𝟬𝟲. 𝗍𝗁𝖾 𝗋𝖺𝗂𝗇𝖻𝗈𝗐 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗍𝗁𝖾 𝗌𝗍𝗈𝗋𝗆
CHAPTER SIX
last act ; the rainbow after the storm
evermore
▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃ ▃
EL TAN ANSIADO 31 DE OCTUBRE LLEGÓ, LOS ALUMNOS DE HOGWARTS disfrutaban de aquella fecha, ya que las clases eran un poco más tranquilas que las de el resto de los días y el profesor Dumbledore ofrecía una gran cena con un espectáculo para los alumnos, sin embargo, los días previos a aquella fecha, varias familias mestizas, fueron asesinadas, así que como acto de solidaridad, el show quedaría cancelado.
Olivia estaba por entrar a su clase de Transfiguraciones cuando sintió que la jalaban del brazo, se volteó para encontrarse con el rostro burlón de James.
─ Hola tú.
─ Olivia Eyre, afortunados los ojos que te ven ─ Dijo haciéndola reír.
─ ¿Y ese buen humor?
─ Es Halloween, duh.
─ Sí, bueno...
─ ¿Qué crees?
─ ¿Qué creo?
─ Ayer soñé contigo.
Olivia alzó una ceja de manera acusadora.
─ No así, tonta ─ Río y entró al aula junto a ella, sentándose en los pupitres del medio ─ Soñé que estábamos en el comedor, precisamente era Halloween y había un troll, puedes creerlo, ¡Aquí había un troll! Era grandioso y media tres metros, la cosa es que tú...
─ Señor Potter, gracias a Merlín es imposible que en este castillo entre en un troll ─ Lo reprendió la profesora McGonagall ─ Ahora, abran su libro en el capítulo seis que la clase está por conversar.
Durante la primera media hora de la clase, todos estuvieron callados, concentrados en sus actividades, Olivia miró de reojo a James, quien estaba recargado de su codo, con la cabeza descansando en su mejilla y la punta de su lengua de fuera, mientras escribía en su pergamino, su cabello desordenado le caía en la frente y la rubia se aguantó las ganas de acomodarlo porque... bueno, eso sería muy raro.
Río llamando su atención.
─ ¿Pasa algo, Liv? ─ Preguntó el muchacho en un susurro.
─ Nada.
Ambos volvieron a sus asuntos, hasta que unos minutos después, Olivia volvió a mirar al azabache.
─ No creo que sea imposible.
─ ¿El qué?
─ No creo que sea imposible que un troll entre aquí, solo... poco probable.
─ Poco probable ─ James repitió ─ Tal vez nosotros nos enfrentemos a un troll un día.
Oliva río ─ Sí, tal vez.
. . .
Cuando las clases terminaron ese día, el grupo se encontraba a las orillas del Lago Negro disfrutando de su tarde libre, Remus estaba recargado del tronco de un árbol leyendo, mientras que Sirius y James estaban recostados en el piso compartiendo un cigarrillo, Peter se encontraba agachado a cuclillas a la orilla del lago y Thomas estaba en las piernas de Olivia, mientras ella acariciaba su cabello.
La rubia no pudo evitar pensar en lo mucho que había cambiado su vida en las últimas semanas, porque de no querer verla ni en pintura, James se había convertido en una persona bastante cercana al igual que sus amigos, los chicos eran de lo más divertido, todo el tiempo bromeando y jugueteando, su personalidad era bastante parecida a la de la Eyre, así que eso hacía que fuera más sencillo convivir, en cambio, Thomas era un poco más calmado, al igual que Remus y Peter, así que había un buen balance.
─ Ah, había olvidado decirte, Cedric ya nació ─ Sonrío Thomas en dirección a Olivia.
─ ¡QUÉ!, ¿Cómo olvidas decirme algo así, Thomas Diggory?
─ Se me pasó.
Olivia negó con la cabeza y miró a Remus ─ Tú ya sabías.
─ Bueno...
─ Traidor ─ Le dijo a Thomas y se apartó de su lado, acercándose a los chicos.
─ ¿Quién es Cedric?, ¿Por qué ustedes saben cosas que nosotros no?
─ Es el bebé del hermano de Diggory.
─ ¿Amos Diggory? ─ James preguntó y Thomas asintió ─ Él era grandioso en quidditch.
─ Sí... lo era.
Olivia centró su atención en Pettigrew, nunca había convivido demasiado con él, de hecho, si habían cruzado más de diez palabras, era mucho, el regordete parecía entretenido haciendo lo que fuera en el lago, así que creyó que esa era la oportunidad perfecta para acercarse.
─ ¿Qué haces, Pet? ─ Gritó desde su lugar.
─ Dile Gusano ─ Dijo Sirius y el rubio asintió con las mejillas sonrosadas.
─ Aquí hay pececitos, ¿Quieres ver? Pero no demasiado, el agua ya comienza a enfriarse.
─ Por supuesto, el invierno está cerca.
─ Oh, sí, el invierno... y Navidad.
Durante el resto de la tarde, el grupo no se movió de ahí, solo hasta la hora de la cena, que fue mucho más larga que de costumbre, y sí, no hubo un espectáculo como el que se esperaba, pero al menos sí deliciosos platillos. Los Hufflepuff se separaron para ir a su sala común en donde cada uno se dirigió a sus respectivas habitaciones, sin embargo y al paso de varias horas y varias vueltas a la cama, Olivia no podía dormir, se levantó con cuidado de no despertar a sus compañeras y comenzó a vagar con cuidado en los pasillos sin rumbo exacto hasta que terminó en la torre de Astronomía, sorprendiéndose de ver a James ahí.
─ ¿Qué haces aquí?
─ ¿Qué haces tú aquí?
─ Nada, no podía dormir y es de mala educación contestar a una pregunta con otra pregunta, ¿Sabes?
La rubia se acercó sobando sus brazos por el frío y Potter río al notarla tan diminuta, así que se acercó con cuidado y pasó la chaqueta que llevaba por sus brazos, la cual, Olivia aceptó gustosa.
─ ¿Por qué estás aquí sin un suéter cuando estamos como a ocho grados?
─ No me había dado cuenta de que hacía tanto frío, solo salí... ─ El azabache asintió con la cabeza ─ ¿Ahora vas a contestar mi pregunta?
James se quedó callado por un momento, no sabía ni estaba muy seguro de querer explicar a la chica Eyre que estaba ahí porque no podía dormir, no había podido pensar en otra cosa en todo el día más que en sus padres, lo cual lo hacía sentir peor, ya que era confuso cómo algunos días parecía que el dolor disminuía y luego era tan intenso como antes o más.
─ Los extraño... ─ Contestó luego de varios minutos ─ Normalmente en estas fechas, mamá me enviaba galletas y papá algún regalo pequeño, cuando era más chico, ambos me llevaban a pedir dulces a lo muggle, era divertido.
Olivia sonrío acariciando su espalda ─ Es lindo que puedas tener esos recuerdos con ellos, te quedas con lo mejor, James, y créeme, lo entiendo perfectamente, a veces sientes que el dolor se fue y que puedes avanzar, luego te das cuenta de que no es así, hay días más difíciles que otros, pero está bien, es parte de un proceso... ellos siempre van a vivir en ti y para ti, de eso puedes estar seguro.
─ Sí... supongo que es verdad, gracias.
Ambos se quedaron en silencio por un rato ─ Aquí fue donde te conocí.
─ Fui un imbécil contigo.
─ Siempre eres un imbécil.
─ Sí, pero no tenía que ser ese tipo de imbécil, tú solo querías ayudar...
─ Está bien, aprecio la disculpa y bueno... me alegra que ahora seas parte de mi vida, James.
─ ¿Sabes? Yo nunca creí en eso de... el arcoíris después de la tormenta, pero tu mera presencia es eso para mi vida ─ Se volteó para verla mejor ─ Y a mí también me alegra que seas parte de mi vida, y que no te hayas rendido ante todas mis negativas.
Ambos sonrieron hacia el otro y se quedaron en la torre el resto de la noche sin la necesidad de decir una sola palabra.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top