetada hace un mes por el doctor Walas Wron'gooth, pero en la autopsia no hubo signos de medicación hace un mes - Ari tomo el documento de la autopsia y la colocó con una tachuela en la pared junto a la autopsia de Janet - La autopsia de Janet dice lo mismo, ningún medicamento en su sistema.
-Diferente edad, diferente complexión... Nada - Sherlock suspiro antes de sentarse en su sofá dispuesto a entrar en su palacio mental.
-Tal vez si tenemos algo - Dijo la castaña dándose cuenta de algo notoriamente extraño - tal vez ellas no son las víctimas.
-¿Que estás diciendo ahora? - El detective clavo su vista en el cuerpo de su amiga antes de prestar atención a su explicación.
-Piensalo un momento, ¿Que sabemos del marido de Lily? - Señaló su foto
-Es repartidor farmacéutico - Contesto Krøller antes de levantarse y entender el punto de la chica - Y el marido de Janet es inmunólogo
-Ambos relaciónados con el mundo de la medicina, ¿Y si la víctima no es las esposas? ¿Y si son los esposos?
-Entonces el asesino tiene un mensaje para dar - Dicho esto, Sherlock saco su celular y consulto rápidamente la vía que solía tomar él repartidor - Joshua Allen llega al Bart's mañana, hablaremos con él y lo interrogaremos, mientras tanto hay que ir donde Morrison para saber si tiene algún enemigo.
-Sherlock espera - Lo sostuvo del brazo cuando estaba a punto de tomar su gabardina - Yo opino que primero debemos revisar los medicamentos, es lo único que se les recetó, lo único que ingirieron, la explosión fue desde dentro del tórax, ¿No te hace sentido? Si buscamos una pista seguro que ahí la encontraremos.
-Tienes razón, debemos analizar la medicina... - Se quedó pensando un momento - ¿Tienes el nombre del médico?
-Si.. emm permíteme - Tomo el archivo y lo leyó rápidamente - Se llamaba... "Elitrumina"
-Perfecto - Tomo la mano de la chica y la acerco al pórtico para ponerle su bufanda y gabardina rápidamente - Iremos a Bart's, buscaremos la medicina, la analizaremos y veremos qué otros pacientes fueron recetados - Rápidamente se puso su propia gabardina y bufanda junto a los guantes.
-Te veo extrañamente emocionado - Río por lo bajo la chica antes de salir de la sala y bajar las escaleras.
-¿Bromeas? Es fascinante, estuve semanas aburrido.
-Si, lo sé, yo también fui víctima de tu aburrimiento - Ari paro un taxi una vez ambos salieron del edificio y se dirigieron al Bart's - ¡Ah! Por cierto, sería bueno que tuviéramos una cita. - Esas palabras fueron tan sorpresivas para Holmes que si hubiera estado bebiendo té seguro que se ahogaba.
-¿¡Perdona?! - Totalmente contrariado, Krøller miro a su amiga fijamente - ¿¡Por qué debo suponer que dirías eso?!
-No te espantes Holmes, no es por lo que tú crees, es por el contrato, obviamente mi tío sabe sobre mis artimañas y se dará cuenta si esto es una mentira, así que debemos conocernos a la perfección.. por lo menos tu a mi, aún que a los dos nos vendría bien llevarnos mejor, así que si.. debemos tener una cita si queremos fingir estar en una relación.
-Bien - Sherlock se aclaró la garganta antes de acomodarse en su asiento - Aún que he de decirte que esto no es nuevo para mi.
-¿Ah no? - Ari muy interesada se giró para verlo mejor - Cuéntame.
-No, ya antes he fingido un enamoramiento - Aquella respuesta desilusionó a la castaña - Su nombre era Janine, incluso le pedí matrimonio para resolver un caso
-Nooo - Incrédula solo lo miro con diversión - Estas loco Holmes
-En fin, ¿Cuando será la cita? - Visiblemente incómodo el solo miro por la ventana un momento para evitar hacer contacto visual.
-Esta noche ¿Te parece? Vamos cenar si quieres, tal vez un paseo por Londres, es lo de menos, lo importante es conocernos, tu decide, incluso quedarnos en casa viendo películas da igual - Sonrió ampliamente antes de que ambos quedarán en silencio por completo el resto del viaje.
Una vez en el laboratorio del Bart's, Sherlock revisaba el medicamento mientras Ari leía la lista de pacientes recetados, la píldora era sencilla de color rojo, no pensaba demasiado, Sherlock la abrió para sacar un polvo blanco el cual colocó en la placa del microscopio mientras la máquina a su lado analizaba los componentes de otra píldora y miro atraves de la lentilla.
Ari revisaba los nombres de la lista:
Arlette Jackson 16 de septiembre un frasco con 500 miligramos.
Edd Warren 20 de septiembre dos frascos con 200 miligramos c/u.
Lily Allen 25 de septiembre un frasco con 200 miligramos.
Janet Morrison 26 de septiembre un frasco con 250 miligramos.
Ahí estaba una nueva conexión, Janet obtuvo sus medicamentos un día después que Lily lo hiciera y tuvo 50 miligramos más que ella, si las suposiciones de Ari eran correctas, dependiendo de la cantidad recetada era el tiempo que tardarían en hacer explosión lo que sea que se encontrará en los medicamentos.
-Sherlock ¿Tienes algo? - Pregunto la castaña acercándose a él para ver la pantalla de la máquina.
-No, nada fuera de lo normal, es un simple medicamento más - Decepcionado Sherlock se recargo en el respaldo antes de voltear a ver a Ari de reojo - Hecha un vistazo.
Sin mucho problema Ari pensó en que revisar primero, así que lo que hizo fue vaciar el frasco completo de la medicina y observar píldora por píldora exasperando a Krøller.
-¡Por favor! ¿Que estás revisando ahí? Todas son iguales no hay por qué... - Antes de continuar el dedo índice de la pequeña se posicionó sobre los labios del detective cayandolo.
-Shh, recuerda que yo tengo mis métodos - Continuo la castaña poniendo cada píldora a contra luz, hasta que encontró una que no se transparentaba con la lámpara del laboratorio, rápidamente tomo una pinza de la mesa u con suma delicadeza abrió la píldora revelando que dentro de ella había lo que parecía ser un microchip muy pequeño adherido a una de las mitades de la píldora y que era tapado por el medicamento - Vu'ala - Concluyó tomando el chip con la pinza y mostrandoselo a Sherlock - Hay muchas cosas diminutas que puedes introducir en el cuerpo de un paciente Krøller, puede ser una cámara, un robot a control remoto y esto no es diferente, una micro bomba, una vez que toca los ácidos gástricos produce una reacción en cadena dentro del cuerpo lo suficientemente rápida y fuerte para explotar todo el tórax de una persona.
Krøller la vio, escucho y por último la envidío ¿Como era posible que ÉL haya dejado pasar tan importante detalle? ¿Por qué no se le ocurrió revisar las píldoras antes?. Se levantó y tomo el chip con las pinzas de la mano de Ari antes de pasarlo por el escáner.
-Tienes razón, es una micro bomba, dependiendo de la cantidad de medicamento en cada frasco y en cada paciente, lo que tarden en tomar la píldora con la bomba es el tiempo que les queda de vida.. mientras más píldoras, más tiempo tenemos - Concluyo antes de girarse - Oh eres.. ¡Brillante! - La emoción invadió a Sherlock quien no pudo evitar tomar sorpresivamente a Ari de la cintura y hacerla girar en el aire mientras reían - ¡Podría besarte! - Y esas últimas dos palabras congelaron a ambos, quienes solo se separaron y miraban a otro lado incómodos.
-Bien yo.. emm tenemos que averiguar ¿Quien está haciendo estos medicamentos? - Roja como un tomate House jr. Rodeo al detective tratando de evitar su mirada - Tengo que prepararme para la cita de esta noche.. emm ¿Formal o casual? ¿Sabes que? No importa iré de ambas.. sip.. yo emm nos vemos - Salió huyendo de ahí dejando a un agitado y confuso detective solo en el laboratorio.
Una vez en Baker, ya cuando se acercaba el anochecer y Krøller estaba vuelto loco en su habitación en la cual por la puerta se veía camisas salir volando hasta el suelo mientras él iba de un lado a otro, Sherlock salió de su habitación con una camisa azul oscuro mientras intentaba ponerse una corbata roja, en el sillón le esperaba su fiel amigo John junto a su hija a quienes llamó inmediatamente de llegar a casa, realmente solo había llamado a John pero Rouse venía en pack con el así que no tuvo otra elección.
-El lado ancho está muy corto - Dijo el exmilitar mientras se levantaba para ayudarlo con la corbata.
-Esto es un error - Murmuró mientras que dejaba a su amigo acomodar la corbata - ¿Cómo debo tener una conversación informal?
-No seas tú mismo - Respondió el más bajo mientras deshacía el complejo nudo que el propio detective se hizo a sí mismo en el cuello a la vez que su compañero se seguía quejando.
-Es innecesariamente complicado.. crees que que hablas de una cosa y en realidad eres increíblemente aburrido... O no, por que todo es un subtexto y necesitas un decodificador - La corbata comenzaba a ahogarlo.
-Abrele la puerta - Comenzó el más bajo intentando darle una mano a su inexperto amigo - Acomodale la silla
-¡Se cómo comportarme! - Lo miro ofendido.
-Sabes que no - Aquel último comentario desespero al detective quien alejo las manos de John y se quitó por completo la corbata, en respuesta, Watson lo miro con los brazos cruzados - Comenta sus zapatos, sus pendientes y luego habla de ella.
-Que cursi - Dijo la pequeña quien solo peinaba su muñeca en el sillón
-Habla de sus sueños, esperanzas y aspiraciones - Termino por decir John ignorando a su pequeña - Créeme, será tuya al terminar la noche.. - Sherlock suspiro
-Deberia cancelar - Murmuró antes de dirigirse a la cocina - Tengo un caso en plena puerta.. esto es una perdida de tiempo.
-Y si no fueras Sherlock Holmes eso tal vez importaría - John se acercó a su hija y se sentó a su lado, hasta que escucho como se abría la nevera - ¿Comeras antes de cenar? - Levantó lo más que pudo la cabeza para mirar a su amigo quien tenía en su mano un pequeño arreglo con una rosa blanca que al parecer guardo en la nevera, al ver esto el rubio se levantó y camino hasta Krøller.
-Compre esto de regreso a Baker.. - Aquel comentario sonó más a una queja para si mismo - Es estúpido... - John quedó anonadado con el detalle que su amigo quería tener con la castaña.
-Creo que le gustará - Sherlock volteó a ver a su amigo quien sonreía con alegría - Dáselo.
Sin mas, Sherlock asintió ante el comentario de su amigo, John supo en ese momento que tenía que hablar con Ari, esto iba más allá de una actuación y tenía que poner orden.
-¿Podrias vigilar a Rouse un momento? Voy a ver a Ari - Antes de que Holmes pudiera hacer una pregunta John ya había desaparecido y bajado las escaleras hasta el 221C, llamo a la puerta y se sorprendió al ver como una chica como ella sabía vestirse para deslumbrar completamente.
-Hola - Saludo Ari al ver la boca abierta de John - ¿Que opinas?
-Te vez muy bien - Halagó mientras la miraba de arriba a abajo, pero su belleza solo lo asusto aún mas - Yo.. ¿Podemos hablar?
-Mmm me preguntó de que será - Sonrió la castaña antes de recargarse en el marco de la puerta.
-Solo quiero asegurarme de que nadie salga herido - Se justificó el rubio.
-Mira mi padre, mi tío y tú actúan como si fuese a salir con un lunático - Puso una mano en el hombro del exmilitar - Estaré bien, no te preocupes.
-Oh.. emm no, no eres tú quien me preocupa - Con timidez le sonrió causando confusión en la chica mientras lo miraba sorprendida.
-Él.. realmente no ha salido con alguien y... Quiero asegurarme de que vas en serio con esto, tu eres una mujer que solo está una noche para divertirse, ¡Sin ofender! - Corrigió rápidamente al entender que podría malinterpretarlo - Me refiero a que.. si él se abre y sale herido.. no creo que haya una segunda vez..
Ari se dio cuenta de la sinceridad en las palabras de John y como reflejaban lo mucho que le preocupaba su amigo.
-¿Te.. preocupa que le rompa el corazón? - Sonrió la castaña antes de voltear a ver las escaleras al sentir la presencia de Sherlock quien venía bajando las escaleras.
-Ejem.. ¿Nos vamos? - Sugirió el detective luego de fijarse en la vestimenta de la chica.
-Claro - Contesto suavemente antes de mirar a John - Tranquilo, todo saldrá bien...
La pareja salió de Baker con tranquilidad antes de pararse a media acera, ambos estaban entre asustados y emocionados, pendientes de cómo terminaría aquella velada que tantas sorpresas deparaba.
-Entonces ¿A dónde iremos? - La castaña tomo el brazo de Sherlock quien comenzó a caminar a su lado.
-Iremos a un museo.. El museo de la Santa Inquisición, tienen los métodos de tortura más crueles de la inquisición, además de información interesante sobre los juicios de Salem
-Lindo - Complacida, Ari siguió caminando a su lado, por suerte sus tacones no eran muy altos. El silencio se volvió a formar, algo muy común entre ellos, pero está vez Sherlock comenzó a preocuparse por el hecho de tener una mala conversación.
-Te.. compre un pequeño detalle, pensé que te gustaría - Del bolsillo de su gabardina saco aquel arreglo de rosa blanca que le había conseguido, era pequeño, lo suficiente para usarlo de prendedor en el saco que ahora cubría los hombros de Ari.
-¡Oh Sherlock! Esto es.. no te hubieras molestado, es muy dulce de tu parte - Ari tomo el pequeño obsequio antes de acercar la rosa a su nariz y deleitarse con su aroma - Es precioso... Gracias - Sherlock tomo el arreglo y lo coloco en el saco de la castaña quien solo lo miraba fijamente. Después ambos siguieron caminando tomados del brazo.
-Lindos pendientes - Comento de la nada volviendo a sorprender a Ari.
-Gracias, me los dio mi padre. - Ahora un tanto más extrañada.
-Bonitos zapatos - Y ahí ella se dio cuenta de las intenciones desesperadas que Sherlock tenía por no crear un silencio incomodo - ¿Son cómodos?
-Espera - Se detuvo obligándolo a verla a la cara - Sherlock... No espero que seas un hombre que no eres... - Sonrió tomando sus manos con gentileza.
-Estamos en una cita - Se encogió de hombros - Vestidos... Para "Una noche romántica".. tiene que haber una conversación - Ari lo miro a los ojos intentando pensar las palabras correctas.
-De acuerdo a Freud - Comenzó captando la atención de Sherlock - Y estoy parafraseando, el instinto del afecto hacia algo exige un dominio sobre ese algo a obtener, y si una persona siente que no puede controlar lo que quiere se siente amenazada, por ello actúa negativamente hacia lo que no puede controlar... Igual que.. un niño de 8 años que golpea a una niña - Concluyó esperando a que él la comprendiera
-Te trate como una amenaza a John así que.. según Freud debes agradarme - Aquello le indico a Ari que si había entendido su punto - A partir de ahí y basados en tu teoría Freudiana ¿Que significa que empiece a ser amable contigo?
-Que estás aceptando tus sentimientos - Sherlock río.
-Y no hay nada que yo pueda hacer para hacerte pensar que no me agradas - Se burló Krøller antes de volver a caminar.
-Lo siento, pero no - Volvió a tomar su brazo - La oportunidad que tengo contigo esta noche, no quiero desperdiciarla hablando de ¿Que películas te gustan? o.. ¿Qué colores odias?..
-¿No era ese el propósito de esta cita? ¿Conocernos? - La miro de reojo - ¿Cuál es el motivo si no el saber banalidades de el otro?
-Lo descubrirás durante la noche... Ahora solo tranquilizate y disfrutemos de la noche.
Varias horas después, ambos salieron del museo entre risas y pequeños comentarios de todo lo que vieron.
-Entonces.. Entonces déjame ver si entendí - Ari haciendo un gran esfuerzo por no reír - Ponían a una mujer en una balanza.. Y si pesaba "Más" que una biblia.. ¿Eran juzgadas como brujas? - Una carcajada más salió de sus labios contagiando a Sherlock quien intentaba sujetar a Ari para que no cayera.
-Si, incluso a las mujeres que se les descubrían lunares las tachaban de brujas - Ambos reían divertidos mientras caminaban juntos sin rumbo fijo - Era una sociedad ignorante.. aún más que la actual, es hilarante ver qué lo poco que hemos llegado a comprender es considerado un avance al ser humano
-Lo se - Ambos terminaron caminando cerca de la playa del Támesis, el sol ya se había ocultado, la luna gibosa menguante estaba en su maximo esplendor, con una simple mirada cómplice Sherlock supo que sería buena idea ir a dejar que el agua les tocará los pies.
Krøller le extendió la mano a Ari antes de conducirla hasta la arena dónde ella decidió sacarse los tacones, a pesar de que la arena parecía nieve por lo fría y húmeda que estaba, ambos caminaron un rato más hablando de lo que vieron en el museo, lo que opinaban tanto de lo que conocieron como de las personas que estaban en ese lugar donde se exhibían instrumentos de tortura. Entre risas y risas Ari empujó suavemente con la cadera Sherlock, este la miro arqueando una ceja antes de devolverle el gesto, sin embargo, el empujón hizo que Ari casi perdiera el equilibrio, por lo que se quiso vengar de él y esta vez lo empujó con la fuerza suficiente para tumbarlo a la arena antes de empezar a correr rápidamente volviendo a reir, contrario a lo que todos pensaríamos Sherlock se estaba divirtiendo así que se levantó lo más rápido que pudo y comenzó a perseguir a la castaña, la tomo de la cintura antes de cargarla cual costal de papas y dar algunas vueltas en el aire.
-¡Sherlock basta! ¡Bajame por favor! - Le rogó al detective mientras le daba leves golpesitos en la espalda antes de que sus pies volvieran a tocar la arena, ambos estaban recuperando el aliento después de tanto esfuerzo físico y tantas risas - Gracias.. - Le sonrió con ternura.
-¿Gracias? ¿Por qué? - Frunció el ceño sin borrar la alegría de su rostro.
- Por esta noche, fue.. increíble, no me esperaba divertirme tanto.
-¿No esperabas divertirte? ¿No creias que fuese capaz de mantener un ambiente agradable? - Tal parecía que lo dijo con tranquilidad pero en realidad lo anterior le había molestado ligeramente.
-No, no me malinterpretes, es solo que.. Bueno John me pidió que fuera comprensiva, supuse que nunca habías tenido una cita como tal, además no haz sido un pan de Dios conmigo antes..
-Bueno, si no hubieras llegado tan abruptamente a nuestras vidas sabiendo información personal no te hubiera tratado de otra forma que no fuese a la idiotez promedio.
-¿Disculpa? ¿Me llamaste idiota? - La cara de Ari cambio de un estado alegre a un claro sentimiento de ofensa antes de cruzarse de brazos.
-Ay no te enfades, casi todos son idiotas - Se encogió de hombros.
-Excepto tú, me imagino - Ari todo los ojos antes de darse la vuelta para no mirar al heterocromo hombre quien ahora mismo había perdido el encanto para ella.
-Creo que está demostrado lo suficiente como para que sepas que yo soy la excepción.
-Bueno Holmes, no fuiste tú precisamente quien descubrió los chips.
-Suerte de principiante, nunca habías trabajado en esto y no fue más que una casualidad.
-Y supongo que mi trabajo como cirujana solo fue un juego de niños ¿No? - La chica solo necesitaba un comentario más para tener toda la noche desechada a la basura.
-Pues el único historial que me sorprende es el de tu padre, pero no estamos hablando de él ahora mismo, tu solo eres muy buena en lo que haces - Antes de que Sherlock siguiera hablando la vio darse la vuelta y empezar a caminar en dirección de la salida de la playa - ¡Oye! Espera, ¿Dónde vas?.
-¿Sabes cuál es tu problema Holmes? Te da terror ser feliz, estábamos perfectamente hasta que tuviste que abrir tu gran ¡Gran! Bocota - A pesar de estar hablando ella no se detenía - Te asusta pensar que puedes si quiera sentir la más mínima emoción sana y cuando la tienes, le das la vuelta tirando todo a la basura.
-Y ¿Que esperabas House? No soy un príncipe azul, eso no existe, ni siquiera supiste responderme a ¿Que buscabas con esta "Cita"?
-¡¿Que esperaba?! ¿¡Ni siquiera eso puedes deducir de mi?! - Le pregunto encarandolo antes de caminar hacia él haciéndolo retroceder - ¡Esperaba saber ¿Que piensas de mí?! ¡Genio! - Esas últimas palabras dejaron congelado a Sherlock quien no pudo evitar tragar grueso por los nervios, el detective se quedó plantado en su lugar sin saber que responder a su pregunta.
Ninguno se atrevió a volver a decir nada, estaban esperando a que se calmaran, sabían que las emociones les haría decir idioteces, así que decidieron quedarse en silencio durante 15 minutos, hasta que por fin Krøller suspiro y se armó de valor para poder hablar.
-Lo que pienso de ti.. eres una mujer muy fuerte, valiente... Obviamente con una mentalidad diferente a cualquier mujer que haya conocido, de verdad eres frustrante a veces - Razco su nuca e intento no molestarse consigo mismo por lo mucho que le costó decir aquello
- Tu te frustras solo... Yo solo soy yo, no pensé que mi presencia fuese un dolor de cabeza para ti.
-No eres un dolor de cabeza, es solo que eres tan impredecible que ahora no sé a qué atenerme con una mujer como tú. - A Ari le encantaba como el detective se refería a ella como mujer, pues parecía que esa palabra en los labios de Sherlock tenían un gran peso.
-Mira que casualidad, yo tampoco sé a qué atenerme con una mujer como yo - Bromeó un poco para calmar la tensión
-A veces pienso que eres de una forma y otras veces.. - No se animó a terminar la oración
-Pero eso es una ventaja ¿Quien sospecharia si se acercara a ti una mujer como yo? -Se acerco lentamente al detective quien comenzó a perderse los ojos de la chica, los cuales brillaban singularmente-
-Nadie.. -Murmuro suavemente cuando sintió la cercanía entre sus cuerpos-
-Y ¿Que pasaría si te abrazara una mujer como yo? -Lo abrazo por el cuello tensando a Sherlock que solo atino a tomarla por la cintura-
-Nada.. - El detective se animó a acercar más su rostro al de ella tentado a rozar sus labios de nuevo, como hace más de medio año no lo hacía
-Y ¿Quien se molestaría si te besara una mujer como yo? - Ari termino por hacer lo que ambos deseaban, sus labios se volvieron a juntar con lentitud y deseo, aún que no dejo de ser tierno y suave, no llego a subir de tono pero fue perfecto, cargado de todo aquello que ninguno se atrevía a decir.
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