Capítulo XVI
—¿Qué haces aquí? ¿Vienes a burlarte de mí al igual que lo hizo tu compañero? —musitó Anne, cuando comenzó a tomar conocimiento de la realidad, aunque con la resaca de la simulación martillando en su mente.
Salir de aquella era como despertarse de un vívido sueño, del cual quedaban visibles rastros.
Hasta el momento en que el cerebro procesaba qué era lo que verdaderamente estaba pasando, el individuo se mostraba confuso, desorientado.
—Nada de eso. Vine a disculparme— anunció Jack, dirigiéndole una mirada apesadumbrada.
Aquel gesto le otorgaba un poco de dulzura adicional a sus rasgos.
Si la chica no hubiera sabido a ciencia cierta que había despertado, la situación inusual le hubiera resultado una alucinación más.
—¡Qué bien! —fue todo lo que dijo, mientras desviaba la vista de aquellos ojos tormentosos, que horas antes ansiaba tanto ver, pero que ahora, luego de haber sido sometida a la tortuosa habitación del pánico, rechazaba.
Definitivamente Anne culpaba a Jack por su situación actual, ya que a su criterio, él podría haberla salvado si le hubiera dado una oportunidad de demostrarle la verdad, pero prefirió rehusarse y esas eran las consecuencias.
—Sé que debes odiarme por mi comportamiento— "Genial, ahora es adivino, además de mártir" pensó—. Intenté hacer lo que mi instinto racional me decía, pero olvidé que a veces la razón suele equivocarse—dijo él, salvando las distancias entre ambos, hasta ponerse frente a frente, sujetando sus manos trémulas entre las suyas, conteniendo el temblor—. Por eso vengo ahora a reparar mis errores y a liberarte Anne—arguyó, ante la mirada incrédula de la psiquiatra, que no se permitía flaquear, ni siquiera ante aquella cercanía abrazadora.
Acto seguido miró sus manos y se encontró con que de pronto estaban adornadas por un par de esposas magnéticas.
—¿Dices que vienes a liberarme y vuelves a esposarme? ¡JA! — aquello le parecía una mala broma.
Jack formuló una media sonrisa, a desgano.
—Para sacarte de aquí y a los otros dos, sin levantar sospechas, debo fingir un "traslado" —explicó.
La doctora analizó sus palabras y gestos unos segundos, resolviendo que eran sinceros.
—¿Quién se volatizó frente a ti? ¿fue Kalani? — preguntó astutamente.
Ella sabía que esa era la única alternativa factible que podía explicar aquel vertiginoso cambio en su conducta. Jack era un hombre de cáracter recalcitrante.
El oficial volvió a sonreír, ahora con cierto ápice de satisfacción, pues esa extraordinaria mujer sabía leerlo mejor a él, que él a ella.
—Fue mi ex esposa.
Treinta minutos después, luego de colocar a Ethan dentro de la celda del pánico –previo cambio de la clave de seguridad- y sacar a Steven y Mónic de sus respectivas simulaciones, con la excusa de un traslado - el uso del electrochoque había sido un método demasiado extremo, impulsivo y estúpido y ya no cabía como posibilidad- los tres prófugos y el oficial –a quien pronto le correspondería esa catalogación- estaban en el patrullero transitando la autovía terrestre.
—¿Desde cuándo confías en este poli?— dijo Steven a Anne, desde el asiento trasero del vehículo, ignorando por completo la presencia de Jack.
—Desde que salvó nuestros traseros— se encontró diciendo la psiquiatra, para su propia sorpresa.
Pasar tiempo en compañía del hacker y la periodista con complejo de terminator había afectado sin duda su refinado léxico.
—Buen punto— reconoció Mónic, que de pronto se manifestaba muy comprensiva con Anne, como si ya la considerara su camarada, aunque en parte lo era.
—Bien...—soltó Steven, intentando cruzar sus brazos, sin éxito, pues aún tenía colocadas las esposas—. En tal caso, ¿qué esperas para quitarnos estas cosas "poli"? Hasta el momento, solo Anne está libre —elevó sus brazos unidos por los brazaletes magnéticos para que su sangre circulara—. ¿Mencioné que sufro de calambres?
—Activar "comando automático" — ordenó Jack al vehículo inteligente, que comenzó a auto conducirse, de manera que él pudo enfocarse en la situación actual y liberar a Mónic y Steven —. ¿Feliz ahora?— preguntó Jack, cuando le tocó el turno al rubio.
Sobra decir que a Jack poco le importaba el nivel de "confort" de Steven y que su liberación solo formaba parte de una larga cadena de favores que él sentía deberle a Anne y que servirían para su reivindicación.
—Lo estaría sino tuviera que oírte, pero pedirte que coloques el cristal anti sonoridad en medio de ambos, me impediría hablar con Anne— sentenció el ojiverde, dejando en evidencia lo mucho que detestaba a Jack. ¡Y no era para menos luego de todas las peripecias y complicaciones que habían sufrido por su culpa y las de su compañero isleño!
Cuando el policía les había contado el evento de la "volatización" de su ex mujer, Steven deseó que hubiera sido Kalani, en lugar de ella, quien se hubiera esfumado.
"¡La felicidad en esta vida es tan limitada!" pensó.
Anne por su parte se preguntó ¿qué hacía Jack en la casa de su ex a esas horas matinales?
Una puntada en el centro de su pecho, similar a un aguijonazo, había acompañado tales pensamientos.
—Mejor pensamos qué hacemos ahora, antes de que en los polis de la Estación se den cuenta de que fueron engañados por uno de los suyos y empiece de nuevo la persecución— repuso Mónic, quien una vez más había resultado ser la voz de la razón en el vehículo.
—¡Me parece una gran idea!— aportó Anne, guiñándole un ojo a su compañera, quien le sonrió cómplice.
"¿Desde cuándo se han vuelto tan compinches estas dos?" analizó Steven.
—Bien...— acordó en voz alta—. En tal caso, necesitaré tu dispositivo móvil "poli". Aunque no puedo entrar al software central de la Estación y volver a infiltrarme a El Pentágono—dijo, con cierto deje nostálgico— al menos podré falsificar un par de órdenes de transferencia a algún centro penitenciario de Virginia. Seguiremos con tu "ingenioso plan de traslado" por ahora. Eso nos facilitará la salida.
—De acuerdo— dijo Jack y le tendió el móvil, pero antes de soltarlo, siendo vencido por su particular humor, añadió—. Solo ten en cuenta que la próxima vez que me pongas un mote, ese par de esposas serán una constante en tus muñecas.
Este capítulo va dedicado a mi querida amiga Escriboymegusta
¡Mil gracias por todo el apoyo y por tus comentarios que siempre me sacan sonrisas!
Te adoro 😘
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