CHAPTER ELEVEN
  last act ; Lily-flowe
evermore
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      LOS DÍAS PARECÍAN PASAR CADA VEZ MÁS LENTO DESDE que los alumnos habían regresado a Hogwarts desde las vacaciones de invierno y para Olivia no era muy diferente, no había hablado con los Merodeadores, salvo Remus desde el tren y lo desanimada que estaba era evidente. Sirius no estaba precisamente enojado con ella, pero sí se sentía un poco traicionado y por supuesto, él siempre apoyaría a James; Peter había decidido no tomar ningún bando, pero no se llevaba lo suficiente con la Eyre para hablar con ella por su cuenta y Remus era el novio de Thomas así que le era sencillo para él hablar con la rubia, eso y el hecho de que él ya sabía algo del plan que tenían.

    James se sentía demasiado desanimado, sabía que no quería estar mal con Olivia, pero aun se sentía algo dolido para hablar con ella, así que sí, se encontraba en un gran dilema.

    Durante aquella tarde, el azabache decidió salir a despejarse un rato y practicar quidditch, después de todo, tal vez era buen momento para volver al equipo finalmente, aunque de eso, aun no estaba muy seguro, claro, en otra situación lo podría haber consultado con Olivia, pero esa ahora no era una opción. Después de una hora, James se dirigió a la biblioteca en donde trataría de terminar las tareas que no había hecho durante toda la semana, normalmente recibiría la ayuda de Remus, sin embargo, él y Lupin no habían hablado casi nada desde el regreso al castillo.

    James se sentó en una de las largas mesas de la biblioteca y sacó sus libros para comenzar. Al cabo de unos minutos, el azabache no entendía ni se esforzaba por entender nada de lo que hacía, tomó un suspiro molesto y cerró el libro que tenía sobre sus manos de golpe, recibiendo la atención de sus compañeros y la mirada reprobatoria de la señora Pince. El chico tomó una fuerte respiración y se recostó en la mesa y tuvo que pasar un rato hasta que se percató de la presencia de la chica junto a él.

─ ¿Te ayudo en algo?

─ ¿Lily-flor?, ¿Qué... qué haces aquí?

    La de cabello rojo río ─ Si quieres me voy.

─ No, no, es solo que... ─ Limpió su área de trabajo ─ Que sorpresa tenerte por aquí.

─ Bueno, es solo que si te sientes como luces, entonces todo debe estar muy mal.

─ Hey, yo siempre luzco demasiado atractivo.

─ Oh, por supuesto ─ Volvió a reír ─ En fin, ¿Necesitas ayuda con eso?

─ Hmm yo... sí, sería estupendo, gracias.

    Ambos jóvenes se mantuvieron en la biblioteca por un buen rato, James pudo entender mejor con la ayuda de Lily y si bien la pelirroja había notado en los últimos meses lo agradable que podía llegar a ser James, definitivamente durante esa tarde pudo comprobarlo, y Potter después de varias semanas logró sentirse tranquilo.

─ Bien, supongo que eso era todo, estás al día.

─ En serio te agradezco, Lils, no sé qué habría hecho sin tu ayuda.

    Evans puso una mano sobre su hombro dándole una sonrisa reconfortante ─ Si necesitas algo, me lo puedes decir, ¿Sí?

    James asintió y la chica comenzó a caminar hacia la puerta para dirigirse al comedor, pero en algún momento decidió darse la vuelta.

─ ¿Sabes? Deberías hablar con Remus, con Peter y Black haciendo bromas todo el tiempo y ustedes distanciados... bueno, está algo solo.

─ ¿Y Diggory?

    Lily sonrío mirando hacia otro lado ─ No es lo mismo una pareja que tus amigos. Nos vemos, James.

. . .

      Durante todo el día, James estuvo ensayando muy bien sus disculpas hacia Remus y después de ensayarlo con Lily por mucho tiempo, el azabache se sentía listo para hablar con su amigo, había decidido citarlo en la torre de Astronomía para que los chicos no estuvieran molestando.

    Después de esperar por varios minutos, Lupin finalmente apareció y aunque no estaba muy seguro sobre disculpar a James, quería darle el beneficio de la duda y esperar a ver qué era lo que tenía por decir.

─ Lunático... ¿Cómo estás?

─ Eso debería preguntarte yo a ti, James... de veras que luces mal.

    Y es que aquello no era mentira, Potter parecía demasiado cansado, como si no hubiera dormido en mucho tiempo y era exactamente lo que pasaba, a veces los recuerdos de la muerte de sus padres, pegaban más que otras, la distancia con sus amigos y el hecho de que Olivia se hubiera ido, hacían que se sintiera triste y le costara dormir durante las noches.

─ Todo bien, Lunático ─ Sonrío ─ Igual te cite aquí para pedirte disculpas, yo no pensé...

─ Ese es el problema, Cornamenta, nunca piensas, siempre actúas de manera impulsiva sin detenerte a pensar en si eso va a herir a alguien o no y luego te arrepientes.

─ Yo sé que no estuvo bien, Lunático, pero yo de veras lo siento y no quiero que siga habiendo esta distancia absurda entre nosotros, es por eso que te pido que por favor me perdones y yo sé que mis palabras no cambiarán nada, es por eso que te pido que me disculpes y me des la oportunidad de demostrarte que quiero cambiar y ser más analítico en mis decisiones.

─ Está bien... pero con una condición.

─ Lo que sea, Lunático.

─ Habla con Liv.

─ Remus.

─ Solo habla con ella un vez, Cornamenta, yo decidí escucharte y deberías hacer lo mismo, si tienes razón en que no tuvo que ocultártelo, sus intenciones fueron buenas.

    James lo miró todavía con un poco de desconfianza ─ Solo una oportunidad...

─ Una, con eso es suficiente.

─ Bien...

─ Pues vamos.

─ ¿Ahora?

─ Por supuesto, ahora, no hay tiempo que perder.

    Al otro lado del castillo, Olivia y Thomas se encontraban en su sala común acompañados de varios de sus compañeros, en los últimos días, Olivia había estado mal y de eso todos se habían dado cuenta, no solo se veía desanimada por su distanciamiento con James, sino que las ojeras debajo de sus ojos eran aún más prominentes de lo que normalmente se veían, su cabello parecía haber perdido completamente el brillo y ya no parecía ser de un rubio dorado brillante, sino uno apagado, su cuerpo se veía demasiado delgado y frágil, era por eso que todos se habían propuesto ayudarla y tratar de animarla un poco con cualquier cosa, lo cual llevaban bien, todos salvo Thomas, él lucía bastante preocupado, pero trataba de aparentar tranquilidad por su mejor amiga.

    Todos se encontraban sentados en círculo, Pandora Moon había conseguido un tocadiscos en el que sonaba música del momento, algunos bailaban y bromeaban con Olivia y aunque ella sabía bien de sus intenciones, estaba agradecida por el interés que tenían en ella.

    La atención del grupo pese al alto volumen de la música y las conversaciones, se dirigió a los dos chicos que cruzaron la puerta y Olivia casi se atraganta cuando vio al azabache que la miraba con sorpresa, ¿Es que había sido tan estúpidamente orgulloso para no notar lo mal que se veía la chica? Olivia Eyre había sido su sostén durante todos esos meses y al parecer él no pudo hacer lo mismo con ella, porque lo que fuera que le pasara, la estaba acabando.

─ ¿Olivia?

    La Eyre se levantó con cuidado del sofá y antes de que pudiera decir cosa, sintió como su visión se puso borrosa y su cabeza comenzó a dar vueltas, lo último que la rubia escuchó fue la voz de James gritar su nombre y que alguien la atrapaba antes de que su cuerpo chocara contra el piso.

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author's note:

Esto está por terminar y no sé cuándo subiré el siguiente capítulo pero sí sé que será pronto, espérenlo :)