Cuando Tanjiro, Senjuro y Muichiro se acercaron a Mike Afton para preguntarle sobre la transformación de su hermano en un demonio, buscaban entender cómo alguien como Rui Ayaki, que una vez fue Evan Afton, pudo convertirse en una de las Doce Lunas, entre los demonios más peligrosos al servicio de Muzan Kibutsuji. La respuesta de Mike reveló una historia desgarradora que dejó a los pilares entre la sorpresa y la decepción.

Narración de Mike Afton: La Verdad Detrás de Rui/Evan

Mike: "Evan no siempre fue así... No siempre fue ese demonio despiadado que conocéis ahora. Mi hermano siempre fue débil, enfermizo desde que nació. Desde pequeño, su cuerpo frágil lo hacía diferente, siempre quedándose atrás mientras otros niños jugaban y se fortalecían. Fue objeto de burlas, no solo por extraños, sino también por mí. Lo acosaba y abusaba de él sin piedad, pensando que, al forzarlo, se haría más fuerte..."

Mike respiró hondo antes de continuar, mirando con algo de arrepentimiento en sus ojos.

Mike: "Su fragilidad no solo era física. Emocionalmente, Evan era muy sensible. Las constantes burlas, el acoso en la escuela y en casa lo quebraron. Para empeorar todo, nuestro padre, William Afton, lo consideraba una carga. Un niño débil, frágil, que no cumpliría con las expectativas de la familia. Lo expulsó de casa... Solo porque no encajaba en el molde que él quería."

Los pilares escuchaban en silencio, cada palabra de Mike aclarando el dolor y el trauma que había llevado a Rui a buscar un escape.

Mike: "Evan desarrolló un gusto por las cosas extrañas, fetiches raros. Le gustaban los dulces ácidos, la comida extremadamente picante... Cualquier cosa que pudiera estimular sus sentidos y distraerlo del dolor constante que sentía. Siempre fue increíblemente inteligente, incluso más que mi padre. Sabía cosas que los demás no entendíamos. Y tenía ciertos dones... Oídos increíblemente agudos, podía escuchar con más claridad que cualquiera. Y su vista, era impresionante en la oscuridad, encontrando cosas con facilidad."

Los ojos de Tanjiro se ensombrecieron. Sabía lo que era el dolor y el sufrimiento, pero lo que escuchaba sobre Evan —ahora Rui— era una historia de soledad y desesperación.

Mike: "Eventualmente, fue convertido en demonio por alguien que le ofreció todo lo que nunca tuvo: poder, salud... venganza. Su transformación lo cambió por completo. Ahora es agresivo, arrogante, misterioso. No soporta que lo llamen débil. Es sensible, pero su sensibilidad lo lleva a la violencia. Se volvió frío, calculador. Y cuando se enoja..."

Mike dudó antes de continuar, como si reviviera recuerdos difíciles.

Mike: "Se vuelve un monstruo. Psicópata, sádico, retorcido y manipulador. Esos son los resultados de todo el abuso, del acoso, de la traición. Lo que mi padre y yo le hicimos... Lo que el mundo le hizo. Por eso es una de las lunas más peligrosas. No solo por su poder, sino por todo lo que lo llevó a este punto."

Reacción de los Pilares

Al escuchar la historia completa, los pilares quedaron en shock. Tanjiro, con su sensibilidad hacia el dolor ajeno, no podía evitar sentir tristeza por la historia de Rui. Sabía que, aunque ahora era un enemigo peligroso, una vez fue solo un niño frágil que buscaba ser aceptado.

Muichiro, siempre en control de sus emociones, estaba sorprendido, pero su expresión permaneció estoica. Senjuro, por su parte, mostró compasión, viendo la situación desde una perspectiva de comprensión. La decepción hacia Mike y William era palpable, pero también entendían el dolor que había impulsado la transformación de Rui.

Finalmente, Tanjiro habló, su voz cargada de dolor:

Tanjiro: "A veces, el sufrimiento crea monstruos, pero... eso no excusa lo que ha hecho. Tenemos que detenerlo. No importa cuán grande sea su dolor, no podemos permitir que siga hiriendo a más personas."

Los demás asintieron, entendiendo que, aunque la historia de Evan Afton era trágica, Rui, el demonio en que se había convertido, seguía siendo una amenaza que debía ser eliminada.

Senjuro, tras escuchar la historia completa de Rui Ayaki (anteriormente Evan Afton), comenzó a entender con más claridad la locura que lo consumía. Al reflexionar sobre todo lo que Mike había revelado, las piezas encajaron en su mente. Rui no solo buscaba poder, salud, o venganza. Lo que más anhelaba, desde lo más profundo de su ser, era algo mucho más simple y trágico: una familia y amor.

Senjuro: "Él solo quería pertenecer... Tener una familia que lo amara de verdad."

Los ojos de Senjuro se llenaron de tristeza al darse cuenta de lo profundo que era el sufrimiento de Rui. La decepción, el odio y el resentimiento que Rui sentía no solo estaban dirigidos hacia los pilares y cazadores de demonios, sino también hacia su propia familia, hacia Mike y William, quienes lo habían fallado desde el principio. En su mente rota, todos ellos representaban una traición, una traición a su búsqueda de amor y aceptación.

Senjuro: "Lo que más quería era lo que se le negó desde el principio: ser aceptado. Primero por su propia familia, luego por el mundo."

Después de comprender las motivaciones de Rui y el profundo dolor que lo había llevado a la locura, Senjuro se sintió conflictuado. Por un lado, sabía que Rui era un enemigo peligroso que, al servicio de Muzan, debía ser detenido. Pero por otro, entendía que Rui era una víctima del odio, del abandono, y del rechazo. Había sido una persona rota que buscaba desesperadamente amor y familia, pero solo encontró traición y destrucción.

Reflexión de Senjuro

Senjuro, con su naturaleza gentil y compasiva, no podía ignorar el sufrimiento detrás de la monstruosidad que era ahora Rui. Se dio cuenta de que, aunque Rui había hecho cosas horribles, su historia era un recordatorio del tipo de sufrimiento que los demonios podían experimentar antes de convertirse en lo que eran.

Senjuro: "Rui nunca fue un demonio de verdad. Era solo un niño que nunca encontró el amor que merecía."

A pesar de esta reflexión, sabía que Rui era peligroso. No podía permitir que alguien tan inestable, lleno de odio y poder, siguiera hiriendo a otros inocentes. Sin embargo, Senjuro decidió que no lucharía contra Rui con odio en su corazón, sino con compasión y entendimiento. Comprendía que la única forma de ayudar a Rui ahora era detener su sufrimiento.

La locura de Rui no era solo resultado del poder demoníaco que corría por sus venas, sino del vacío emocional que nunca pudo llenar. Había tratado de crear su propia "familia" de demonios, pero ni siquiera eso lo había salvado. En lugar de encontrar consuelo, se hundió más profundamente en su odio y resentimiento.

Senjuro: "Entiendo ahora... Odia a los pilares porque representan todo lo que nunca pudo tener: fuerza, unión, respeto. Odia a Tanjiro porque, de alguna manera, él logró lo que Rui nunca pudo... proteger a su hermana, y tener un lazo que sobrevive incluso a la maldición del demonio."

Senjuro cerró los ojos, sabiendo que no habría forma de salvar a Rui. A pesar de su comprensión, la realidad era que el odio y la decepción habían consumido a Rui por completo. Ahora era un enemigo que debía ser enfrentado, no solo por su poder, sino por su insaciable deseo de destruir todo lo que alguna vez quiso.

Después de escuchar la historia de Rui y comprender su trágico pasado, Tanjiro se sintió profundamente conmovido. Como alguien que siempre ha creído en la redención y ha mostrado compasión incluso por los demonios, Tanjiro entendía mejor que nadie el dolor que Rui había sufrido.

Reflexión de Tanjiro

Al escuchar a Mike explicar los orígenes de Rui, Tanjiro vio un reflejo del sufrimiento que los demonios enfrentan. La enfermedad, el abuso, el trauma emocional, y la desesperada búsqueda de amor que había marcado la vida de Rui antes de convertirse en demonio lo impactaron profundamente.

Tanjiro: "Rui... no era malo desde el principio. Era solo un niño que quería ser amado, pero fue corrompido por el odio y la desesperación."

Esta revelación hizo que Tanjiro reafirmara su convicción de no ver a los demonios solo como monstruos, sino como seres que una vez fueron humanos, atrapados en una maldición. Sabía que, aunque Rui había hecho cosas terribles, era importante recordar su humanidad perdida.

Decisión de Tanjiro

A pesar de su compasión, Tanjiro sabía que Rui seguía siendo un enemigo peligroso. Si bien sentía tristeza por el destino que había llevado a Rui a convertirse en lo que era, sabía que, como cazador de demonios, tenía una responsabilidad. Rui, con todo su poder y odio, era una amenaza que no podía ser ignorada, y si no lo detenían, más personas inocentes sufrirían.

Tanjiro decidió que, cuando se enfrentara a Rui de nuevo, intentaría hablar con él. Quería ver si, de alguna manera, podía llegar al corazón de Rui, hacerle recordar el niño que alguna vez fue, y ofrecerle una oportunidad de redención. Sin embargo, también sabía que debía estar preparado para luchar con todas sus fuerzas si Rui no aceptaba.

Tanjiro: "Si puedo hacer que recuerde quién fue antes de volverse demonio, tal vez pueda liberarlo del sufrimiento... pero si no, tendré que detenerlo para que no haga más daño."

Acción Inmediata

Tanjiro decidió entrenar intensamente, no solo en sus habilidades con la espada y las técnicas de respiración, sino también en fortalecer su mente y corazón. Sabía que enfrentarse a Rui sería una prueba emocional, pues le recordaba lo fácil que podría haber sido para él o para Nezuko caer en la oscuridad, como lo hizo Rui.

Además, Tanjiro habló con Senjuro y Muichiro, compartiendo sus intenciones de intentar razonar con Rui, pero acordando que debían estar preparados para cualquier desenlace. Sabía que, si Rui no podía ser redimido, tendría que detenerlo por el bien de todos, aunque eso le rompiera el corazón.

Cuando Senjuro, Muichiro y Tanjiro decidieron ir a la celda de Rui Ayaki (anteriormente Evan Afton), lo hicieron con una mezcla de esperanza y preocupación. Sabían que convencer a Rui de unirse a ellos y, más aún, de recuperar su humanidad, sería una tarea difícil. A pesar de eso, estaban decididos a intentarlo, creyendo que en algún lugar dentro de su corazón aún había una posibilidad de redención.

Llegada a la celda de Rui

Cuando llegaron a la celda, Rui estaba encadenado y con el cuerpo visiblemente afectado por su reciente batalla y la tortura que había sufrido. El ambiente era pesado, y la presencia de Rui se sentía amenazante, pero los tres cazadores de demonios estaban decididos a intentarlo.

Tanjiro fue el primero en hablar con una voz calmada pero firme.

Tanjiro: "Rui... sabemos que has sufrido mucho. Sabemos que no siempre fuiste así. No queremos pelear contigo. Queremos que veas que hay otra forma, una en la que no tienes que seguir siendo un esclavo de Muzan."

Senjuro, con su usual amabilidad, trató de apelar al deseo de Rui de tener una familia y ser amado.

Senjuro: "Rui, aún puedes tener una familia verdadera. No una creada a la fuerza o por odio, sino una que te ame de verdad. No tienes que ser el demonio que Muzan quiere que seas. Puedes ser algo más."

Muichiro, aunque menos emocional que los otros dos, también intentó llegar a él de una forma más lógica.

Muichiro: "Ser un demonio solo te mantiene atrapado. No eres libre, solo eres una herramienta para alguien más. Si te unes a nosotros, podrías ser más que eso. Podrías luchar por algo real."

Reacción de Rui

El rostro de Rui se torció en una expresión de rabia y odio, sus ojos rojos brillaban con furia contenida. No quería escuchar nada de lo que los cazadores de demonios tenían que decir. En su mente, ser humano significaba volver a ser débil, frágil y vulnerable, cosas que detestaba con toda su alma.

Rui: "¡NO! ¡NO VOLVERÉ A SER HUMANO! ¡NO SERÉ DÉBIL, ENFERMO Y LLORÓN OTRA VEZ!" gritó, su voz resonando por la celda.

Rui se retorcía de rabia, sus manos temblaban, y las cadenas que lo mantenían sujeto parecían tensarse bajo la presión. Para él, ser humano era sinónimo de sufrimiento, de estar a merced del dolor físico y emocional que había vivido antes de convertirse en demonio.

Rui: "¡Ustedes no entienden! ¡Ser humano es sufrir! ¡Ser débil es lo peor que te puede pasar! ¡Prefiero mil veces seguir siendo un demonio que volver a eso!"

La Respuesta de Tanjiro

Tanjiro, a pesar de los gritos de Rui, no se movió ni mostró miedo. Sabía que, en el fondo, Rui estaba gritando desde un lugar de profundo dolor y miedo.

Tanjiro: "No tienes que ser débil, Rui. Ser humano no significa ser débil. Significa ser fuerte de una manera diferente, una que no requiere lastimar a otros o seguir órdenes de alguien como Muzan."

Tanjiro se acercó un poco más, manteniendo una mirada tranquila.

Tanjiro: "Sé que tienes miedo. Pero también sé que dentro de ti aún queda algo de esa persona que quería amor, que quería una familia. No tienes que seguir este camino de odio. No tienes que seguir siendo un esclavo de Muzan."

Reacción Final de Rui

Rui, aunque aún estaba lleno de ira, parecía dudar por un breve momento. Las palabras de Tanjiro, Senjuro y Muichiro empezaron a hacer eco en su mente, pero su miedo a volver a ser el niño frágil y débil que una vez fue lo seguía atormentando.

Rui: "¡Nunca volveré a ser débil! ¡No lo entienden! Prefiero morir como un demonio que vivir como ese humano patético que una vez fui."

La tensión en la celda creció, y estaba claro que, aunque las palabras de los cazadores habían llegado a una parte de Rui, su odio, miedo y trauma eran aún demasiado profundos para que cediera tan fácilmente.

Conclusión

Tanjiro, Senjuro y Muichiro comprendieron que no sería fácil cambiar el corazón de Rui. Aunque no había una respuesta inmediata, sabían que la semilla de la duda estaba plantada. Rui no había cedido, pero tampoco había cerrado completamente la puerta. Sin embargo, también entendían que, si llegaba el momento de enfrentarse a él, tendrían que luchar, incluso si les dolía hacerlo.

Tanjiro: "No te rendiremos, Rui. Volveremos a intentarlo. Pero si decides quedarte en este camino de odio, no tendremos más opción que detenerte. Espero que algún día entiendas que ser humano no es ser débil."

Las palabras de Tanjiro resonaron con fuerza en la celda donde Rui Ayaki, anteriormente Evan Afton, permanecía atrapado. Tanjiro, mirando a los ojos de Rui, apeló al dolor y la soledad que tanto habían marcado la vida del demonio. Sabía que no sería fácil, pero intentaría una última vez llegar a lo más profundo de su corazón.

Tanjiro: "Rui, recuerda a tu verdadera madre. Ella te amaba de verdad. Lo sé porque, a pesar de todo, sé lo que es tener una familia que te quiere, incluso en los peores momentos. Muzan no es tu familia, él solo te utiliza por tu inteligencia, por las habilidades que desarrollaste como demonio. Pero eso no es amor, Rui. Es manipulación."

Las palabras de Tanjiro tocaron algo profundo dentro de Rui. Durante un breve momento, sus ojos, antes llenos de ira, parecían mostrar una chispa de duda, como si los recuerdos de su vida pasada comenzaran a filtrarse.

Tanjiro: "No tienes que ser su esclavo. No tienes que estar bajo su control. Si quieres seguir siendo un demonio, puedes hacerlo, pero no bajo las órdenes de Muzan. Hay otros demonios, como Tamayo, que han encontrado la forma de vivir libres de él. Tú también podrías hacerlo."

Rui: "¿Tamayo...?" susurró en voz baja, apenas audible.

Tanjiro: "Sí, Tamayo. Ella era como tú, un demonio bajo el control de Muzan. Pero se liberó. Ella encontró su propia forma de vivir sin ser controlada, sin tener que seguir sus órdenes. Si ella pudo hacerlo, tú también puedes. No tienes que ser el Rui que Muzan quiere que seas. Puedes ser el Rui que decides ser."

Rui, aunque aún lleno de odio y miedo, se encontraba ahora inmerso en una batalla interna. Los recuerdos de su madre, de su familia, y el odio que había sentido hacia ellos por su debilidad comenzaron a mezclarse con el deseo de ser libre de Muzan.

Rui: "Pero... si no soy un demonio bajo su control, ¿qué soy entonces? ¿Qué haré?" preguntó, su voz temblorosa por la confusión.

Tanjiro sonrió con tristeza, sabiendo que la respuesta a esa pregunta no era fácil.

Tanjiro: "Serás lo que tú decidas ser, Rui. No tienes que seguir un camino que te dicten otros. Puedes elegir tu propio camino. Puedes decidir si quieres seguir siendo un demonio o intentar recuperar algo de tu humanidad. Pero lo más importante es que seas libre de decidirlo por ti mismo."

La celda quedó en silencio mientras Rui procesaba las palabras de Tanjiro. No respondió de inmediato, pero algo había cambiado en su interior. El odio que lo consumía parecía tambalearse, y aunque no estaba listo para tomar una decisión definitiva, las palabras de Tanjiro habían dejado una huella.

Finalmente, Tanjiro, Senjuro y Muichiro abandonaron la celda, sabiendo que habían plantado una semilla de duda en el corazón de Rui. Sabían que su camino aún estaba lleno de oscuridad, pero al menos ahora, Rui comenzaba a cuestionar el control que Muzan ejercía sobre él.

El tiempo diría si esas dudas florecerían en una oportunidad de redención o si el odio continuaría consumiendo a Rui.

Después de la conversación con Tanjiro, Rui quedó solo en su celda, sumido en una profunda confusión. Las palabras de Tanjiro resonaban en su mente, luchando contra el odio y la lealtad ciega que había tenido hacia Muzan. Sentía una ira interna, pero también una chispa de duda, algo que no había sentido en mucho tiempo.

Rui se sentó en el suelo frío de la celda, observando sus manos temblorosas. Por primera vez en mucho tiempo, comenzó a cuestionar su vida como demonio. El odio que había alimentado durante tanto tiempo hacia su familia y hacia los cazadores de demonios parecía, de alguna manera, menos sólido. Recordó a su madre, a su familia falsa y la desesperación que lo había empujado a crear esa "familia". ¿Todo eso había sido un error? ¿Era verdad que Muzan solo lo había utilizado?

Mientras esos pensamientos lo carcomían, Rui sintió una mezcla de miedo y rabia. No podía aceptar fácilmente la idea de ser débil otra vez. Ser un humano significaba volver a ser un niño frágil, un ser indefenso. La idea de convertirse en alguien como Tamayo, un demonio que no dependía de Muzan, era intrigante, pero también aterradora. ¿Qué implicaría para él ser libre? ¿Podría realmente sobrevivir sin el poder de Muzan?

Con sus emociones desbordadas, Rui decidió hacer lo único que podía controlar en ese momento: fortalecer su poder. Se levantó lentamente, todavía debilitado por sus heridas y la dosis de sangre de Muzan,la batalla con las lunas 1 y 2  y miró los planos de tecnología avanzada que había creado. Si no podía liberarse de Muzan ahora, al menos perfeccionaría sus habilidades, haría que su valor como demonio fuera indiscutible.

En el fondo, sin embargo, la semilla de duda estaba plantada. Sabía que eventualmente tendría que tomar una decisión, pero por ahora, Rui decidió enfocarse en su supervivencia y en sus proyectos. Si lograba crear algo tan valioso que incluso Muzan no pudiera ignorarlo, tal vez podría negociar su propio destino. Aunque por ahora no estaba dispuesto a renunciar a su vida como demonio, la posibilidad de libertad comenzaba a rondar su mente.

Con esa determinación, Rui volvió a trabajar en los planos, perfeccionando su tecnología y planeando su próximo movimiento. Su camino aún no estaba claro, pero ya no era el mismo demonio que había sido antes de la conversación con Tanjiro.