Capítulo XV

"Anne. Debo ver a Anne" fueron los primeros pensamientos coherentes de Jack, cuando logró salir de su estado de estupefacción.

Ante el insólito suceso se había quedado estático por algunos segundos, de pie en el porche contemplando la nada, mientras en su mente numerosos pensamientos se apelmazaban rápidamente como los oscuros nubarrones que ahora cubrían el cielo.

Las esperanzas de un día soleado se habían esfumado tan rápido como Johanna. Se avecinaba una tormenta, como las que no se veían hacía tiempo.

La brisa había comenzado a soplar con mayor fuerza y habían sido el potente sonido de los  truenos el que había sacado a Jack de su ensimismamiento.

Empezó a correr siguiendo el sendero que había tomado inicialmente, volviendo sobre sus pasos. Se lamentaba no haber llevado ningún vehículo que aligerara su marcha, pues la Estación de Policía quedaba  lejos.

Llegó a la avenida agitado y sudoroso, con el corazón aleteando frenético como un halcón en cautiverio.

Por fortuna logró divisar un taxi y no dudó en tomarlo, justo cuando las primeras gotas de lluvia empezaban a caer humedeciendo aún más su cuerpo.

Le dio al taxista referencias apresuradas, enrevesadas, pero los términos principales le habían sonado claros al conductor: "Policía de N.Y", así que supo guiarse de todos modos.

Durante un instante de lucidez en el viaje, cogió su móvil y en el buscador ingresó los datos de su ex esposa. Los  resultados fueron infructuosos.
Ningún individuo se ajustaba a su perfil.

Johanna había sido borrada de la red y él sospechaba que pronto su recuerdo también sería exterminado del memorial de su entorno. Tal como había sucedido con la paciente de Anne.

"Todo es cierto. ¡Maldición! El Gobierno está detrás de las desapariciones" se repetía mentalmente.

Rogaba en su fuero interno que él no corriera con la misma suerte. Era imperativo que recordara para ayudar a la psiquiatra.

No esperaba que lo perdonara a la primera, pero debía intentar reivindarse.    

Después de dejar parte del sueldo al ladino conductor, que había sabido aprovechar su estado de confusión, Jack estaba en el Departamento de Policía nuevamente.

Entró como si fuese un espectro de pálido semblante y mirada perdida. Estaba totalmente empapado, ya que al descender del automóvil el aguacero lo había atrapado, pero seguía enfocado en un único pensamiento: Anne.

Hasta la más ínfima partícula de duda se había esfumado y todo rastro de resquemor que pudiera sentir por la mujer que horas antes había dañado a su mejor amigo, también.

Ahora entendía que ella había recurrido a medidas desesperadas por su culpa, por su "falta de fe", como bien había manifestado.

Aún en su momento de consternación y confusión sabía que había sido un idiota y lo que más deseaba era reparar sus fallas.

En el corredor se topó con uno de sus compañeros, Derek, a quien increpó para obtener información acerca de la ubicación exacta  de los prisioneros, particularmente de la psiquiatra, esperando no haber llegado demasiado tarde.

El agente novato, de apenas 20 años, enfocó sus ojos en los del experimentado oficial, notando su comportamiento irregular, y sus alterados ánimos.

—¿Se encuentra bien?— preguntó frunciendo su poblada cejijunta — . Porque se ve algo exaltado...

—Cuando quiera una opinión sobre mi estado anímico se la pediré a un profesional médico muchacho. ¡Ahora responde lo que te pregunté! ¿Dónde está la prisionera Anne Jones? —exigió Jack, elevando la voz.

Sus años dentro de las fuerzas le habían conferido cierto status y aunque aquel no estuviese respaldado en su rango, ya que de hecho, ambos tenían igual jerarquía, el inexperto agente sintió que aquel hombre de porte imponente y extensa trayectoria merecía respeto.

—Creo que ella está en una de las celdas del pánico, señor. Hace una hora le insertaron el microchip...

Dicho aquello Jack dejó a media frase al joven, mientras salía disparado al piso superior.

"¡Maldita sea! Llegué demasiado tarde." Se lamentó internamente.

Cuando finalmente llegó hasta la celda donde ella se encontraba, se mantuvo meditabundo un momento frente a la puerta. Lo que estaba a punto de hacer, sellaría su destino para siempre.

¿Qué estaba dispuesto a perder?

"Por ella... todo" Pensó y se adentró en el interior.

La imagen que sus ojos captaron en las pantallas, lo sorprendió.

La celda del pánico se mantenía en aparente estado de reposo, esto significaba que mantenía la apariencia de un cuarto común y corriente. Pero Jack supo que una simulación estaba en marcha, pues divisó a otras personas conocidas junto a Anne, entre estas él mismo.

Entendió entonces que aquello era una representación del fallido rescate de Steven.

El oficial había llegado justo para "revivir" el momento en que Anne le disparaba a Kalani en la pierna, pero lo que acontecía después era lo novedoso.

Su falso "yo" comenzaba a desintegrarse. El cuerpo se volatizaba frente a la psiquiatra, que parecía desfallecer ante el hecho.

Jamás había visto a esa mujer quebrarse como hasta ahora, ni siquiera cuando le había narrado la desaparición de su paciente.

Esa imagen desgarradora, los gritos y sollozos que profería, hicieron que su propio corazón se resquebrajara.

—Ah Jack...no me había dado cuenta que habías entrado —comentó otro de sus colegas, Ethan, quien estaba supervisando aquella simulación, con gesto entretenido— . Llegaste justo para el gran final o mejor dicho el inicio del drama. Al parecer la doctorcita teme perderte.

El agente sintió deseos de emparejar la ligera desviación de la mandíbula de Ethan a golpes, por lo inapropiado del comentario, pero se contuvo.

Lo más probable era que Anne sintiera terror ante la posibilidad de que otra persona se desvaneciera frente a sus ojos como por arte de magia, aunque también podría sentir miedo, frustración e impotencia ante aquella desaparición forzada, por parte de una Institución que en teoría debía procurar su seguridad y protección.

Él mismo había experimentado esas horribles sensaciones de turbación y desconcierto y no se las deseaba ni a su peor enemigo.

Parte de él, también admiraba a Anne, quién se había comportado "serena y cuerda" la primera vez.

"¡Sin duda es una mujer excepcional y muy valiente!" pensó. "Pero hasta los más fuertes se quiebran"

Incluso él había estado al borde del colapso, y aún luchaba por mantenerse concentrado y guardar cierta "compostura".

—¿Es la primera simulación a la que la sometes?—preguntó.

—No. He hecho varias pruebas antes—repuso el contrario—.  Las usuales, para determinar qué tan propensa al crimen es— Jack guardó silencio a la espera de que continuara hablando—. La verdad, ha pasado todas las simulaciones y de no ser por esta infracción...es decir, el disparo a tu compañero, la chica estaría totalmente absuelta.

En ese punto Jack sintió deseos de abrazar a Ethan.

—Okey, es todo lo que necesitaba escuchar— argumentó y se abalanzó sobre él, aunque no fue precisamente su abrazo el que el agente sintió, sino el agudo aguijonazo del electrochoque.

N/A

¡Hola amores! Les quería contar que ya faltan pocos capi para el final. Estimo que llegaré a los 25 o 27 en total. Salvo que haga algún anexo (ya veré)

Como se nota, la obra ya tiene mockup. Un trabajo maravilloso hecho por CynthiaDannot. ¿Les gusta?

Les tengo otra pregunta, ¿hasta ahora cuál es su pj favorito? ¿Y su ship?

¡Muchas gracias por todo el apoyo diario! Son geniales.

Este capítulo va dedicado con especial cariño a mi querida crush, my  platonic love JayCam quien desde el inicio me ha apoyado en la historia y es la única que sabe parte del final jajaja

Pd: no vale extorsionarla XD

Te adoro mi reina 💋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top